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Tema: Cuba y Puerto Rico

  1. #61
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    Re: Cuba y Puerto Rico

    La séptima provincia

    Archivo adjunto 7157


    Miami es, hoy por hoy, casi el único lugar del planeta donde ser cubano no es un estigma todavía. Por supuesto que en ello, como en todo, hay sus gradaciones, y no hay peor lugar para ser cubano que la propia Cuba.
    Miami es cubano. No se tiene ni idea de cuán verdadero puede llegar a ser ese exagerado lugar común hasta que se le visita, aunque en honor a la precisión hay que añadir que Miami es cada vez más un conglomerado cosmopolita donde conviven, sin mezclarse, múltiples nacionalidades, mayormente centro y suramericanas. Hay que decir también que el cacareado Melting Pot de la sociedad norteamericana muestra su más rotundo fracaso en Miami. Culpables de esto son los obcecados cubanos que después de más de medio siglo de exilio se niegan a integrarse plenamente (excepto para lo que les conviene) a la cultura anglo. Lo que ha permitido a otros grupos conservar su cultura y sus costumbres y no tener que hablar inglés para trabajar, e inclusive para prosperar, en Estados Unidos.
    Desde mediados de los años ochenta los alcaldes de Hialeah, West Miami y numerosos municipios menores eran cubanos, además de que en la legislatura estatal de la Florida había ya desde esa época diez cubanoamericanos instalados. Al presente, la mayoría de los alcaldes de las más importantes de las numerosas ciudades del condado Miami-Dade son de origen cubano; mientras que tres cubanoamericanos de Miami, Ileana Ros-Lehtinen, David Rivera y Mario Díaz-Balart, son miembros del Congreso de Estados Unidos. Por no hablar de que un gran por ciento de concejales, policías, bomberos y funcionarios en general de las municipales de Miami-Dade provienen de la isla. Con el apoyo de la fuerza política originada en Miami, en Washington hay dos senadores cubanoamericanos: Marco Rubio y Bob Menéndez. Además del legislador federal Albio Sires, de New Jersey.
    En Miami se encuentra la cuarta universidad más grande del país, la Florida International University, FIU, cuyo rector ha sido el cubano Modesto Maidique. Miami cuenta con tres eventos culturales de índole internacional, donde los hispanos, y fundamentalmente los cubanos, tienen un peso importantísimo: La Feria Internacional del Libro de Miami, encabezada por el cubanoamericano Eduardo Padrón -quien además es el presidente del Miami Dade Collage--, el Festival Internacional de Teatro Hispano y el Festival Internacional de Cine de Miami.
    El Penclub Internacional de Londres cuenta con un capítulo en la ciudad de Miami, el Penclub de Escritores Cubanos Exiliados, cuyo presidente es el poeta Ángel Cuadra, y cuenta con un aproximado de setenta miembros. Como se sabrá, y acorde con las directrices de Londres, para ser miembro del PEN se requiere tener al menos dos libros de cierto renombre publicados.
    En Miami murieron los escritores Eugenio Florit, Lydia Cabrera, Enrique Labrador Ruíz y Carlos Montenegro, y aquí vivió intermitentemente, odiándola y queriéndola, el maldito Reinaldo Arenas. En un asilo miamense se reventó la cabeza de un disparo de pistola el narrador Guillermo Rosales, y desde este enclave surfloridano se fueron al otro barrio los novelistas Carlos Victoria y Reynaldo Bragado Bretaña. Todos ellos un día brutalmente deyectados de la isla, prófugos del futuro luminoso. En Cuba se cuenta un chiste: “Los cubanos de Miami están atrasadísimos, se comen los mismos pan con bistés, las mismas masas de carne de puerco frita y los mismos pastelitos de guayaba y queso que nosotros nos comíamos acá hace 50 años”.
    La verdad es que la ciudad es una especie de cápsula en el tiempo y se encuentra todavía en plena Guerra Fría, que a veces se calienta peligrosamente, como en el caso del niño balsero Elián González o la captura y enjuiciamiento de una red de diez espías castristas implicados en el asesinato en el aire y a mansalva de cuatro jóvenes integrantes de la organización humanitaria Hermanos al Rescate, operación ejecutada por dos Migs de combate pertenecientes a la fuerza aérea cubana, reliquias de la era soviética.
    Miami es una ciudad sui generis. Los cubanos que en ella habitan han sido nombrados con epítetos tan elogiosos como los de escorias, mafiosos y gusanos. Pero ―¡oh, magia de la lengua!― esos vocablos han ido con los años sufriendo, o gozando, una transmutación que va de lo peyorativo a lo positivo. Hoy, entre los oprimidos de la isla y los escapados de Miami, ser considerados escorias, mafiosos o gusanos da una investidura política y social, una clase y una categoría, envidiables al punto de que muchos llegan a fabricarse unas, en algunos casos, improbables historias en las que en algún momento de sus vidas habrían sido escorias, mafiosos o gusanos.
    La satanización de Miami, del exilio de Miami, responde a una campaña cuidadosamente montada y dirigida machaconamente desde La Habana. Lo curioso es que a ese juego se han prestado figuras intelectuales o políticas que por nada del mundo se atreverían a llamar ñato a un ñato, cojo a un cojo y terrorista a un terrorista, pero que, por un inusitado ataque de valor lexicológico no dudan en llamar escorias y mafiosos y gusanos a los cubanos de Miami. Entre los que así nombran a los miamenses ha habido y hay de todo, desde los ingenuos de siempre hasta los de la mucha y mala leche de siempre.
    Cierto que mucha de esa gente en los últimos años ha tomado prudencial distancia de una dictadura que pulveriza aviones civiles en el aire, que hunde barcos con hombres, mujeres y niños a bordo, como el Remolcador 13 de Marzo, o fusila a tres jóvenes negros tras juicio sumarísimo y sin las mínimas garantías procesales que procuraban a toda costa escapar de esa Jauja de la igualdad racial que es la finca de los hermanos Castro.
    Entre esa gente hay casos de una testarudez de espanto, casos crónicos como el de los Nobel literarios Gabriel García Márquez y José Saramago, o el del fallecido novelista Manuel Vázquez Montalbán, quien legó un mamotreto laudatorio de Fidel Castro titulado Y Dios entró en La Habana.
    Miami es, por contraposición, la prueba de la gran estafa que ha sido la revolución cubana y sus enfáticas aseveraciones. Miami es un mito, pero sobre todo es la evidencia para el desmontaje de ese otro mito, feroz y mierdero, que como un fantasma recorrió la mayor parte del siglo que pasó bajo el nombre de comunismo.
    Cuando hace cincuenta años partieron los primeros exiliados, de todas las clases pero mayormente de las clases media y alta, cuentan que Fidel Castro dijo a uno de sus colaboradores más cercanos: ¡A enemigo que huye, puente de plata! Pensaba con cierta lógica el ahora moribundo en jefe que los cubanos que huían se integrarían pronto a la sociedad norteamericana y se olvidarían de la isla que atrás dejaban.
    No fue así. Ni se integraron ni mucho menos, en su mayoría, olvidaron la desdichada isla que dejaron atrás. Más aún, el centro de la oposición al régimen militar cubano estuvo por muchos años asentado sólo en Miami, o en las cárceles en Cuba. No era la primera vez que la oposición a regímenes en la isla se hacía desde el exterior. Fue lo que ocurrió en Tampa y Cayo Hueso cuando el exilio de las guerras de 1868 y 1895 contra España, fue lo que ocurrió en Miami cuando la revolución de 1933 contra Gerardo Machado y después cuando la revolución contra Fulgencio Batista, a finales de los años cincuenta. No obstante, cada vez más en los últimos tiempos la oposición a la dictadura comunista ha ido teniendo su centro en la isla. Miami ha pasado a ser como la retaguardia, el apoyo moral, y en menor medida material, de los que en Cuba hacen oposición. La caja de resonancia de los que allá se atreven a hablar, la voz de los que no tienen voz. Sin Miami, la verdad, no habría oposición al régimen cubano.
    Contrariamente a lo que comúnmente se cree, no es el gobierno de Estados Unidos el interesado en presionar a La Habana para que se democratice, y no son los exiliados cubanos, como se ha afirmado, marionetas del imperio. Son los exiliados, precisamente, los que se han sabido insertar en la política norteamericana, los que han cabalmente entendido cómo funciona la política del gobierno en este país. Han entendido la paradoja de un gobierno que es uno y muchos gobiernos, uno multifacético y maleable, uno en el que conviven los elementos que le ayudarían junto a los elementos que le eliminarían, y han aprovechado esa circunstancia paradojal para arrimar la brasa a la sardina cubana, para que el problema cubano no se olvide. Más: para que sea un problema de política doméstica, para que existan las leyes y medidas que apoyen y demanden la democracia en la isla.
    Esto es un logro fundamental del difunto Jorge Mas Canosa y lo que en un tiempo fuera la más influyente organización del exilio cubano, la Fundación Nacional Cubano Americana. Esa que, según reconoce con fastidio un estudio del Centro para la Integridad Pública de Washington, era la entidad de cabildeo étnico más eficaz en la capital estadounidense, tanto que superaba inclusive al cabildeo hebreo. El estudio se refiere a lo que llama papel poderoso y temible del grupo exiliado en la configuración de la política exterior de Estados Unidos respecto a Cuba, y desbarra contra el acceso de Mas Canosa a los centros de poder no sólo de Norteamérica, sino del mundo.
    La verdad parece ser que Miami se levanta como la única revolución verdadera llevada a cabo por los latinoamericanos. Si revolución fuera, como suelen asegurar los mismos revolucionarios, un cambio radical para garantizar el progreso y el bienestar del pueblo, y eliminar el hambre y la pobreza, esa revolución donde ha ocurrido es en Miami. A la cabeza de esa revolución, para disgusto no sólo de Castro sino de los progres del mundo, han estado los cubanos que en 1959 comenzaron a arribar a una ciudad playera para ancianos retirados, y sobre sus extensos arenales y su profusa red de canales plagados de cocodrilos levantaron ese emporio comercial que es hoy la ciudad. Revolución postmoderna, probablemente la única en la historia que se haya hecho con los pies, pies en polvareda. Revolución, cosa rara, hecha sin violencia, pero parida por la violencia. Hecha por los que huyen de la violencia.
    En Miami se rompen los esquemas. Por ejemplo, se revierten unas relaciones marcadas por las invasiones y conquistas del norte sobre sus vecinos del sur. Ahora los que invaden y conquistan son los vecinos del sur, e imponen su idioma como nunca hizo o pretendió hacer el norte. Es una invasión y una conquista lenta y silenciosa, pero sostenida y eficaz, sin hazañas y sin héroes estridentes. Es la conquista del laboreo consistente, del esfuerzo y la iniciativa individual en un sistema regido por las leyes y el libre mercado.
    El exilio cubano está conformado por cerca de un millón de bípedos en todo el Condado Miami-Dade, condado que cuenta con un aproximado total de dos millones de bípedos desperdigados por su extensa geografía. Bueno, pues ese millón de bípedos cubanos produce casi el doble de todo lo que producen sus parientes allá en la isla, y contribuye decididamente a que el presupuesto anual de dicho condado, unos cuatro mil millones de dólares, sea superior al de la mayoría de todos los países centroamericanos. Las pequeñas editoriales cubanas de Miami editan más títulos en un año que todos los que ha editado la isla de 1990 para acá. En Miami, como se ha pretendido en son descalificador, y por desgracia diríamos, no todos los cubanos son ricos y las factorías de Hialeah están repletas de isleños que sudan la gota gorda para ganarse el sustento.
    Miami no es Cuba, pero se le parece. Miami es la otra Cuba, la Cuba posible. Desde Miami se aprende a conocer y a querer a Cuba, a no sentir vergüenza de ser cubano. Miami es un modelo, el único quizá, para la reconstrucción de una Cuba futura. No un modelo arquitectónico, como es lógico, pues la mayoría de los cubanos estarían conscientes de los aciertos de la arquitectura isleña, o de lo que queda de ella, para venir a contaminarla con el espanto de los malls miamenses. Pero acá están sin dudas los capitales necesarios para una eficaz reconstrucción, y acá se habrían ejercitado los cubanos para ejercer un día, allá en la isla, la democracia.
    Miami, ya es un lugar común decirlo, está poseído por el olor y el sabor de la cocina y el café cubano. En Miami se venden frutas cubanas que muchos en la isla olvidaron, que los más jóvenes ni siquiera conocieron. Frutas como el mamey y el anón y la piña, frutas cantadas ya por Silvestre de Balboa y Troya de Quesada, un canario aplatanado en Cuba, en su extenso poema Espejo de paciencia. Poema considerado, quizá con exagerado entusiasmo, la obra literaria que marca el nacimiento y balbuceo de la nacionalidad cubana allá por el siglo XVII.
    Ciertamente Miami no es Cuba, pero ciertamente, entre los ambientes “mafiosos” de la Calle 8, corre un insistente y alarmante rumor: conjurados isleños, exaltados miembros de una secretísima logia, estarían laborando en una conspiración para, a la caída del castrismo, anexar Miami a la isla y convertirla en su séptima provincia.


    Armando de Armas
    La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.

    Antonio Aparisi

  2. #62
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    Re: Cuba y Puerto Rico

    Hialeah

    image.jpg


    Homenaje a José Martí en Hialeah.


    La presencia cubana en Hialeah es relativamente reciente cuando la comparamos con otros lugares como Cayo Hueso y Nueva York; sin embargo, no nos cabe ninguna duda que la ciudad más cubana que existe, aun que las ciudades y pueblos en la propia Cuba, es Hialeah.




    Durante las décadas de 1960 a 1980 se puede decir que la Pequeña Habana, o la Saguesera, en Miami, era la Capital del Exilio Cubano. En aquellos tiempos existía una gran colonia en New Jersey, otra en Los Angeles y gran cantidad de otras menores dispersas por prácticamente todos los Estados Unidos. Hialeah también ya tenía gran cantidad de cubanos, pero ninguna colonia cubana era como la Saguesera. La mayoría de los recién llegados trataban de quedarse en la Pequeña Habana o lo más cerca posible.




    Después de esas décadas muchas de las familias cubanas que en su llegada de Cuba se habían asentando en la Pequeña Habana se fueron dispersando a otras partes del condado, algunos miembros de tales familias prefiriendo otros condados en el Estado de Florida y otros aun se trasladaron a otros estados. El espacio dejado vacante no fue ocupado por otros cubanos sino por emigrantes de otros países de América Latina y aunque esos barrios de la Ciudad de Miami nunca han perdido su atractivo, sí ha ido mermando la identidad cubana en ciertas partes. Miami aun posee una gran colonia cubana, y si le agregamos las zonas no integradas del Condado de Miami-Dade, definitivamente es bien grande, pero no compacta, lo cual le hace perder atractivo a los que siguen llegando de Cuba cada día.




    Los cubanos que se asentaron en Hialeah, opuestos a los de la Pequeña Habana, no se trasladaron con el tiempo. La colonia cubana de Hialeah ha crecido mucho, pero no se dispersa, se expande a convertir tierras rurales en urbanas sin ser afectada la identidad cubana de los barrios más antiguos. En vez de mudarse a una casa más grande, hacen sus casas más grandes y se quedan en el barrio que ya conocen. Hialeah, desde que la colonia cubana se estableció, sólo ha sido una ciudad más cubana cada día.




    Cuando se visita una ciudad o pueblo en Cuba, excepto por La Habana, la gran mayoría de las personas son nacidas y criadas en esa ciudad o pueblo. Entonces las costumbres y fiestas son comunes para toda, o al menos la mayor parte, de la población. En Hialeah, igual que en todas las otras colonias cubanas, hay cubanos de todas partes de Cuba, sólo que en Hialeah son más fiesteros y alegres. Como que todos los cumpleaños se celebran y a todos los santos se les prende su vela en su día.




