Hablando de flamenco y "pre-flamenco", en el flamenco existe un palo llamado el polo. Bien, realmente poco o nada tiene que ver con el polo que cita Alejo Carpentier en El siglo de las luces. Beben de un mismo fondo, eso sí. El famoso "Polo del Contrabandista" de la obra El poeta calculista es de Manuel García y a principios del XIX, y más o menos sonaba así:
YouTube - Yo que soy contrabandista
Por lo visto los románticos lo convirtieron en una especie de "himno rebelde" y dicen que Víctor Hugo se emocionaba. Y eso que la letra en verdad es simplona....
Algo parecido sucede con "la caña" que Pérez Galdós sitúa en los andaluces que se reunían en Madrid a principios del XIX. Este es el "fondo musicológico" que luego se va a estirar hacia distintas vertientes. Por eso, la misma copla, ni es republicana ni franquista ni historias chinas, y así con tantas otras cosas; es anterior y empiezan más o menos en estos momentos. Que pueda gustar más o menos se entiende, que no se debe entender como símbolo absoluto de lo español porque sí, pues por supuesto, pero criticar siempre con las mismas muletillas pues sólo denota ignorancia y complejo.
Marcadores