Re: Dos profesores universitarios españoles defienden el geocentrismo
En esto del geocentrismo hay un componente de verdad por un lado, y otro de sinsentido cuando se plantea en los términos que aquí sabemos se están utilizando. Y voy a explicar a qué me refiero.
De una parte la Tierra es el Centro del Universo del Hombre, y esto es un dato objetivo, que no está expresado mediante la subjetividad de la metáfora. Por supuesto que el hombre no es la medida de todas las cosas, expresión atea donde las haya, pero el hombre si es la medida proporcional de todo lo que le rodea. Para todo ser humano, y para toda la humanidad, la Tierra es el planeta, --término al que se dio una interpretación errónea en la Antigüedad, al considerar a cada uno "errante" en lugar de sometido a la gravitación de la que entonces no se tenía ni repajolera idea--, en el que la vida ha sido posible, y en el que el hombre como criatura de Dios ha sido depositada. Por tanto, es indiferente si en el Cosmos hay o no hay otros globos capaces de contener vida.
Lo cierto es que si los hubiera en las condiciones precisas para que el ser humano los pudiese colonizar, lo primero que habría que hacer es salvar unas distancias cósmicas inimaginables e inaprensibles por los sentidos, salvo en expresiones matemáticas en una pizarra. Yo puedo interpretar así que cósmicamente -que no cosmológicamente--, la Tierra es el centro de nuestra existencia. De hecho, no metafóricamente, así ha venido siéndolo desde que Adán (fuese quien fuese como individuo aparecido "de súbito" en algún lugar de la superficie del mundo y en una Era difícilmente determinable) diera sus primeros pasos hasta la fecha de hoy. Y cuando he afirmado que el hombre si es la medida proporcional de su mundo es porque todas las dimensiones que nos rodean, todas las medidas que tomamos, están calculadas a escala planetaria, no a escala cosmológica, ni cósmica.
Entonces, y dado que nuestra perspectiva durante decenios de miles de años, o de siglos, ha sido y es todavía propia de la de un ser de superficie, es hasta cierto punto lógico que no sólo nos hayamos creído el ombligo del Universo -que nada malo hay en ello en sí pues hablamos de nuestra dimensión humana y bien pequeña por cierto, como no lo hay entre las tribus de Papúa-Guinea cuando afirman que ellos son "los hombres" y los demás son diablos--, pero el devenir de la tecnología que el hombre ha ido diseñando para facilitar su existencia y mejorar sus seguridad y comodidad, ha conllevado el descubrimiento de muchas cosas, muchas insospechadas. Y ello, per se, no ha de ser intrínsecamente malo, ni nocivo. Las cosas son buenas o malas según el uso que les demos. Los bombones son riquísimos, de vez en cuando unos pocos saben a gloria, pero si nos atiborramos de ellos aparecerán los triglicéridos, la diabetes, el colesterol, un montón de kilos extras, afecciones en los huesos, y cualquiera sabe cuántas maldades más. Y eso, es perfectamente aplicable a todo en general.
Cuando los constructores de catedrales góticas las levantaron, hicieron verdaderos avances en las técnicas arquitectónicas que, prácticamente, apenas habían tenido aportaciones desde Vitrubio. Y, sin embargo, ningún arquitecto de la Antigüedad hubiese admitido como válidas las técnicas de las techumbres con nerviaciones, por ejemplo. Pues del mismo modo ha sucedido con las técnicas de observación, estudio y análisis que mediante tecnologías inimaginables en tiempos de Ptolomeo o de Tycho Brahe, han servido para desmontar sus modelos. Es cierto, que vistos desde tierra hay muchos fenómenos que parecen una cosa cuando son otra distinta aunque no necesariamente lejanos en la idea básica. Pero también, hay pruebas físicas sencillas realizables desde ese mismo suelo que permiten cuando menos poner en tela de juicio aquellos modelos establecidos mediante fórmulas inspiradas en la "simple vista".
