Inglaterra jamás ha tenido algo de Potencia de primer orden. Pertenecer al "primer mundo" no implica dicha calificación. Su Pretendido "imperio" fue una caricatura del concepto de imperio, sencillamente se trató de una obra de explotación; el imperio entraña que la propia forma social, la propia cultura, informe a quienes abarca dicho imperio; pero la "cultura" anglosajona ignora ex toto dicho concepto, precisamente por la primacía del elemento bárbaro por sobre la civilización. Dicha preeminencia siempre ha hecho renquear a aquella nación, cuya reputación estriba en lo que fue hasta el cisma-o sea mientras fue católica-, todo el resto no ha sido sino un cúmulo de éxitos frutos de una de las aplicaciones más ajustadas de Maquiavelo. Una nación de tan baja categoría moral, como Estado, jamás puede contarse entre las potencias de primer orden, por lo menos entre gente civilizada.

EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM