Revista FUERZA NUEVA, nº 479, 13-Mar-1976
Se están cargando a España
Se están cargando a España quienes juegan a la politiquería (desde la Iglesia al fútbol, según frase ajena); se están cargando a España el comunismo y el socialismo; se están cargando a España, como siempre, la masonería, como dijo Franco, que no era precisamente un aprendiz, y como ha repetido el ministro del Ejército, teniente general Álvarez Arenas, añadiendo que no se trata de un tópico. Se está cargando a España el separatismo, desde los asesinatos y secuestros en Vascongadas hasta la manifestación dominguera habitual en Barcelona, que sigue tan campante, después de la habitual audición de sardanas.
Se están cargando a España, en la prensa, cuidadosamente confeccionada de modo y manera de olvidar de manera absoluta que el actual Jefe del Estado, don Juan Carlos I, es el sucesor de Franco, fue “ideado” por Franco, fue propuesto por Franco y juró ante Franco las Leyes Fundamentales y los Principios Fundamentales del Movimiento Nacional legitimadas e instituidos bajo la égida de Franco, feliz égida que ya añoramos a los tres meses los del pueblo llano… Sutilmente, con la sutil mala baba que destila la inmensa mayoría de la prensa, principal culpable de que se estén cargando a España, los periódicos han metido en la cabeza de quien los lee, si no piensa por cuenta propia (y se lo han creído ellos mismos a fuerza de decirlo), que ha cambiado algo el 20 de noviembre de 1975…
Se están cargando a España, lo que todavía se llama, por rutina, universidades, edificios repletos de insultos a todo lo que huele a España, vítores a los presidiarios y asesinos, con unas “autoridades” que lo aguantan todo, lo toleran todo, incluso cobrar cada mes sus honorarios de rector, de vicerrector, de decano, mientras se ensucia todo, material y moralmente, mientras se realizan actos “culturales” donde un guitarrista en mangas de camisa provoca despliegues de banderas rojas, octavillas a millones hasta alfombrar el recinto universitario; mientras se realizan actos políticos de más de tres horas de duración sin que nadie intervenga, donde Pablo Castellano, secretario general de la ilegal UGT, del PSOE, predica que la familia y el matrimonio constituyen dos instituciones nefastas que es preciso liquidar. Mientras toleran, impávidos que un tal Simón Sánchez Montero, que dijo ser del Partido Comunista pronuncie también su perorata a los “estudiantes”, amén del parlamento de Joaquín Ruiz Giménez, de quien ya estamos hartos de oír hablar siquiera, amparado, a pesar de que ahora es Izquierda Democrática, en el Secretariado de Justicia y Paz, organismo del obispado, gozando de una inmunidad y un “hago- lo- que- me- da- la- gana”, por aquello del Concordato, que inexplicablemente el Gobierno de España sigue respetando.
Sin embargo, a la que saltan unos estudiantes nacionales, españoles, con sangre española, se reúne URGENTEMENTE no sé qué claustro para expulsarles porque perturban… la paz universitaria. ¡Qué vergüenza! ¡Cuánta cobardía!
Se están cargando a España los matones, llamados por la prensa “piquetes”, que recorren las obras, derriban tabiques, paredes, árboles y farolas en Vitoria, derriban andamios con obreros que no quieren dejar el trabajo, que producen heridos leves y graves, que meten a un obrero en una hormigonera… sin que pase nada.
Se están cargando a España todos estos y otros más, y se están cargando a España los que lo toleran. Que Dios y la Patria se lo demanden.
SOLER
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