Cita Iniciado por Irmão de Cá Ver mensaje
Creo que en un mismo hilo estamos mezclando asuntos muy distintos y que, por lo tanto, merecen debates distintos. Recomendaría a Donoso que los mensajes sobre el celibato sacerdotal fuesen apartados de los de aceptación (o no) de divorciados a comunión.

Este último resulta de un fenómeno social relativamente nuevo en la historia de la Iglesia - el divorcio civil - al contrario del tema del celibato sacerdotal. Resulta también de la separación del estado y sus leyes, de la Iglesia y de la ley natural, algo con que la Iglesia tiene que lidiar porque así es el mundo de los días que nos han sido dados vivir. En ese mundo se ha permitido que el casamiento civil, como un contrato que es, se pueda rescindir; y que, se para contratar son necesarias las voluntades libres de dos contrayentes, para rescindir basta que una de las partes lo quiera. Consecuentemente, puede haber y hay contrayentes cuyo contrato de casamiento ha sido rescindido contra su voluntad y sin causa justa - una vez que como vimos basta la voluntad de una de las partes.

Como aportar para la realidad de la Iglesia este cuadro jurídico-civil? Se va a negar los sacramentos - como lo de la Comunión - a los divorciados sin excepción? Mismo aquellos que no se han divorciado, antes que "han sido divorciados"? (creo que ha sido Valmadian que magistralmente lo ha puesto así tiempos a tras). Y como tratar con los que se han arrepentido y incluso han casado con la misma pareja por segunda vez? (civilmente, claro) Se va negar la Comunión a pecador arrepentido? Mismo los que voluntariamente se han divorciado (separado para la Iglesia, ya que el divorcio es imposible) y no han vuelto a casarse (civilmente, claro)? Cuantos casales apartados han comulgado en la historia de la Iglesia? Quienes quedan? Los que se han divorciado-separado y se han casado de nuevo-viven en pecado? A eses se les niega la comunión? Y quienes son? Como los conoce el párroco de una grande metrópolis como São Paulo, que cuenta 11 millones de almas (20 en días de semana)? Se va a negar la comunión a todos los feligreses que el párroco no conozca y no sepa si son o no divorciados, si se han confesado, si han insultado a su vecino, si han codiciado la mujer del próximo?

En mí opinión, son de más los casos que justifican que la negación de la comunión a divorciados debe ser la excepción y no la regla; pero cabrá siempre al sacerdote ministrante decidir.

PD: Por hablar en excepción... que bien que está la presidenta manchega para su edad
Saludos, Irmão de Cá... este tema del celibato sacerdotal de que trata principalmente este hilo, y que ha surgido a raíz del artículo que ha compartido con todos nosotros Hyeronimus, contiene también algunos ribetes que nos han llevado a hacer referencia también, y como ocurre con la cita de San Jerónimo (dentro del apartado "Los Padres de la Iglesia"), que hablan de temas no solamente referidos al tema del celibato sacerdotal. La cita de San Jerónimo yo creo que ha sido la que nos ha llevado a todos a tocar también otros temas, siempre en referencia al tema principal del hilo. Yo no tendría ningún inconveniente en que se mutilaran los mensajes y se extrayera de ellos los párrafos que no hablen expresamente del tema principal del hilo, pero humildemente pienso que sería una medida equivocada porque nos limitaría muchísimo a todos a la hora de expresarnos y a la hora de argumentar sobre cualquier tema, sin poder jamás hacer ninguna referencia a ningún otro mas o menos relacionado.

Cita Iniciado por Hyeronimus Ver mensaje
EL CELIBATO SACERDOTAL EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA


(.../...) San Jerónimo (segunda mitad del siglo IV) conocía la práctica de la Iglesia tanto en Oriente como en Occidente, por haber sido, sucesivamente, estudiante de derecho en Roma, monje en Siria, sacerdote en Constantinopla, secretario del Papa San Dámaso, y abad en Belén. No indica diferencia alguna en cuanto a la práctica de su época; se apoya en un pasaje de San Pablo (I Cor. 7, 5: hablaremos de él otra vez más adelante) para probar la legitimidad del celibato, y comenta: «si semper orandum et ergo semper carendum matrimonio» [esto es: si el sacerdote debe rogar siempre, entonces debe privarse siempre del uso del matrimonio]. En otro lugar, se encoleriza contra Vigilancio: «¿Qué hacen -le pregunta- las Iglesias de Oriente? ¿Qué hacen las de Egipto y las de la Sede Apostólica? Escogen para clérigos a hombres vírgenes o continentes. Y si tienen una mujer, cesan de ser maridos». Escribe contra Joviniano: «Jesucristo y María, al haber sido siempre vírgenes, consagraron la virginidad en uno y otro sexo. Los Apóstoles eran vírgenes, o al menos guardaron la continencia si estaban casados; los obispos, los sacerdotes y los diáconos deben ser o vírgenes o viudos antes de ser ordenados, o, por lo menos, vivir siempre en continencia tras su ordenación. (…) Jesucristo, ciertamente, prohíbe repudiar a la propia mujer, y no se puede separar lo que Dios ha unido, salvo por consentimiento mutuo». (.../...)
Y tocando de nuevo el tema de la comunión y los divorciados, que tu tocas también en tu mensaje, tengo que decirte que estoy básicamente de acuerdo en todo contigo, pero echo en falta algo mas de coherencia en la Iglesia. O está permitido que una divorciada (o divorciado) y vuelta a casar de nuevo (y para mas inri con otra persona también divorciada, como es el caso del ejemplo que pongo de la Cospedal) pueda conmulgar o no lo está. Es así de sencillo... Las incoherencias lo único que generan es confusión y denotan cinismo e hipocresía. ¿Y no será mas bien que determinadas normas y preceptos no van con determinados personajes o personajillos mas o menos importantes o conocidos?. Es como el tema del rey putativo y la ley del aborto (y perdón de nuevo por poner ejemplos que no hablan exclusivamente del tema central de hilo, pero es que es mi forma de expresarme...), o está excomulgado laetae sententiae por firmar la ley o no lo está. Pero si el JuanCar no lo está... nadie debería estarlo. Bien.. pues en este tema, como en todos, es lo mismo. Negarle la comunión a un obrero de vallecas, mientras se deja conmulgar a la Cospedal es pura hipocresía. O todos moros o todos cristianos. O como dicen en mi pueblo o nos divertimos todos o la puta va al río.

Un saludo