Le recomiendo el libro de Antonio Lizarza "Memorias de la conspiración".Pues a tenor del poco caso que le hicieron a Fal Conde la gran mayoría de los Requetés cuando éste se negaba a unirse al Alzamiento de Mola y que por ejemplo, en la Junta de Pamplona, propusieron, PUENTEÁNDOLE, sumarse a cambio de que todos los Ayuntamientos fueran carlistas, para escándalo de Fal, nada en absoluto
Cuando el agnóstico-pagano general Mola se dio cuenta de que el Conde de Rodezno (que se había entrometido traidoramente en las negociaciones) en realidad carecía de representación alguna respecto a la Comunión, el general estuvo tentado de pegarse un tiro.
Cuando Don Javier dio la orden de rechazar semejante engendro totalitario del Partido Único, toda la Comunión se fue con él. TODA. Hasta el punto de que Doña María de las Nieves, que tenía preparado un borrador de manifiesto para el caso de que hubiera una indisciplina con el Príncipe Regente, no necesitó publicarlo, ante el admirable espectáculo de lealtad de todo el pueblo legitimista para con Don Javier (algo, por otra parte, perfectamente lógico, pues estamos hablando del pueblo legitimista español, dechado siempre de la virtud de la lealtad a sus Reyes o Regentes Legítimos).o también durante el Decreto de Unificación, donde a pesar de no estar de acuerdo, la práctica totalidad de los carlistas ACATÓ DISCIPLINADAMENTE EN VEZ DE, POR EJEMPLO LIARSE A TIROS COMO HACÍAN LOS TROTSKISTAS O LOS ANARQUISTAS con los comunistas....yo diría que los carlistas se hubieran unido al Alzamiento CON O SIN Fal (como así fue).
Solamente se fue con el Partido Único una minoría de dirigentes traidores que ya apuntaban maneras desde bastante antes (Rodezno, Oriol, Bilbao, Iturmendi y alguno más).
Estábamos hablando de la comparación en influencia política entre el Partido de Vázquez de Mella y la Comunión. Puesto que la porción de pueblo legitimista que se fue con Vázquez de Mella fue ridícula, es obvio que en términos comparativos la oposición de la Comunión al régimen alfonsino era considerado por éste verdadera y auténticamente importante, en contraposición a la oposición que pudieran hacer las filas escindidas capitaneadas por Vázquez de Mella.A pesar de lo que opinaran estos dos caballeros, el peligro para el Régimen Alfonsino no se encontraba en el Pueblo Legitimista; sino en la masonería, el republicanismo, el anarquismo y el Comunismo Internacional, fuerzas de muchísima mayor entidad en aquellos años.
Nada que reprochar a la adhesión a posteriori de las juventudes democristianas al Alzamiento, faltaría más.La mayor parte de los 250.000 combatientes de la Falange durante la guerra provenían de la C.E.D.A y de jóvenes votantes y simpatizantes de la antigua "J.A.P" que en 1936 ya estaba muy "fascistizada"; hasta el punto de que Jose Antonio llegó a considerarles en uno de sus actos como "espectáculo fascista" con evidente disgusto.
https://es.wikipedia.org/wiki/Juvent...C3%B3n_Popular
Por supuesto, de haber dependido de sus dirigentes democristianos, esos jóvenes habrían tenido que quedarse en casa (conforme a la doctrina cedista del "acatamiento a los poderes constituidos", sean cuales sean éstos, y de la doctrina del "mal menor").
¿Le convierte en aliadófilo por prestar sus servicios a un país que no formaba parte de los Aliados, sino que era neutral?Le convierte en aliadófilo ser coronel del Ejército Belga durante la Gran Guerra a pesar de tener a su hermana como Emperatriz de Austria (algo que desde luego ni le iba ni le venía, y que su sobrina DOÑA ALICIA explicó y no me gustaría tener que recordar, dado que aquí hay muchos que le tienen en gran estima y no es cuestión de remover la ponzoña).
En fin.
Sobre eso, vea los pormenores en el enlace que le he puesto al Volumen 5 de los Apuntes de M. de Sta. Cruz.También, por supuesto, haber sido de la Resistencia y de los maquis durante la II Guerra Mundial.
Las intenciones de Don Javier, al estallar la II Guerra Mundial, eran las de instalarse en Portugal. Para eso tenía que pasar por suelo español, permiso que le fue denegado por el Gobierno. Teniéndose que quedar forzosamente en Francia, hizo lo mejor que pudo hacer: intentar ayudar en todo lo que fuera al Mariscal Petain. ¿Le convierte en aliadófilo ayudar al Mariscal Petain, persona totalmente odiada por todo aliadófilo francés?
Sí. Claro, claro. Lo que usted diga.Aquí en todo caso, el error (si lo hubiere) es de don Alfonso Carlos, que primero quiere la colaboración con los alfonsinos, y luego da marcha atrás; NO DE RODEZNO.
Cierto. No se le perdía nada allí. Por eso quería instalarse en Portugal.Hubo muchos crímenes en la guerra, no todos de los Alemanes........y a don Javier no se le había perdido nada allí.
¿La eficacia te la da el número de escaños en unas "Cortes" revolucionarias totalmente irrepresentativas?La influencia en la política parlamentaria te la da EL NÚMERO DE ESCAÑOS; y NUNCA tuvo más influencia la Comunión Tradicionalista como bajo la dirección del Señor Conde de Rodezno, que la sacó de la ineficacia y de la nada política; ejemplar como español y ministro (pese a su simpatía por don Juan). Porque NADIE ESTÁ A SALVO DE EQUIVOCARSE; sólo el Padre es inerrante.
Un buen Conde de Rodezno es lo que necesitaría el carlismo hoy en día, sin duda alguna.
En fin. Le recomiendo la lectura de este artículo de Vázquez de Mella (sí, sí, de Vázquez de Mella) donde dice algo completamente distinto.
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