Y, ya una vez habiéndome explicado, ahora voy plantear otra cuestión relacionada con lo anterior. Cuando se escucha a alguien con una buena formación académica, y así lo parece en su caso Sr. Martín Ant, --por lo que he leído en sus intervenciones en otros hilos, he interpretado que debe de ser economista--, se supone que usa el sentido común. Ese mismo que Ortega decía "que es el menos común de los sentidos" y que supone que una persona bien formada va a usar en la mayor parte de los actos de su vida (siempre hay aspectos impredecibles). ¿Y porqué digo esto? Pues resulta bastante obvio, al menos para mi, que en todas las facultades universitarias de CC Físicas que hay en el mundo, y si usted quiere también las de Matemáticas, en aquella o aquellas asignaturas de Astronomía, Astrofísica, Cosmología..., no sólo se estudian los más recientes modelos, hipótesis o teorías, sino también todos los habidos desde esa Antigüedad. Y dichos estudios, incluirán aquellos que se suelen denominar como "estudio comparado...", entre los actuales modelos y los históricos. Y dichos estudios no se harán a un nivel de discusión semi-filosófica como aquí hacemos, sino con regla, cartabón, calculadora científica y ordenador. ¿Y ya me dirá usted por qué "equis" miles y miles de investigadores, profesores y estudiantes de tales materias, son incapaces de ver "la verdad" del modelo tolemaico o de Brahe? ¿Cree usted seriamente que todos son unos conspiradores contra la Iglesia Católica?
Mire, es tan burdo, es tan ilógico, que sin entrar en detalles resulta inaceptable. En creencias y posturas personales habrá de todo, pero lo que resulta totalmente infumable es que haya ¿un qué...?, ¿un 90 % de idiotas manipulados? ¿Y eso quién con dos de frente se lo puede creer? ¿usted cree que un tío que termina su doctorado en Astrofísica es un idiota? ¡Por favor! un poco de "sentido común". Pero, además, es que la tecnología que se utiliza hoy dedicada a la investigación del Cosmos es absolutamente inimaginable ni para usted, ni para mi, ni para estos dos elementos que han sacado su librito. Ya me imagino a la Comunidad de Astrofísicos y Cosmólogos del mundo diciendo ¡¡¡mamá!!!. Y también estoy viendo al Departamento de Estado correspondiente en USA dando cuenta ante el Congreso y el Senado, de todas las cuentas gastadas en la NASA y el programa espacial desde que los soviéticos enviaron la "Sputnik" y a la perrita Laika a orbitar la Tierra, por que ¿a ver qué se ha hecho con toda esa pasta? para que luego sea que la Tierra está inmóvil, el Sol se mueve alrededor de ella atravesando las órbitas de Mercurio y Venus, y nos da lo mismo enviar el Meteosat que la Enterprise de Spock, porque dos extraordinarios genios españoles publican un libro en el que "desmontan" todas las teorías habidas y por haber desde Tycho Brahe hasta la fecha.
Disculpe que me lo tome con cierta sorna, pero es que no me lo puedo tomar de otro modo. Y, para finalizar, ¿qué hace falta, qué es necesario, para entender que la Biblia no habla nada de todo esto? De vez en cuando he podido leer interpretaciones libres (¡qué peligro de protestantismo tiene esa práctica!), por parte de individuos que se dicen católicos, que no saben cómo hacer para que "cuadren" sus pareceres personales a fin de pretender demostrar la "realidad" del modelo tolemaico y derivados y, con ello, supuestamente acallar a quienes sostienen lo que los hechos han venido demostrando ya abiertamente desde el XIX, independientemente de cuestiones religiosas. Y fíjese que no es cuestión tampoco de afirmar la carga de la prueba, a la que tanto se recurre indebidamente en la mayor parte de las ocasiones, pero ya se sabe que suelen hacerlo aquellos que no saben ni por donde se andan, y esto no lo digo por usted. Pero lo que si es una realidad es que lo que se ha de demostrar en este caso es lo que no existe: el geocentrismo. Y, del mismo modo que geocentristas, como usted mismo, afirman que lo que se dice desde posiciones "heliocentristas" y yo no entiendo por tales al caso de esta discusión, los modelos de Copérnico y Galileo, es falso y deben demostrar que la Tierra si rota sobre si misma, y yo basándome en la Astronomía de Posición actual con absoluto fundamento geométrico y basada en pruebas físicas directas llevadas a cabo desde tierra y desde el espacio, exijo las mismas pruebas a los geocentristas. Y lo primero que han de hacer éstos, es quitar del vocabulario: Iglesia, Doctrina, Biblia, Papas, Catolicismo..., y, por supuesto, Dios y Creación. Y es que estas cuestiones concretas antes que nada hay que hablar de Astronomía, que es de lo que hablaban Ptolomeo, Aristóteles, Eratóstenes..., y los mencionados con anterioridad, incluidos Kepler y Brahe.
Última edición por Valmadian; 08/02/2013 a las 02:22
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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