Brevemente, esta situación no se dio sólo entre algunos católicos vascos (muchos vascos católicos entendieron perfectamente cual era el sitio adecuado), sino que es extensivo a otros muchos sectores en el resto de España. Afectando igualmente al estamento militar, como es el caso del general Escobar que antepuso su lealtad republicana a su fe, pese a que fue consciente de la barbarie anti-católica del bando al que sirvió. El Alzamiento no se produjo a causa de ir los ricos contra los pobres, paupérrima idea pero muy extendida, sino de la España católica contra la barbarie marxista anti-cristiana, pero eso no lo entienden muchos católicos que hoy siguen empeñados en justificar aquél periodo ilegal, ilegítimo y criminal.