El segundo mito consiste en sostener la existencia en este período inicial de la historia argentina de dos bandos homogéneos e irreconciliables: criollos -presentados como sinónimo de patriotas, a favor de la independencia rioplatense respecto del poder colonial español-
versus españoles -identificados con el bando realista, partidario de mantener la soberanía de las autoridades españolas a pesar de las invasiones napoleónicas, y por ende contrario a la idea de independencia del Río de la Plata-. Este esquema de
patriotas o criollos versus
realistas o españoles es una grave simplificación, porque dentro de la demasiado amplia categoría de los "patriotas" figuraban tanto criollos (o españoles americanos) -Cornelio Saavedra, Mariano Moreno, Manuel Belgrano, entre muchos otros-, como españoles peninsulares -Juan Larrea y Domingo Matheu, comerciantes, partidarios de la destitución del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros e integrantes de la Primera Junta de Buenos Aires de 1810-. (1) Asimismo existieron casos de criollos que pelearon en el bando español como los de los generales José de Goyeneche y Pío Tristán, ambos nacidos en Arequipa. En los manuales escolares de historia argentina, "patriotas" y "realistas" son presentados como "blanco"
versus "negro", cuando seguramente en la realidad debió haber habido abundancia de casos mixtos, de españoles que abrazaron la causa patriota y viceversa. De hecho, como lo demuestra T. Halperín Donghi, en todas las regiones de la América española donde durante los primeros años la revolución fue derrotada, fue el populacho nativo el que, movilizado para la causa
realista, se encargó de perseguir a los patriotas con saña y crueldad supina.
Marcadores