Pues nada, solo decir a De Prada (y a su legión de anti-islamófobos) que solo con cruzar el Estrecho uno ya se encuentra con esa "civilización que, a diferencia de la occidental, no ha renegado todavía de sus raíces religiosas; una civilización que aún no está entregada por completo al materialismo, que defiende la institución familiar y repudia los caprichos de bragueta que aquí se atienden solícitamente" y sobre todo que aun defiende la "religión". ¿Se puede pedir algo más para un tradicionalista hoy día? No sé a qué espera para instalarse allí y disfrutarlo (al estilo de un Juan Goytisolo, por ejemplo).

(Y máxime sabiendo que a diferencia de nosotros, pobres ignorantes, que confundimos a "Hizbolá con el Isis" y a "sunnitas con chiitas" los moros sí distinguen de sobra entre los geniales tradicionalistas y los odiosos "neocons"...)