Búsqueda avanzada de temas en el foro

Página 2 de 4 PrimerPrimer 1234 ÚltimoÚltimo
Resultados 21 al 40 de 231

Tema: Historias militares y gloriosas Hispanas

Vista híbrida

  1. #1
    Avatar de Hyeronimus
    Hyeronimus está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    16 ene, 07
    Mensajes
    20,843
    Post Thanks / Like

    Re: La batalla de Clavijo

    Cita Iniciado por Agustiniano I Ver mensaje
    ¿Qué son las 100 doncellas?
    Mauregato, hijo bastardo de Alfonso I, había ascendido al trono de Austurias con la ayuda de Abderramán I. Entre las condiciones que tuvo que cumplir para pagarle el favor estaba el pago de cien doncellas a modo de tributo para el harén del rey moro. Esto fue en el año 783. Cinco años más tarde, los condes Arias y Oveco matan a Mauregato en venganza por tan ignominioso tributo. Bermudo, sucesor de Mauregato, intenta sustituir el tributo de las cien doncellas por un pago en dinero. Después de Bermudo reina Alfonso II el Casto, que rechaza incluso el impuesto en dinero, y lo consigue venciendo al jefe moro Mugait en la batalla de Lodos. Algún tiempo más tarde, reinando Ramiro I, Abderramán II quiere reinstaurar el tributo de las cien doncellas. En una situación de debilidad, el rey cristiano y los nobles acceden. Cuenta la leyenda que las siete doncellas que le corresponde entregar a la villa de Simancas se hicieron cortar una mano en señal de protesta (Simancas vendría de siete mancas). A su vez, los cristianos reaccionan horrorizados por lo de Simancas y, con la ayuda del apóstol Santiago, vencen a los moros en Clavijo poniendo fin al tributo de las cien doncellas.

  2. #2
    Avatar de muñoz
    muñoz está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    12 oct, 08
    Mensajes
    741
    Post Thanks / Like

    Re: La batalla de Clavijo

    ¿Qué son las 100 doncellas?


    hay una bella historia castellana en la cual al pueblo de simancas tuvo que dar al rey moro siete doncellas, las doncellas no contentas con su entrega al rey moro decidieron cortarse la manos antes que acabar en su posesion




    Escuchen con atención
    Lo que en Simancas pasó
    A siete de sus doncellas
    en el Reino de León.
    Según nos cuenta la historia
    Sucedió en esta villa
    Que Siete bravas doncellas
    Casi se quitan la vida.
    Por no pagar el tributo
    Que el Moro las exigió
    Se cortaron sendas manos
    Con gran determinación.
    Abderramán Rey de Córdoba
    A Don Ramiro pidió
    Tributo de cien doncellas
    Y este no se las negó.
    Prometió aquel vil tributo
    A los Moros Mauregatos
    A León mandó emisarios
    Que a Don Ramiro le hablaron.
    Viendo éste lo apurado
    Y essauto de su mandato
    Quiso ganar algún tiempo
    Y aceptó con gran recato.
    Mandó que por aquel año
    A los pueblos de su Reino
    Se repartan el tributo
    Que los Moros le pidieron.
    A la villa de Simancas (1)
    En tan triste situación
    Le tocan siete doncellas
    Tanto nobles como no.
    Los gobernantes señores,
    Tomaron conocimiento
    De todas aquellas mozas
    En edad de casamiento.
    Ponen guardas a las puertas
    De las mozas elegidas
    Para que ninguna de ellas
    Haya de emprender la huida.
    Las mozas pasan las noche
    Entre sollozos y lloros
    Pues las quieren sortear
    para entregar a los Moros.
    Anda la gente alterada
    y como fuera de sí
    Pues se ve llegar la hora
    De aquel sorteo tan vil.
    La gente sufre en silencio
    en espera del momento
    Hijas parientas y hermanas
    Entran en aquel sorteo.
    Como Cristianos devotos
    Todos a la Iglesia van,
    Hacen promesas y votos
    "Pa" que les libren del mal.
    Acudían a la Iglesia
    Con lágrimas y sollozos
    Libra Señor a tu pueblo
    De este yugo de los Moros.
    La mayor parte del pueblo
    Está presente al sorteo
    Y cuando los nombres leen
    Algunos se caen al suelo.
    Levantan gritos al cielo
    Al no poder remediar
    Que a siete de sus doncellas
    Se las tienen que llevar.
    Los ministros de Justicia
    Se llevan a las doncellas
    A quienes tocó la suerte
    Por desgracia para ellas.
    Al castillo las llevaron
    Y en él las depositaron
    En espera del momento
    Que al moro las entregaron.
    Todos esfuerzos que hicieron
    Padres parientes y hermanos
    Para defender su honra
    Todos fueron hechos vanos.
    Las doncellas con la prisa
    Y fuerza que las llevaban
    Iban a cuerpo llorando
    Iban todas desgreñadas.
    Los ojos llevan sangrientos
    Y los rostros amarillos
    De tanto llorar su suerte
    Todas dan grandes suspiros.
    El mucho dolor que tienen
    Las anuda la garganta
    No dan gritos van calladas
    El temor las amedranta.
    Las madres iban detrás
    Dando gritos y lamentos
    Mostrando tan gran dolor
    Que estremece el firmamento.
    La villa entera en la calle
    Acompaña a las doncellas
    Dando gritos contra el Moro
    Que les quita tan gran prenda.
    En la torre del castillo
    Están todas suspirando
    Esperando el gran momento
    Las siete estaban llorando.
    El primer Rey que en León
    Don Ramiro se llamó
    Al principio tuvo paz
    Y al fin guerra le sobró.
    Que Almanzor Rey Cordobés
    En batalla le venció
    Y le puso en tan estrecho
    Que grandes parias le dió.
    Y en las parias cien doncellas
    dar cada año se obligó
    Las cincuenta hijas dalgo
    Las otras cincuenta no.
    El tributo que era grave
    Mucho tiempo no duró
    Que la villa de Bureva
    La su paga defendió.
    Por no pagar el tributo
    El cual después no pago
    Que siete doncellas nobles
    Que para dar escogió.
    En la torre de una puerta
    De esta villa acaeció
    Que una noche allí encerradas
    En llorar se las pasó
    Y al tiempo que amanecía
    La una así la habló.
    Desventuradas doncellas
    Quien en el mundo pensó
    Que para echar a los perros
    Estáis vosotras y yo.
    ¡Oh! la mayor crueldad
    Que jamás se vió ni oyó
    Que corazón hubo humano
    Que tal hizo y permitió.
    Más le valiera morir
    Que aceptar lo que aceptó
    Cortémonos pues las manos.
    La primera seré yo.
    Cuando ésto las hubo dicho
    Con gran determinación
    La mayor de las doncellas
    A las otras así hablo.
    Ya sabéis queridas mías
    Que el tiempo nos ha traído
    Una grande desventura
    Que aquí nos ha reunido.
    No volveremos a ver
    A nuestros padres y hermanos
    Los vecinos los amigos
    De ellos nos van separando.
    Desventurados los padres
    Que con regalos criasteis
    A vuestras hijas queridas
    Y al Moro las entregáis.
    Señor misericordioso
    No permitáis más desmanes
    Los hijos de perdición
    No nos fuercen al ultraje.
    No nos fuercen a cumplir
    Sus radicales deseos
    Que la Santa Ley nos guíe
    Para salvar nuestro pueblo.
    Por no cumplir sus deseos
    A ti pedimos Señor
    Que es mejor perder la vida
    Que servir al invasor.
    Haz Señor tu voluntad
    Mueve Señor tu perdón
    Mejor quisiera morir
    Que esperar tan grande dolor.
    Una y mil veces la muerte
    Que vivir en deshonor
    Hermanas tiempo tenemos
    De llorar tan gran dolor.
    Es el momento queridas
    De buscar algún remedio
    Uno hay, ese es la muerte
    Pero tomar no podemos.
    Dejad descansar la mente
    Los ánimos reposemos
    Somos cautivas Cristianas
    A Dios nos encomendemos.
    A mi lo que me parece
    Que debiéramos hacer
    Es afearnos los cuerpos
    Y al Moro no apetecer.
    Que más me vale quedar
    Con una mancha en mi pueblo
    Que padecer desventuras
    Con el Moro allá en su reino.
    Cortémonos los cabellos
    Cortémonos pués las manos
    Desfiguremos los rostros
    Con la sangre que manamos.
    Pongámonos horrorosas
    Así no querrán llevarnos
    No querrán tomar favor
    Si el cuerpo desfiguramos.
    Aquí faltando la voz
    A las que así las habló
    La doncella cayo al suelo
    La pobre se desmayó.
    Las doncellas asustadas
    Rodean a la mayor
    Tratan de reanimarla
    Y al momento despertó.
    Sacaron unos cuchillos
    Que entre la ropa llevaban
    Se cortaron los cabellos
    Los rostros desfiguraban.
    Y sin pensarlo dos veces
    La mayor que las habló
    Con un firme y diestro golpe
    Una mano se cortó.
    Las doncellas una a una
    Tomaron la decisión
    Y cortandose las manos
    Imitan a la mayor.
    Siete eran las doncellas
    Siete mancas se quedaron
    Siete gritos de dolor
    Que al guardián han despertado.
    El sobresalto fué grande
    No sabía que pasaba
    Aquellos terribles gritos
    Le sobrecogían el alma.
    Confuso y con gran temor
    Aquel pobre carcelero
    Se dirige hacia la torre
    Con cuidado y grande miedo.
    Se horroriza el carcelero
    Es terrible lo que ve
    Siete doncellas sangrando
    No se lo puede creer.
    No sabiendo lo que hacer
    Las miraba horrorizado
    Tantas heridas y sangre
    Se siente atemorizado.
    En tan lastimoso estado
    Encerradas las dejó
    Presto a los jueces informa
    Lo que en la torre ocurrió.
    Mientras tanto en un rincón
    Con gran firmeza y valor
    La más pequeña de todas
    A las otras así habló.
    Estas manos tan pequeñas
    Tan pequeñas como yo
    Cuantas caricias han hecho
    Cuantos gestos cuanto amor.
    Cuantos bordados hicieron
    Cuantos dulces prepararon
    Cuantas rosas y claveles
    Cuanto cuanto han trabajado.
    Cogían frutos del huerto
    Tañían con gran fervor
    Acariciaba a mis padres
    Con ternura y con amor.
    Ahora reposando lánguidas
    En un gesto de oración
    ¡Oh! mis queridas hermanas
    Se las debo a mi Señor.
    Con lágrimas en los ojos
    Rodean a la menor
    Se funden en un abrazo
    Llenas de gran comprensión.
    Ante este gesto tan tierno
    Les respondió la mayor
    No perdamos la entereza
    Defendamos nuestro honor.
    Un galán me está esperando
    Junto a la calle mayor
    Es el galán de mis sueños
    Nunca más lo veré yo.
    Nunca más y bién lo siento
    El Moro me lo quitó
    Al separarme por fuerza
    De éste que es mi gran amor:
    No perdamos la esperanza
    Recemos con gran fervor
    Que tenemos caballeros
    Que vendrán por nuestro honor:
    No puede ser mis hermanas
    Que ante tanto desagravio
    Caballeros y plebellos
    Queden de brazos cruzados.
    En defensa de nosotras
    Se levantarán los pueblos
    En defensa de nosotras
    De su honor y de su Reino.
    Que en este Reino de siempre
    Ha habido gente de honor
    No volverán la cabeza
    Ante tan gran deshonor:
    Aún antes de amanecer
    Se divulga la noticia
    La gente acude al castillo
    por ver lo que sucedía.
    En la puerta del castillo
    Estaba la villa entera
    Escuchando lo ocurrido
    A sus queridas doncellas.
    La gente toma conciencia
    Los ánimos exaltados
    No queriendo permitir
    Lo que allí estaba pasando.
    En ese tiempo llegó
    A los moros la noticia
    Que en Simancas las doncellas
    Casi se quitan la vida.
    Hasta el castillo llegaron
    Los Moros en comitiva
    Se encontraron las doncellas
    En estado de agonía.
    Desfiguradas están
    Las doncellas de Simancas
    No las quieren recibir
    Desfiguradas y mancas.
    A los que gobiernan dicen
    Que con toda brevedad
    Elijan otras doncellas
    Para poderse llevar.
    Más dura les pareció
    A los que allí gobernaban
    Esta segunda propuesta
    Que los Moros les mandaban.
    Acuerdan dar cuentas al rey
    Y hacia León despacharon
    Diputados con noticias
    Que al rey al fin informaron.
    Al Rey Ramiro informaron
    Al llegar los Diputados
    A Don Ramiro explicaron
    A Don Ramiro le hablaron.
    Le explicaron largamente
    Lo que en Simancas pasó
    El Rey escuchaba en silencio
    El rostro lo endureció.
    La corte entera escuchando
    Las informaciones de Simancas
    Los rostros desencajados
    Con ánimo de venganza.
    Levantandose entre todos
    Un Obispo que allí había
    Increpando a los demás
    El Obispo así decía.
    Se levantó dió un suspiro
    Y al Rey Ramiro le dijo
    Que levantara a los pueblos
    Que defendieran a sus hijos.
    Que hacemos lo hombres quietos
    Cuando las tiernas doncellas
    Sólas defienden su honra
    Sólas con gran entereza.
    Ejemplo nos dan a todos
    Aguerridos caballeros
    Que aquí impasible escuchamos
    Esos terribles sucesos.
    Nos dan ejemplo y nos dicen
    Que por su honra volvamos
    Somos todos caballeros
    Os invito a demostrarlo.
    A estas palabras responden
    A una todos caballeros
    Que por defender su honra
    Todos partirían prestos.
    Que más valiera morir
    Como nobles caballeros
    Que tener como cobardes
    Vida de paz y sosiego.
    En armas se han levantado
    Los nobles y caballeros
    La guerra le han declarado
    Al Moro todos los pueblos.
    Se levantaron en armas
    Los pueblos y las ciudades
    Y hacia Simancas partieron
    De todas las capitales.
    Ya levantados en armas
    Y publicada la guerra
    En Simancas sucedia
    La más terrible de aquellas.
    Que en Simancas se enfrentaron
    Como el León ya se dijo
    En la celebre batalla
    Que llamaron del Barranco.
    Célebre batalla aquella
    La batalla del Barranco
    En Simancas se recuerda
    Para orgullo de sus hijos.
    Los cronistas de la época
    La describen con ardor
    De como los caballeros
    Lucharon con gran valor:
    "Pa" ejemplo mío os diré
    Que como insignia llevaban
    Unas banderas pequeñas
    En las puntas de sus lanzas.
    En las lanzas las banderas
    Y en las banderas llevaban
    Pintadas las siete manos
    De siete doncellas mancas.
    Las manos de las doncellas
    Que en Simancas se cortaron
    Para defender su honra
    Y no ser de los paganos.
    También dicen que un cendal
    Bien atado iba a la lanza
    Y en el cendal unos sueldos
    De la moneda que usaban.
    Quinientos sueldos pagar
    El Rey Bermudo el primero
    Había ofrecido a los Moros
    Si no cumplían el acuerdo.
    Acuerdo que consistía
    En pagar quinientos sueldos
    Por cada una de las cien
    doncellas de aquel acuerdo.
    El Rey Ramiro negó
    El uno y otro tributo
    Y a los Moros incitó
    Que vinieran a tomarlo.
    Que vinieran a tomarlos
    De las puntas de sus lanzas
    Que no permitamos más
    Ni tributos ni amenazas.
    Los plebellos y los nobles
    Con gran ardor se emplearon
    Para defender su honra
    Y así al Moro derrotaron.
    Que en Simancas se libró
    Por defender sus doncellas
    Una cruenta batalla
    Que la historia aún nos recuerda.
    Y con orgullo Simancas
    Esta batalla recuerda
    De como sus caballeros
    Defendieron sus doncellas.
    Novecientos treinta y nueve
    Seis de Agosto el día era
    Que memorable batalla
    En Simancas sucediera.
    Se atribuyo la victoria
    A Santiago y San Millán
    Que la leyenda nos cuenta
    Que los vieron pelear.
    A caballo pelearon
    Al lado de los Cristianos
    A caballo pelearon
    Por expulsar los paganos.
    Sucedió que al día siguiente
    Un eclipse de sol
    Cubrió la tierra aquel día
    De tinieblas y terror.
    Dos días al menos pasaron
    Sin que nadie se moviera
    Pués temerosos estaban
    Por ver lo que sucediera.
    Supersticioso el Cristiano
    Pero más el Musulmán
    Han empezado la huida
    Y hacia Zamora se van.
    Fuertemente derrotado
    Fué Abderramán en Simancas
    Nunca se lo perdonó
    Que en Simancas le humillaran.
    En Simancas eran siete
    En el Reino en total cien
    Por todas ellas lucharon
    Y las defendieron bién.
    Siete tempranos claveles
    Siete orquídeas, siete rosas
    Siete jazmines en flor
    Siete flores olorosas.
    Leonor tu eres la mayor
    Negro tienes el cabello
    Negro como el azabache
    Tu destino también negro.
    Tú mi querida Lucía
    Tus ojos son azul cielo
    Que derraman alegría
    Y amor si buscas consuelo.
    Laura tienes una cara
    Suave como terciopelo
    Rasgos duros rasgos bellos
    Que resaltan en el cielo.
    Eva tu nombre es bonito
    Como un rosal cuando brota
    Con sus pétalos y flores
    Así tienes tú la boca.
    Son tus brazos Isabel
    Fuertes como el pedernal
    Cuando abrazas das cariño
    Cuando abrazas para amar.
    Tienes un cuerpo Yolanda
    Con tu gracia al caminar
    Flexible como una mimbre
    Que enamoras al pasar:
    Inmaculada tu gracia
    Y tu cara de bondad
    Eres dulce y cariñosa
    Eres como una deidad.
    Son estas siete doncellas
    Las más bonitas del Reino
    Las más dulces no habrá duda
    Al amor no ponen precio.
    Nos cuenta la tradición
    Que de padres a hijos pasa
    Que las doncellas cristianas
    Ya no fueron a sus casas.
    Que en un convento de monjas
    Vírgenes se conservaron
    Y como buenas Cristianas
    En Aniago Terminaron.
    En Aniago un buen día
    La muerte las visitó
    Aniago las dió la muerte
    Aniago las supultó.
    Era su nombre Bureva
    Pueblo de las Siete Mancas
    Le hicieron cambiar de nombre
    Y hoy le llamamos Simancas.
    En esta historia tan bella
    Una coplilla quedó
    Que Simancas con orgullo
    De esta manera cantó.

