El mito de la violencia taurina
Publicado: 08 Febrero 2016
Escribe: Fernando Salgado.- Quien puede dudar que uno de los deportes más populares en el mundo es el futbol. Existe promoción constante en todos los medios de comunicación, simpatizantes de distintos equipos, distintos campeonatos nacionales e internacionales, transmisiones televisivas y radiales.
Ni hablar cuando juega la selección nacional de cada país despertando el sentimiento patrio que todos llevamos dentro. Se supone que es un juego pacífico para que la familia completa pueda asistir a los estadios.
Esta semana hemos sido testigos de la tremenda violencia que se produjo en Ate a las afueras de un estadio de futbol por parte de barristas de un mismo equipo ya que el partido era internacional así que solo había un equipo local. Se enfrentaron con piedras entre ellos y asaltaron a comensales de varios locales cercanos a los que destrozaron literalmente.
No es la primera vez que esto ocurre. Los vecinos de los estadios andan temerosos los días de partidos porque tanto a la ida como a las salida los grupos de “barristas” tienden a romper vidrios de la casas, hacer pintas en las paredes, robar al paso entre muchas otras perlas. Incluso los mismos futbolistas se agarran a puñetes y patadas en la cancha a vista de todo el público tal como ocurrió en un estadio en Argentina donde recalquemos, no hay espectáculos taurinos.
Nada de lo anterior ha significado una moción de algún político preocupándose realmente por este tema, es más, en una oportunidad uno de los ministros del Interior se le ocurrió dejar sin resguardo policial una fecha del descentralizado porque según él la seguridad era responsabilidad de los equipos de futbol (tal vez si dentro de los estadios pero no en la calle), a pesar de los muertos y heridos que llevan estos grupos. Han publicado fotos en la que padres están defendiendo a sus pequeños hijos de estas turbas solo por llevar una camiseta de otro equipo.
Lo anterior viene a cuento porque a los taurinos un grupo de gente que se dice antitaurina no hace más que propagar falacias respecto a la supuesta “violencia” que la tauromaquia despierta en las personas que asistimos a las Plazas de toros, mientras los políticos, por tratar de ganar votos, actúan mediáticamente en su apoyo aunque ni entiendan ni les importe las consecuencias de sus actos.
Es conocido que los recintos taurinos en provincias se llenan de bote a bote cada tarde y a su alrededor hay comercios donde los aficionados almuerzan y luego de la corrida se reúnen para tertuliar sobre lo ocurrido en la tarde. Los dueños de esos negocios felices de recibir a los taurinos que lejos de violentar los distintos lugares, hacen fiestas y buen ambiente. La mayoría asiste con sus familias incluidos abuelos e hijos que gozan de ambientes distendidos y seguros ¿Dónde están entonces los supuestos violentos taurinos?.
Durante la Feria del Señor de los Milagros los ciudadanos del Rímac son los más beneficiados con la asistencia de público a la Plaza de Acho. Los restaurantes, bodegas, playas de estacionamiento, picanterías, anticucheras, los ambulantes de venta de suvenires, entre otros se ven beneficiados con puestos de trabajo indirectos sin que exista un solo problema con los taurinos. Más bien son los grupos de antitaurinos los que generan la violencia en las afueras con insultos, ataques físicos, ataques a la propiedad privada (se han visto autos pintados por estos supuestos cultos inofensivos), hasta llegar al colmo de haber agredido a policías con armas blancas.
Como explicamos anterior mente en otro artículo, aquí los niños aprenden el sentido de la naturaleza y se interesan por ella realmente. Comprenden que cada animal está en este mundo por alguna razón específica y que cuando el hombre pretende creer que puede cambiar ese sentido termina ocasionando graves daños al medio ambiente y a los mismos animales que supuestamente dice “defender”.
Como vemos, lejos de lo que se repite tercamente sin pruebas haciendo que mentiras se vuelvan verdades, es todo lo contrario a lo que se dice. Un deporte puede convertir a un ser humano en un energúmeno (no es solo una sino muchísimas veces las que vemos actos delincuenciales, crueles, delirantes) mientras en las corridas de toros jamás se han visto actitudes de violencia ¿Qué cosas no? Los taurinos debemos ya dejar de estar parapetados y callados, debemos decir nuestra verdad con la frente en alto y no permitir que se violen nuestros derechos porque la ONU nuevamente pretende poner sobre el tapete la asistencia de niños a las plazas de toros porque es “violento” y los puede volver agresivos ¿Qué se han creído?.
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