Valmadian. A mí también me enseñaron en el colegio el heliocentrismo. Era algo que simplemente estaba fuera de toda discusión, y así lo acepté sin más; sin ningún problema. A mí me pilló el plan de la LOGSE, y en 1º y 2º de Bachillerato opté por la rama de las Ciencias de la Naturaleza y de la Salud. Es de ahí de donde me viene la formación que tengo en estas materias de matemáticas, física, química, etc...
Lo que me llevó a considerar de manera seria el geocentrismo era el carácter irrefutable de los argumentos empleados a favor del mismo, no sólo por los profesores Gorostizaga o Bernadic, sino también por otros profesores en el ámbito internacional como Robert Sungenis o el doctor Robert Bennett (autores del libro Galileo was wrong. The Church was right). Básicamente todos estos autores defienden dos tesis:
1ª Tesis: no existe ningún dato empírico que sea presentado a favor del heliocentrismo (péndulo de Foucaould, satélites geoestacionarios, fuerza de Coriolis, paralaje estelar, fases de Venus, movimiento retrógado de planetas, estaciones del año, etc... etc... etc...) que no pueda ser al mismo tiempo interpretado o explicado desde una posición geocéntrica.
2ª Tesis: la Iglesia Católica ha venido defendiendo oficialmente y de manera explícita de forma ininterrumpida el geocentrismo como interpretación magisterial auténtica de las Sagradas Escrituras hasta principios del siglo XIX en diferentes documentos oficiales. Y desde principios del siglo XIX hasta hoy no ha publicado ningun documento oficial ni realizado ninguna declaración solemne en contra de esta posición oficial geocentrista.
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