No, no queremos una monarquía absolutista. Queremos la monarquía tradicional hispánica, que es algo muy distinto, ni una monarquía absoluta ni el burdo simulacro que tenemos ahora. El inquilino de la Zarzuela no es sino una figura decorativa, sólo sirve para refrendar con su firma lo que dicta el Parlamento, como un mero trámite que cumple sin pensárselo y sin vetar nada, tragando carros y carretas, porque en realidad España le tiene sin cuidado. Sólo le importa darse la buena vida, viajar, cazar elefantes, ponerle los cuernos a Sofía y cosas así.
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