Cita Iniciado por Michael Ver mensaje
Fíjese que no la he negado, pero su esencia es confederativa, o "federativa", en un inicio una Monarquia unida por Dios y el Rey, y luego balcanizada, distorsionada y llevada al estatus actual. Realidades peninsulares, para serle más claro. Sé que se le hace difícil aceptarlo.
La interpretación que usted hace tiene que tener una causa. Por tal motivo empecé a indagar en Internet sobre Puerto Rico, ya que es allí donde reside y escribe. Ahora es más sencillo entender qué es lo que usted afirma y lo que he visto vienen a darme la razón en algunas cuestiones que ya he apuntado con anterioridad. La ubicación geográfica y la realidad cotidiana, es lo que hacen que las cosas se vean de un modo u otro. Resulta muy curioso comprobar como nos ven desde el hemisferio Sur, siendo el ejemplo más peculiar el de los australianos y como representan Australia en el Mapa Mundi así como nos sitúan a los demás. Ya le insistí, y cre que esta va a ser la tercera vez, que establecidas las diferencias entre confederación y federación, el enfoque que usted tiene no puede ser otro. Basta con leer el artículo del catedrático malagueño reproducido en mi anterior mensaje. Basta con conectarse a los enlaces del "Movimiento de Reunificación de Puerto Rico y España", (propugnan la total integración, para vergüenza de separatistas locales), pero por lo que parece deducirse, el resto o la mayoría de los puertorriqueños verían con buenos ojos esa opción, "pero...", con alguna condición: "Puerto Rico como Estado Libre Asociado a... España". Es decir, una confederación, particularmente porque de otro modo habría muchas dificultades para responder a las preguntas que formulé. Pero ello no implica que esa tenga que ser la fórmula para la propia España peninsular. Esa fórmula la destruiría, sería peligrosísima y, desde luego aquí no la acepta casi nadie, salvo los independentistas y sus asociados.


Y eso no quita la conciencia y el hecho de pertenecer, de lo que uno es. Así poco a poco los del Reino de Guatemala se están unificando, y los caribeños de igual forma también. La Florida con su hispanidad, Venezuela y Puerto Rico con su fuerte afinidad, la cual compartimos con nuestros hermanos cubanos, separados en 1898, a la fuerza, y sin voluntad, y nuestros hermanos dominicanos y granadinos. En fin, la Unidad Hispanoamericana es algo que vendrá, con o sin la Península, pero será siempre incompleta sin ella, y sin La Madre España no hay unidad.
Sobre ese tema ya se ha discutido mucho en este sitio, y tiene verdaderos valedores entre la gente de acá, pero nunca se llega a un acuerdo y dudo que se pueda llegar en un futuro. Prescindiendo de mi habitual pesimismo ante la situación internacional, ante la situación social de la propia España (permítame que la diferencie del resto porque si no es imposible entenderse), incluso de los serios riesgos de que sufra alguna fragmentación, de sus compromisos con la U.E. que le han restado soberanía a raudales (como les pasa a los demás miembros), no veo una salida como la que comenta. Hay que tener muy presente que allá no tienen los mismos impedimentos que acá, no se han integrado en megaestructuras que les resten esa soberanía de la que todavía disfrutan. En el futuro, y si Dios no lo remedia, van a nacer los "Estados Unidos de Europa" como federación", es decir ya sin soberanías nacionales. De momento están sentado las bases económicas todavía, la homogeneización social, ya es posible votar en elecciones municipales a los ciudadanos de cada país residentes en otros y no sé si más aún (conozco un chaval que viviendo y trabajando en Alemania hace unos meses me indicó que él iba a votar por Merkel, y es español), que es posible elegir residencia en cualquiera de los Estados de la U.E., que se puede buscar empleo, que desde Lisboa, pasando por Madrid, París o Berlín, se puede ir a Varsovia sin ver un solo control de aduanas, que ya están planteando la creación del Ejército Europeo y ya hay de hecho FFAA alemanas, francesas, italianas,etc., destacadas en bases españolas, como tropas españolas destacadas en otros países de la U.E integradas en sus bases. Y no exagero, pues recuerdo como un día hace un par de años vi volar a baja altura un helicóptero de la Luftwaffe sobre Madrid. En fin, me temo que ese es el futuro de España (la peninsular) y los logros de allá serán otra cosa. Igualmente, entre la gente joven se está gestando una mentalidad "europea", de hecho está surgiendo una especie de patriotismo europeo que antes no existía, y a la par el nacionalismo excluyente e identitario crece con mayor fuerza todavía, no siendo España una excepción. En fin, me temo que ese es el futuro de España (la peninsular) y los logros de allá serán otra cosa.


