Osea, que de acuerdo a todos los que le conocían, Carrero Blanco habría obedecido cualquier cosa sin importar qué y se habría quedado mirando sin hacer ni decir nada en ningún caso. Vamos, como todos los demás en nuestro ejército de panolis y mentecatos robóticos. La única excepción conocida, Camilo Menéndez y su "por encima de la disciplina está el honor".

Tenga usted 40 años de gobierno militar para acabar con este ejército de "leales".