Re: Textos antiguos de la diócesis de Puerto Rico
y á fin de que sus habitantes no careciesen del
pasto espiritual, solicitaron los Reyes Católicos
de la santidad de Julio II erigiese en obispado la
isla, nombrando de primer prelado á don Alonso
Manso, canónigo de SalamancaymuyestimadodeSS.
MM. por su virtud y literatura. Las bulas de ereccion
fuéron expedidas en 8 de marzo, señalando para el
asiento de la silla episcopal el pueblo mas principal
que hubiese en la isla. Conforme con la concesion
hecha por el Santo Padre, hicieron SS. MM. donacion
de todos los diezmos al obispo y clero de la isla, y
arreglado todo lo concerniente á este asunto, dispuso
su viaje el Sr. Manso para regir su diócesis. Llegó á
comprender esta deN. á S. desde la ciudad de Puerto
-Rico hasta el rio de las Amazonas, término meridional
del obispado; desde el Océano Atlántico que lo ciñe por
el Oriente hasta el rio Orinoco,rio Negro y Caciquiare
en que termina por el Occidente, confinando por
esta parte y por la del Sur con los vastos desiertos
que corren hasta Santafé de Bogotá y nuevos
establecimientos de los portugueses sobre el rio Negro
y Amazonas. Por el Oriente estaban los franceses de la
Cayena, junto á la boca de las Amazonas, y siguiendo la
costa hasta cincuenta y cinco leguas de las bocas de
Orinoco, establecidos los holandeses en sus colonias de
Esquivo, Bervis y Suriñan. En esta vasta extension llegó
á comprenderse además de la isla de Puerto-Rico, las de
la Trinidad, Margarita y otras muchas despobladas; las
provincias de Cumaná, nueva Barcelona, vieja y nueva
Guayana, hasta las Amazonas, y los cuerpos de Mision
establecidos en el alto Orinoco hasta San José de
las Maravitas que confina con los portugueses. Cada
una de estas provincias, tanto por su extension como
por su distancia de Puerto-Rico necesitaba de un
obispo que la visitase y cuidase de las obligaciones de
su oficio. Las distancias y dificultades de visitarlas, y
aun de tener noticia de sus súbditos, eran poderosos
obstáculos que inposibilitaban velar sobre sus conductas,
ni atender al bien espiritual de las ovejas, que desde el
descubrimiento de la tierra se fuéron agregando como
anexas al obispado de Puerto-Rico, y prosiguieron así
mucho tiempo despues, no obstante las repetidas
representaciones de varios prelados, que hacian ver la
imposibilidad de cuidar de unos pueblos situados á tan
enormes distancias, y los irreparables daños que de esto
se seguian al Rey y á sus vasallos, por la mala vecindad
de tantos extrangeros que los rodeaban , y por la falta de
administracion del pasto espiritual de que era imposible
cuidar en provincias tan distantes, solicitando por estas
razones se trasladase la silla de Puerto-Rico á Tierra-Firme,
en la parte que se estimase por mas conveniente á que se
dividiera el obispado; medida que no se adoptó hasta fines
del siglo XVII.
Última edición por Michael; 30/05/2014 a las 19:57
La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.
Antonio Aparisi
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