
Iniciado por
Kontrapoder
Al margen de las simpatías que cada uno tenga en la Segunda Guerra Mundial (en mi caso con los italianos), el pacto Molotov-Ribbentrop para repartirse Polonia fue una canallada, por cierto, muy mal recibida tanto en España como en Italia.
Como españoles y católicos, no nos interesa que Rusia engulla a Polonia, pero tampoco nos interesa que la conquiste esa nación de herejes que siempre ha sido Alemania. Rusia y Prusia no están lejos en barbarie. Creo que un español debería estar con los polacos.
Me importa muy poco si Dantzig era polaca o no, si los polacos obraron limpiamente o tienen alguna responsabilidad en lo que les sucedió. Probablemente la cagarían, como ahora la están cagando con algunos movimientos que favorecen a los rusos, pero no quiero que Rusia y Alemania se repartan la nación polaca.
El comportamiento de los alemanes en los últimos siglos no les hace merecedores de nada. Su influencia en la historia de las ideas es nefasta. Siempre que alcanzan algo de poder la lían y terminan reventando Europa. Se les ha tolerado demasiado y -contra la creencia general que ellos han instaurado con sus continuos lloros- se ha sido muy benigno con ellos. Después de la Primera Guerra Mundial (en la que, por cierto, apoyaron a los bolcheviques), el Imperio Austro-Húngaro fue despedazado pero a Alemania apenas se la tocó. Se les perdonaron créditos, también después de la Segunda Guerra Mundial, y ahora que ellos dirigen con mano de hierro la UE son acreedores implacables, mientras dan cobijo a los separatistas catalanes.
No veo, pues, la razón por la que un español debería tener una especial deferencia con los alemanes, ni en este conflicto con Polonia (donde debería primar la condición católica de los polacos) ni en ningún otro conflicto. Tampoco entiendo la simpatía de algunos patriotas por esta nación que ha hecho de la lucha contra Roma su esencia y que ha sido la más eficaz promotora de la Leyenda Negra. Por algo los progresistas españoles siempre admiraron a Alemania. El pacto Molotov-Ribbentrop fue una inmoralidad propia de los bárbaros que lo suscribieron, ya se contemple desde el punto de vista jurídico o ideológico.
Pero, más que recordar esta jugada que dio inicio a la Segunda Guerra Mundial, yo estudiaría si en la actualidad no se está fraguando otro pacto Molotov-Ribbentrop.
Marcadores