Re: España e Inglaterra
Iniciado por
Valderrábano
Esto huele un poco a complejo de inferioridad:
Y respecto a esa idea un tanto maniática de que España no es nación y es un desastre, eso se cura viajando un poco por ahí fuera. Vayan Vds a Italia y ya me contarán.
Ni complejo de inferioridad, al menos en mi caso que suelo pecar más bien de lo contrario, ni dejando de viajar aunque últimamente por obligaciones familiares ineludibles me muevo algo menos. En Italia he estado en bastantes ocasiones y me precio de haberla visitado con escaso "aire turístico", pero tal como decía mi padre, que en gloria esté, "consuelo de muchos, consuelo de tontos", y es que la nación que a mi me interesa e importa es España, o sea, los problemas ajenos me pueden hacer pensar pero los que me afectan directamente son los de España porque es la NACIÓN de la que soy natural y vivo. Pero lo que es una evidencia constatable a diario, es que España ha dejado de ser una Patria, concepto extraño a la mayor parte de su inculta población. Ha dejado de ser una Nación porque esa misma inculta población ha apostado por otro tipo de entes absolutamente extraños a nuestro ser: las autonomías. Entes reduccionistas que han sido transformados en "nacioncitas de la señorita Pepis", y en este subcontinente, antes llamado España, no se vibra más que con la selección de fútbol. Y lo llamo "subcontinente" porque ya no es ni "país".
Última edición por Valmadian; 03/01/2014 a las 17:02
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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