    Darse una vueltecita o atender cualquier tipo de fiesta en Hialeah es como pasar un ratico en una Cuba imaginaria, donde en medio de todos los adelantos y comodidades del momento la alegría cubana es la norma a la vez que se disfruta de la abundancia de una ciudad que ha prosperado sin interrupción por más de cuarenta años, ¿quién sabe, tal vez, la Cuba del mañana sea como Hialeah?


    La cultura cubana y los cubanos en Hialeah
    La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.

    Antonio Aparisi

  3. #63
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    Re: Cuba y Puerto Rico

    Puertorriqueñidad e Hispanidad de Kissimmee:

    image.jpg

    El artículo está en inglés (lamentablemente), trataré de traducirlo:


    Barrios of La Florida | Centro de Estudios Puertorriqueños
    La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.

    Antonio Aparisi

  4. #64
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    Re: Cuba y Puerto Rico

    Misiones españolas en Florida


    image.jpg

    Campana y recipiente de cobre originarios de la misión de "San Luis de Ocale", expuestos en el museo de Silver River State Park, en Silver Springs, Florida.


    Las Misiones españolas en Florida son las misiones establecidas desde el siglo XVI en La Florida por parte de la Corona española con el fin de expandirse territorial y económicamente hacia el norte del continente americano y convertir a los nativos de la zona al catolicismo. También cumplían la función de prevenir la conquista de la misma por los franceses y los británicos.


    Historia
    Establecimiento
    A comienzos del siglo XVI, el rey de España estableció un número de misiones en la Florida española con el objeto de convertir a los indígenas al cristianismo y para facilitar el control del área y prevenir su colonización por otros países, en particular, Inglaterra y Francia. La Florida española originalmente incluyó una buena parte de lo que es hoy el sudoeste de los Estados Unidos, aunque España nunca ejerció por largo tiempo el control efectivo, más allá de lo que es la parte norte del Estado de Florida desde San Agustín al área alrededor de la actual Tallahassee, el sudeste del Georgia y algunos establecimientos costeros, como Pensacola. Un grupo de efímeras misiones fueron establecidas en otras localizaciones, incluyendo la Misión de Santa Elena en la actual Carolina del Sur, alrededor de la península de Florida y en el interior de Georgia y Alabama.


    El establecimiento de estas misiones comenzó poco después de la fundación de San Agustín en 1565. En un principio, estuvieron a cargo de los jesuitas, pero fueron sustituidos por los franciscanos. Éstos entraron en la zona en 1573, comenzando en las misiones Guale y Timucua y para 1633, ya habían establecido varias misiones en la Provincia Apalachee.


    Organización


    Las misiones de lo que hoy es en norte de Florida y el sudeste de Georgia fueron divididas en cuatro provincias: Apalachee, Guale, Mayaca-Jororo y Timucua. Esas provincias corresponden más o menos a las áreas en que las lenguas Apalachee, Guale, Mayaca y Timucua fueron habladas. La Provincia Apalachee ocupaba la parte más oriental de lo que hoy es la Florida occidental, a lo largo de la costa del Golfo de México desde el río Aucilla hasta el río Apalachicola. La Provincia de Guale consistía de la mayoría de las islas marinas de Georgia y la costa adyacente e incluía algunas misiones entre los yamasee también como entre los guales. La Provincia Timucua se extendía a lo largo de la costa del Océano Atlántico desde la parte más meridional de Georgia hasta justo al sur de San Agustín, cruzando el norte de Florida hasta el río Aucilla, y al sur en el interior de la península de Florida a lo largo del río San Juan y su tributario, el río Oklawaha. la Provincia Mayaca-Jororo ocupaba un área justo al sur del lago George.[1] [2] [3]


    Las misiones
    Las primeras misiones españolas entre los indígenas de la Florida comenzaron poco después de la fundación de San Agustín en 1565, llevadas a cabo por la Compañía de Jesús. Debido a la hostilidad de los indígenas y a que varios misioneros fueron asesinados, los jesuitas se retiraron de la misión de la Florida en 1572. Los frailes franciscanos entraron en la Florida en 1573, pero al principio confinaron sus actividades a la vecindad inmediata de San Agustín. Los franciscanos comenzaron misionando entre los guale y los timucua a lo largo de la costa atlántica en 1587. A partir de 1606 los franciscanos expandieron sus esfuerzos misioneros hacia el occidente cruzando el territorio timucua y para 1633 habían establecido misiones en la Provincia Apalachee. El sistema misional funcionó a lo largo del siglo XVII, pero colapsó a principios del siglo XVIII después de que las incursiones de soldados de la Provincia de Carolina y de sus indígenas aliados despoblaron las tres provincias.


    El sistema y establecimiento de misiones se mantuvo activo hasta el siglo XVIII, cuando los constantes ataques de la Provincia de Carolina hicieron de Florida una zona muy insegura para aquel tipo de actividades.


    Periodos


    Existieron al menos 124 misiones en el sudeste de los Estados Unidos durante el primer período de ocupación española de la Florida entre 1565 y 1763. Un intento misional previo a 1565 se realizó en 1526, pero las cuatro misiones fundadas fueron abandonadas en menos de 18 meses.