Confunde usted una cosa con la otra, un grupo puede secesionar, y establecer la secesión, y esa secesión se puede hacer factible o reversible, eso tocara al estado matriz reconocer o no dicha secesión, lo que al PUEBLO hispanoamericano, no representa. CONOCE usted a todos los millones de hispanoamericanos, a ver si se niegan ser de España.la mayoría de ellos le puedo decir, sienten amor por España, se sienten españoles por llevar sangre española, llaman a España la madre Patria, apoyan a su selección, cuénteme, ¿donde está el odio a España?, claro, como todo, se enseña la Leyenda Negra, pero es rebatible, y la mayoría oye de buena gana. Y es ahí donde usted y yo diferenciamos. La nacionalidad y lo que uno es, no se cambia por los procesos políticos que han pasado o pasan. Es algo que usted no podrá entender, tristemente, pero un abrazo de todos modos.
Mire yo no confundo nada, es sabido la creciente tendencia indigenista en muchos territorios, corriente fomentada por los anglos o los marxistas o una mezcla de ambos y que aquí en este sitio ha dado lugar a muy duras polémicas, particularmente entre mexicanos, unos partidarios de España y otros enemigos de ella. Sin entrar en esas polémicas, basta con tener la paciencia (y le garantizo que hay que tenerla a toneladas) de leer los "comentarios" de supuestos "hijos de la Madre Patria" en Prensa, en You-Tube, en las redes sociales, etc., y dan ganas de mandarlos a todos a paseo.

Luego, el tema de la nacionalidad, ya le indiqué que hay dos corrientes basadas en dos doctrinas, la del derecho de sangre, de connotaciones étnicas y raciales, y propias de sociedades antiguas, basadas en las tradiciones de los mayores o antepasados, arraigadas a la tierra, y la del derecho de suelo, más extendida y aceptada en países más nuevos, o sociedades en proceso de formación o transformación, como entre inmigrantes. El ejemplo lo tenemos en los terroristas que han atentado en Barcelona y Cambrils, cuando de uno de ellos (si mal no recuerdo era uno o quizás dos) se decía que era español, por ser nacido en España y considerado de segunda generación. Pero es que el problema no se queda en lo anecdótico, como el del terrorista mencionado, es que afecta sobremanera en ciertas regiones, particularmente donde abunda el separatismo. Por ejemplo, y siguiendo con el caso de Cataluña, hay un enorme apoyo de las comunidades musulmanas al proceso secesionista. Es decir, han sido acogidos por España y pasan a darle la puñalada por la espalda como pago a su generosidad. Respecto a los grupos hispanoamericanos la percepción es variable. Es muy raro encontrar algún tipo de rechazo contra argentinos, chilenos, uruguayos, paraguayos y similares, mientras que allá donde hay concentración de dominicanos, guatemaltecos y otros centroamericanos, gracias a las bandas juveniles, despiertan recelos y antipatías. No existe ninguna unanimidad en España en relación a la aceptación o no de los hispanoamericanos, la percepción sobre ellos varía muchísimo dependiendo de la existencia de comunidades integradas o que forman guetos, del nivel de cultura y riqueza, de la procedencia según países y un largo etcétera que nos puede llevar muy lejos en su análisis.



Gracias, pero no es que me quiera sentir español, es que lo soy, y eso no me lo quita ni añade ningún papel, aunque usted lo sienta así, como le dije yo se lo respeto, pero eso no es lo que nos define. Y no es que quiera imponerle nada, como hispano opino sobre temas de la hispanidad. Interesante como usted puede generalizar sobre Hispanoamérica, pero líbreme Dios de hablar de tema peninsulares. Usted es Peninsular, Español Peninsular, y nosotros Españoles-Americanos, puede no sepa lo que usted pase a cabalidad, y Vice versa pero nos unen unos temas e interés en común.
Si relee lo que dije verá que yo no le quito su sentir, pero si se lo he delimitado sin hacer alusión alguna a documento acreditativo alguno. Es un hecho que los sentidos marcan los sentimientos y las ideas, está en la base de la naturaleza del ser humano por encima de los "papeles", la historia y las fronteras. Yo tengo mucha afición a "visitar" fotográficamente ciudades y países hispanoamericanos (y otros también), gracias a las opciones que ofrece Internet, pero eso no me hace "palparlos", vivir en ellos, oler su aire, escuchar sus sonidos, sentir sus temperaturas, pasear por su montes, playas, bosques o selvas, convivir con sus gentes, enterarme y preocuparme por sus problemas..., vamos que no sé qué parte es la que no se entiende. Y no es necesario que indique que hay temas que nos unen y otros que no. Como le dije al comienzo la posición geográfica, la historia "local", el clima, las costumbres, etc., marcan la cosmovisión que se tiene de uno mismo (hablo del pueblo español) y de los demás. Tenga presente que, además, llevamos separados ya mucho tiempo, con Puerto Rico casi 120 años ( unas seis generaciones) y con otros mucho más, distancia acortada hoy gracias a la facilidad de las comunicaciones. Pero no deja de ser comparable a esas situaciones personales en las que uno se reencuentra con aquél pariente o amigo al que no ve desde hace 20 o 30 años y se da cuenta de que son unos extraños. Recuperar el momento de la separación y volver a conectar suele ser complicado y difícil.


