Por eso mismo Cirujeda, este sistema es moralmente inaceptable.

El tema es que eso de los liberales podía ser así en el siglo XIX. Pero con el tiempo, se va viendo que socialismo y liberalismo no son excluyentes, sino que son capaces de complementarse entre sí, y éste es el gran " desafío " que nos ha tocado vivir.

El liberal es individualista y relativista. Para el liberal, todo eso que dices es posible mientras a él le vaya bien....Mientras sea un " estado empresario " o una " empresa que domine al estado "; en verdad, no es tan diferente del " estado-partido ". Por supuesto, el liberal está en contra del principio de subsidiariedad y está en contra de una sociedad cristiana donde los vecinos sean responsables ante el bien común y luchen por sus intereses con su suficiencia. Estos intereses, en un sistema liberal, están delegados siempre " a otros ", y de ahí a la narcotización brutal de esta sociedad, que siempre busca " arriba " ( Y no me refiero a Dios Nuestro Señor ) mientras no es capaz de moverse. Así, nunca habrá correcta distribución de la riqueza, nunca habrá " sana competencia "; nunca acabaremos con publicidades fraudulentas y con macro-oligarquías; esto último precisamente es lo que posibilita un sistema basado en los instintos calvinistas que creen que el único afán del hombre es " estar tranquilo " viendo la tele y enriqueciéndose como sea.

No es sólo un problema filosófico, sino también moral y religioso. Y a lo que voy es que el distributismo ofrece verdaderas respuestas ante esta brutal crisis que padecemos, que no sólo es económica. El distributismo no es un experimento, y lo recalco. El experimento es lo que vivimos hoy, en esta inhumana globalización capitalista, resultado de muchas revoluciones violentas; y te lo digo aludiendo a lo que decías. El distributismo precisamente es lo contrario de eso, y no busca paraísos en la tierra ni fantasías ociosas. Y para mí, sí que conoce la naturaleza humana. Y cómo recuperarla para una sociedad católica.