    Los esfuerzos misioneros posteriores pueden dividirse en cuatro períodos cronológicos:


    Primer período misional 1566-1587: se establecieron 13 misiones, de las cuales llegaron sólo tres a 1587. La mayoría de los misioneros de este período eran jesuitas, quienes abandonaron la Florida en 1572, llegando los franciscanos a partir de 1573.
    Segundo período misional 1587-1616: se establecieron 50 misiones, aunque muchos indígenas fueron convertidos, una rebelión guale costó la vida a 5 misioneros y las misiones de la costa georginas fueron abandonadas. Una epidemia que tuvo lugar entre 1612-1616 mató a unos 10.000 indígenas y misioneros.
    Tercer período misional 1616-1655: fue un período de intensa actividad misionera, pero otra desconocida epidemia entre 1649 y 1650 tuvo un efecto devastador entre las misiones.
    Cuarto período misional 1656-1702: se establecieron 29 misiones. Desde 1680 comenzó la presión esclavista de los ingleses de Carolina del Sur y sus aliados indígenas que destruyeron todas las misiones supervivientes entre 1680 y 1706. Al iniciarse la Guerra de la Reina Ana la Florida estaba poblada por 1.500 españoles y 20.000 indígenas en las misiones (choctaw, timucuas, apalaches, natchez y demás).[5] Los indígenas misioneros que escaparon a los esclavistas o no fueron asesinados, se refugiaron en la vecindad de San Agustín, lo que hizo que para 1706 haya cesado completamente la actividad misionera.[6]
    La expedición inglesa al mando del gobernador de Carolina del Sur James Moore (50 blancos y 1.000 creek) de 1704 destruyo 14 misiones, mato a cientos de sus habitantes y forzó el desplazamiento de más de 9.000 indios y otros 4.000, principalmente mujeres y niños, fueron capturados y esclavizados.[7] [8] En 1708 más de 1.400 servían en las plantaciones de Carolina del Sur, siendo un tercio del total de los esclavos.[nota 1]


    Población
    Estimación de la población de las misiones españolas de la Florida durante el siglo XVII:[9]


    Fecha Población Fecha Población
    1602 2.074 1608 4.000
    1617 8.000 1630 20.000[nota 2] [nota 3]
    1635 30.000 1655 26.000
    1675 13.152 1681 7.374


    Poblaciones misionales de La Florida


    Asunción de Puerto (Chatot)
    Santa Ana de Potano
    San Antón de Carlos (Calusa)
    San Antonio de Anacape/Enacape (Agua Dulce/Utina)
    San Antonio de Bacuqua
    San Augustín de Ahoica
    San Augustín de Urihica
    San Blás de Avino (Acuera)
    San Buenaventura de Guadalquini
    San Buenaventura de Potano
    San Carlos de los Chacatos
    San Carlos de Yatcatani
    Santa Catalina de Afuerica
    Santa Catalina de Guale (St. Catherines Island)
    Santa Clara de Tupiqui
    Cofa
    La Concepción de Ayubale
    Santa Cruz de Ajohica
    Santa Cruz de Cachipile
    Santa Cruz de Capoli
    Santa Cruz de Tarihica
    San Damián de Cupaica (... de Cupahica) (... de Escambi)
    San Diego de Helaca/Laca, later moved to San Diego de Salamototo
    San Diego de Satuache
    Santo Domingo de Talaje (Altamaha River)
    Santo Domingo de Asao
    Santa Elena de Machaba
    La Encarnación a la Santa Cruz de Sábacola (Chatot)
    Santa Fé de Toloca/Teleco/Toloco
    San Felipe de Athulutheca
    San Francisco de Chuaquin
    San Francisco de Oconi
    San Francisco de Potano (Potano)
    San Ildefonso de Chamini/Chamile
    La Encarnación a la Santa Cruz de Sábacola
    Santa Isabel de Utinahica
    San Joseph de Ocuya (San José de Ocuya)
    San Joseph de Sapala (San José de Zapala)
    San Juan De Aspalaga
    San Juan (de) Guacara
    San Juan del Puerto
    San Lorenzo de Ibihica
    San Lorenzo de Ivitachuco
    Santa Lucía de Acuera
    San Luis de Apalachi
    San Luis de Eloquale (Acuera)
    San Luis de Talimali (Apalachee)
    Santa María
    Santa María de Ayubale
    Santa María de Loreto (Tequesta)
    Santa María de los Ángeles de Arapaha
    San Martín de Ayaocuto
    San Martín de Timucua/Ayacutu
    San Martín de Tomole
    San Matheo de Tolapatafi
    San Miguel de Asile
    San Miguel de Potano
    San Nicolás de Tolentino
    Nombre de Dios
    (La Natividad de) Nuestra Señora (de Guadalupe) de Tolomato
    San Pedro de los Chines
    San Pedro de Mocama (en la hoy llamada Isla Cumberland)
    San Pedro de Potohiriba
    San Pedro y San Pablo de Patale (San Pedro de Patali)
    La Purificación de Tama
    San Salvador de Mayaca
    San Sebastián
    Santiago de Oconee



    http://es.m.wikipedia.org/wiki/Misio...las_en_Florida
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    Antonio Aparisi

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    Re: Cuba y Puerto Rico

    Anexo:Cronología de las misiones españolas en Florida






    A continuación se muestra la lista de las misiones españolas en Florida, fundadas con el objetivo de convertir al cristianismo a los indígenas y actuar como puntos de colonización en el actual estado norteamericano de Florida:


