El mapa original está basado en consideraciones de tipo foral y de costumbres, que son el elemento más tangible para definir los límites (que no fronteras) de las peculiaridades en los territorios y pueblos de España, no de forma absoluta y exclusiva pero sí dan un criterio objetivo.

De todos los elementos que se pueden tener en cuenta, el sentimental puro es el menos válido, entre otras cosa por ser incomprobable.