Re: Sucesión y continuidad de don Sixto de Borbón.

Iniciado por
Leolfredo
Yo en cambio tengo un tan alto concepto del pueblo espannol que incluso la peor parte de su populacho me parece mejor que la de cualquier otra nación.
Probablemente influye en ello el hecho de que no vives aquí. Respecto a la última parte: "la peor parte de su populacho me parece mejor que la de cualquier otra nación", es algo con lo que no puedo estar de acuerdo. Para empezar hay casi 200 naciones en el mundo. Después, en todas hay problemas, pero los nuestros están aquí, no allí, así que lo que hagan los habitantes de otros países ni nos quita, ni nos añade. Y, para finalizar, yo no conozco un sólo país en el que haya tanto traidor y renegado por metro cuadrado como en éste.
En los resultados de la elecciones de junio 2016, entre los partidos susceptibles de apoyar una ruptura de España más los que abiertamente son separatistas, obtuvieron 95 escaños de un total de 350. Es decir, el 27% de los posibles, sumando más de 6 millones de votos, eso son datos, lo demás percepciones.
Última edición por Valmadian; 02/12/2016 a las 22:26
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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