Re: Dios creador
Pues bien, llegamos a un punto de inflexión. Comprobamos que la nada material no existe, ni puede existir, pero de lo que si se puede hablar es de vacío y éste no es lo mismo que la nada, pues puede existir por si mismo, por ejemplo, lo que había antes de la Creación.
También comprobamos que la nada filosófica no la podemos pensar, pese a que es uno de esos conceptos sobre los que los filósofos han discutido durante siglos. A lo único que se puede aspirar al respecto es a realizar abstracciones y da mucho jugo por si mismo para muchas horas de discusión sin llegar a ninguna parte, claro.
¿Qué nos queda entonces? Nos queda la nada teológica, pero sobre ésta podemos adoptar dos posiciones: o intentamos dilucidar más o menos en qué puede ser en la Mente de Dios o, directamente, renunciamos a especulaciones sin cuento. Para mi lo sensato está en la renuncia sobre aquello que ni sé, ni entiendo, ni estoy en condiciones de exponer. Sin embargo, tengo que cerrar el círculo de este conjunto de respuestas, es decir, volver a los inicios del primer mensaje: Dios crea de la nada.
Así que doy marcha atrás hacia la Teología y vuelvo con SHEED (op.cit. págs., 109-114) y reproduzco:
"...Dios existe: existe porque lo que Él es exige la existencia, porque no puede no existir. Pero este universo creado no exige la existencia. ¿Cómo es , pues, que existe? El Universo puede existir solamente porque Dios, único que posee la existencia por derecho propio, le concede la existencia; Dios lo ha creado. Y Él lo ha creado de la nada. ¿Qué otra cosa había de la que Él pudiera hacerlo? No podía hacerlo de sí mismo, pues Él es absolutamente simple e inmutable: no había en Él partes que pudieran ser tomadas y transformadas en un Universo que no fuera Él. En cierto modo, pues, el acto de creación puede establecerse de modo muy simple. Dios deseó que las cosas que no habían existido comenzaran a existir. 'Porque el Señor habló y las cosas quedaron hechas; Él lo mandó, y quedaron creadas." ( Ps 148, 5)
"Crear es hacer algo en su totalidad, es decir, hacerlo absolutamente... pero Dios hace la totalidad del Universo, nada hay en él que no haya sido hecho por Dios, nada que existiera ya anteriormente.
No debemos interpretar mal la afirmación de que Dios hace el universo de la nada. Esto no significa que Dios use de la nada como de cierto material con el que pueda obrar para formar el universo. Significa que Dios no usó material ninguno para la creación del Universo."
Atendamos a esta última frase, pues en ella están contenidas dos cuestiones: la primera es que nada salió de la materia, pero tampoco de la nada filosófica pues "ex nihilo , nihil fit, es decir, "De la nada, nada surge", y, segundo, podemos deducir que desde la Teología Católica no es admisible la hipótesis de los multiversos, o el pluriverso, pues ésta sostiene que la génesis del nuestro es una consecuencia de la existencia de aquellos. Otra afirmación no científica por parte de quienes sostienen que la Ciencia es el único modo válido de acceso al conocimiento. "Acceso al conocimiento", curiosa expresión. Significa que con la Ciencia podemos llegar al conocimiento de lo que ya existe, pero ¿quién lo puso ahí antes de la llegada del Hombre? En definitiva, estamos ante una huída hacia ningún sitio por parte de quienes llegando cosmológicamente al "principio de todas las cosas", siguen sin querer reconocer la CAUSA PRIMERA. Afortunadamente, no son todos así.
Última edición por Valmadian; 23/01/2011 a las 19:59
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Marcadores