Re: Juan Manuel de Prada: «Cataluña es una nación como una catedral»

Iniciado por
pozinho
Vaya, debería haber dicho que si hubiese rememorado el asunto tal como se trató en su programa "Lágrimas en la lluvia", en lugar de lo que dije. Agradeciendo previamente los enlaces, y después de escuchar al Prof. Ayuso que le lleva la contraria a García de Cortázar, jesuíta liberal y abiertamente anti-carlista, también hay un instante en el que corrige al propio señor De Prada. Ahora bien, en dicho programa se trató el tema de la nación como concepto, aunque se produce la lógica referencia a Cataluña. La cuestión es que De Prada ha predicado que es una nación, y lo ha hecho en sentido moderno, nos pongamos como nos queramos poner, y eso es así por la sencilla razón de que lo ha hecho en un medio nacionalista, en un momento absolutamente inoportuno, y ante un público lector que no diferencia sutilezas, ni está dispuesto a escucharlas. Una cosa es la discusión académica, tal como se hacía en aquél programa de televisión gracias a la presencia de expertos que debatían los temas programados, y a los que yo no tenía la suerte de poder asistir, y otra muy distinta hacer aseveraciones periodísticas -tampoco se trata de ensayos-, que van a traer consecuencias y no siempre las mejores. De todos modos, me sigue faltando el juicio ponderado del Sr. Dalmacio Negro Pavón, profesor titular, en su día y por muchos años, de "Historia de las Ideas y las Formas Políticas" en la Facultad de CC Políticas y Sociología de la Complutense.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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