    San Miguel de Gualdape (fundada en 1526 por Lucas Vásquez de Ayllón)
    Anhaica Apalache (villa indígena en la que Hernando de Soto estuvo cinco meses entre 1539-1540)
    Ochuse o Santa María Filipina (fundada por Tristán de Luna y Arellana 1559-1561)
    Nanipacana o Ypacana (Santa Cruz de Nanipacana)
    Nombre de Dios (al norte de San Agustín, fue la única que sobrevivió hasta 1763)
    San Antonio de Carlos (fundada en marzo de 1567, abandonada en junio de 1569)
    Tequesta (fundada en marzo de 1567, abandonada en 1570)
    Santa Elena (en la isla Parris en Carolina del Sur, fue fundada en 1566 y abandonada en 1587)
    Guale (fundada por Menéndez de Avilés en 1566)
    Tupiqui (presencia jesuita entre 1569 y 1570)
    Escamacu-Orista
    Ajacan (fundada en setiembre de 1570 en la bahía de Chesapeake en Virginia)
    Tacatacuru o Fuerte San Pedro
    Palican o Palica
    Soloy
    Guatari
    Joada
    San Sebastián
    San Juan del Puerto
    San Pedro de Mocama
    Puturiba o Puturihato (San Pedro y San Pablo de)
    San Antonio de Enacape o Antonico
    Santa Catalina de Guale
    Convento de Santa Ana Potano
    San Buenaventura de Guadalquini
    Santo Domingo de Asao (en la costa)
    Santo Domingo de Asao o Asaho (en la isla Saint Simons)
    Nuestra Señora de Guadalupe de Tolomato (Guale)
    Santa Clara de Tupiqui
    Espogache
    Ospo o Talapo o Tulapo
    Tulafina
    Ibi
    Tocoy
    San Julián
    Olatayco o Alatico
    Santo Domingo (Napa, Napuica o Napoyca)
    Santa María de la Sena (en una isla)
    Misión Santa María (en la costa)
    San Antonio (visita de San Pedro Mocama)
    Chica Faya la Madalena
    Veracruz
    Molo o Moloa
    Potayo
    San Mateo (sobre el río Saint Johns)
    San Pablo (cerca de San Juan del Puerto)
    Hicachirico
    Chinisca
    Carabay o Sarabay
    San José de Zapala
    Yoa
    San Francisco Potano
    San Miguel de Potano
    San Buenaventura de Potano
    Santa Fe de Teleco o Toloco
    San Luis de Acucra o Avino
    San Martín de Ayaocuto o Ayacatu
    San Juan de Guacara
    Santa Cruz de Tarihica
    Santa Isabel de Utinahica
    Santiago de Ocone
    San Pedro o San Felipe de Athuluteca
    San Diego de Satuache o Chatuache
    San Felipe de Alabe
    Apalo
    Cascangue y Ycafui
    Socochuno
    San Luis de Eloquale
    San Agustín de Urica
    Santa María de los Ángeles de Arapaha
    San Ildefonso de Chamini o Chamile
    Santa Cruz Cachipile
    San Francisco de Chuaquin
    Santa Catalina de Ajoica o Afuica
    San Pedro y San Pablo de Potohiriba o Poturiba
    Santa Elena de Machaba
    San Matheo de Tolapatafi
    San Miguel de Asile
    San Lorenzo de lvitachuco
    Concepción o Santa María de Ayubale
    San Francisco de Oconi
    San Joseph de Ocuia
    San Juan de Aspalaga
    San Juan de Aspalaga II
    San Pedro y San Pablo de Patale
    San Pedro de Patale II
    Santa María de Bacuqua
    San Antonio de Bacuqua
    San Cosme y San Damián de Cupaica o Escambe
    San Damián de Ilcombe
    San Luis de Xinayca o Nixaxipa o Talimali
    San Luis de Xinayca (primer sitio de la misión)
    San Martín de Tomole
    Santa Lucía de Acuera
    San Salvador de Macaya
    San Diego de Laca
    Santa Cruz de Ytuchafun o Ychuntafun o Capoli o Santa Cruz y San Pedro de Alcantara de Ychutafun
    Nuestra Señora de la Candelaria de Tama o La Purificación de Tama
    Assumpción del Puerto o Asunción de Nuestra Señora
    San Pedro de los Chines
    San Antonio de los Chines
    Natividad de Nuestra Señora
    San Carlos de los Chacatos (en Apalachee)
    San Carlos de los Chacatos o de Yalcatanu (cerca de Marianna en Florida)
    San Nicolás de Tolentino (cerca de Marianna)
    San Nicolás de los Chatos (sobre o cera del río Apalachicola)
    La Encarnación a la Santa Cruz de Sabacola o Santa Cruz de Sabacola el Menor
    San Carlos de los Chacatos (sobre el río Apalachicola)
    San Simón
    Ocotonico
    Santa María de los Yamasee o Santa María de Guale (isla Cumberland)
    Santa Catalina o Santa María de Guale (isla Amelia)
    San Felipe (isla Cumberland)
    San Felipe (isla Amelia)
    Santa Clara de Tupique (isla Amelia)
    Santa Cruz de Guadaiquini
    La Natividad de Nuestra Señora de Tolmato o Nuestra Señora de Guadalupe de Tolomato o Nuestra Señora de Guadalupe
    Santa Rosa de Ivitanayo
    San Diego de Salamototo
    Señor San Antonio de Anacapi (1680-1697)
    San Salvador de Mayaca
    San Joseph de Jororo
    La Concepción de Atoyquime
    Atissirne o Atisme o Jizime
    Sabacola (sobre el río Chattahoochee)
    San Carlos de Savacola o Savacola Chuba
    La misión a los Calusa de 1697
    Ivitachuco en Abosaya


    http://es.m.wikipedia.org/wiki/Anexo...las_en_Florida
    La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.

