Sin saber absolutamente nada sobre el tema del lobo, sí diré que me parece que el debate ha empezado viciado cuando se ha ido deslizando la idea que una de las dos posturas tenía que estar vinculada con el tradicionalismo y otra no. A mi juicio, no veo por qué dos tradicionalistas pueden mantener dos posturas encontradas (en este tema y muchos otros) y seguir siendo tradicionalistas.
Muchas veces no se puede apelar a la doctrina y al ideario para defender posturas muy concretas.
Yo le diría a Leolfredo que no se tome este tema con una mayor importancia que la que en realidad tiene. Es como si yo pretendiera coincidir con todos los falangistas en todo hasta el mínimo detalle. Eso es imposible en cualquier lado.
Es decir, yo recomendaría otra manera de tratar el asunto.
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