Re: El 25-M abstención y más abstención.
Aunque había dicho que abandonaba el hilo, las alusiones directas (citas con mi pseudónimo) o indirectas a través del lema "Más sociedad, menos Estado" que entiendo que puede escocer a los pro-estatistas, más la ignorancia de los contenidos del lema, me veo obligado a darme una prórroga.
Para que no queda duda alguna, voy a reproducir el texto que lo explica:
Qué es el Carlismo edición Cuidada por Francisco Elías de Tejada y Spínola; Rafael Gambra Ciudad y Francisco Puy Múñoz. Edic PELLICER, Madrid 1971. capítulo 9. punto 132, págs., 143-145
"132. Más sociedad y menos Estado.
El regionalismo foralista es la máxima manera de la protesta del Carlismo contra el absolutismo del Siglo XVIII y de su directo heredero el liberalismo del Siglo XIX. Ambos fueron unánimes en aplastar las sociedades naturales que componen la sociedad, somo lo siguen siendo sus secuaces ideológicos. Frente a ellos, entonces y ahora, el tradicionalismo afirma que la sociedad ha de ser defendida de un Estado mal construido, que se basa -aunque no tendría por que ser así-, ora en la disgregación individualista, ora en la absorción totalitaria de los cuerpos sociales básicos.
2"El regionalismo --enseña VÁZQUEZ DE MELLA-, conservado providencialmente entre los restos forales, como una simiente que había de germinar en la tierra desolada por el absolutismo regalista y por el absolutismo parlamentario -que son dos formas distintas de idéntico cesarismo-, cuando creyeron consumada su obra, es mirado sólo como un instinto histórico que se despierta y como un derecho ultrajado que se levanta una reconquista social contra la irrupción del Estado Y yo me atrevería a expresar su propósito inmediato diciendo que consiste: en aumentar la sociedad disminuyendo el Estado.
El principio pagano de la confusión de las dos potestades, civil y religiosa, en una misma soberanía, y el absolutismo consiguiente, transmitido, al través de todos los cesarismos de la Edad Media, a los tiranos protestantes del Norte y de ellos a las monarquías regalistas, y recogido después por el unitarismo colectivo de la voluntad general de que se hacía depender hasta la existencia social, y elevado a doctrina en el panteísmo que considera al Estado como la más alta manifestación del espíritu o de la idea universal, o como el supremo dispensador de la personalidad jurídica; y adquirida tal idea por el monismo positivista, que considera la sociedad y el Estado como un sólo organismo sujeto a la irresistible ley de la evolución, ha formado la pirámide gigantesca del Estado moderno, que aumenta cada vez más sus proporciones con las libertades que tritura y las sociedades deshechas que se incorpora."
Juan VÁZQUEZ DE MELLA, La Iglesia independiente del Estado ateo, tomo 5 de sus O.C., págs. 298-300.
Para quienes están todo el día protestando, aquí tenéis una razón y una bandera a la que seguir. Para quienes se consideran "ciudadanos" en lugar de súbditos, les respondo con una firma que tuve durante un tiempo: "Prefiero ser ciudadano del Rey, que súbdito del Estado", porque ser "súbdito del Estado" no sólo es malo e idiota, sino que es el modo de convertir a la sociedad humana en una sociedad de hormigas. Así se da razón al positivista WILSON -entomólogo-, y autor de Sociobiología, la Nueva Síntesis en la que se reduce al ser humano a la única condición animal.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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