Revista FUERZA NUEVA, nº 477, 28-Feb-1976
PERFECCIONAMIENTO INSTITUCIONAL
por Jaime Montero
I. LAS REFORMAS DEL GOBIERNO
En estas horas críticas, España se encuentra de nuevo ante la ineludible decisión de ser, o no ser, una civilización forjadora de civilización cristiana. Mejor dicho: de continuar siéndolo, a causa de inhibirse y dejarse dominar, vergonzosamente, por las fuerzas del capitalismo supranacional y socialista, para luego sucumbir al torrente comunista que anegará a la Europa desmoralizada…
No es tiempo de retóricas. No gustamos de ellas los españoles auténticos, ni valdrán de nada sus danzas con música decimonónica, a los políticos que aquí las ensayan con sus parejas europeas. Se trata de algo tan serio como la Historia del pueblo español, realidad viva con la que se está jugando torpemente y que se trata de hacer que desaparezca bajo la losa imponente de campañas mundiales de mentiras, infamias y chantajes, vilmente consentidas por medios de difusión que las hacen posibles. Todo esto hay que aclararlo sin descanso y en alta voz.
La reforma constitucional
Tal como se anuncia por ministros del Gobierno y hasta por políticos yanquis o mercaderes del club europeo chantajista, eso que llaman reforma constitucional, con muestras tan repulsivas como las que ofrece cada semana el órgano oficial de la ruptura «Hoja del Lunes» de Madrid… puede afirmarse, con pena y vergüenza, que es el propio Gobierno el que hace lo imposible para que las “naciones corrompidas”, a las que aludió Franco el 1 de octubre de 1975 consigan su viejo empeño de someter y humillar a la única nación fiel al destino providencial de los pueblos europeos que recibimos el mandato de la Buena Nueva de Cristo, poniendo bajo su férula al pueblo colonizador por excelencia que es España.
La demolición del Régimen
Dicho sin eufemismos, el objeto de las reformas en proyecto no es otro que desmontar rápidamente el Régimen político español. No es porque lo haya dicho un tal senador yanqui, sino porque según el esquema anunciado a las Cortes el 28 de enero , aclarado en el extranjero y en un club capitalista por Fraga y Areilza, los pilares del nuevo sistema quieren que sean: 1º Restauración de la vieja Monarquía constitucional, neutralista y decimonónica, de los dos últimos Alfonsos… 2º Regulación familiar y patrimonialista de la tutela y la regencia, con lo que se margina al pueblo y a las Cortes y se otorga a la CIA y demás, tan conocidas como eficaces, el privilegio de disponer cuándo y quién vendrá a suceder al rey que reine…cosa fácil para los muñidores de la evolución democrática del mundo… a base de producir ellos cambios importantes. Recuérdese el Vietnam y, aquí, el caso de Carrero Blanco. 3º restablecimiento del vetustísimo e inutilísimo Senado, suprimiendo las Cortes y el Consejo Nacional del Movimiento. 4º Creación de una “Cámara Baja”, con partidos políticos y sufragio universal, aptísima por tanto para legalizar el aborto y el tan ansiado desposorio “legítimo” entre homosexuales… con lo que los demócratas vendrían a ser como dioses, por encima del bien y del mal, como en Inglaterra y Alemania, máxima aspiración de todo español europeísta.
La gigantesca obra masónica
Algunos ingenuos dirán que cómo puede intentarse ni aun pensarse la destrucción de la que el presidente Arias llama “gigantesca obra de Franco”. ¿Después del llanto que le costó, como vimos por TV, el 20 de noviembre, al leer su último mensaje?... Lo que sí sabemos muchos es que para sustituir la gigantesca obra de Franco (en rigor es la de todo el pueblo español) se empezó hace muchos años, y está en pleno desarrollo una “gigantesca obra masónica”, cuya esencia consiste en sustituir la realidad viva y palpitante de la historia y presente de nuestro pueblo, por una serie escalonada de mentiras, versiones falsas y patrañas; lo cual unido a otra calculada serie de campañas mundiales a las que sirve siempre de pretexto esa supuesta realidad, fabricada de embustes, pero que se circula, y se paga para que circule hasta en España, como si fuera la realidad española -¡a sabiendas de que todo es mentira!- sirve al objeto de hacer claudicar al Gobierno español, con la creación y amenazas de problemas separatistas, subversión y asesinatos en cadena con “extraterritorialidad” para los asesinos, y todos los demás chantajes criminales a costa de España desde los tiempos de la pérfida Albión hasta sus actuales herederos, pasando por Richelieu y Napoleón, hasta la pretensión de condiciones humillantes, absolutamente inaceptables, para ser reconocida España como nación soberana por sus antiguas posesiones de Flandes y países europeos que fueron en parte dominados por España en otro tiempo…
Ahora se expondrá rápidamente la serie de patrañas circulantes con el fin de fabricar la “realidad española” enteramente falsa, que sirve de pretexto para todas las campañas mundiales contra España, y, como estamos viendo ahora, hasta para exigírsenos nada menos que la “reforma constitucional”.
