Re: El trasfondo geopolítico de algunas críticas al Papa Francisco
Iniciado por
raolbo
Muy bien por el Papa Francisco, por esta vez. A pesar de sus muchos desbarres, cuando acierta nada se le puede reprochar.
Y es que la frase: "Las empresas no deben existir para ganar dinero" es algo plenamente coherente con la Doctrina Social de la Iglesia, según la cual la condena al capitalismo es clara y toda propiedad privada debe cumplir una función social. Y, en particular, la función de la empresa es la de prestar bienes y servicios a la comunidad y no el lucro personal. Y ya que estamos, podría el Pontífice recordar lo que siempre dijo la Iglesia sobre la usura, algo de lo que apenas hablan los Papas desde hace 60 años (los "ortodoxos" Juan Pablo II y Benedicto XVI, incluídos) debido, por supuesto, a ese mismo afán de contemporizar del que tanto se acusa a Francisco.
La incompatibilidad del capitalismo con cualquier economía católica -con sus diferentes matices y maneras concretas de proceder- es clara. Jamás fue admisible para la Iglesia aquello del "libre mercado", en el que no hay ningún freno moral para la circulación del dinero. De nuevo, hay que reiterar que Francisco no ha llegado todo lo lejos que debería ni ha sido suficientemente tajante, pero ya ha hecho mucho más al respecto que sus predecesores inmediatamente anteriores.
Y, por supuesto, los gritos histéricos en las pocilgas liberales son algo que siempre produce deleite. A ver si estos individuos van recordando que la Iglesia no tiene como objetivo servir sus intereses bastardos (más bien lo contrario).
Vamos a ver, esta frase de marras o es un sinsentido o una mera fórmula metafórica. "Las empresas no deben existir para ganar dinero" porque toda empresa tiene por objeto obtener unos beneficios, ¿sino para qué invierte nadie nada de nada? Pero de este Papa ya se sabe que puede salir cualquier cosa. Y es que las generalizaciones siempre son falacias, y en este caso se demuestra que no es lo mismo una multinacional, por ejemplo, "Coca-Cola" que una empresa familiar que pasa de generación en generación, que la empieza alguien con dos o tres empleados y llega a nuestros días habiendo crecido hasta dar trabajo a 30, 40 ó 50 empleados. Para que eso suceda tiene que haber beneficios, y para que los haya, tiene que haber especulación, competencia, etc. Por otro lado, ¿en qué parte de la Doctrina Social de la Iglesia se condena esa actividad empresarial? A partir del Capítulo 2. Capital y trabajo de la Encíclica "Quadragessimo Anno queda descrita toda la acción de la empresa, el empresario, y su relación con el trabajador, diferenciando entre lo que es justo y lo injusto, tanto del capital como del trabajo, en palabras de S.S. LEÓN XIII: "no puede existir capital sin trabajo, ni trabajo sin capital (Enc. Rerum Novarum)
Así que "es completamente falso atribuir sólo al capital o sólo al trabajo lo que ha resultado de la eficaz colaboración de ambos; y es totalmente injusto que el uno o el otro, desconociendo la eficacia de la otra parte, se alce con todo el fruto." Rerum Novarum 18, y nota.
¿De qué habla Francisco entonces? que tiene un pensamiento socialista es manifiesto, pero su papel no es político, sino pastoral y si prevalece el primero entonces que abdique.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Marcadores