Re: La foralidad de la Nobleza en la España del siglo XVIII
Del mismo modo y concretando más la idea, concepto y término de hidalgo y, por extensión, hidalguía, podemos leer los términos que a ello dedica Sebastián de COVARRUBIAS OROZCO. Tesoro de la Lengua Castellana o Española Madrid 1611, (reeditada por Edit. TURNER, Madrid 1977, págs 590-592) en los siguientes términos:
FIDALGO: este término es muy propio de España. Dícese comúnmente hidalgo o hijodalgo.
El fidalgo se dijo que procede derechamente de 'fide' y el 'algo' terminación de este nombre no es nada, según la opinión de muchos. De ninguna cosa se precia tanto el nombre de bien y noble como guardar fe y palabra y ser fiel a quien se debe.
Con todo eso, con dichos expresamente 'fijos de algo' y hidalgos, y, según esto, no puede venir de la dicción 'fe' y el 'algo' tiene su significación y el nombre estará compuesto de 'hijo' y de 'algo' según lo profieren las leyes de Partida en infinitos lugares.
Equivale a noble, castizo y de antigüedad de linaje. Y el ser hijo de algo significa haber heredado de sus padres y mayores lo que se llama 'algo' que es la nobleza. Y el que no la hereda de sus padres, sino que la adquiere por sí mesmo, por su virtud y su valor, es hijo de sus obras y principio de su linaje, dejando a sus descendientes algo de que puedan preciarse, aprovechándose de las gracias y exenciones que a éste hubieren hecho y concedido su rey o su república.
En otra acepción 'algo' vale hacienda y cuantía heredada de sus pasados y ganada, no en mercancías, tratos, ventas y compras, sino de los gajes y mercedes de sus reyes hechas a ellos y a sus pasados, conservándolas y transfiriéndolas de uno a otro sucesor; de donde pudieron traer origen losmayorazgos y la calidad de los solares y haciendas. Y también 'algo' absolutamente vale cualquier cosa de valor y hacienda...
Otros son de opinión que este vocablo está corrompido de 'fijo de godo', o 'figold' y transmutadas las consonantes 'l', 'd' y añadiéndoles a sus vocales 'a' dirá 'fidalgo'. Y para esto es de notar que, después de la pérdida de España, quedaron poquísimos nobles de los godos que reinaban en ella, y éstos, recogiéndose a las montañas, se salvaron y fueron después poco a poco recobrándola. Y aquéllos que traían origen de los godos eran muy estimados, y hasta hoy queda el proverbio: 'Fulano se nos quiere hacer de los godos'...
Hay algunas diferencias de hidalgos... Fidalgo de solar conocido, el que tiene casa solariega de donde desciende.
Hidalgo de executoria, el que la ha pleiteado y por testigos y escrituras prueba su hidalguía.
Hidalgo de privilegio, puede ser de dos maneras: una, cuando el rey le da privilegio de tal por su mucho valor y por servicios grandes que le ha hecho en la guerra o en la paz, y en éste tal empieza su nobleza por ser bueno, como acontece acabar en otros, por ser ruines y degenerar de sus mayores. Hay también hidalgos de privilegio que han comprado sus hidalguías; y aunque éstos tengan las exenciones y preeminencias que los demás, no tienen las calidades de nobleza y sangre.
A las anteriores categorías citadas por COVARRUBIAS se pueden añadir otras tres, aunque no se trataba de verdaderos hidalgos, pese a que muchas veces se les tenía por tales:
Hidalgos notorios, como se ha dicho antes, se les tenía por tales, por tradición, porque así los consideraba la gente en general, si bien nunca hicieron probanza fuese la razón que fuese para ello. Aún así, no se les daba demasiado crédito.
Hidalgos de gotera, tal sucedía con algunos pero únicamente en sus lugares de residencia, generalmente pueblos. Podían tener cierta preeminencia local, ya por una mayor instrucción, o por una superior posesión de riqueza que la mayoría de lugareños. En ocasiones contaban con el favor del título del lugar y no era raro encontrarlos ejerciendo funciones de secretario o de escribano en los ayuntamientos.
Hidalgos de bragueta. Nadie los consideraba nobles de verdad. Su mérito residía en ser padres de doce hijos varones -como mínimo-, vivos y que por tal motivo quedaban exentos de pechas.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Marcadores