Mucha chacota con los muertos y a costa de los muertos, mucha exaltación y glorificación de la muerte, pero nadie se acuerda de los muertos, de lo que verdaderamente se celebra en estas fechas. Cuánta razón tenía Becquer: "Dios mío, qué solos se quedan los muertos". Nadie se acuerda de ellos para rezar por ellos, sino para divertirse exaltando lo negativo y lo demoniaco. Acordémonos todos de rezar y asistir a misa por las almas del Purgatorio. No hay otra manera mejor de celebrar esta fecha (en realidad el 2 de noviembre).
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