    POR LIBRARSE DE PAGANOS
    LAS SIETE DONCELLAS MANCAS
    SE CORTARON SENDAS MANOS

  3. #3
    Avatar de JCC
    JCC
    JCC está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    22 oct, 08
    Ubicación
    Principado de Asturias
    Mensajes
    467
    Post Thanks / Like

    Re: Historias militares y gloriosas Hispanas

    CARDENAL-INFANTE DON FERNANDO DE AUSTRIA(1609-1641). GOBERNADOR DE FLANDES Y CAPITÁN GENERAL DEL EJÉRCITO ESPAÑOL EN ALEMANIA Y FLANDES.
    Tercer hijo varón de Felipe III, con el Principe de Asturias Felipe y el infante Carlos, fué nombrado arzobispo de Toledo y Cardenal con sólo 10 años, pero sin ser ordenado sacerdote, privilegio derivado de las buenas relaciones de su padre con el Vaticano, que le convirtió en príncipe de la Iglesia a tan corta edad.
    Al contrario que sus dos hermanos, Don Fernando era una persona de amplia inteligencia y muy dotado para el ejercicio de las armas, por lo que el conde-duque de Olivares decidió nombrarle gobernador de Flandes, tanto por su capacidad como militar, su sangre real, como por que así evitaba su influencia cerca de su hermano el rey.

    La misión del Cardenal-Infante era enormemente complicada: El camino español se había desintregrado, por lo que la única opción posible, cerrada la ruta marítima, era pasar hacía Baviera desde Milán, y a partir de allí, abrirse paso hacia Flandes por la fuerza a través de territorio hostil. En otra palabras: Conquistar el camino enfrentandose y venciendo al hasta entonces invencible ejército sueco.
    En 1633, el Cardenal-Infante envía una avanzada al mando del duque de Feria, que tras varios exitos parciales, es derrotado a manos de los suecos, y muere durante la retirada hacia los Alpes.
    Este fracaso obliga a Don Fernando a trazar una estrategia de más amplio calado: Pasará los alpes con el grueso de sus hombres, reunirá a los restos de la expedición del duque de Feria, y reuniéndose con las fuerzas Imperiales alemanas, resolverá el problema sueco buscando un enfrentamiento decisivo. Esta batalla se librará en la localidad de Nordlingen, donde el ejército sueco será pulverizado por los tercios españoles en una sangrienta batalla. El cardenal se niega a mantener a los dos ejércitos católicos unidos ( en realidad 3, el de la liga católica, el español y el del principe imperial) puesto que tiene ordenes de ocupar su cargo como gobernador de Flandes, lo que cumple con increible rapidez, llegando a Bruselas a finales del mismo año.
    A pesar de los limites a su poder de Olivares, que pretende dirigir la guerra desde Madrid, el Cardenal Infante logra una sucesión imparable de victorias, aunque también tuvo que encajar grandes derrotas, como la perdida de Breda y Arras.
    La crisis de 1640 fué demasiado para su salud, ya que enfermó y murió durante el año 1641, que conllevó la desgraciada elección de Francisco de Melo como gobernador interino.

    ¡Por España Siempre!

  4. #4
    Avatar de mazadelizana
    mazadelizana está desconectado Mos maiorum
    Fecha de ingreso
    02 abr, 08
    Ubicación
    Condado de Ribagorza.
    Edad
    34
    Mensajes
    1,735
    Post Thanks / Like

    Re: Historias militares y gloriosas Hispanas

    Viejo de Lombardía
    Viejo de Sicilia
    Viejo de Nápoles
    Viejo de Brabante
    Viejo de Cartagena o de Ambrosio Spinola
    Saavedra
    Alvaro de Sande
    Flandes
    Fuenclara
    Caracena
    Mortora
    Garciez
    Alburquerque
    Bonifacio
    Meneses
    Seralvo
    Cordobas
    Casco de Granada
    Nuevo de Toledo
    Nuevo de Valladolid
    Azules Viejo
    Fijo del reino de Nápoles
    Zapena
    Villar

    Monroy
    Morados Viejos (Sevilla)
    Amarillos Viejos
    Azules Viejos (Toledo)
    Viejo Lesaca
    Castilla
    Guipúzcoa
    los Arcos
    Idiáquez
    Aragón
    Valencias y Conde de Garcies
    Verdes Viejos
    Diputación de Cataluña
    Ciudad de Barcelona
    Collorados Viejo
    Amarillo Nuevo (tercio provincial de Léon)
    Amarillos Viejos
    Costa de Granada
    Azules Nuevos (tercio provincial de Murcia)
    Los Blancos (tercio provincial de Segovia)
    Colorados Nuevos (tercio provincial de Gibraltar)
    Morados Nuevos (tercio provincial de Toledo)
    Tercios de la Armada (2 o 3 en 1701)
    Viejo de la Armada Mar Oceano
    Viejo Armada
    Fijo de la Mar de Napoles
    Tercios italianos ( 11 a 14 en 1701)
    Toraldo
    Cardenas
    Avalos-Aquino
    Torrecusa
    Guasco
    Lunato
    Paniguerola
    Torralto (napolitano)
    San Severo (napolitano)
    Torrecusa (napolitano)
    Cardenas (napolitano)
    Lunato (lombardo)
    Paniguerola (lombardo)
    Guasco (lombardo)
    Tercio vecchio de Nápoles (napolitano)
    Tercios irlandeses (1 en 1701 ? )
    Tyron
    Bostock
    Tercios alemanes (6 a 9 en 1701)
    Tercios des Grisons (suizos, 2 en 1701)
    Tercios valones (8 en 1701)
    Beaumont

    Listado de los Tercios


    www.elhistoriador.es

    "El vivir que es perdurable
    no se gana con estados
    mundanales,
    ni con vida deleitable
    en que moran los pecados
    infernales;
    mas los buenos religiosos
    gánanlo con oraciones
    y con lloros;
    los caballeros famosos,
    con trabajos y aflicciones
    contra moros".

    http://fidesibera.blogspot.com/

  5. #5
    Avatar de Agustiniano I
    Agustiniano I está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    26 may, 07
    Ubicación
    Capital Federal, Argentina.
    Mensajes
    433
    Post Thanks / Like

    Re: Historias militares y gloriosas Hispanas

    Para terminar de leer sobre el camino español leer los 2 textos que nos expuso Hyeronimus sacado de 2 páginas muy buenas de internet, acá os pongo el link del foro buscando con las palabras "el camino español":

    El camino español

    -------------------------------------------------------------------------------------------

    Muy ejemplar, Tautalo, en la batalla de Alcazarquivir, el señor Francisco de Aldana y Don Sebastián también.

    ---------------------------------------------------------------------------------------------

    JCC, no tenía idea de la Batalla de Rocroi y como termina todo para el Imperio Español y su hegemonía como se debilita en Europa.

    Y con respecto a la batalla de Bicoca.

    ¿Es también, que en la batalla de Agincour, signo de que la era de la caballería pesada y las armaduras pesadas tenían los días contados?

    Muy bueno e interesante ver una victoria más de los grandes Reyes de España.

    No sabía que "bicoca" significa una ganancia fácil. Voy a que :

    ¿"A lo pirro" significa una victoria que cuesta mucho o que casi no se le debería de llamar "victoria" por lo que le pasó a Pirro cuando ganó de forma deplorable?

    Agradecerte por la página "historia con historia" que parece que tiene mucha información sobre TODA la historia Universal, que me viene para mi, de maravilla. El año que viene, creo, que empezaré con la Carrera de Licenciado en Historia.

    --------------------------------------------------------------------------------------------

    Mazadelizana, Don Álvaro De Bazán (que no lo conocía), realmente fue ejemplar e ignoraba totalmente que en una de sus batallas se usara por primera vez el desembarco anfibio o la infanteria como infanteria de marina, esos detalles son mas bien interesantes.

    También, observar, como tomó la Isla Tercera de las Azores con total desventaja numérica contra los franceses (60 buques contra 24, según la Wikipedia), y por sobre todo, que peleó en la Gloriosa Batalla de Lepanto.

    Realmente un ¡Hombre!

    ¿Viste cuánta repercusión y público tiene ya el nuevo hilo? Has tenido una gran idea.

    ---------------------------------------------------------------------------------------------

    Muy buenos ejemplos de batallas y relatos, hermanos foreros. Veré que puedo aportar yo, de la Argentina sobre todo. Ayer no tuve tiempo, hoy casi un poco, pero nosé, veo.

    Salud en Cristo a todos.
    Última edición por Agustiniano I; 21/11/2008 a las 18:57
    -- " ¡Dios, Patria y Familia... o muerte! " --

  6. #6
    Avatar de Agustiniano I
    Agustiniano I está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    26 may, 07
    Ubicación
    Capital Federal, Argentina.
    Mensajes
    433
    Post Thanks / Like

    Re: Historias militares y gloriosas Hispanas

    EL ATAQUE AL PORTAAVIONES
    HMS INVINCIBLE

    I- Introducción


    El día 30 de mayo de 1982 quedará en la historia de la aviación mundial, al realizarse la misión más riesgosa y audaz, considerada la más significativa en su tipo desde la Segunda Guerra Mundial. Muchas versiones se han escrito sobre que es lo que ha ocurrido con el portaaviones Invincible, la veracidad de su ataque y su posible hundimiento.

    La Fuerza Aérea Argentina asegura que el buque fue atacado y dañado severamente. Sin embargo, Gran Bretaña aún no ha reconocido dicho ataque, e intenta demostrarlo con diversos testimonios que no concuerdan entre sí.

    Por otra parte, existe un testimonio que tampoco resulta muy esclarecedor: el de los pilotos. A continuación podrán leer como se desarrolló el ataque, y mas adelante las diferentes versiones inglesas.
    El relato a continuación refleja el testimonio de los dos pilotos sobrevivientes y el de los pilotos de los Sue (Super Etendard)

    II- La "Operación Invencible"

    El día 29 de mayo de 1982, la 2da Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque recibió la orden de preparar una misión de ataque a un blanco que estaba ubicado a 80 millas al Este de Malvinas, exactamente en el radial 090°. Se pensaba que allí se encontraba el "Invincible".
    Luego del hundimiento del "Atlantic Conveyor", quedaba sólo un Exocet AM-39. La oportunidad, está vez era para la pareja formada por el Capitán de Corbeta Alejandro Francisco y el Teniente de Navío Luis Collavino.
    Un compromiso de carácter operativo no les permitía a los británicos alejar los portaaviones más allá de las 100 millas de las zonas de combate, debido a que el radio de acción del Harrier (incluida las maniobras en el aire) no superaba esa distancia. Ellos necesitaban aviones que despegaran, volaran hacia el objetivo, estuvieran en el aire durante un tiempo y regresaran, les era imprescindible tener "presencia en el aire".

    Durante la mañana del día 29, Francisco y Collavino, con la ayuda del resto de la escuadrilla se dedicaron a ultimar algunos detalles de la misión. En primer lugar, se determinó el horario, teniendo en cuenta que hasta ese momento los Súper Etendard habían operado siempre en ultima hora de la tarde; por ello se buscaría una hora atípica, preferentemente a la mañana o, a más tardar, al mediodía.

    En segundo lugar, y para poder hacer un arco y alcanzar el blanco por el Este, cosa totalmente improbable desde toda lógica, tendrían que realizar un doble reaprovisionamiento en vuelo. Si en la segunda oportunidad surgían inconvenientes, los aviones podrían regresar a su base, aunque sin cumplir la misión. No iba a ser la primera vez que aparecieran problemas en la maniobra del reaprovisionamiento; existen muchas variables que hacen que el método no siempre sea seguro. Además, la misión obligaba que los aviones tanques se desplazaran muy hacia el Este, con todos los riesgos que ello implicaba. Para evitar la detección de los Hércules por parte de algún piquete enemigo y que este diera la alarma ante la evidencia del reaprovisionamiento de una misión por el Sudeste, se solicitó que los tanques no realizaran una ruta directa desde Río Gallegos hasta el punto de encuentro con los Súper Etendard, sino que se pegaran al continente y luego siguieran una ruta casi idéntica a la de los aviones atacantes.

    A mediodía todo estaba listo. En cuanto recibieran la confirmación de la hora de los encuentros con los Hércules, despegarían.

