Efectivamente, ahora son ellos los que parecen 'haber inventado la rueda'. Una rueda que ellos mísmos colaboraron en dinamitar en su momento.
Curiosamente, desde una gran irnoía, hoy día es la izquierda y esos mismos sindicatos a los que nos referimos, quienes juegan el papel de salir en defensa de una industria nacional (y de una sanidad estatal) que jamas ellos crearon, por cierto... ya que, habiendo sido creada también en esa misma época odiada de la que ya casi nadie parece recordar que en ella ocurriera nada bueno, ahora pretenden dar batalla para dar una nueva vuelta de tuerca en la lobotomía con que se lleva muchos años castigando al pueblo y seguir enterrando la memoria, engañando y llenándose los bolsillos.
Para que una auténtica regeneración política fuera posible en nuestra Patria, habría primero que hacer un gran esfuerzo para recordarles a nuestros actuales compatriotas (y enseñarles a los que jamás lo hayan aprendido) que fué precisamente en 1978, durante la firma de los Pactos de la Moncloa, el primer trágico momento en el que los trabajadores españoles perdimos el derecho al empleo fijo (Hacia la esclavitud, o plenamente en ella). Y que esa firmita echada por todos los partidos del actual régimen que por entonces nacían o hacía poco tiempo acababan de ser refundados (UCD, AP, PSOE y PCE), fué refrendada por los mismos sindicatos a los que ahora nos referimos. Es decir, que fué el actual régimen juancarlista, y no solo su izquierda o su derecha... el que nos ha traído toda la desgracia que hoy en día padecemos. Y que todo ello, lamentablemente, ha contado con la colaboración entusiasta de un pueblo que poco a poco ha sido convenientemente adormecido hasta parecer prácticamente estúpido, amén de, también, bastante ridículo.
Luego, para lograrse una auténtica regeneración de nuestra sociedad, primero habría que enseñarse a nuestros hijos, y volver a recordarle al resto de la sociedad algo mas vieja, que todo eso que hoy 'la izquierda' del régimen dice defender del ataque foribundo de 'su derecha', fuera creado hace ya algún tiempo por los gobiernos de un régimen político formado por gentes de ideologías bastantes distintas a los que casi únicamente unía su catolicismo, su amor a la Patria y su lealtad, al menos en lo aparente, a la figura del Caudillo. Y lo mas importante... unas personas que formaban un régimen que habían basado expresamente su política y su moral en la Doctrina Social de la Iglesia.
Si es que a mi nadie me va a sacar de estas posiciones... y no me interesan nada ningún tipo de experimentos políticos que se empeñen en olvidar ésto y que busquen su legitimidad en lejanas experiencias foráneas, sean éstas de corte liberal, fascista, nacional-socialista o abiertamente comunista... Ninguna de ellas me interesan, porque no puedo ni quiero olvidar las palabras que el Caudillo nos dejó en su testamento: "No olvidéis que los enemigos de España y de la civilización cristiana están alerta", dejándose expresamente unidos los nombres de Dios y de España en el final de su testamento.
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