Re: un poco de humor cum animus iocandi!
Rampage, viniste a un foro católico, tradicionalista e hispanista sólamente a dejar un par de tontos mensajes a favor de la aberrosexualidad; si por casualidad todavía pasas por este foro, lee este artículo mío (donde hago una recopilación de diversos materiales, religiosos y científicos, donde se refuta la falacia de decir que la "homosexualidad" es algo normal) e intenta curarte de esa terrible enfermedad. A los otros sodomitas que pasaron por aquí les digo lo mismo: ¡arrepiéntanse, o NO se salvarán! (arderán eternamente en el fuego del infierno, cosa que faltaría que los curas hicieran recordar a los fieles, pues ¡tan poco se habla del infierno en estos días!.... como si no existiera).
Coloqué eso en mi blog, con el fin de provocar a los aberrosexuales, "agrediéndolos" en su "día internacional"; ellos pasan burlándose y agraviando a las personas normales, así que es válido un contraataque a sus agravios, pues ellos sólo insultan, nunca tienen argumentos lógicos y racionales.
Ahora, de lo que leí en todo esto, hay algo que me sorprendió:
Según ciertas interpretaciones de la historia, fueron homosexuales, entre otros, Alejandro Magno, Rey de Macedonia y gran guerrero que conquistó extensos territorios; Ricardo Corazón de León, Rey de Inglaterra y también guerrero y conquistador, y Leonardo Da Vinci, aclamado pintor, autor de La Mona Lisa y la Virgen de las Rocas, un genio, inventor y visionario.
Bueno de Alejandro Magno creo que es verdad, pero de Leonardo Da Vinci y mucho menos de Ricardo Corazón de León, un cruzado, ¡eso es una total mentira! Una falacia que inventó el lobby homosexual para adoctrinar a la opinión pública en la tolerancia de un comportamiento desviado como la sodomía. ¡Como lo de decir que hasta el siglo XII la Iglesia permitía "matrimonios" homosexuales! ¡Qué mentira tan grande y evidente, que cae por su propia contradicción! NO se puede ser católico y "gay".
“Es ésta nuestra finalidad, nuestro gran ideal. Caminamos para la civilización católica que podrá nacer de los escombros del mundo de hoy, como de los escombros del mundo romano nació la civilización medieval. Caminamos para la conquista de este ideal, con el coraje, la perseverancia, la resolución de enfrentar y vencer todos los obstáculos, con que los Cruzados marcharon sobre Jerusalén. Porque si nuestros mayores supieron morir para reconquistar el Sepulcro de Cristo, ¿cómo no vamos a querer nosotros —hijos de la Iglesia como ellos— luchar y morir para restaurar algo que vale infinitamente más que el preciosísimo Sepulcro del Salvador, es decir, su reinado sobre las almas y sobre la sociedad, que Él creó y salvó para amarlo eternamente?”.
Plinio Corrêa de Oliveira.
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