    Antonio Aparisi

  6. #66
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    Re: Cuba y Puerto Rico

    Puerto Rico, ¿una comunidad autónoma española más?




    Puerto Rico, ¿una comunidad autónoma española más?

    image.jpg

    Un reducido grupo puertorriqueño ha emprendido una campaña para reclamar que la isla caribeña rompa toda vinculación política con EE.UU. y se anexione de nuevo a España para convertirse en una comunidad autónoma más.




    Mar Gonzalo




    San Juan, 9 jun.- Un reducido grupo puertorriqueño ha emprendido una campaña para reclamar que la isla caribeña rompa toda vinculación política con EE.UU. y se anexione de nuevo a España para convertirse en una comunidad autónoma más.




    "Queremos volver a ser españoles; ser la comunidad autónoma número 18 de un país que nunca quisimos abandonar", explicó hoy a Efe José Nieves, creador del grupo Reunificación Puerto Rico con España, sin entrar a opinar sobre los movimientos independentistas que en paralelo tienen lugar en ese país.




    Con el lema "¡Es hora de regresar a casa!" y un vídeo promocional que habla de que "Madre patria no hay más que una" y que "Puerto Rico nunca se independizó de ti", con el himno español de fondo, esta iniciativa cuenta con menos de dos mil seguidores en Facebook, pero dice reflejar una idea que "secundada por mucha más gente de lo que parece".




    "Nos apoyan desde estatistas (partidarios de que Puerto Rico se anexione plenamente a EE.UU. como un estado más), independentistas, que aceptarían la unificación como opción descolonizadora, y hasta partidarios del statu quo", asegura en referencia también a quienes quieren que siga siendo un Estado Libre Asociado a EE.UU.




    Tras décadas de debates infructuosas sobre hacia dónde debe avanzar el estatus político de esta excolonia española, la opción de que se "reunifique" con España "nunca ha estado realmente sobre la mesa -según Nieves-, pero va sumando apoyos", gracias a "la educación y a que los partidarios de otras opciones ven que no avanzamos hacia ningún sitio".




    "Vamos a recurrir al Tribunal de La Haya para solicitar que anule el Tratado de París" de 1898 por el que España cedió Filipinas, Guam y Puerto Rico a EE.UU.", dijo el responsable de un grupo creado el año pasado y que tiene una agenda aún muy difusa.




    En su opinión, en la firma del tratado tendría que haber estado presente alguien de Puerto Rico, para que sus ciudadanos estuvieran debidamente representados, tal y como requería la Constitución estadounidense.




    "Eso es algo que no nos contaron en la escuela. Los estadounidense han tergiversado siempre esta parte de la historia para que creamos que fue España la que no nos quiso", denuncia este criminólogo de 42 años, que trabaja como guardia de seguridad y tiene ascendientes canarios y catalanes, como muchos otros puertorriqueños.




    "La ciudadanía puertorriqueña no existe. Nuestro pasaporte dice que somos ciudadanos estadounidenses, pero no es así. Si somos algo, somos ciudadanos españoles", defendió Nieves, que estuvo una vez en España, en 2002, y asegura que le "encantó".




    "Nuestro reclamo ha tomado por sorpresa a muchos, pero tiene todo el sentido. La clave está en la educación", comentó, tras recordar que Puerto Rico fue una colonia de España durante más de cuatro siglos e incluso contó en 1897 con una Carta Autonómica que le daba soberanía como una provincia española de ultramar.




    Según dijo, "al contrario de lo que se nos decía en las escuelas, los puertorriqueños recibimos a tiros a las tropas EE.UU., no con flores".




    "La invasión de EE.UU. fue muy contestada. De hecho, no pudieron entrar en las dos primeras intentonas. Al final lo lograron porque el alcalde de Yauco se vendió", defendió.




    Para los seguidores de esta iniciativa, "Puerto Rico nunca ha tenido un estatus político tan digno como el que tenía con España, porque éramos una parte integral. Ahora somos una colonia, un territorio incorporado" de EE.UU., una opinión minoritaria que sin duda es muy discutida por otros muchos puertorriqueños.




    "Estuvimos representados en las Cortes de Cádiz, cuando se elaboró la primera Constitución", recordó Nieves, quien lamenta que "casi nadie en la isla sepa que fuimos una provincia; que éramos ciudadanos españoles".




    La intención de este "movimiento cívico" -"no queremos ser partido político", explica Nieves- es, en sus palabras, "hacer justicia histórica" y "revertir el abuso cometido por el Gobierno de EE.UU. en 1898 al separarnos en contra de nuestra voluntad de la madre patria".




    "España nos quiso y nos aceptó como iguales", asegura el impulsor de un grupo que tiene incluso bandera: dos líneas amarillas cruzadas de extremo a extremo en forma de cruz, sobre fondo rojo, y donde se pueden leer las iniciales MRE, acrónimo de Movimiento de Reunificación con España.