    En la sala de prevuelo Francisco y Collavino esperaban el momento de la partida. Pero por razones de tiempo, la misión fue suspendida, ya que se trataba de un ataque sumamente complejo, que implicaba coordinación muy detallada a las que había que dedicarles su tiempo. Tendrían que compatibilizar perfiles de vuelo de aviones diferentes, y además, disponer de otro avión tanque para el doble reaprovisionamiento.
    A partir de ese momento, los pilotos comenzaron a ajustar una serie de detalles, considerando que el vuelo, al que se sumarían los cuatro cazabombarderos A-4C "Skyhawk" de la Fuerza Aérea, se realizaría al día siguiente.

    Durante una reunión que se había realizado durante la mañana del día 29, en San Julián, el Comandante del Escuadrón de los A-4C de la Fuerza Aérea reunió, en su despacho, a todos los jefes de escuadrillas, para hacerles conocer la existencia de la misión contra el portaaviones británico.

    Los cuatro aviones luego del lanzamiento del Exocet por parte de uno de los Súper Etendard, continuarían para pasar sobre el blanco y bombardearlo, tratando de penetrar la barrera defensiva que siempre forman los buques que protegen a los portaaviones. Una barrera que generalmente, es muy difícil de atravesar. Por ello, el riesgo que corrían era altísimo, más aun por que el ataque tendrían que realizarlo en aguas abiertas, donde la capacidad de detección por parte del enemigo era total y anticipada como para que los sistemas de armas tuvieran tiempo suficiente para reaccionar con eficiencia.

    Cuando el Comandante finalizó su exposición, hizo un breve silencio: pausadamente, sin poder ocultar la emoción propia por el momento que estaba viviendo, preguntó quienes deseaban, voluntariamente, tomar parte en el ataque.

    Un nuevo silencio envolvió a los presentes.

    - Señor, solicito autorización para participar.
    El Primer Teniente Ernesto Rubén Ureta se había puesto de pie.
    Casi al mismo tiempo se levantó el Primer Teniente José Vázquez
    - Señor yo también quiero ir.
    - Bien - respondió el Comandante - Ustedes designarán a los otros dos pilotos.
    Así lo hicieron. Entre los restantes oficiales del escuadrón, eligieron al Primer Teniente Omar Jesús Castillo y al Alférez Gerardo Guillermo Isaac.




    Mapa que detalla la "Operación Invencible", extraído de la página oficial de la FAA.

    El domingo 30 amaneció como era habitual en Río Grande: nublado, muy frío, y con escarcha por todos lados.
    La sala de prevuelo, desde muy temprano, registraba una intensa actividad. Francisco, Collavino y prácticamente todos los demás integrantes de la Escuadrilla, se reunieron con los pilotos de la Fuerza Aérea que participarían de la misión. Juntos realizaron la coordinación final, dejando sentada la importancia de la discreción y acomodando el perfil de vuelo de los A-4C al de los Súper Etendard.

    - ¿Qué harán si alguno de sus aviones regresa por fallas? - le pregunto Francisco a Vázquez, que era el líder de la escuadrilla de la Fuerza Aérea.
    - en ese caso continuarán los otros tres.
    Francisco volvió a preguntar:
    - ¿Y si un segundo avión tiene que regresar?
    - Seguirán los otros dos. Sólo se anulará la misión, por nuestra parte, por supuesto, si fallan tres maquinas. Ir con un solo avión no tiene ningún sentido.
    Por un momento todos se callaron. Si para los Súper Etendard ese ataque, por sus características era muy riesgoso, mas lo era para los pilotos de los A-4C que, si bien eran voluntarios, no desconocían el tremendo riesgo que corrían. Las ordenes que tenían era atacar el blanco en el que impactara el Exocet, fuera cual fuere; se suponía que ese buque iba a estar más indefenso que otro que estuviera intacto. Era la única manera de aumentar las posibilidades de hundir al "Invincible", en caso de que el misil pegara en el portaaviones.
    Alrededor de las 12:30 hs Francisco recibió la autorización de la torre de control de Río Grande. Un poco más atrás y a su derecha, Collavino esperaba que su líder despegara primero, para hacerlo él segundos después.
    Francisco aceleró hasta un ochenta por ciento de la potencia de la turbina, soltó los frenos y el Súper Etendard, con el ultimo Exocet AM-39 disponible, comenzó su carrera de despegue.
    Aproximadamente unos cinco minutos después, uno tras otro fueron despegando los A-4C. Como los Súper Etendard, ascendieron a 12.000 pies y pusieron rumbo Sudeste.



    Super Etendard, de la Armada Argentina A-4C Skyhawk, de la Fuerza Aérea Argentina

    Luego de volar durante cincuenta minutos con una meteorología mas que aceptable, los Súper Etendard llegaron al punto donde estaban esperando los dos Hércules. Sin inconvenientes completaron la carga de combustible y permitieron que los A-4C hicieran lo propio.
    Lo novedoso de esa misión era, tal vez, la forma de reabastecerse: para aumentar el radio de acción se había decidido que los seis aparatos volaran juntos a los aviones tanques, turnándose para chupar combustible durante casi 300 km. La maniobra se realizó perfectamente. Todo marchaba según lo previsto.

    A partir de allí los aviones pusieron rumbo Este, para llegar al sitio de mayor alejamiento y realizar un segundo reaprovisionamiento.

    Cargados "a full", los aparatos se alejaron de los Hércules y adoptaron la formación de ataque: los dos Súper Etendard adelante separados una milla uno de otro; detrás de cada Súper Etendard, dos Skyhawk.

    Comenzaron a cumplir el perfil de descenso. Estaban completando el rodeo de las naves británicas, que en ese momento estaba a su izquierda; pronto se encontraron volando rasante sobre un mar encrespado, cuyas olas salpicaban los parabrisas y formaban pequeñas mancas de sal en ellos.

    Los requerimientos de silencio absoluto de radio y disciplina se cumplían estrictamente.
    Francisco miró su carta, que llevaba doblada en la rodilla derecha: según los cálculos y la información recibida el portaaviones se encontraba a más menos a 300 km. de distancia.
    Mientras tanto, los chubascos aislados eran, por momentos de tanta intensidad que hasta podían aparecer en la pantalla del radar.

    Y así ocurrió. Cuando los dos Súper Etendard ascendieron para emitir con los radares, vieron muchos ecos dispersos. De inmediato descendieron y continuaron con el vuelo rasante.
    Una milla mas adelante treparon nuevamente y emitieron. Collavino acerco su mirada a la pantalla, para distinguir mejor: tenia un eco aparentemente verdadero. En ese instante, escuchó en su auricular la voz de Francisco:

    - ¡Lo tengo, lo tengo enganchado!
    Collavino también detectó el mismo eco y exclamó, entusiasmado:
    - ¡Yo también lo tengo enganchado!
    -¡Veinte millas al frente! ¡En la proa!
    ¡Lanzo misil! - dijo Francisco, y apretó el botón de disparo.
    El avión de Francisco se sacudió.
    Collavino y los pilotos de los Skyhawk observaron como el misil se desprendía del Súper Etendard, cayo dos o tres metros y cuando parecía que iba a chocar contra el agua, encendió su motor y comenzó a volar, ya estabilizado, a ras del agua, dejando una estela de humo blanco producto de los gases de combustión.
    Una vez más, el misil había sido lanzado en excelentes condiciones de tiro y una distancia que aseguraba el impacto en un blanco perfectamente destacado por los sistemas de los Súper Etendard.

    De inmediato, los dos aviones navales viraron a la izquierda y se alejaron para regresar a la base.
    Lanzado a unas 24 millas naúticas del blanco, el exocet demoraría aproximadamente 109 segundos en llegar al objetivo, mientras esa instancia para los a-4c significarian 153 segundos pero ya sin la sorpresa inicial, es decir enfrentando a las defensas antiaereas de los buques.

    Los cuatro aviones de la FAA habían seguido la estela del Exocet, en su camino hacia el blanco, pero como el misil desarrollaba mucha mayor velocidad, pronto lo perdieron de vista, a pesar de que la visibilidad era buena y alcanzaba a un poco mas de 15 km.
    Vázquez que era el líder de la escuadrilla, hizo una seña a sus numerales para que cerraran la formación.

    Los aparatos configurados con tres bombas de 250 kg. cada uno, se fueron acercando velozmente al objetivo, en vuelo bien rasante: apenas 12 mts. los separaban del agua.

    De pronto, a lo lejos apareció una mancha oscura, borrosa por el efecto de la bruma. No había dudas ahí estaba, inexplicablemente solo, sin otros barcos cercanos. Había llegado el momento de verse frente a frente con uno de los buques mas buscados de la Task Force.

    Poco a poco, la figura inconfundible del portaaviones se fue haciendo mas clara, mas nítida: la cubierta ligeramente curvada hacia arriba en el sector de la proa; la "isla" (conjunto de construcciones ubicado sobre la cubierta de los portaaviones y desplazado hacia un costado de la misma ) desplazada hacia la banda de estribor. El barco navegaba a muy poca velocidad. Algo les llamo la atención: desde la base de la "isla" salía una densa columna de humo cuyo tamaño iba en aumento. Rápidamente se dieron cuenta que era la prueba indudable de que el Exocet había impactado.
    El humo negro salía desde el centro de la superestructura y por debajo de la pista de vuelo, como si el Exocet hubiera hecho impacto entre la línea de flotación y la cubierta. No observó fuego. No había llamas, pero surgían negros borbotones de humo- la isla –rematada hacia delante y hacia atrás por las 2 bochas blancas de los radomos de proa y de popa.


    Cuando los pilotos llegaron a unos 12 km. del blanco, pusieron la máxima potencia a sus motores y se prepararon para la aproximación final. A la izquierda volaban Vázquez y Castillo, y a la derecha, Ureta e Isaac.
    En ese momento, un misil que nadie vio llegar, impactó en el avión de Vázquez, que estallo, a 8 kms. del blanco.

    Tratando de dominar la angustia y la impresión que les había causado la inesperada muerte de su líder, los tres pilotos continuaron con su vuelo.

    El blanco estaba a unos dos kilómetros. Ya casi lo iban a "saltar" para descargar las bombas cuando una nueva explosión los sorprendió, era el avión de Castillo que también explotaba y prácticamente se desintegraba en el aire. Las maquinas de Ureta y de Isaac se sacudieron debido a la onda explosiva.

    Los misiles disparados desde algún buque desde el sector oeste, impactaron en los dos aviones que volaban a la izquierda de la formación.

    Ureta apretó con rabia el disparador de sus cañones y levanto su avión, lanzando la carga y cruzando al portaaviones de popa a proa, en un ángulo de 30° respecto del eje de la nave.
    Por su parte, Isaac tiró también con sus cañones, arrojo las bombas y cruzo a la nave cuando está estaba totalmente cubierta de humo. Para evitar llevarse por delante la torre, tiro hacia la derecha y, planchándose al agua, comenzó a efectuar maniobras evasivas, mientras tomaba el rumbo de escape.

    A medida que se alejaba, pudo observar que el portaaviones habia quedado totalmente oculto detrás de capas de humo negro.



    Así, volaron, separados, durante unos kilómetros, bien rasante y en absoluto silencio de radio.
    A lo lejos, un poco a su derecha, un punto parecía agrandarse. Si, era el avión de Ureta que lo había visto y estaba reduciendo su velocidad.

    - Isaac vamos a la nodriza - dijo refiriéndose al avión tanque.
    -Si, señor, comprendido.

    Las palabras estaban de mas. Habían logrado llegar hasta el portaaviones, impactado en él y estaban regresando a casa. Pero habían perdido para siempre a dos amigos.
    Aproximadamente a 70 km. del punto en que debían encontrarse, con el avión tanque, los dos Skyhawk ascendieron abandonando la navegación rasante.
    Los 2 KC-130 aguardaban a unos 5.000 metros de altura, en una zona donde, afortunadamente había buen tiempo.


    Uno de los miembros de la triuplación del Hércules KC-130, intrigado por saber el resultado de la misión, interroga a través de gestos a Isaac, quien le contesta:
    -"¡Lo hicimos mierda!"
    Luego de cargar combustible pusieron rumbo a Río Grande. Ya llevaban tres horas desde el despegue y todavía les quedaba aproximadamente otra hora de vuelo.
    Ureta aterrizó en primer termino; segundos después lo hizo Isaac. Entre los pilotos que esperaban el arribo, estaban Francisco y Collavino, que recién habían aterrizado y que sintieron la muerte de Vázquez y de Castillo como si hubieran sido compañeros de toda la vida.
    Ureta e Isaac se abrazaron, llorando, con algunos camaradas, librando toda la tensión acumulada. Lentamente fueron caminando hacia los oficiales de la base donde, por separados brindaron un detallado informe del ataque, algo muy importante, pues habían tenido la oportunidad de pasar sobre el objetivo y realizar los lanzamientos.
    De acuerdo con los datos que fueron aportando, se efectuó un análisis de la silueta de los buques ingleses, una especie de "identi-kit".

    De esa manera describieron la salida del Exocet, la silueta del blanco y la salida de humo desde este, con la certeza de que se trataba del impacto del misil.
    Ureta explicó que había cruzado a la nave desde popa y hacia la mura de estribor, afirmando que logro buena puntería. Con exactitud describió al portaaviones, sus dos chimeneas, su "isla" grande, la distancia de separación de ésta con respecto al eje central del buque, los radomos de color claro, la popa chata. Todo coincidió en que se trataba del "Invincible" y no del "Hermes".

    La información que brindo Isaac fue similar a la de Ureta. Como éste, cuando se le mostró una serie de siluetas de distintos barcos, no dudó: "este es el que atacamos", expresó refiriéndose al "Invincible".

    Al día siguiente de la misión, con el radar de Malvinas, se efectuó el control del PAC de Harrier que se venia haciendo desde tiempo atrás: la actividad aérea británica había disminuido considerablemente.



    Resultado de la misión: (según la versión de los dos pilotos de la FAA)

    Un misil Exocet podría haber impactado en el portaaviones, junto con tres bombas de 250 kgs. cada una, que penetró la cubierta del buque y produjo serios daños y un principio de incendio en la zona de los hangares, aunque una de ellas no estalló.

    Naves participantes:

    Super Etendard - 2do Esc. Aeronaval Caza y Ataque (ARA) (2)

    A-4C Skyhawk - IV Brigada Aérea (FAA) (4)

    Hercules C-130 - I Brigada Aérea (FAA) (2)

    III- Las versiones inglesas

    Versión 1
    (1 de junio 1982):

    El Ministerio de Guerra Británico informa que los aviadores argentinos han atacado al casco del Atlantic Conveyor, y no al portaaviones.
    Este mismo informe dice que en el ataque al portacontenedores es derribado un avión argentino.


    Versión 2 (3 de junio 1982):
    Al desmentir la versión anterior, ahora se informa que el buque atacado no fue el Atlantic Conveyor, sino la Avenger y que esta fragata ha derribado a los aviones argentinos por el sistema de Sea Dart.
    Lo curioso es que la Avenger no poseía dicho sistema de misiles.


