Cita Iniciado por Rodrigo Ver mensaje
Lo de los nazis de CEDADE tiene gracia. En el III Reich no había espacio par la más mínima variedad regional, menos aún lingüística. En Alemania, por cierto, históricamente se han hablado muchísimas más lenguas que en España, solo que allí las llaman dialectos y están casi extintos (sobre todo en el norte). Soy conocedor del tema y puedo decir que distan más unos de otros de lo que distan las lenguas romances españolas entre sí. Pero también se hablaban lenguas eslavas, que nada tienen que ver con el alemán, y fueron totalmente reprimidas por los nazis. No solo el polaco y el checo, que podría justificarse (desde el punto de vista alemán) en tiempos de guerra, sino también el masuriano o el sorbo, lengua esta última oriunda del este de Alemania, proscrita por los nazis, que extremaron la política germanizadora de Bismarck: https://en.wikipedia.org/wiki/Sorbs#Persecution
Esto directamente es mentira. En el mismo artículo que enlazas se dice lo siguiente:

As such, while the Sorbs were largely safe from the Reich's policies of ethnic cleansing, the cultivation of "Wendish" customs and traditions was to be encouraged [...] Young Sorbs enlisted in the Wehrmacht and were sent to the front.


Veamos cuál era la política oficial del Reich con respecto al tema regional:

Hitler no sólo no prohibió, sino que fomentó, las diferencias regionales. Ello quizás

podría ser debido a que el propio Hitler era austriaco, y que su lucha empezó en Baviera y

muchos de sus mandos eran bávaros. Existen fotografías en lederhose (pantalón corto bávaro)

de Hitler, de Göring (primer sucesor de Hitler nombrado por él), de Hess (segundo sucesor

nombrado también por Hitler), de Himmler (Jefe de la SS y después Ministro del Interior), de

Kurt Gruber (primer Jefe de la Juventud Hitleriana) y de Baldur von Schirach (sucesor de Kurt

Gruber) entre otros.

Hitler tenía un pronunciado acento austriaco como puede comprobarse en las grabaciones y no

tenía inconveniente en utilizar expresiones en dialecto en sus discursos: "... si hoy me

presento ante la nación y veo la guardia de todos aquellos hombres que hoy me rodean, bien

puede calificarse ella de un conjunto de verdaderos hombres -en Baviera diríamos de "buenos

mozos"- de hombres hechos y derechos" (1); "Para un fenómeno como lo construye Duff Cooper no

existe en nuestra lengua académica la palabra exacta. Para ello hay que acudir al dialecto y

sólo en bávaro existe una palabra capaz de caracterizar a semejante hombre: "Krampfhenne"

(lirolero") (2)

Igualmente Hess, el Jefe del Partido después de Hitler, es decir el testimonio más relevante

dentro del partido escribía: "Creo que debieran enseñarse los dialectos en las escuelas" (3);

"Soy partidario de que se enseñen nuestros dialectos en las escuelas. Existe el peligro de

que se extingan muchos dialectos populares" (4).

Estas afirmaciones, hechas después de la guerra, muestran la preocupación de Hess para evitar

que desaparezcan unos dialectos que en la época nacionalsocialista eran conservados con celo

e interés.

La organización nacionalsocialista daba una importancia capital, incluso exagerada, a la

autonomía regional. No en el orden político, sino en la vida económica, cultural y artística.

Cada región tenía su Gauleiter, y aunque dicho cargo se ha equiparado al antiguo gobernador

civil español, difiere mucho del mismo. En primer lugar el Gauleiter debía ser de la región.

Sólo se admitían algunas excepciones para aquellos que sin ser de la región, habían

desarrollado toda su vida política en la misma. El Gau (región) era definido como: "la

división política y cultural, realizada sobre los antiguos Lands de Alemania, facilitando de

esta manera la conservación de los lenguajes y tradiciones culturales de cada uno de ellos,

fomentando su supervivencia". La misión del Gauleiter era la "Administración general;

bosques, parques y jardines, organización agrícola y ganadera, minería, pesca y riqueza

forestal, obras públicas, saneamiento, festivales de ópera, exposiciones provinciales de

arte" (5). Además cada Gau tenía sus condecoraciones del mérito regional del Partido y en el

reverso de casi todas ellas (Osthanover, Danzig, Ostpreussen, Essen, Sudetenland, Wartheriand

... ) (6), figuraban los símbolos regionales.

El poder del Gauleiter era tal que el que fue Ministro Speer se queja diciendo: "dado el

inmenso poder de que disfrutaban los Reichsleiter y Gauleiter, no podía ejercer control

alguno y sí, únicamente poner el veto alguna que otra vez; un veto que, por lo demás, no era

tampoco tenido en cuenta" (7). Reiterando la misma opinión en otros lugares: "...tras su

derrota el jefe de la SS renunció definitivamente a poner en juego la autoridad del Reich

contra los Gauleiters"... y quejándose de la poca fuerza del poder central dice Speer:

"...así, pues, el esperado fortalecimiento de la autoridad del Reich fue un absoluto fracaso"

(8). La autonomía de los Gaus era tremenda y sus jefes dependían directamente de Hitler.

Por supuesto no hubo jamás en la Alemania NS algo parecido a prohibir el uso de los símbolos

de los Lands, sus banderas, sus literatos... y además los dirigentes de cada Land eran de ese

land, eran parte de su gente.

NOTAS

(1) Hitler, discurso del 24 de febrero de 1941 en Munich.

(2) Hitler, discurso del 4 de septiembre de 1940 en Berlín.

(3) Carta de Rudolf Hess a su esposa el 3 de septiembre de 1961, en la cual se interesa

porque su hijo sepa algún dialecto.

(4) Carta de Rudolf Hess a su esposa el 22 de agosto de 1964. Ilse Hess, "Ein Schicksal ín

Briefen", 1971 pag. 510.

(5) "Ordensburg der NSDAP 1934, editado por la Editora central del Partido, Franz Eher Vedag.

(6) Traditions Gau Abzeichen, Condecoraciones oficiales del NSDAP.

(7) Albert Speer, Memorias.

(8) Albert Speer, Memorias.

Saludos en Xto.