Así, el sistema capitalista ha hecho que cada hombre vea en los demás hombres un posible rival en las disputas furiosas por el trozo de pan que el capitalismo deja a los obreros, a los empresarios, a los agricultores, a los comerciantes, a todos los que, aunque no lo creáis a primera vista, estáis unidos en el mismo bando de esa terrible lucha económica; a todos los que estáis unidos en el mismo bando, aunque a veces andéis a tiros entre vosotros. El capitalismo hace que cada hombre sea un rival por el trozo de pan.

Extracto del DISCURSO DE CLAUSURA DEL SEGUNDO CONSEJO NACIONAL DE LA FALANGE
Donde el Marqués de Estella dice "trozo de pan" póngase "dinero/crédito" y estará perfectamente descrito el efecto principal del sistema capitalista.

Insisto en que el Sr. Primo de Rivera, con toda la buena voluntad que se quiera, no era un especialista en el tema económico, y esa es la razón de que dejara al margen de su análisis el tema fundamental y decisivo del crédito o dinero para el buen desenvolvimiento de la comunidad política.

Apostarlo todo a una organización forzosamente impuesta de patronos y obreros en los distintos ramos de la producción puede sonar bien como forma de intentar evitar los abusos del lock-out y de las huelgas. Pero mientras se deje fuera de la "ecuación" el tema del crédito/dinero para el correcto funcionamiento de la economía, aquéllas soluciones no pasarán de ser meros parches mejor o peor zurcidos.

No se trata tanto de socializar la producción como de socializar la distribución de esa producción. Como decía un pensador austríaco:

“El socialismo moderno está absolutamente justificado en exigir que los métodos actuales, bajo los cuales la producción es llevada a cabo para el beneficio individual, deberían ser reemplazados por otros, bajos los cuales la producción sea llevada a cabo para el bien del consumo comunitario. Pero es justo la misma persona que muy a conciencia reconoce la justicia de esta exigencia quien se encontrará a sí mismo incapaz de estar de acuerdo con la conclusión que el socialismo moderno deduce: que, por tanto, los medios de producción deben ser transferidos de la propiedad privada a la comunal. Por el contrario él se verá forzado a una conclusión muy diferente, a saber: que cualquier cosa que sea producida privadamente por medio de los talentos y las energías privadas debe encontrar su camino hacia la comunidad a través de los canales correctos.”


La destrucción del orden político-social tradicional español de libertades forales por parte del liberalismo revolucionario desde 1833 no se soluciona avanzando hacia delante en la Revolución mediante la implantación de un sistema socialista, sino restaurando y devolviendo a la comunidad política las libertades económico-sociales o forales que el liberalismo destruyó o debilitó (adaptándolas, por supuesto, a las circunstancias concretas actuales que reflejan los avances realizados en las nuevas tecnologías y energías naturales adapatadas a los procesos de producción durante el último siglo y medio).