Hay aspectos cuestionables:
A lo mejor, si no tradicionalistas del todo, al menos, Balmes, Donoso y Menéndez Pelayo eran contrarrevolucionarios. Por cierto, desecha de una tacada Elías de Tejada a lo mejorcito de la cultura española del siglo XIX y únicos personajes respetados y con fama en el extranjero, nada menos que Balmes, Donoso y Menéndez Pelayo; por contra los que elige son bastante discretos a nivel de pensamiento y desconocidos en el extranjero.Para Fergola, por ejemplo, son tradicionalistas hispánicos Juan Donoso Cortés, Jaime Balmes, Marcelino Menéndez y Pelayo, Ramiro de Maeztu o, entre los vivos, Vicente Marrero Suárez. En la lista por Fergola confeccionada solamente añade Juan Vázquez de Mella, ignorando Magín Ferrer, Gabino Tejado, los dos Nocedal, Antonio Aparisi y Guijarro o Enrique Gil y Robles; o, entre los vivos, Francisco Puy Muñoz, Rafael Gambra, Manuel Fernández Escalante, Wladimiro Lamsdorf-Galagane, Antonio Pérez Luño, José Iturmendi o Joaquín García de la Concha, por reducir a pocos nombres una lista que sería larguísima. Porque Jaime Balmes no tiene nada de tradicionalista, sino que, por el contrario, es el anticipo en un siglo a la democracia cristiana servilmente vaticanista que hoy por desgracia padecemos. Porque Juan Donoso Cortés no fue jamás teórico de la Tradición, sino de las dictaduras de urgencia, remedios transitorios para salir de una crisis, nunca sana y serena Tradición. Porque Menéndez y Pelayo desentierra textos tradicionales en la literatura, mas sin la menor intención de considerarlos desde el punto de mira del pensamiento político.
El tema de si Tradicionalismo equivale a Carlismo ya se trató en algún hilo hace años.
¿Y esto?Los reyes legítimos que acaudillaron la Tradición en el siglo XIX valen en la medida en que prolongan a los Reyes de las Españas áureas, los que fueron más papistas que los Papas cuando, contra los errores de los Papas, era preciso defender la Cristiandad. El Rey de Nápoles Carlos Emperador V encerrando al Papa Clemente en Sant´ Angelo, o el Rey sardo Felipe II encarcelando Obispos en Nápoles, son nuestros modelos de católicos, al servicio de Dios incluso cuando los Papas actuaban políticamente en contra de los intereses universales del Reinado Universal de Jesucristo. En lo de meter políticamente a Papas en cintura, nadie aventajó a nuestros Reyes comunes de las dos penínsulas.
Parece algo exagerado referido a los Austrias
Y referido a los Borbones (el "catoliquísimo" Felipe V sobre todo), hubo conflictos con Roma pero nada de por problemas de Cristiandad y de ser "más papistas que el Papa" sino por los catoliquísimos problemas del nombramiento de obispos afectos al rey, de quedarse con rentas de obispados, de apoyo al jansenismo, de expulsión de jesuitas, etc. Eso eran los Borbones catoliquísimos, que Elías de Tejada defiende como defensores de la Tradición y de los fueros.
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