El problema es que durante la transición y bajo el liderazgo de Carlos Hugo, el carlismo (o buena parte de él) se convierte en un sucedáneo de ETA. Es decir, nada de alternativa al nacionalismo vasco. En el carlismo se refugian separatistas y comunistas, aprovechando que era un movimiento legal, y lo transforman a su antojo con la complacencia de Carlos Hugo. Basta ver los videos de Montejurra de 1976 y oir los gritos y consignas de los supuestos carlistas.
Es cierto que si acabada la guerra el régimen hubiera sido más tradicionalista que falangista, por así decirlo, y se hubiese nombrado rey a Don Javier (en lugar de expulsarlo de España y perseguir a sus partidarios) quizá la cosa hubiera evolucionado de otra manera. Pero no creo que la cosa fuera tan sencilla y yo, sin considerarme franquista, no creo que toda la culpa haya de recaer en el general Franco, que lo único que hizo es ganar la guerra a los bolcheviques. Hay que tener en cuenta que en 1939 no sólo vencieron falangistas y carlistas, sino también militares liberales, monárquicos alfonsinos, republicanos conservadores, nacionalistas catalanes, gente de orden y católicos en general, todos unidos entorno al general.
Además de que Franco fue siempre leal a la jerarquía de la Iglesia (aunque no sucediera lo mismo a la inversa) y aceptó los cambios del concilio Vaticano II, que imposibilitarían cualquier continuidad del régimen con la bendición pontificia. En fin, que no creo que sea tan sencilla la cosa. Ni "Franco bueno" ni "Franco malo". Creo que el general Franco fue católico y patriota pero desde luego no tradicionalista, en todo caso un liberal monárquico conservador, como el general Primo de Rivera.
De todas maneras, creo que desde Don Carlos VII el carlismo no volvió a levantar cabeza como alternativa viable, a pesar de seguir contando con muchos partidarios no sólo en Navarra. Entre otras cosas porque los sucesores de Carlos VII, su hijo D. Jaime y su sobrino D. Javier, combatieron con los aliados liberales en las guerras mundiales y D. Jaime se permitió el lujo de prescindir de alguien como Vázquez de Mella. Con un movimiento constantemente dividido no hay nada que hacer, y lo seguimos viendo con la CTC y la CT (sin contar al PC).
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