    Versión 3 (extraída del libro "La Batalla por las Malvinas" de Hastings y Jenkins 1983):
    "El 30 de mayo el grupo de batalla sobrevivió a otro ataque aéreo con Exocet, cuando el Avenger consumió su hazaña de voltear al misil con un cañón de 4,5 pulgadas, cuarenta y cinco segundos despues de la alarma."
    Ni siquiera se habla del Invincible, sino de que el ataque fue hacia dicho buque, y no da mas detalles de ningun otro avión sobrevolando la zona.
    Versión 4 (la versión oficial inglesa):
    Dos A-4C Skyhawks de la FAA, fueron derribados al este de la isla Soledad por el sistema de misiles Sea Dart disparados por el HMS Exeter; y un cañón de 4,5 pulgadas del HMS Avenger quizá haya golpeado a uno. El Exocet podría haber impactado en el casco del Atlantic Conveyor o ser derribado por el sistema antimisiles del Avenger, y los pilotos podrían haber confundido la silueta del Invincible, con el casco del Atlantic Conveyor.
    Esta es la versión oficial, por mas ilógica que parezca.


    Recordemos que ninguna de las cuatro versiones concuerda entre sí, son todas diferentes.
    Los datos que aquí figuran, fueron extraídos de la historia oficial de la Royal Navy y del libro Falklands, the air war.


    IV- Daños
    Resulta dificil comprender, si el buque fue severamente dañado o no, ya que la palabra de los dos pilotos no coincide con la palabra de los ingleses, ni tampoco con las imágenes que se han obtenido del buque después de la guerra, evidenciando que no tuvo severos daños. ¿Acaso los pilotos de la Fuerza Aérea, han distorsionado su relato, o simplemente son los ingleses que han trucado las evidencias?
    ¿Qué fue lo que le pasó al buque luego del ataque?
    Para analizar que fue lo que le pasó al buque hace falta destacar la gravedad del impacto, de cada proyectil que supuestamente según los pilotos han arrojado al buque.

    Extraído del libro "Halcones sobre Malvinas"


    "Los técnicos de las FFAA continuaron los estudios para reemplazar modificando a otras bombas y espoletas, desarrollando, ensayando, y fabricando con la Industria Argentina, nuevos retardos, detonadores y piezas mecánicas a ritmo febril.Al cabo de 15 días, las nuevas bombas estaban provistas a las Unidades de combate y se emplearon por primera vez el día 25 de mayo, en el HMS Coventry, el cual desapareció instantáneamente de la superficie ante el impacto de 3 bombas. Su empleo se repitió con "Sir Galahad" (hundido), "Sir Tristan" (hundido) y la Fragata "Plymouth" (inutilizada), y al portaaviones Invincible.Ahora si, la totalidad de los impactos, implicaba la destrucción o el fuera de combate del blanco."

    El portaaviones no solo habría recibido tres de esas poderosas bombas, sino que también sufrió el impacto de un Exocet. Este misil hundió (y inutilizó a otros) a su blanco cada vez que fue lanzado durante el conflicto.
    Recordemos que el Exocet pudo haberse desviado, por el "chaf", el sistema de defensa británico, de las naves escoltas.

    "Luego del ataque, el radar argentino ubicado en Malvinas, detecta una gran actividad de helicópteros británicos, que se dirigen al este de la isla Soledad. Al mismo tiempo los aviones del Invincible se elevan a 12.000 metros de altura, con el fin de ahorrar combustible. Luego los aviones aterrizan en San Carlos, donde las tropas británicas se habían establecido el 21 de mayo." (Fuente: La Guerra Inaudita II)

    Al leer ese fragmento del libro del Comodoro Moro, reflexionamos y nos preguntamos: ¿Al momento del ataque, ninguno de los 9 harriers se enteró que venian 2 SkyHawks a su nave nodriza, teniendo los misiles Sidewinder?¿Cómo es posible que la única arma de defensa del portaaviones, no haya actuado contra los aviones argentinos? los Harriers eran muy superiores a los A4C de la FAA...
    Sin embargo, el misterio sobre que fue lo que ocurrió ese día, sigue sin resolver, ya que los británicos nunca dieron un parte de guerra sólido y concreto como ya hemos analizado en sus distintas versiones sobre el ataque. Es por ese motivo, que se desconoce si el portaaviones llegó a tener daño alguno. A continuación otras curiosidades:
    Ese mismo día (30/05) el General J. Moore, decide trasladarse desde el Invincible (donde dirigió todas las operaciones hasta ser atacado) a San Carlos, para seguir comandando a la tropa desde allí.
    Existe también un testimonio de un soldado británico, que es muy sospechoso. Se trata de Ana Gerschenson, quien cambió de sexo años despues de terminada la guerra. En el año 1982, se destacaba como enfermero del Invincible. El artículo del diario dice (diario Clarín, 20/11/02): "El marinero transexual aseguró haber sufrido un trauma por haber tenido que tratar "terribles heridas" en el departamento de enfermería del Invincible, debido a los feroces ataques de los aviones argentinos durante los días del conflicto."

    Se desconoce cual fue la gravedad del impacto, ya que Gran Bretaña, nunca ha aportado datos reales o contundentes.
    Según la historia oficial británica, el día 17 de septiembre de 1982, el portaaviones HMS Invincible, regresa al puerto de Portsmouth, luego de cumplir un record de navegación de 166 días en alta mar.
    Fue el último buque en llegar a puerto. (Los demas lo hicieron entre junio y agosto).




    V- Conclusión
    En este pequeño trabajo, se demostró detalladamente como fue el ataque, y las consecuencias sufridas en el buque.
    Se trató de analizar las versiones inglesas y argentinas y llegar a un punto en común, pero en ambos de detecta una escasez de información o falta de concordancia, por lo que las dos versiones no son 100% creibles. Tal vez, una vez pasado el pacto de 90 años de secreto, se pueda saber si el buque sufrió daños severos, y el motivo por el cual las autoridades británicas han mantenido durante más de 24 años tanta indiferencia y hermetismo con el tema Invencible, y lo sucedido el día 30 de mayo.
    Interesante sería, reunir a los pilotos de la Fuerza Aérea y a los protagonistas ingleses, para que cuentan al mundo de una vez por todas, la verdad de lo acontecido. Si bien en este trabajo no se pueden obtener claras conclusiones, es un intento de llegar a la verdad de lo sucedido, por la memoria de los héroes que allí quedaron.
    De todas formas, no debemos de olvidar, la audacia con que estos pilotos enfrentaron a las fuerzas enemigas, que en toda la misión fueron superiores en cuanto a las capacidades defensivas, asi lo demostraron derribando a pocos kilómetros del objetivo a dos héroes, que han muerto por una noble causa. El solo hecho de intentar y luego realizar con éxito los reabastecimientos, desde los Hércules, y que conjuntamente operen la FAA y la ARA, merece recordar, esta gran operación, que dejó a dos grandes héroes en el camino.
    Es Argentina, un país con pocas chances de victoria por su tecnología militar la que intentó la hazaña, y debe de sentir orgullo, por atreverse a enfrentar a una de las flotas más poderosas de aquel entonces, a la cual pudo hundirle 8 embarcaciones de gran tonelaje (una por cada semana de combate). Hazaña que ninguna Aviación del Hemisferio Sur conoce.
    www.malvinense.com.ar


    *FIN*

    Este trabajo está dedicado en memoria de...




    Omar Jesús Castillo y José Daniel Vazquez

    sus muertes no fueron en vano.[/SIZE]


    ------------------------------------------------------------------------------------------
    Fue un gran ataque y por sobre todo, valiente.

    Sacado de la página "www.malvinense.com.ar". Si van a la Portada de la página y van abajo de todo donde está una foto de la Virgen de Luján, Patrona de los Argentinos, y cliquean la imgágen abrirán una ventana donde está la musiquita de "Cristo Jesús", una HERMOSA canción.

    http://www.malvinense.com.ar/avemaria/CristoJesus.html

    Salud en Cristo.
    Última edición por Agustiniano I; 21/11/2008 a las 19:13
    -- " ¡Dios, Patria y Familia... o muerte! " --

  7. #7
    Avatar de JCC
    JCC
    JCC está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    22 oct, 08
    Ubicación
    Principado de Asturias
    Mensajes
    467
    Post Thanks / Like

    Re: Historias militares y gloriosas Hispanas

    Agustiniano I,primero decirte que muy interesante sobre este enfrentamiento entre esa escuadrilla argentina y el portaaavinoes HMS "Invincible",una operación muy bien planteada,dignade mención,lástima que murieran Vázquez y de Castillo.

    En fin,no conseguisteis las Malvinas pero podeis decir que hundisteis a unos cuantos buques y encima de los mejorcitos que tenía la Royal Navy, y los pusisteis en un gran aprieto,que poco más y les ganais.

    Con respecto a lo de Agincourt decirte que fue solo un aviso,porque se siguió usando la caballeria pesada unos siglos después,pero fue en la batalla de Pavía en 1525 donde se demostró que la caballería pesada ya era un vestigio de la edad Media porque en esa batalla la caballeria pesada francesa fue destrozada por los arcabuceros españoles.

    Y lo de victoria Pírrica es una victoria,por ejemplo en una batalla,donde has perdido mucha gente y te has debilitado mucho con el riesgo de que en la próxima batalla puedas ser derrotado.Por ejemplo:Borodino con Napoleón.

    ¡Por España Siempre!

  8. #8
    Avatar de mazadelizana
    mazadelizana está desconectado Mos maiorum
    Fecha de ingreso
    02 abr, 08
    Ubicación
    Condado de Ribagorza.
    Edad
    34
    Mensajes
    1,735
    Post Thanks / Like

    Re: Historias militares y gloriosas Hispanas

    Justiniano I, ¿la guerra de las Malvinas a qué se debió exactamente?

    "El vivir que es perdurable
    no se gana con estados
    mundanales,
    ni con vida deleitable
    en que moran los pecados
    infernales;
    mas los buenos religiosos
    gánanlo con oraciones
    y con lloros;
    los caballeros famosos,
    con trabajos y aflicciones
    contra moros".

    http://fidesibera.blogspot.com/

  9. #9
    Avatar de Agustiniano I
    Agustiniano I está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    26 may, 07
    Ubicación
    Capital Federal, Argentina.
    Mensajes
    433
    Post Thanks / Like

    Re: Historias militares y gloriosas Hispanas

    Cita Iniciado por mazadelizana Ver mensaje
    Justiniano I, ¿la guerra de las Malvinas a qué se debió exactamente?
    Mazadelizana. Es Agustiniano. . Justiniano no, y tampoco tomé su nombre para mi nick . En otro post lo aclaro, ahora no tengo el link.

    Pues que buena pregunta, es profunda en realidad. Todo comenzó alla por los tiempos de la gobernación de Don Juan Manuel en Buenos Aires (que no presidente, anque era el representante del "país" al exterior y un gran líder y caudillo. Resulta que como toda nación que se independizó de su Nación "Madre" toma los territorios aledaños o los territorios que pidió luego de su victoria en la guerra de la Independencia. Como lo hizo India con Inglaterra que tomó muchas zonas para (sub) crear la India como país independiente (mas allá de que India nose habrá indenpizado mucho, seguiría siendo colonial o estando debajo del régimen inglés, eso no lo se bien, va al margen)..

    Pues bien, nosotros teníamos las Islas del Atlántico Sur (Islas Malvinas del Sur, Sandwinch, Georgias, Orcadas, y todo ese grupito de islas debajo del agua que sería como la terminación de la Cordillera que terminaría en la Antártida) y resulta que un día nose si fueron noruegos con franceses o con ingleses o nose como pero la cosa es que nos la arrebataron para poder pescar con mayor tranquilidad teniendo una base de suministros, pertrechos y demás cosas para una facilidad en el mercado y trabajo de la pesquería en los mares del Sur. La cosa es que no pudimos rescatar esas Islas (creo que sólo las Malvinas fueron tomadas por éstos invasores o extranjeros, nada que ver con la zona en cuestión, las otras islas en esos tiempos creo que no tenían población o un grupo de "vigilantes" o "regentes") y entonces antes de que pase los 150 años famosos el Gobierno Militar de Galtieri decide recuperar las Malvinas y decirle al mundo que éstas son nuestras pensando que tenía apoyo de TODA Sudamerica y EEUU (esto no lose si también de EEUU, creo que si.).

    El tema es que tomamos las Malvinas sin declaración de guerra ni nada, sin matar a ningún inglés, se hizo balazeras pero para disparar y nada más y quedaron todos sin municiones y devolvimos a todos los ingleses a sus casitas no muy contentos. Recibimos apoyo de unos cuantos países hermanos sudamericanos, no de todos como se sabe como Chile lamentablemente que siempre se comenta que no ayudaron (igual no importa, no quiero ser ofensivo ni nada, Viva Chile) y toda esa típica pelea de pueblos hermanos.

    La cosa es que el 3 de abril, un día después de la “recuperación” de las Malvinas Inglaterra declara la guerra a la Argentina y el 5 de abril bombarderos vulcanos hacen un poco de destrozos en Puerto Argentino y sobre todo en la pista. La cosa es que se peleó con todo, perdimos porque era la Argentina ayudada por países hermanos con un poco de armamentos, información, planos etc (se sabe que la aviación peruana les pidió el favor de combatir en Malvinas, pero por el tema ese de que son un “tercero” se negó por no ser muy políticamente correcto y por no estar muy a las normas o no ser muy conveniente.. Viva el Perú.) .

    Mientras que por el otro lado los ingleses usaban tropas de la OTAN, barcos, equipos y demás de la OTAN y unos cuantos países miembros de esta organización ayudaron de esta forma y por supuesto los EEUU que no ayudaron a los argentinos como Galtieri pensaba. La cosa es que perdimos la guerra unos cuantos días antes de la llegada del invierno que sería estancar la guerra y ahí por ahí se negociaba paz o alargábamos la guerra, cosa que no era muy convenientes para ambos, pero para los ingleses que no quería gastar mucho les molestaba mas y les molestó mucho al ver que les costó y mucho ganar la guerra. La armada inglesa fue golpeada en su orgullo.

    Se debió a muchos otros factores, pero la respuesta que te di fue bien de improviso, sin seriedad y respondida como estar comentando algo, porque carezco de tiempo para pensar bien, entonces te doy un pantallaza muy a grandes rasgos y para que entiendas lo esencial, sin detalles, sin documentación ni nada de eso. Las Islas del Sur (las que no son las malvinas, las antes nombradas) también fueron tomadas por el asalto inglés y hasta en el 82 le mandamos un par de hombres para vigilarlas pero no sirvió, obvio.

    Ma o meno fue eso.

    Salud en Cristo, hermano, Gibraltar español, Islas Malvinas e Islas del Sur argentinas.
    -- " ¡Dios, Patria y Familia... o muerte! " --

  10. #10
    Avatar de mazadelizana
    mazadelizana está desconectado Mos maiorum
    Fecha de ingreso
    02 abr, 08
    Ubicación
    Condado de Ribagorza.
    Edad
    34
    Mensajes
    1,735
    Post Thanks / Like

    Re: Historias militares y gloriosas Hispanas

    [COLOR="Black"]Jamás un rey fue capturado en una batalla antes por un plebeyo, un arcabucero de Hernani.

    Batalla de Pavia:

    En la aldea europea dos poderosas familias se odiaban a muerte, los Borgoña-Austria y los valois-Angulema. Sus vástagos respectivos, Carlos I de España y Francisco I de Francia, parecían nacidos para llevar aquella rivalidad a sus últimas consecuencias. Ambos eran orgullosos y testarudos, ambos habían heredado viejos litigios de lindes (en el Milanesado, en Nápoles, en Luxemburgo, en Navarra...) y cada uno de ellos deseaba humillar al otro. Además, Francisco no perdonaba a Carlos que se hubiese alzado con el título de Emperador del Sacro Imperio al que también él aspiraba.

