Por principios dogmáticos estoy en contra de este Sistema, por principios ideológicos, también; por discrepancias personales, igualmente. Pero por lo que no paso es por una idea edulcorada de estos "movimientos". "Es que allí había gente que iba a ver", muy bien de acuerdo, y demasiados a aplaudir a un grupo de diputados de IU, ¡qué casualidad!

Me he pasado la vida trabajando para otros: en un Sindicato que ya no existe; como docente en un pueblo en lugar de en una universidad a la que no pude acceder, pero empeño en el que si hubiese insistido más seguramente hubiera logrado; militando en grupos contracorriente "mal vistos" por la derecha y odiados por la izquierda y, en todos los casos, vilipendiados por toda la Prensa del Sistema, el liberal y el soviético y su herencia actual. ¿Y me vais a venir con estas historias? Esa gente no es pueblo, entre esa gente los hay pagados, entre esa gente hay demasiados miembros del propio Sistema, entre esa gente abundan los revolucionarios, es decir, los mismos que parieron a la izquierda y a la derecha. Y también los curiosos, los que no se enteran de nada, los que entienden menos, y hasta algunos bienintencionados. Lo mismo que aquellos que votan PP, PSOE, IU, o cualquier otra mandanga en la convicción de que actúan correctamente. Y esos otros "bienintencionados votantes" se cuentan por millones.

¡Ya está bien de zarandajas! ¿Dónde estaba España? Yo no he visto más que trapos republicanoides y actitudes que emulaban al 14 de abril de 1931.