La unión hoy podría hacerse, efectivamente, bajo el Abanderado Don Sixto. Pero, ¿y luego qué? ¿Dios proveerá? Si hay algo que tiene el Tradicionalismo que no tengan otros movimientos es una longevidad digna de los principios eternos que proclama. No obstante, no olvidemos la crisis que produjeron en el Tradicionalismo las muertes sin descendencia de Don Jaime y Don Alfonso Carlos. La pregunta que me hago es: ¿Logrará sobrevivir el Carlismo (o el legitimísmo dinástico, que creo que forma parte de él) a una muerte sin descendencia del Abanderado Don Sixto? No lo tengo muy claro...
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