    Carlos, el de la mandíbula prognática, y Francisco, el de la luenga narizota, sostuvieron cuatro guerras. La primera duró cinco años, entre 1521 y 1526, y se desarrolló en el ducado de Milán.

    El primer asalto lo ganó Carlos tras una breve y brillante campaña cuya batalla más importante se dio en Bicoca, un lugarejo en las proximidades de Monza.

    Los españoles alcanzaron la victoria tan fácilmente que el topónimo se incorporó al castellano como sinónimo de cosa fácil, ganga o prebenda que se consigue con poco coste. En descargo del perdedor, el general francés Lautrec, hay que apuntar que dio la batalla contra su voluntad, forzado por sus mercenarios suizos a los que debía muchas pagas atrasadas.

    Después de Bicoca, los púgiles se concedieron un respiro para alistar nuevas tropas antes de volver a la carga. Los ejércitos de la época estaban compuestos de soldados profesionales que combatían por la paga y eran en una alta proporción extranjeros. En el ejército de Carlos, además de españoles militaba una gran cantidad de alemanes, italianos y suizos; en el de Francisco, además de franceses, abundaban igualmente los mercenarios europeos.

    En el segundo asalto Francisco besó nuevamente la lona. El almirante Bonnivet invadió el Milanesado con un ejército de cuarenta mil hombres pero fracasó en su empeño de expulsar a los españoles, El tercer asalto fue el más espectacular. Francisco I en persona pasó los Alpes, el 25 de octubre de 1524, al frente de un gran ejército en el que lo acompañaba toda la nobleza de Francia. Once días después los franceses entraban en Milán y avanzaban por doquier arrinconando a las guarniciones españolas en sus plazas y castillos. Las fuerzas de Carlos, el llamado ejército de Milán, unos diez mil hombres escasos de pertrechos, cedieron terreno y se replegaron a Lodi.

    Uno de sus generales, el navarro Antonio de Leiva, se encerró en la ciudad fortificada de Pavía con dos mil españoles y cinco mil alemanes Parecía que Francisco había vencido antes de combatir. No obstante no podía considerar conquistado el territorio hasta que hubiese expulsado de él a las fuerzas españolas, Por lo tanto puso sitio a Pavía y comenzó a batir la ciudad. Pero su defensor Antonio de Leiva, organizó muy bien la defensa y rechazó los asaltos franceses respondiendo a sus minas con contraminas. Los franceses se las habían con uno de los generales más veteranos de Europa. A sus cuarenta y cinco años, el de Leiva había hecho la guerra de las Alpujarras contra los moriscos y había acompañado al Gran Capitán en sus campañas italianas contra los franceses.

    Si Pavía no se conquistaba por las armas perecería por hambre. Era sólo cuestión de tiempo, pero mientras el ejército francés estaba inmovilizado delante de sus muros, los imperiales se reponían y consolidaban posiciones en otros lugares.

    Al campamento de Francisco comenzaron a llegar noticias preocupantes. Los imperiales habían reclutado doce mil lansquenetes en Alemania; Fernando de Austria les enviaba otros dos mil hombres...

    Francisco I celebró consejo y decidió batir al enemigo antes de que se robusteciera. Puesto que Pavía sería rendida por hambre podían permitirse el lujo de dividir sus fuerzas: dejarían una parte en el cerco de la ciudad y enviarían al resto en sendas expediciones contra Génova y Nápoles.

    Mientras tanto los imperiales estaban en apurada situación. Las arcas de sus regimientos estaban exhaustas y era presumible que los lansquenetes alemanes y los mercenarios suizos, faltos de pagas, no tardarían en amotinarse o simplemente en ponerse en huelga, en dejar de combatir. Los generales salieron del paso empeñando sus fortunas personales para obtener créditos con los que pagar a las tropas, pero ni siquiera así obtuvieron el dinero necesario para sostener una campaña tan prolongada como la que se avecinaba. El marqués de Pescara pulsó hábilmente la íntima fibra del orgullo nacional de sus compatriotas: expuso la apurada situación a los arcabuceros españoles y consiguió no sólo que combatieran de fiado sino que le adelantaran sus ahorros para pagar a los alemanes. Es evidente que los soldados adoraban al vencedor de Bicoca.

    La guerra en invierno era muy dura, con el tiempo lluvioso, los caminos embarrados y las nieblas traicioneras ocultando celadas en valles y malos pasos, pero tampoco quedaba otra opción. A mediados de enero, los generales de Carlos, el contestable de Borbón, Lannoy y Pescara marcharon sobre Pavía para forzar al rey de Francia a levantar el cerco.

    El enfrentamiento se produjo el 24 de febrero de 1525. En todas las academias militares del mundo ponen la batalla de Pavía como ejemplo de ejecución perfecta de un plan de ataque.

    Después de la llegada de los refuerzos españoles, los ejércitos estaban equilibrados numéricamente, unos veinticinco mil hombres por cada bando, pero los franceses superaban a los españoles en caballería y artillería. Francisco, con sus tropas resguardadas por la muralla del parque, dejaba pasar los días sin mover un dedo. Sabía que las arcas del enemigo estaban casi exhaustas y esperaba que su ejército se disolviera por falta de pagas. Además los sitiados no tardarían en rendirse por hambre.

    En efecto. A los quince días comenzaron a escasear los víveres en el ejército imperial y algunos oficiales aconsejaron a Pescara que se retirara hacia Milán. Pescara, tan excelente psicólogo como general, hizo nuevamente de la necesidad virtud y se ganó a sus hambrientas tropas con la siguiente arenga: "Hijos míos, todo el poder del emperador no basta para darnos mañana un solo pan. ¿Sabéis el único sitio donde podemos encontrarlo en abundancia? En el campamento de los franceses que allí veis." No era lerdo el de Pescara. Desde que acampó ante Pavía no pasó día en que no fingiera un ataque nocturno contra los franceses. De este modo los acostumbró a las falsas alarmas y se aseguró que los cogería desprevenidos cuando desencadenase el ataque verdadero. Es una argucia de guerra muy antigua que suele dar resultado.

    El 23 de febrero, los imperiales salieron a dar la batalla definitiva. Pescara envió dos compañías de encamisados a abrir una brecha en el muro del parque que protegía a los franceses. Los encamisados, así llamados porque llevaban las camisas blancas encima de las armaduras, como camuflaje para la nieve. También era uniforme de guerra nocturna que les permitía reconocerse de noche. Los encamisados abrieron tres brechas por las que al amanecer se coló Pescara al frente de los imperiales. Los españoles avanzaban en formación, sus escuadrones de piqueros flanqueados por la caballería. En el campo francés los caballeros se prepararon para el combate en sus relucientes armaduras. Las instrucciones eran no dejar a un español con vida. Pescara formó su columna y arremetió contra la línea francesa en ángulo agudo, siguiendo el orden oblicuo que tan buen resultado dio al griego Epaminondas en la clásica batalla de Mantinea. Durante el siglo y pico siguiente todos los ejércitos de Europa, y especialmente el de Federico el Grande, adoptarían el orden oblicuo. Consiste en chocar contra el enemigo no de frente sino formando un ángulo agudo de modo que se trabe el combate en un único punto, dejando el resto de la tropa retrasado. Así se consigue fijar al enemigo sobre el terreno y evitar que refuerce el punto atacado, donde se hace la mayor presión.

    El ejército francés se caracterizaba por un elemento moderno, su artillería, y un elemento evidentemente desfasado, su caballería feudal, hombres de armas cubiertos de brillantes armaduras sobre robustos caballos igualmente acorazados. Frente a ellos las tropas imperiales se componían principalmente de infantería, los famosos tercios españoles que muy pronto serían considerados invencibles en terreno llano. Los tercios constituían una tropa sufrida, valiente y experimentada. Sus largas picas debidamente concentradas en formación cerrada formaban una especie de puerco espín que se movía cansinamente a golpe de tambor y formaba una barrera infranqueable para la caballería. Además sus cuadros iban festoneados por escuadrones de expertos arcabuceros capaces de acertar al caballero a cien pasos, traspasando la coraza. Comenzaba a dictar su dura ley la tan denostada pólvora que dio al traste con la guerra noble y lúdica, casi deportiva, de la Edad media. Otra vez, como en Crécy y en Aljubarrota, el arma que mata a distancia y casi anónimamente, sea arco largo inglés o arcabuz de mecha español, venciendo a la espada y la lanza del caballero. El contraataque francés desbarató la línea imperial. Las cuatro piezas de artillería que el de Pescara llevaba en retaguardia, sin escolta de caballería, fueron presa fácil de los franceses, que se lanzaron por ellas y las arrebataron a los alemanes que las servían. Pero al hacerlo dejaron al descubierto su retaguardia y las tropas imperiales del marqués del Vasto se colaron por la brecha y pusieron en fuga a los suizos de Francisco.

    Mientras tanto el condestable de Borbón, antiguo general francés que se había enemistado con Francisco y se había puesto al servicio de Carlos, cayó sobre la vanguardia francesa con el centro imperial. Fue entonces, en el momento más decisivo del combate, cuando Francisco I, arrastrado por su vanidad caballeresca, quiso decidirlo todo en un santiamén con una vistosa carga de caballería y se lanzó alocadamente al combate. En este movimiento su galopada se interpuso frente a las bocas de sus cuarenta cañones que estaban conteniendo a las fuerzas imperiales. Los artilleros se vieron obligados a suspender el fuego para evitar herir a los suyos. La caballería imperial contuvo la carga a duras penas pero mientras tanto el marqués de Pescara, maniobrando hábilmente, dispuso a sus mil quinientos arcabuceros de modo que acribillaran a la caballería enemiga. En el momento más crítico Leiva salió de Pavía con sus cinco mil hombres y después de romper el puente sobre el Ticino para cortar la retirada a los franceses, cayó sobre el flanco del enemigo. Hombre animoso este Leiva que el día de la batalla estaba tan enfermo que no se sostenía sobre el caballo, pero así y todo quiso estar entre sus hombres y se hizo llevar en silla de manos. La torpeza de Francisco I había decidido la batalla. No obstante todavía le quedaba casi intacta la infantería del centro e izquierda, compuesta de mercenarios suizos y de lansquenetes alemanes. Los arcabuceros españoles hicieron una carnicería en ellos y los pusieron en fuga por el camino de Milán. Sobre el campo quedaban los cadáveres de los generales La Pacice y Diesbach que mandaban el ala derecha francesa y los suizos. En cuanto a Bonnivet, consejero militar del rey y más directo responsable del desastre, se suicidó.

    Desarticulados los franceses y perseguidos por los imperiales, la batalla se redujo a combates aislados. Francisco y sus caballeros de escolta fueron rodeados. El rey de Francia había perdido el caballo y estaba herido, aunque levemente, en el brazo. Pugnaba por levantarse cuando un soldado vasco, Juan de Urbieta, le puso el estoque al cuello y lo hizo preso. Con él estaban Alfonso Pita, gallego, y Diego Dávila, granadino. Los arcabuceros se disputaban aquel rehén de elevada estatura que, por la riqueza de las armas que lucía y la altivez con que se conducía aun en la derrota, debía de ser de la más alta cuna. Fue La Motte, oficial del condestable de Borbón, el que lo reconoció y caballerosamente le prestó homenaje. Francisco entregó a Lannoy su espada y una manopla, en señal de rendición.

    Con la perspectiva del tiempo no deja de ser curiosa la supervivencia de este concepto medieval de la guerra en la que los propios reyes se juegan la vida al frente de sus tropas, También Carlos I estuvo a punto de caer prisionero del enemigo en Innsbruck en 1552. Los monarcas actuales, sin embargo, aunque gusten de vestir uniforme y de lucir medallas y condecoraciones, hace tiempo que dejaron de ir a la guerra y se contentan con presidir desfiles. La batalla de Pavía se saldó con más de ocho mil muertos franceses. Además, muchos nobles y caballeros principales cayeron prisioneros. Francisco fue trasladado a España y permaneció prisionero de Carlos por espacio de un año, hasta que se avino a firmar el tratado de Madrid en 1526. En virtud de este tratado, el francés reconocía los derechos de Carlos V sobre los ducados de Milán y Borgoña. Papel mojado. En cuanto Francisco se vio al otro lado de los Pirineos, se olvidó de lo pactado y reanudó la guerra en Italia aliado al Papa y a Génova. Carlos en su nueva campaña le hizo la guerra al Papa y sus lansquenetes desmandados saquearon Roma en 1527 (y trazaron graffiti con vivas a Lutero a punta de alabarda sobre los frescos de la Capilla Sixtina). Ésa es ya otra historia.
    Última edición por mazadelizana; 28/11/2008 a las 18:14

    "El vivir que es perdurable
    no se gana con estados
    mundanales,
    ni con vida deleitable
    en que moran los pecados
    infernales;
    mas los buenos religiosos
    gánanlo con oraciones
    y con lloros;
    los caballeros famosos,
    con trabajos y aflicciones
    contra moros".

    http://fidesibera.blogspot.com/

  11. #11
    Avatar de mazadelizana
    mazadelizana está desconectado Mos maiorum
    Fecha de ingreso
    02 abr, 08
    Ubicación
    Condado de Ribagorza.
    Edad
    34
    Mensajes
    1,735
    Post Thanks / Like

    Re: Historias militares y gloriosas Hispanas

    Coronelías
    Uno de los organizadores de las nuevas unidades fue Gonzalo de Ayora. Experto conocedor del sistema militar suizo y que parece ser, fue el "inventor" de la "Coronelía". Está por lo tanto considerado el primer Coronel de la historia.

    Habida cuenta que las Capitanías eran demasiado pequeñas para participar en combate por si solas, se decide agruparlas en una unidad superior, la "Colunela", derivada de la palabra italiana "columna". Al jefe se le dio primero el nombre de "Colonnelo" y posteriormente al evolucionar en "Coronelía" del mismo modo evolucionó "Coronel" en 1.508. Quien mandaba todas las colunelas era el Coronel General.
    No tenía un número fijo de capitanías, sino que se agrupaban en el comienzo de las campañas y al terminar, se volvían a separar. De esta manera, el número no era fijo pero no excedían de 1.500 ni bajaba de 800, siendo lo normal, 1.000 hombres. Poco tiempo después, estas reformas, junto con las de Gonzalo Fernández de Córdoba darán lugar a la Coronelía. La Coronelía estaba formada por 10 "compañías" o "batallas", de 500 hombres, divididos en 200 piqueros ordinarios, 100 arcabuceros y 200 rodeleros. Además había 2 compañías de piqueros "extraordinarios"
    Coronelía
    1 Coronel
    12 Capitanes
    12 Alféreces
    60 Cabos de batallas
    600 Cabos de a diez
    12 Tambores
    2000 piqueros (incluyendo los cabos de a 10).
    1000 piqueros extraordinarios (incluyendo los cabos de a 10)
    2000 rodeleros (incluyendo los cabos de a 10)
    1000 arcabuceros (incluyendo los cabos de a 10).
    El ejército se componía normalmente de 2 Coronelías (o escuadrones que también recibía a veces este nombre), al mando de un Capitán General.
    El ejército contaba con un escuadrón de 300 jinetes ligeros y 300 hombres de armas por Coronelía. En total un ejército estaba formado por 12.000 infantes y 1.200 jinetes.
    Esta organización era la teórica, lógicamente en campaña era difícil de mantener y tampoco era rígida. El impulsor de esta organización fue Gonzalo Fernández de Córdoba, en el que se aprecian ya algunas características importantes que debemos resaltar.
    De una manera "más o menos" oficial, se resalta la importancia de la infantería sobre la caballería, pasamos por lo tanto de la Edad Media, al pleno renacimiento militar. Dentro de la caballería, tanta importancia (respecto al número) tienen los jinetes ligeros como los pesados jinetes acorazados. La utilización de los piqueros, irá relegando su papel, para quitarles el papel protagonista en los campos de batalla.
    Por otro lado, el ejército se organiza de una manera racional, se tienen en cuenta todas las posibilidades del combate y las unidades están organizadas para ello. Los piqueros para parar a la caballería enemiga (y a los piqueros enemigos), los rodeleros para introducirse entre las picas enemigas y las armas de fuego para desgastar por el fuego a distancia. Los rodeleros españoles cobrarán fama, haciendo auténticas carnicerías en las campañas contra los franceses en Italia. Curiosamente no duraron mucho ya que se consideraba un entrenamiento demasiado especializado para una tarea que podían hacer los arcabuceros, que poco a poco irán cobrando más y más preponderancia. Para dar una semblanza de las Coronelías, nada mejor que verlas en acción, para ello creo que sería interesante ver su actuación en la Batalla de Pavía.