¿Y usted sabe si yo sé de Carlismo? Sé de Carlismo pues me parece una idea buena la de defender la tradición de las Españas, y he leído varios escritores Carlistas. De modo que siento decepcionarle, pero no soy tan inexperto. Yo sé que usted sabrá más, y por eso me sorprendieron mucho sus expresiones, pues no ha sido lo habitual que he visto en usted en estos años.
Olvídese de decepcionarme, y mis expresiones han obedecido a su continua insistencia en el tema de la confederación. Mire, para mi es un trabajo que lleva tiempo y esfuerzo que quito de otras ocupaciones el estar debatiendo aquí. Podría muy bien pasar de todo esto y en paz, ocuparme de mi correo electrónico, de hablar por teléfono, de participar con mensajes breves en redes sociales o de atender un blog personal. Pero no, opto por estar aquí, a veces aguantando impertinencias y descalificaciones de gente que ni sabe respetar ni sabe estar, y mi paciencia tiene un límite. Si hago por aportar información, elaborar mensajes desarrollados, buscar fuentes, etc., lo que no es de recibo es que se me trate o califique como a cualquiera le dé la gana y eso sin conocerme de nada, sin saber cómo soy, cómo actúo en el día a día, de qué me ocupo, o de los esfuerzos que hay que hacer cada día. Por supuesto, para saber qué es el Carlismo basta con leer textos sobre él, pero es una cuestión y otra muy diferente vivirlo en casa desde pequeño y profundizar a base del contacto personal y su estudio constante. Y el carlismo tiene unas peculiaridades que no son tan sencillas de entender, y es que hay que partir de un hecho: no es estrictamente un movimiento político, sino una forma del ver el mundo y los carlistas se autodefinen como "pueblo carlista". Desde esa base, y con todas las precauciones doctrinales que se quieran, se puede afirmar que hay tantos carlismos como carlistas. O sea, cada carlista tiene una visión personal suya sobre el Carlismo. Y en este sentido, cuando usted ha hecho afirmaciones sobre que yo le hacía daño al Carlismo diciendo España en lugar de las Españas, debe usted entender que puedo hasta reírme. Supongo que el enlace que le puse sobre esa cuestión le habrá dejado más claro el asunto.



Sin duda, y muy bien dicho, pero ese Carlismo que usted defiende lo contradice (sin querer) cuando establece separaciones en ambos lados del Océano. Por cierto, también se hablaba de la España Americana, cuyo texto tengo por ahí, se lo iré enlazando pronto, cuando lo encuentre.
Con los doctrinarios carlistas le va a pasar como con las Sagradas Escrituras, que por cada afirmación hay la contraria y todas son válidas, pues con el Carlismo igual y en parte es lógico porque 187 años de existencia (unas 9 generaciones más o menos) dan para muchos cambios, añadidos, interpretaciones, divisiones (el Carlismo también se caracteriza por la eterna división entre sus gentes y las corrientes doctrinales) con lo que es normal que usted pueda encontrar lo que comenta, pero ello no cambia nada. He estado repasando el índice auxiliar del libro ¿Qué es el Carlismo? del que usted puso un enlace a un pdf y yo dispongo del mismo en papel, ¿sabe cuántas referencias se hacen a Hispanoamérica? UNA, tan sólo una y sin mencionar el nombre siquiera, sino únicamente el Punto 35. "Reivindicación de la herencia hispánica", páginas 58 y 59. Le puedo comentar al respecto lo que se dice igualmente en textos tales como Vademecum del Jaimista, una especie de folletín de noticias, comentarios, aportaciones, humor, viajes, etc., que se editaba hace cien años y más y de los que tengo dos ejemplares. Leyéndolos da la sensación de que América no existía. No, no se lo crea usted tanto, lo que no quita para que haya entusiastas carlistas que adoran Hispanoamérica.

Saludos en Cristo.