Cita Iniciado por Josef Ver mensaje
35. El credo del papa Pío IV fue impuesto como Credo Oficial en 1560 d.C., muchos años después de Cristo y sus apóstoles. Los verdaderos cristianos conservan las Santas Escrituras como su único credo. Por lo tanto, el credo de los cristianos es 1.500 más antiguo que el credo de los católicos-romanos(Gálatas 1:6-9).
Imponer significa que se obliga a alguien a aceptar algo, ya sea por medio de la fuerza y arbitrariamente. Le pregunto a los herejes ¿Estaríamos dispuestos los católicos a aceptar un credo por un papa que, no consultando las Escrituras y la Tradición constante, de manera arbitraria y particular nos lo imponga autoritariamente? Por supuesto que No.
En primer lugar, el hecho de que ellos rechazaran la Sagrada Tradición, ha traído como consecuencia que muchos herejes siguiendo la herética doctrina de Lutero, la Sola Scriptura, se hayan creído fundadores de nuevas supuestas “iglesias” en constante división doctrinal y teológica, que en realidad son sectas impías, influyendo como lobos rapaces en la mentalidad de los menos instruidos en la Fe, a aceptar sus doctrinas novedosas y abrazar la secta por ellos fundadas, eso sí es imposición.
En segundo lugar:
El Credo o Símbolo de la Fe, o Profesión de la Fe no es impuesta por nadie, sino que la Iglesia consultando la Biblia y la Tradición, expone de manera breve y por medio de símbolos la Fe de los Apóstoles. De hecho desde los Apóstoles ya había algunas fórmulas; pero los protestantes en su afán de llevarle la contraria a la Fe católica, llegan al absurdo de afirmar que la Biblia es su único credo, precisamente ahí radica su error, porque el interpretar de manera privada las Escrituras, sin consultar la Tradición constante de los Apóstoles llegan a infestar de herejías a la cristiandad.
Me tomaré algunas citas del Catecismo para poder exponer de manera más clara lo que es el Credo:
186. Desde su origen, la Iglesia apostólica expresó y transmitió su propia fe en fórmulas breves y normativas para todos (cf. Rom 10,9; 1 Cor 15,3-5; etc.). Pero muy pronto, la Iglesia quiso también recoger lo esencial de su fe en resúmenes orgánicos y articulados destinados sobre todo a los candidatos al bautismo:
Esta síntesis de la fe no ha sido hecha según las opiniones humanas, sino que de toda la Escritura ha sido recogido lo que hay en ella de más importante, para dar en su integridad la única enseñanza de la fe. Y como el grano de mostaza contiene en un grano muy pequeño gran número de ramas, de igual modo este resumen de la fe encierra en pocas palabras todo el conocimiento de la verdadera piedad contenida en el Antiguo y el Nuevo Testamento (S. Cirilo de Jerusalén, catech. ill. 5,12).

187. Se llama a estas síntesis de la fe "profesiones de fe" porque resumen la fe que profesan los cristianos. Se les llama "Credo" por razón de que en ellas la primera palabra es normalmente: "Creo". Se les denomina igualmente "símbolos de la fe".

188.…El "símbolo de la fe" es, pues, un signo de identificación y de comunión entre los creyentes. "Symbolon" significa también recopilación, colección o sumario. El "símbolo de la fe" es la recopilación de las principales verdades de la fe. De ahí el hecho de que sirva de punto de referencia primero y fundamental de la catequesis.

Sin embargo los católicos (170) ‘No creemos en las fórmulas, sino en las realidades que estas expresan y que la fe nos permite "tocar". "El acto (de fe) del creyente no se detiene en el enunciado, sino en la realidad (enunciada)" (S. Tomás de A., s.th. 2-2, 1,2, ad 2).’

Y finalmente el Catecismo nos da la respuesta a la interrogante de los herejes que hablan de que Pio IV “impuso” el credo a los católicos:
192. A lo largo de los siglos, en respuesta a las necesidades de diferentes épocas, han sido numerosas las profesiones o símbolos de la fe: los símbolos de las diferentes Iglesias apostólicas y antiguas (cf. DS 1-64), el Símbolo "Quicumque", llamado de S. Atanasio (cf. DS 75-76), las profesiones de fe de ciertos Concilios (Toledo: DS 525-541; Letrán: DS 800-802; Lyon: DS 851-861; Trento: DS 1862-1870) o de ciertos Papas, como la "fides Damasi" (cf. DS 71-72) o el "Credo del Pueblo de Dios" (SPF) de Pablo VI (1968).

193. Ninguno de los símbolos de las diferentes etapas de la vida de la Iglesia puede ser considerado como superado e inútil. Nos ayudan a captar y profundizar hoy la fe de siempre a través de los diversos resúmenes que de ella se han hecho.

Los símbolos aunque todos son uno en cuanto a la substancia, tres son los que ocupan un lugar particular en la vida de la Iglesia: 1.- El Simbolo Apostólico, 2.- el Simbolo Niceno, y 3.- el de San Atanasio.
En el siglo XVI con la ruptura de la cristiandad a mano de los herejes, comenzaron a infestar de “confesiones de fe” ya de Augsburgo, ya de Westminster, etc. Y ante esto la Iglesia, como fiel depositaria de la tradición heredada de los Apóstoles y de las Escrituras, y con celo ortodoxo también expuso de manera clara invocando a los símbolos formulados a través de los siglos el Credo Tridentino (D-994 a D-1000) y fue Pío IV en su Bula “Iniunctum nobis, de 13 de noviembre de 1564” quien expuso en el credo lo que desde siempre se ha creído en la Iglesia desde su fundación por cristo.
La Iglesia nunca ha alterado el credo, hasta hoy día lo profesamos como los primeros cristianos, y los herejes aún siguen traspapelando y renovando siglo tras siglo nuevos “credos” al parecer de ellos confundiendo aún más a sus adeptos. Lo más triste es que ellos se dejan imponer por esos lobos rapaces vestidos de corderos.