    "El vivir que es perdurable
    no se gana con estados
    mundanales,
    ni con vida deleitable
    en que moran los pecados
    infernales;
    mas los buenos religiosos
    gánanlo con oraciones
    y con lloros;
    los caballeros famosos,
    con trabajos y aflicciones
    contra moros".

    http://fidesibera.blogspot.com/

  12. #12
    Avatar de El sama
    El sama está desconectado Miembro graduado
    Fecha de ingreso
    07 nov, 08
    Mensajes
    14
    Post Thanks / Like

    Re: Historias militares y gloriosas Hispanas

    El coronel Leiva ¿fue lugarteniente o subalterno del Gran Capitán en algún momento o tenía el mismo rango que él?
    ¿Y quiénes lucharon en Mantinea?(porque me suena)

  13. #13
    Avatar de Irmão de Cá
    Irmão de Cá está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    08 sep, 08
    Mensajes
    2,209
    Post Thanks / Like

    Re: Historias militares y gloriosas Hispanas

    Grandes Batallas de la Reconquista (I)

    Sagrajas o Zalaca (23 de Octubre de 1086)

    (...)El propio rey Alfonso VI, según Menéndez Pidal, se lamentaría de la derrota clamando: "¡Qué no digan que fuimos vencidos por falta de valor!".(...)

    Yo nunca lo diré.


    Daniel Jesús García Riol. (Libro Festero año 2000)

    Iniciamos este año la divulgación de los más notorios hechos de armas de la Reconquista, para regocijo de filas y escuadras de moros y cristianos. Un buen motivo para rememorar y conocer mejor las gestas de ambos bandos en nuestra apasionante Edad Media. Un acercamiento a aquella sociedad que recurría frecuentemente a la guerra, pero que integraba en la paz en nuestro suelo a las tres grandes religiones monoteístas: cristianos, judíos y musulmanes.

    Ojalá comprendamos que sólo desde la pluralidad nos enriquecemos, que hemos compartido juntos muchos siglos de historia y que podemos llegar a entendernos más allá de las tentaciones exclusivistas o xenófobas, en un año en el que los tristes y lamentables sucesos de El Ejido han empañado nuestra convivencia presente. Por encima de todo somos hijos de esta tierra generosa, de la vieja "piel de toro", crisol de tantas y tantas culturas y pueblos.

    Comenzamos en este redondo año 2000 por la primera gran batalla librada por cristianos y musulmanes en la Submeseta Sur tras la toma de Toledo por Alfonso VI en el año 1085.

    La conquista de la ciudad y su reino fue cantada en versos latinos por el ínclito arzobispo toledano, historiador, político y cronista Don Rodrigo Ximénez de Rada:

    "La asegurada Castilla puso sitio a su Toledo

    Disponiendo campamentos para siete años y bloqueando sus entradas.

    Aunque encumbrada en las rocas y enormemente poblada.

    Rodeándola el Tajo, repleta de las mejores cosas,

    vencida por la falta de alimento se entregó a su invicto enemigo.

    Aplaudan a éste Medinaceli, Talavera, Coimbra,

    Ávila, Segovia, Salamanca y Sepúlveda,

    Coria, Coca, Cuéllar, Iscar, Medina, Canales,

    Olmos y Olmedo, Madrid, Atienza y Riba,

    Osma con Guadalajara, Valeránica, Mora,

    Escalona, Hita, Consuegra, Maqueda,Buitrago,

    Entre júbilo canten por siempre a su vencedor:

    Alfonso, que tus triunfos resuenen sobre las estrellas".

    La caída de la ciudad del Tajo, capital del viejo Reino Visigodo, tenía una especial significación tanto para cristianos como para musulmanes. Para los primeros suponía recuperar la capital del viejo Reino Visigodo, los lugares donde habitara Don Rodrigo, su postrer infortunado monarca. Era además la plataforma idónea para nuevas conquistas que demostrarían el poder de los Reinos de Castilla y de León.

    Para los segundos, la caída de esta poderosa Taifa, constataba la debilidad de la fragmentación política de Al-Andalus y ponía a los musulmanes en la necesidad de buscar al otro lado del Estrecho aliados islámicos con los que frenar el arrogante avance del monarca castellano-leonés.

    En esta tesitura, varios reyes de taifas llaman en su auxilio a los temibles almorávides quienes desde su capital Marrakech habían extendido un potente imperio que llegaba desde más allá de las ardientes arenas saharauis (Cuencas del Níger y del Senegal) hasta las costas norteafricanas. Estas gentes, de vida austera, excelentes combatientes, guerreros de la fe islámica, cruzan el Estrecho de Gibraltar y desembarcan en nuestra Península por Algeciras al mando de Yusuf ibn Tasfin en el mes de rabí del año de la Hégira de 479 (julio de 1086).

    Los reyes de taifas sabían que esta alianza seguramente acabaría con su independencia política pero, como citan las crónicas, pensaron que "era mejor guardar los camellos de los almorávides que los cerdos de los cristianos". No obstante muchos de estos soberanos no concurrieron a la llamada de la "guerra santa" ("yihad") e incluso alguno como el de Valencia, Al-Kadir, se mantuvo leal a los pactos firmados con el monarca castellano-leonés. Probablemente, esta acogida no tan entusiástica justifica que el Emir africano tardara en recorrer tres meses la distancia entre Algeciras y Badajoz, cuando en aquella época podría haberla cubierto en tres semanas.

    Alfonso VI y Yusuf ibn Tasfin, a pesar de que la estación bélica concluía, cruzaron breves mensajes en los cuales se traslucía el deseo de luchar entre ambos y pronto resonó en toda la Península la voz del reto del Rey de Castilla, León, Asturias y Toledo al Emir almorávide.

    El monarca cristiano expuso a su Curia Regia la necesidad de atacar a los almorávides antes de que se hiciesen fuertes y pudieran marchar sobre el recién reconquistado Reino.

    El ejército cristiano se concentro en Toledo recibiendo el refuerzo de una parte de los hombres del Cid, dirigidos por el mítico Alvar Fáñez. El Campeador no compareció pues se hallaba empeñado en la toma de Valencia.

    El ejército almorávide se vio reforzado con las tropas de Al-Mutamid, rey de Sevilla, de Al-Mutawakkil, rey de Badajoz y de Abd-Allah, rey de Granada, quien escribiría una crónica sobre la campaña.

    Ambos contendientes iniciaron el avance y sentaron sus reales en las inmediaciones de un lugar cercano a la ciudad de Badajoz a orillas del Guadiana (algunos autores sitúan la acción unos kilómetros más al norte, junto al río Zapatón en las inmediaciones de la fortaleza de Azagala) que los cristianos conocían con el nombre de Sagrajas y que los musulmanes llamaban Zalaca. Como aquel día era jueves, los cristianos decidieron respetar el viernes, jornada santa para los musulmanes, y éstos expresaron su deseo de respetar la festividad cristiana del domingo; por ello fijaron el sábado como el día de la batalla.

    Tras consultar su horóscopo y la posición de las estrellas, Yusuf decidió cambiar el emplazamiento de sus reales, cosa que le salvaría la vida.

    Al alba del día del combate las huestes de Alfonso VI llevaron a cabo un ataque frontal y por sorpresa contra las tiendas, que los cristianos creían ocupadas por Yusuf y que en realidad lo estaban por las fuerzas musulmanas andalusíes. La caballería cristiana actuaba organizada en escuadrones de entre cuarenta y sesenta caballeros, cifra que permitía causar un fuerte quebranto al enemigo y al mismo tiempo maniobrar en bloque dependiendo de las señales recibidas desde el puesto de mando.

    En Sagrajas se estima que participaron diecinueve escuadrones de caballería cristiana, catorce provenientes de los obispados y condados, dos aportados por los magnates de los reinos de Alfonso VI, uno llegado del Reino de Aragón, otro venido desde Valencia con Alvar Fáñez y otro perteneciente a la Guardia Real al mando del Alférez del Rey.

    Esta acción, violentísima, causó una gran mortandad entre las huestes islámicas que se vieron sorprendidas por la vanguardia cristiana y con el Guadiana a sus espaldas, comenzaron una desordenada huida, sólo frenada por el valor del rey toledano Al-Mutamid, quien, herido hasta en seis ocasiones, resistió bravamente la embestida cristiana tratando de poner orden entre las desalentadas tropas de Al-Andalus. Los cristianos, dirigidos por Alvar Fáñez, avanzaban imparables en una loca carrera de muerte, saqueo y captura de prisioneros.

    Yusuf ibn Tasfin fue informado de la derrota de las fuerzas de los taifas andalusíes pero no intervino hasta el último momento pues, en el fondo, consideraba igualmente como enemigos a todos los peninsulares, tanto musulmanes como cristianos.

    Las mesnadas de la vanguardia de Alfonso VI, ya con poco orden, se habían alejado excesivamente de sus bases y Yusuf se lanzó con todas sus fuerzas, flanqueando al grueso de sus enemigos, contra los reales de los cristianos, que fueron saqueados y destruidos a pesar de los denodados esfuerzos de sus defensores. Debemos imaginar este momento bajo el atronador sonido de los tambores almorávides, instrumento de percusión que fue empleado masivamente para infundir pánico entre sus enemigos y que de forma sistemática irían adoptando posteriormente los ejércitos cristianos.

    El siguiente objetivo para los almorávides fue el propio rey Alfonso VI, quien con un grupo de trescientos caballeros se refugió en el monte cercano. La posición era casi inaccesible para los musulmanes por lo que no pudieron lograr la captura del monarca. Parece ser que las principales bajas cristianas se produjeron durante esta retirada siendo la más sensible la del conde gallego Don Rodrigo Muñoz y quizás la del asturiano Don Vela Ovéguez.

    Alfonso VI, bajo el amparo de la noche, pudo llegar hasta Coria (a 125 kilómetros al nordeste del campo de batalla) y después a Toledo pues creía inminente el ataque musulmán a la misma. El monarca cabalgaba según los cronistas: "derrotado, triste y herido". En efecto, había recibido una grave herida en la pierna que casi llegaba a la tibia.

    El ejército cristiano contaba en Sagrajas o Zalaca, según las fuentes musulmanas, con sesenta mil combatientes de los cuales más de diez mil perecieron en la batalla. Hay que tener en cuenta que estas cifras resultan casi siempre terriblemente abultadas debido al deseo de los cronistas de magnificar los hechos de armas que narraban. Cálculos más realistas hacen pensar que el ejército cristiano contaría en aquella jornada con unos mil seiscientos caballeros a los que se sumarían unos cuatrocientos carreteros y personal encargado de custodiar el convoy de campaña con las provisiones y las bestias de carga y vigilar el campamento una vez iniciadas las hostilidades. De ello se desprende que las bajas cristianas en Sagrajas pudieron alcanzar las trescientas, pereció uno de cada cinco de los que combatieron.

    Sea como fuere, lo evidente es que los almorávides dieron un castigo ejemplar y terrible a los cristianos que quedaron sobre el campo de batalla, aquellos que quedaron sin montura o carecían de ella en el momento de la retirada. Cedo para ello la palabra al cronista Ibn Al-Kardabus quien nos habla de la cruel venganza almorávide:

    "...Los musulmanes se apresuraron a cortar las cabezas de los politeístas y construyeron con ellas alminares (o minaretes: torre de la mezquita) como los que hay en los patios de las mezquitas, y desde lo más alto de ellos los almuédanos (o mue-cines: encargados de llamar a la oración cinco veces al día desde el alminar) tres días llevaron a cabo la llamada a la oración. Después volvieron al campamento todos aquellos musulmanes que habían quedado incólumes. Fue esta incomparable victoria el viernes 10 de rayab del año 481 (23 de octubre de 1086). Con ella la garganta de la Península respiró aliviada y por su causa se afirmaron muchas regiones...".

    Se sabe que las cabezas de los cristianos fueron más tarde mostradas por distintas ciudades andaluzas y del Norte de África para afirmar el poder almorávide.

    La suerte de los Reinos de Taifas estaba echada y, uno tras otro, de grado o por la fuerza, se fueron incorporando bajo los estandartes de los almorávides, quienes resucitaban en Al -Andalus el más puro espíritu de la yihad (guerra santa) contra los cristianos.

    Yusuf ibn Tasfin, que volvería a la Península en varias ocasiones más, adoptó tras la batalla el título de "Amir al-Muslimin wa Nasir al-Din" ("Emir de los Musulmanes y Defensor de la Religión"), pero tuvo que regresar al norte de África al producirse el fallecimiento de su primogénito, dejando en Al-Andalus a Muhamad ibn al-Hayy al frente de tres mil jinetes almorávides y de las fuerzas sevillanas, granadinas y pacenses.

    La victoria del Islam en Zalaca hizo que los cristianos concentraran sus esfuerzos en el oriente peninsular con las campañas de El Cid en tierras valencianas para compensar el descalabro. El propio rey Alfonso VI, según Menéndez Pidal, se lamentaría de la derrota clamando: "¡Qué no digan que fuimos vencidos por falta de valor!". Y, en efecto, dirigió sendas expediciones de castigo, demostrándolo sobradamente, contra el castillo de Aledo (Murcia) en 1090 y las inmediaciones de Granada (1091).

    El avance triunfal de los castellano-leoneses se había detenido. A partir de ahora el nuevo poder almorávide estaría presente en todas las vicisitudes políticas y militares de la Reconquista hasta bien entrado el siglo XII y causaría el desvelo de los reyes cristianos de Castilla en Consuegra, Valencia y Uclés y de los de Aragón en Cutanda y Fraga. La Al-Andalus de los Reinos de Taifas desaparecería progresivamente ante la marea africana que hacía de estos territorios una parte más de su extenso imperio. El Valle del Tajo permanecería como tierra de peligrosa frontera, pero la ciudad de Toledo, aunque llegaría a sufrir asedio por parte almorávide años después, nunca volvería a manos musulmanas.

