La homosexualidad masculina puede explicarse por medio de la teoría de la evolución de Darwin. Esa es la conclusión a la que ha llegado un equipo de investigadores italianos, de las universidades de Padua y Turín, al aplicar por primera vez a los seres humanos un mecanismo evolutivo denominado «selección sexual antagónica», ya comprobado en otras especies, desde insectos a aves e incluso mamíferos. El estudio, firmado por Andrea Camperio Ciani, Giovanni Zanzotto y Paolo Cermelli, se publica hoy en la revista «Public Library of Science».
En resumen, se trata de un mecanismo evolutivo que da, dentro de una misma especie y por medio de determinados factores genéticos, una sustanciosa ventaja reproductiva a un sexo en detrimento del otro. La naturaleza, al mantener una tasa más o menos constante de varones homosexuales, potencia la fertilidad femenina, una ecuación que da resultados positivos en cuanto al éxito reproductivo de la especie.
El factor genético
La homosexualidad masculina está en parte condicionada por factores psicosociales, pero también por un componente genético, revelado por el hecho de que los gemelos idénticos siempre tienen la misma orientación sexual, y también porque la homosexualidad es más común en varones que pertenecen a la línea materna de un varón homosexual. Estos efectos, sin embargo, no se observan entre las mujeres homosexuales, lo que indica que el mismo fenómeno tiene, según sea el sexo, un origen y una dinámica muy diferentes.
Sin embargo, la homosexualidad masculina ha resultado hasta ahora difícil de explicar desde el punto de vista evolutivo, ya que la lógica indica que los portadores de los genes que inducen a la homosexualidad se reproducirán menos que la media e irán, por lo tanto, desapareciendo gradualmente de cualquier población. Pero este punto de vista cambió radicalmente en 2004, cuando un anterior trabajo de Camperio Ciani demostró que la fertilidad de las mujeres que se hayan en la línea materna de varones homosexuales es muy superior a la media.
Para salir de dudas, los científicos italianos decidieron analizar a fondo las varias hipótesis capaces de explicar estos resultados, y determinaron por eliminación que el único modelo posible era el de la selección sexual antagónica, ya que es el único que implica por lo menos dos genes (uno de ellos en el cromosoma X, que se transmite por línea materna).
El hallazgo supone una nueva manera de abordar la homosexualidad masculina que, según los investigadores, lejos de ser un rasgo negativo que va en detrimento de la especie, debería ser considerado como una ventaja para la fecundidad de nuestras mujeres.
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