Patrañas de la Leyenda Negra
Primera patraña: La guerra española de Liberación y la Victoria de 1939 no fueron ni tal guerra liberadora ni tal victoria sobre el comunismo aliado y protector de las naciones democráticas para mantener la paz y felicidad democráticas de los pueblos, sobre todo los protegidos por el telón de acero y el muro berlinés. Nada de eso. Fue una guerra cruel y fratricida, que se hubiera evitado perfectamente de haber tenido entonces como ministros de reconciliación a los actuales monseñores de la Iglesia democrática y pacifista.
2ª patraña: No hubo revolución política en España para derrocar por la violencia –como todas las revoluciones- los sistemas odiosos y tiránicos de la República y el socialismo, sostenidos por Rusia. No hubo, por tanto, nada parecido a un Régimen político nuevo y progresivo, pacificador de España e instaurador de un orden de Derecho y convivencia comunitaria mejor que otro ninguno conocido en nuestra Patria. Hubo, dice esta nueva «Leyenda Negra», una rebelión militar contra una democracia ejemplar, cuando ya estaba a punto de conquistar para España la “paz soviética”. Pero a los españoles nos faltó paciencia y, sobre todo, espíritu europeo. No acertamos a comprender la necesidad de eliminar a los enemigos de la auténtica paz democrática, que eran aquí Calvo Sotelo, José Antonio, Ramiro Ledesma, Onésimo Redondo y, entre otros miles, los sepultados por Santiago Carrillo en Paracuellos. Ni supimos abrazar a los apóstoles de la paz, reconciliándonos con ellos como hermanos. Pero aún estamos a tiempo: ahí están pidiendo el pasaporte para estrecharnos en sus brazos el propio Carrillo y la misericordiosa Pasionaria. Algunos monseñores preparan sus estolas para bendecir la escena.
3ª patraña: El Movimiento Nacional no existe ni ha existido nunca. La verdadera fuerza política, la única digna de gobernar en paz a los españoles (paz perdida en 1936, imposible de recuperar hasta que acabe la “operación derribo” del Régimen español) es ahora, como siempre lo fue, el “centro”. De esta afirmación tan graciosa, puedo dar una prueba de antología que extraje del «ABC» hace poco.
4ª patraña: Todo ha terminado. No hubo más que “el franquismo”. El franquismo sin Franco es un absurdo y un imposible. “Requiescat in pace. Amen”. Ésta, tan ingeniosa, no se sabe bien si la inventó Carrillo, como casi todas, o si es original de Ricardo de la Cierva, que la difunde mucho, y hasta me parece que ha escrito un libro que inunda las librerías enemigas del Régimen. Dios les perdone…
Nuestro deber de españoles: el perfeccionamiento institucional
Pero vayamos a nuestros deberes de españoles. Está claro que nuestro Gobierno necesita una actuación verdaderamente popular que le apoye en su tarea de salvar a España del acoso mundial, ya tan agobiante…
Sin ironías. Con sincera compasión hacia la soledad o las malas compañías en que vemos al Gobierno, tenemos el deber de presentarle… no la “alternativa inmovilista”, que es lógico le aterre por el vacío político en que habría de encontrarse sino el perfeccionamiento institucional, en la trayectoria de continuidad perfectiva, deseada por el Rey, aludida por el presidente Arias y recogida de él, como idea y programa por Blas Piñar en Cartagena, el día 1 de febrero…
La fuerza del pueblo, apoyo del Régimen español
… Nosotros, y seguro que todos los españoles del Movimiento, que somos millones, y no nos preocupamos de estar a la derecha o a la izquierda o en el centro, iremos en la seguridad de que otra vez la fuerza del pueblo es la verdadera democracia española… seré el secreto de los éxitos del Gobierno… los que podrá consolidar el rey Juan Carlos, gracias al Movimiento, cuyos Principios ha jurado solemnemente guardar y hacer guardar, junto a las demás leyes Fundamentales.
Estas se podrán perfeccionar, con el apoyo popular, sin tener que contrariarlas. No se puede abochornar al pueblo español haciéndole humillar ante naciones que se portan como enemigas desde hace tantos años, unas banderas que otra vez tiene que llevar victoriosas en la paz como en la guerra. Tenemos que seguir luchando por los bienes y valores permanentes de la civilización cristiana. Es por ello la hora de las buenas juventudes con capacidad creadora, aludidas por el Rey en su mensaje... Así, volverán a sus nostalgias e impotencias las estantiguas políticas que, en el clima artificial y derrotista de ahora, vienen ofreciendo a España, como pócimas salvadoras elixires políticos ya apolillados en las más viejas boticas de la “belle époque”...
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