    Bibliografía:

    • Abd-Allah; Memorias de Abd Allah, último rey ziri de Granada, destronado por los almorávides. Trad. y Ed. de Lévi-Provencal y García Gómez. Madrid, 1980.

    • Anónimo; Crónica Anónima de los Reyes de Taifas. Akal, Madrid, 1991.

    • Ibn Al-Kardabus; Historia de Al-Andalus. Akal, Madrid, 1986.

    • Jiménez de Rada, Rodrigo; Historia de los hechos de España. Alianza Universidad, Madrid, 1989.

    • Lagardere, V.; Le vendredi de Zallaga. París, P.U.F.,1989.

    • Menéndez Pidal, Ramón; La España del Cid. Madrid, 1947.

    Reilly, Bernard F.; El Reino de León y Castilla bajo el Rey Alfonso VI (1065-1109). IPIET, Salamanca, 1989


    http://es.geocities.com/alcazar_myc/histor03.htm
    Última edición por Irmão de Cá; 28/11/2008 a las 20:13
    res eodem modo conservatur quo generantur
    SAGRADA HISPÂNIA
    HISPANIS OMNIS SVMVS

  14. #14
    Avatar de mazadelizana
    mazadelizana está desconectado Mos maiorum
    Fecha de ingreso
    02 abr, 08
    Ubicación
    Condado de Ribagorza.
    Edad
    34
    Mensajes
    1,735
    Post Thanks / Like

    Re: Historias militares y gloriosas Hispanas

    Cita Iniciado por El sama Ver mensaje
    El coronel Leiva ¿fue lugarteniente o subalterno del Gran Capitán en algún momento o tenía el mismo rango que él?
    ¿Y quiénes lucharon en Mantinea?(porque me suena)

    Estimado, Leiva hasta donde he leido no fue coronel.Pero he encontrado esto:
    Antonio de Leyva. El heroico defensor de Pavía. Contaba con 45 años de edad y había participado ya en 32 batallas y 47 asedios.
    Combatió con el Gran Capitán y Colonna, participó en Ravenna y Bicoca. Su fama era tal que en una ocasión el Emperador Carlos, llegó a desfilar delante de él, con una pica en la mano y diciendo: "Carlos de Gante, soldado del valeroso don Antonio de Leyva". Esto puede parecer intrascendente, pero en la época era un honor increíblemente elevado. Falleció en 1.536 durante la expedición a la Provenza.

    Me da que estuvo bajo las órdenes del Gran capitán(teniendo un rango relativamente alto).

    "El vivir que es perdurable
    no se gana con estados
    mundanales,
    ni con vida deleitable
    en que moran los pecados
    infernales;
    mas los buenos religiosos
    gánanlo con oraciones
    y con lloros;
    los caballeros famosos,
    con trabajos y aflicciones
    contra moros".

    http://fidesibera.blogspot.com/

  15. #15
    Avatar de mazadelizana
    mazadelizana está desconectado Mos maiorum
    Fecha de ingreso
    02 abr, 08
    Ubicación
    Condado de Ribagorza.
    Edad
    34
    Mensajes
    1,735
    Post Thanks / Like

    Re: Historias militares y gloriosas Hispanas

    Adjunto la bibliografía de Antonio De Leiva.

    ANTONIO DE LEIVA (1480 - 1536)


    Jefe militar español. "...oficial superior de una clase distinguida, de gran experiencia, bizarro, sufrido y enérgico, fecundo en recursos, deseoso de sobrepujar a los demás, tan acostumbrado a obedecer como a mandar, y por lo mismo capaz de intentarlo todo y sufrirlo todo por salir airoso en sus empresas." (Robertson, en Historia de Carlos V, 1821)

    Nació en un pueblecillo de la provincia de Navarra en 1480, siendo descendiente de un tal Juan de Leiva, que a principios del siglo XV había construido un castillo en la villa de Leiva, situada en la provincia de Logroño y a 11 kilómetros de Santo Domingo de la Calzada y a 20 kilómetros de Haro. En 1501 se inició en la carrera de las armas, tomando parte en la guerra de las Alpujarras contra los moriscos sublevados. Posteriormente pasó a Nápoles a las órdenes de su pariente El Gran Capitán. Tomó parte en la batalla de Rávena (1512), donde fue herido en la jornada en la que las tropas de la Liga, mandadas por el virrey de Nápoles, don Ramón de Cardona, fueron derrotadas por el ejército francés al mando de duque de Nemours.
    La fama de Antonio de Leiva vino con ocasión de la batalla de Pavía. Al invadir Italia el rey Francisco I, las tropas imperiales tuvieron que retirarse ante la superioridad de los franceses, y Antonio de Leiva se refugió en Pavía con cerca de 6.000 hombres, siendo cercado por el rey francés en persona el 28 de octubre de 1524. Los soldados de Leiva rechazaron el asalto del 7 de noviembre y repararon casi inmediatamente las brechas abiertas en la muralla por la artillería francesa.
    En los combates de los dias siguientes perecieron tantos franceses que el rey Francisco I ordenó que se suspendiesen los ataques para tratar de emplear otros medios y recursos. Uno de ellos fue el de torcer con estacadas el curso del río Tesino, que defendía la ciudad por un lado; pero cuando la obra estaba ya casi terminada sobrevinieron unas lluvias tan copiosas que la coriente arrastró las obras realizadas.También hizo destruir los molinos de ambas riberas, pero el general español había previsto este echo y había hecho construir molinos de mano suficientes para las necesidades de la población.
    No teniendo con que pagar a los soldados, los repartió por las casas, imponiendo a los vecinos la obligación de darles de comer; y a fin de que no faltase moneda, al menos para los tudescos, que eran los más impacientes, recogió toda la plata de los templos y la hizo acuñar con un letrero que decía: Los cesarianos cercados en Pavía, año 1524.. A pesar de ello, los alemanes amenazaban rendir la plaza si no recibían sus pagas; pero gracias al ardid de dos valientes españoles pudo recibir 3.000 escudos del marqués de Pescara. De este modo las tropas de Leiva pudieron resistir hasta el 24 de febrero de 1525, fecha de la célebre batalla de Pavía. Ese día Leiva se hallaba enfermo, y a pesar de ello se hizo sacar en una silla a la puerta de la plaza, y allí entretuvo a unas tropas italianas del ejército francés con 1.000 soldados españoles y alemanes, impidiendo que tomasen parte en la batalla.
    La defensa de Pavía, elogiada por el propio Francisco I, valió a Leiva el gobierno del Milanesado y el título de príncipe de Ascoli. En 1528, doliente y casi postrado de gota, supo triunfar con un puñado de soldados sobre los duques de Urbino, Sforzo y Saint Pol, haciéndose conducir a los combates en una litera: puso en fuga a los dos primeros, cogió prisionero al último y obligó a retirarse a las fuerzas francesas, que no regresaron a Italia en muchos años.
    En septiembre de 1529 Carlos V ordenó a Antonio de Leiva que se le presentase en Plasencia, con ocasión de un viaje a Italia del Emperador, pues deseaba conocer personalmente al afamado capitán. Este intentó excitar al emperador para que continuase la guerra, asegurándole la victoria y razonando que podría hacerse sin dificultad como Señor de toda Italia; pero Carlos V insistió en sus proyectos de paz y ordenó a Leiva que se limitase a reconquistar la plaza de Pavía, en manos francesas en aquel tiempo.
    Por esta época tuvo lugar el testimonio de aprecio dado en público por el emperador a Leiva. Se cuenta que en una revista de comisario el propio emperador se presentó con una pica en la mano, y al llegarle el turno de desfilar ante el contador real, el sargento mayor y el maestre de campo, éste se puso en pie sorprendido y le preguntó qué concepto debía escribir en la reseña, a lo que el emperador contestó: "Carlos de Gante, soldado del tercio del valeroso Antonio de Leiva."
    Pero Leiva era un obstáculo para la paz que solicitaba el duque de Sforza con tanto interés, por lo que Carlos V le ordenó que pasase a Bolonia para asistir a las fiestas de su coronación por la papa Clemente. En medio de aquella ceremonia otra escena llamó la atención: la de los soldados alemanes y españoles llevando a hombros a su capitán Antonio de Leiva mientras los prelados y el clero entonaban el Te Deum. El 23 de diciembre de 1529 se firmó la paz con el duque de Sforza, y el emperador solicitó al duque que concediera a Leiva algunas tierras en Milán, como agradecimiento del emperador hacia su general.
    En 1533 fue nombrado generalísimo de la liga defensiva formada a instancias del emperador entre todos los estados italianos, a excepción de Venecia, que no quiso entrar en ella. En 1536 acompañó al emperador durante sus campañas de África, que antes había vencido a los turcos frente a Viena.
    En 1536 se reanudó la guerra entre Francisco I y Carlos V. Antonio de Leiva era prácticamente el general en jefe de las tropas reunidas por el emperador en Italia, puesto que eran sus consejos y parecer los que seguía Carlos V, a pesar de que los principales caudillos de la época formaban parte de aquel ejército. Leiva puso sitio a la plaza de Tossano con 15.000 soldados alemanes, españoles e italianos, tomándola tras un mes de cerco. A continuación aconsejó al emperador que se internara en el mediodía francés, en contra de la opinión de la mayoría del resto de generales. En aquella expedición Leiva murió con 56 años en la localidad de Aix como consecuencia de la gota que padecia desde hacía varios años. La muerte de Antonio de Leiva fue muy sentida por Carlos V y una de las causas que decidieron la retirada de su ejército de suelo francés en octubre de 1536. Antonio de Leiva, príncipe de Ascoli, marqués de Stela, conde de Monsa y Grande de España, dejó a su muerte cerca de 200.000 ducados a su única hija, que se convirtió en la "primera gran dote sin mayorazgo de aquellos tiempos en España".

    Diccionario Enciclopédico Espasa. Espasa-Calpe. Madrid.

    "El vivir que es perdurable
    no se gana con estados
    mundanales,
    ni con vida deleitable
    en que moran los pecados
    infernales;
    mas los buenos religiosos
    gánanlo con oraciones
    y con lloros;
    los caballeros famosos,
    con trabajos y aflicciones
    contra moros".

    http://fidesibera.blogspot.com/

  16. #16
    Avatar de mazadelizana
    mazadelizana está desconectado Mos maiorum
    Fecha de ingreso
    02 abr, 08
    Ubicación
    Condado de Ribagorza.
    Edad
    34
    Mensajes
    1,735
    Post Thanks / Like

    Re: Historias militares y gloriosas Hispanas

    Y aqui va señores la que siempre he intentado poner:


    DON GONZALO FERNÁNDEZ DE CÓRDOBA, EL GRAN CAPITÁN (1453 - 1515)


    General español, conquistador del reino de Nápoles para la corona de España.

    Don Gonzalo Fernández de Córdoba nació en Montilla, Córdoba, el 1 de septiembre de 1.453 y murió en Loja en 1.515. Pertenecía a la Casa de Aguilar. Era hijo de Pedro Fernández de Aguilar y Elvira de Herrera y fue educado en Córdoba. Desde muy niño fue paje del infante don Alfonso, al que sirvió durante la guerra que éste sostuvo como aspirante al trono de Castilla contra el legítimo rey Enrique IV, su hermano.
    La reina Isabel la Católica, que acababa de casarse, se disponía a defender sus derechos contra los partidarios de La Beltraneja en la Guerra Civil castellana, y le llamó a su lado para que luchara con sus tropas. En esta guerra hizo sus primeras armas, como correspondía a un segundón de la nobleza castellana, mereciendo grandes elogios de sus jefes. A partir de entonces, se distinguió en la Corte por su apostura, magnificiencia y generosidad. Se casó con su prima Isabel de Montemayor, pero pronto quedó viudo y libre para dedicarse por entero a la vida militar.
    En la Guerra de Granada mandó una "capitanía" de 100 lanzas de las Guardas Reales de Castilla. Figuró entre los más valientes en la toma de Loja, ciudad que le confiaron los Reyes Católicos, y se distinguió en el sitio de Tájara y en la conquista de Illora. Durante el cerco de Granada tomó parte en las negociaciones con Boabdil para lograr la capitulación de la capital.
    En recompensa por sus destacados servicios, recibió una encomienda de la Orden de Santiago, el señorío de Orjiva y determinadas rentas sobre la producción de seda granadina, lo cual contribuyó a engrandecer su fortuna. Sus hazañas y cualidades inclinaron a la reina Isabel para escogerle para mandar el cuerpo expedicionario que el rey Fernando envió a Italia para librar a Nápoles de las tropas invasoras francesas.
    Don Gonzalo zarpó para Sicilia en 1495. Tenía a la sazón 42 años. En la Primera Campaña de Italia Fernández de Córdoba hizo gala de grandes dotes militares como jefe de un ejército. Con escasas fuerzas y mucha movilidad se hizo con toda la Calabria en 1495. Al año siguiente efectuó una marcha relámpago para acudir al sitio de Atella y ponerse al frente de las fuerzas aliadas de la Santa Liga. En algo más de un mes logró la capitulación del ejército francés, la repatriación a Francia de la mayoría de sus efectivos y la entrega de la mayor parte de las plazas fuertes en su poder. Su éxito tuvo una gran repercusión internacional y se ganó el título de El Gran Capitán.
    Tras la toma de Ostia en nombre del papa Alejandro VI, el Gran Capitán entró triunfador en Nápoles, donde fue repuesto el rey Don Fadrique III, de la Casa de Aragón. Finalizada su tarea, regresó a España en 1498.
    A su llegada a la península, la gente le recibió como un héroe nacional, y el rey don Fernando decía en la Corte que las victorias de Italia daban mayor renombre y gloria a España que la guerra de Granada. Su retorno coincidió con la rebelión de las Alpujarras, por lo que el Gran Capitán fue enviado con el conde de Tendilla a sofocar la rebelión en el año 1.500.
    En el año 1.500 el rey Fernando el Católico pactó con Luis XII, rey de Francia, el reparto del reino de Nápoles, dando lugar con ello a la Segunda Campaña de Italia por los desacuerdos entre ambos reyes a la hora de interpretar el pacto. En abril de 1503 el Gran Capitán derrotó en la batalla de Ceriñola el ejército francés mandado por el duque de Nemours, que murió en combate. Tras esta victoriosa batalla, el ejército español se hizo dueño de todo el reino napolitano.
    El rey francés envió otro ejército a Italia, pero fue igualmente vencido por el Gran Capitán en la batalla de Garellano de diciembre del mismo año. Como consecuencia de ella los franceses tuvieron que entregar la plaza de Gaeta y dejar el terreno libre al ejército español.
    Finalizada la guerra gracias al tratado de paz entre Francia y España del 11 de febrero de 1504, Nápoles pasó a la corona de España. El Gran Capitán gobernó el reino napolitano como virrey con amplios poderes. Congregó a todos los Estados del reino y les recibió juramento de fidelidad a los monarcas de Castilla y Aragón. También quiso recompensar a los que le habían ayudado combatiendo a su lado: a Próspero y Fabricio Colonna les devolvió los estados que les habían arrebatado los franceses; al jefe de los Ursinos, Bartolomé Albiano, le dió la ciudad de San Marcos; a Diego de Mendoza, el condado de Mélito; a Pedro Navarro, el condado de Oliveto; a Diego de Paredes, el Señorío de Coloneta.
    Pero la reina Isabel, su valedora, murió a los pocos meses de la ratificación tratado, y el rey don Fernando el Católico entró en zozobra sin la compañía y apoyo de aquella gran reina. Incitado por recelos obsesionantes, el rey decició relevar al Gran Capitán por el arzobispo de Zaragoza y, temiendo que aquel no se dejase relevar, quiso que acompañaran al clérigo Pedro Navarro con órdenes de arrestar al Gran Capitán y apresarlo en Castelnovo, y Alberico de Tenacina para agitar al pueblo en favor del arzobispo. Afortunadamente aquel proyecto no se llevó a cabo, porque don Fernando nombró a su yerno Felipe como Rey consorte Gobernador de Castilla.
    Al año siguiente, en 1505, don Fernando visitó Nápoles acompañado de su nueva mujer, Germana de Foix, a la sazón sobrina del rey Luis XII. El Gran Capitán, conocedor de los recelos que inspiraba al rey, salió a recibirlo al mar con gran agasajo, y trató de disipar sus temores por todos los medios. A pesar de ello, don Fernando comprobó personalmente que los napolitanos tenían más aprecio a su general que a él mismo, y que con su comportamiento había decepcionado a los napolitanos y a los subordinados del Gran Capitán.
    Los injustificados recelos del rey aumentaron y, ya que debía regresar a España a hacerse cargo de la situación por la reciente e inesperada muerte de su yerno Felipe I, ordenó al Gran Capitán que entregase el mando y regresase con él a España. Corría el año de 1507. Una vez allí le mantuvo apartado de cargo alguno. En una ocasión le había jurado por "Dios nuestro Señor, por la Cruz y los cuatro Santos evangelios que resignaría a su favor" el cargo de Maestre de Santiago, pero faltó a tan sagrado juramente y le negó lo prometido al Gran Capitán, por lo que éste se retiró a Loja, ciudad que le concedió el Monarca, cansado y desengañado. En 1.512 rompió su amistad con el rey Fernando el Católico.
    Antes de su fallecimiento estuvo una temporada de retiro en el monasterio de San Jerónimo de Córdoba, en cuyo cenobio tuvo intención de recluirse el resto de sus días. Murió en Loja en 1.515 a la edad de 62 años. Su cadáver se conserva en la iglesia de San Francisco de Granada.
    El Gran Capitán fue un gran servidor del naciente estado español, a la vez que sagaz político, extraordinario diplomático, gran general y un genio militar excepcional. Supo combinar con maestría las tres armas de infantería, caballería y artillería; incorporó los fuegos de arcabuces y artillería a la maniobra general y supo sacar provecho de ellos adaptándolos al terreno. Supo mover las tropas por el terreno, efectuó marchas muy rápidas para la época, que se hicieron célebres, y supo llevar al enemigo a que combatiera en el terreno que él deseaba. Era idolatrado por sus soldados y admirado por todos.
    Sin duda alguna el ejército del Gran Capitán sentó las bases de lo que en un futuro inmediato sería la famosa "infantería española", que reinaría en los campos de batalla hasta la derrota de Rocroi. La leyenda afirma que el rey le pidió cuentas de su gestión, las famosas "Cuentas del Gran Capitán", pero este hecho no está demostrado documentalmente. Sí es cierto la diferencia de caracteres tan abismal entre el Gran Capitan y el rey don Fernando. Este era tacaño, quizás debido a la penuria de medios económicos de su padre y de él mismo en sus primeros años de reinado como príncipe aragonés. En cambio aquel era bastante generoso: ganaba y derrochaba como un gran señor andaluz, como lo demostró a la hora de recompensar a sus subordinados.


    FUENTES:

    • Diccionario Enciclopédico Espasa. Espasa-Calpe. Madrid, 1985. Tomo 6, página 337.
    • Miguel Angel Landero Quesada. Castilla y la conquista del reino de Granada. Granada, 1993. Páginas 165, 166 y 334.
    • César Silió Cortés. Isabel la Católica. Espasa-Calpe. Madrid, 1973. Páginas 365-367.


    "El vivir que es perdurable
    no se gana con estados
    mundanales,
    ni con vida deleitable
    en que moran los pecados
    infernales;
    mas los buenos religiosos
    gánanlo con oraciones
    y con lloros;
    los caballeros famosos,
    con trabajos y aflicciones
    contra moros".

    http://fidesibera.blogspot.com/

  17. #17
    Avatar de mazadelizana
    mazadelizana está desconectado Mos maiorum
    Fecha de ingreso
    02 abr, 08
    Ubicación
    Condado de Ribagorza.
    Edad
    34
    Mensajes
    1,735
    Post Thanks / Like

    Re: Historias militares y gloriosas Hispanas

    He aqui un ejemplo de por que los españoles considerabamos cobardes a los italianos:


    PRIMERA BATALLA DE SEMINARA (21 de junio de 1495)
    Victoria del general francés Aubigny ante el ejército aliado hispano-napolitano de Don Gonzalo Fernández de Córdoba y el rey Fernando II de Nápoles.

    El Señor de Aubigny, dispuesto a acabar cuanto antes con el ejército hispano-napolitano recién desembarcado en Calabria, juntó sus fuerzas y las de su subordinado Precy, reuniendo un ejército de 400 hombres de armas, 600 caballos ligeros, un cuerpo de infantería suiza y otro de milicias del país. Con él se dirigió a Seminara para presentar una batalla campal a los aliados.
    Fernández de Córdoba aconsejó al rey Fernando II que no presentase batalla, pues se desconocía a ciencia cierta tanto el número de soldados franceses como la calidad de los voluntarios napolitanos en una batalla campal. Propuso retirarse a una plaza fuerte o en su defecto, encerrarse en la propia Seminara para observar al enemigo y tomar más elementos de juicio. Pero el rey, un joven de apenas 26 años y quizás influenciado por el ánimo de sus capitanes, no tomó en cuenta los consejos del español y decidió presentar batalla al francés.
    El 21 de junio salieron las tropas aliadas de Seminara para desplegar en unas colinas a una legua al este de la plaza y a cuyo pie discurría un riachuelo vadeable. A la derecha formaron 1.000 infantes y 400 jinetes españoles; a la izquierda formaron los 6.000 voluntarios napolitanos y calabreses de Fernando II. Frente a los españoles el Señor de Aubigny formó a su caballería, y a su derecha colocó a los piqueros suizos. En su retaguardia dejó las tropas del país.
    Comenzaron el ataque los señores de armas franceses, que avanzaron hacia el riachuelo vadeable. Los 400 jinetes españoles se lanzaron sobre ellos para tratar de desorganizarlos. El Señor de Aubigny y su subordinado Precy se lanzaron sobre las filas de su caballería para rehacerlas, y las lanzaron de nuevo al ataque. Los españoles, fieles a sus tácticas guerreras aprendidas durante años de luchas contra los árabes, retrocedieron a sus posiciones para reorganizarse en ellas y volver a la carga.
    Pero los voluntarios napolitanos y calabreses entiendieron la maniobra de la caballería española como una huida, y se desbandaron en desordenada fuga sin llegar a pelear. En cuanto se dió cuenta de ello, el Señor de Aubigny lanzó sobre ellos su caballería. En el campo quedó el cuerpo de infantería y caballería españolas que, al mando de Don Gonzalo Fernández de Córdoba inició una ordenada y disciplinada retirada hacia los muros de Seminara. Al dia siguiente partió hacia Reggio. Esta fue la primera y única derrota del general español, si bien no puede decirse que sea achacable a él.

    "El vivir que es perdurable
    no se gana con estados
    mundanales,
    ni con vida deleitable
    en que moran los pecados
    infernales;
    mas los buenos religiosos
    gánanlo con oraciones
    y con lloros;
    los caballeros famosos,
    con trabajos y aflicciones
    contra moros".

    http://fidesibera.blogspot.com/

  18. #18
    Avatar de JCC
    JCC
    JCC está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    22 oct, 08
    Ubicación
    Principado de Asturias
    Mensajes
    467
    Post Thanks / Like

    Re: Historias militares y gloriosas Hispanas

    La verdad y en mi opinión,los italianos como militares dejaban mucho que desear,cuando lo de Rocroi que aquello fue más una traición que otra cosa ya que se retiraron sin entablar batalla alguna y dejando a los españoles vendidos,otro ejemplo en la Segunda Guerra Mundial,en el norte de África ellos tenían 500.000 hombres contra 80.000 británicos y los italianos casi pierden todo el norte de África,menos mal que llegó Rommel a salvarles...

    Bueno,de hecho Margaret Thatcher en la guerra de las Malvinas dijo:"Si los argentinos sacan su coraje español,las Malvinas serán suyas,pero si sacan el coraje italino,perderan las Malvinas".Sin ofender a los argentinos,que yo creo que le echaron huevos a la situación.

    ¡Por España Siempre!

  19. #19
    Avatar de JCC
    JCC
    JCC está desconectado Miembro Respetado
    Fecha de ingreso
    22 oct, 08
    Ubicación
    Principado de Asturias
    Mensajes
    467
    Post Thanks / Like

    Re: Historias militares y gloriosas Hispanas

    Jervis y Nelson bloquean Cádiz:

    A mediados de abril de 1797, Jervis y Nelson establecían el bloqueo de Cádiz, defendido por D. José de Mazarredo, quien suplicó al almirante inglés, como cuestión prioritaria, por ser los más cercanos a las naves ofensivas, permitiera a los pescadores gaditanos que pudieran continuar con sus faenas sobre sus pateras en las aguas circundantes. Al día siguiente, el almirante sitiador contestaba encabezando su carta con esta frase:
    «Nada me causará mayor satisfacción que suavizar el azote de la guerra entre las gentes de dos naciones formadas para vivir entre sí con estimación y concordia» (...) «Suplico a V.E. que me haga la justicia de creer que soy incapaz de causar la menor injuria a los inofensivos habitantes de las naciones contra quienes estoy empeñado en hostilidades por las órdenes de mi soberano, en cuyo desagrado incurriría ciertamente si no usase de toda humanidad en las operaciones militares».

    Mazarredo, un preclaro marino de la Ilustración, que va a defender Cádiz con todas sus fuerzas y toda su inteligencia, dirá a sus oficiales la frase, reflejo de su talante y que para el s. XXI quisiéramos oír la inmensa mayoría de los ciudadanos del mundo de sus dirigentes: «Nunca tenga cabida en vosotros la ferocidad». Con Mazarredo y hombres de la talla de Federico Gravina, Antonio de Escaño y Cosme Damián Churruca, Cádiz podrá sentirse seguro, pese a la fuerza enemiga... A Mediados de junio una reducida fuerza naval española formada por navíos, faluchos, cañoneras, botes y sereníes, se aprestaban a la lucha. A las nueve de la noche del tres de julio, una bombarda inglesa rompía el fuego sobre el castillo de San Sebastián. Inmediatamente, fuego y ruido llenaban los tranquilos aires del verano gaditano; obuses y granadas caían sobre la Caleta ante el terror de pescadores y vecinos. Nelson dirigía a bordo de una lancha de trece hombres las operaciones de ataque. Mal se pusieron las cosas para los españoles, hasta que el valor de los marinos españoles, superando el normal miedo ante un enemigo destacadamente mejor armado, sería principio de una feroz contraofensiva que llegará hasta el abordaje sobre los botes ingleses por los hombres de las lanchas españolas capitaneadas por Cavalieri y Ferriz (muerto el primero, herido el segundo). Cuando Ferriz recobre el conocimiento podrá contemplar cómo un jefe inglés lo sujeta, impidiendo que fuera rematado por la soldadesca: ese jefe era el contraalmirante Nelson, segundo de Jervis, que por disposición de éste dirige el bombardeo sobre la ciudad. Cuentan las crónicas que muchos gaditanos huyeron hacia los pueblos cercanos, conscientes de que la ciudad sería arrasada y conquistada si un milagro no lo remediaba. Pero los milagros no llegan sin que quien los espera no ponga toda la carne en el asador». Y así tuvo que ser. Cádiz se salvaría -como era premisa de Mazarredo- con valor, pero sobre todo con esfuerzo e inteligencia; en el tiempo de siete días la ciudad se puso «manos a la obra», armando ocho tartanas y diez barcos grandes bien armados. ¡Trabajo les iba a costar a los ingleses apoderarse de Cádiz! El 5 de junio, Mazarredo apostaba en la Caleta 16 lanchas cañoneras, mientras otras 15 quedaban en la boca del puerto. Ese día, al anochecer, una bombardera inglesa se dirigía nuevamente a la ensenada de levante, la Caleta, para infligirle un duro castigo de obuses. A las 9,55, las fuerzas de Mazarredo rompían el fuego desde la cercana zona del vendaval. En la madrugada, el mar de Cádiz ardía entre las llamaradas de los obuses y el estruendo de las explosiones. El fragor de la artillería era casi apocalíptico, tanto como el miedo de los más avezados marinos, conocedores de tempestades, abordajes y corsarios... Ante la dura resistencia, el enemigo, por fin. se retiraba. Un segundo intento, también infructuoso, tendrá lugar días más tarde; a media mañana, desde la Caleta, las lanchas cañoneras rechazaban a los ingleses con tal energía, que la famosa bombardera de Nelson quedaba fuera de combate. Nelson y Jervis se retiraban de Cádiz rumbo a Tenerife. Lo que al famoso héroe de Abukir le había parecido sería un tranquilo paseo por las aguas gaditanas, resultó ser una contraofensiva española con todas las de la ley, obligando al inglés a la retirada hacia otras latitudes, tal vez más propicias para una victoria. En 1805 la suerte personal de Nelson sería muy distinta: moriría en Trafalgar, destruyendo, al propio tiempo, a la flota franco-española mandada por el almirante Villeneuve.

    ¡Por España Siempre!

  20. #20
    Avatar de mazadelizana
    mazadelizana está desconectado Mos maiorum
    Fecha de ingreso
    02 abr, 08
    Ubicación
    Condado de Ribagorza.
    Edad
    34
    Mensajes
    1,735
    Post Thanks / Like

    Re: Historias militares y gloriosas Hispanas

    ¿Dónde perdió el farruco de Horacio el brazo?

    "El vivir que es perdurable
    no se gana con estados
    mundanales,
    ni con vida deleitable
    en que moran los pecados
    infernales;
    mas los buenos religiosos
    gánanlo con oraciones
    y con lloros;
    los caballeros famosos,
    con trabajos y aflicciones
    contra moros".

    http://fidesibera.blogspot.com/

Página 2 de 4 PrimerPrimer 1234 ÚltimoÚltimo

Información de tema

Usuarios viendo este tema

Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)

Temas similares

  1. Respuestas: 4
    Último mensaje: 21/12/2009, 13:31
  2. Reflexiones militares.
    Por Tradición. en el foro Política y Sociedad
    Respuestas: 0
    Último mensaje: 13/11/2006, 09:55
  3. La época del Císter y las Órdenes Militares :
    Por Ordóñez en el foro Historia y Antropología
    Respuestas: 0
    Último mensaje: 29/08/2005, 18:02
  4. Campaña de apoyo a los militares de Lleida
    Por Fera Foguera en el foro Tablón de Anuncios
    Respuestas: 1
    Último mensaje: 28/07/2005, 13:45
  5. Militares tomaron fotos de la manifestación
    Por Bruixot en el foro Noticias y Actualidad
    Respuestas: 0
    Último mensaje: 22/06/2005, 01:04

Permisos de publicación

  • No puedes crear nuevos temas
  • No puedes responder temas
  • No puedes subir archivos adjuntos
  • No puedes editar tus mensajes
  •