    Entre sus seguidores "hay mucha gente universitaria y con estudios superiores", según su impulsor. "Creemos que seríamos aceptados por el pueblo español. Hasta el momento, el 95 % del 'feedback' que hemos tenido desde allí es positivo y de apoyo".




    (Agencia EFE)












    Comunidad de Pueblos Hispánicos



    Puerto Rico, ¿una comunidad autónoma española más?
    Última edición por Michael; 10/06/2014 a las 22:51
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  7. #67
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    Re: Cuba y Puerto Rico

    ¿Debería PR ser reconocido como provincia española de nuevo?

    lunes, 26 de septiembre de 2011



    image.jpg
    ( Foto de Internet )


    Francisco J. Romero Carrasquillo




    La propuesta de que Puerto Rico regrese a ser Comunidad Autónoma Española, si es considerada seriamente, puede ser de interés tanto para estadistas como para independentistas como para populares. Para estadistas, porque muchos de ellos ven la estadidad como la manera de asegurar la estabilidad económica y social de la Isla bajo la economía estadounidense, pero esta opción lo asegura también, bajo la economía de la Unión Europea, que está mejor que la estadounidense. Para el independentista, porque muchos lo que buscan es preservar la cultura boricua, pero esta opción preserva la cultura boricua mejor que ninguna otra (pues la cultura boricua se formó por 400 años bajo la bandera española). Y para los populares, muchos de los cuales buscan un punto medio ("lo mejor de dos mundos" = dólares + identidad cultural) esta opción es mejor pues Comunidad Autónoma = euros + identidad cultural. Por lo menos así lo veo yo…




    ¿Debería PR ser reconocido como provincia española de nuevo?


    ¿Crees que Puerto Rico debe de regresar a ser reconocida como provincia española, como lo fue hasta el 1898, cuando paso a ser colonia estadounidense como resultado de la guerra hispanoamericana? Por favor, da tu argumento a favor o en contra de el que regrese a serlo.


    http://cubaespanola.blogspot.com/201...-como.html?m=1








    Algunos comentarios que generó el artículo:


    Comentario #1


    Desde el pinto de vista histórico, así debería ser, pues es territorio robado, al igual que la isla de Guam, y primero debería ser restituido a España, esta opción es difícil por la burocracia que supone volver a pertenecer a España = UEE, para después hacer un referéndum sobre las opciones autonomía/independencia, lo lógico es directamente hacer ese referéndum y dar un solo paso, todo esto siempre que lo EEUU estén dispuestos a escuchar la voluntad de un pueblo que no estaba en guerra con la península ni tenia nada que ver con los motivos oficiales de la intervención norteamericana, o acto de latrocinio como muchos creemos que fue, centrándome en la pregunta opino lo mismo que con Cuba, un Puerto Rico europeo tendría muchas mas ventajas que como son ahora juguete de EEUU que los considera americanos de 2ª y solo les interesa para ir de vacaciones, aunque Obama los haya visitado hace poco con fines electorales, es triste que desde que fue arrebatado ese territorio a España y colonizado por EEUU tan solo cuatro presidentes se hayan pasado a darse una vuelta por ahí,a saber, Kennedy, Truman, Roosevelt y Obama, y los primeros hicieron escala y poco mas... para los que piensen que EEUU los trata como iguales que se intenten imaginar un presidente portorriqueño, de origen, no vale un americano instalado...



    Comentario # 2


    Puerto Rico y Cuba están en la memória de españa.
    En españa los consideramos compatriotas arrancados a la fuerza, son como nosotros españoles, ya seamos canarios, andaluces, catalanes, vascos, gallegos,... .
    Deberian exigir su derecho a ser españoles.
    Los estados unidos les privaron de ese derecho.
    Última edición por Michael; 10/06/2014 a las 22:50
    La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.

    Antonio Aparisi

  8. #68
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    Re: Cuba y Puerto Rico

    Instrucciones al Diputado Don Ramón Power y Giralt

    INSTRUCCIONES AL DIPUTADO DON RAMON POWER Y GIRALTCIUDAD CAPITALINSTRUCCIÓN AL DIPUTADO
    Instrucción que el Ilustre Cabildo y Ayuntamiento de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de San Juan Bautista de Puerto Rico para el Excelentísimo Señor Don Ramón Power, su Diputado y de esta Isla vocal de la Suprema Junta Gubernativa de (España e Indias etc., etc., para que ante su magestad con arreglo a la real determinación de veinte y dos de enero de este año promueva y solicite su excelencia lo siguiente:l. ° Primeramente la fundación de Universidad con sus respectivas cátedras y dotaciones de Humanidades y de Ciencias. -Que la educación es la base primordial del Estado es incuestionable, como también lo es que en toda la Isla de Puerto Rico sólo se conocen tres escuelas dotadas para primeras letras, tres clases de latinidad, dos cátedras de estudios mayores, filosofía y teología; pero ninguna de ciencias exactas. Tampoco admite duda la necesidad de éstas y la precisión de establecer aquéllas bajo las reglas y auspicio de una formal Universidad que al paso de producir ciudadanos útiles, excitará a los padres de familia a dar educación a sus hijos, y estos no tendrán necesidad de salir de su Patria a seguir la carrera de estudios a otra, donde sin la vista y freno de aquéllos o fácilmente se pervierten o lo poco que adelantan es a costa de inmensas sumas que desfalcan de sus familias, y a las veces las arruinan. Por otra parte: (¿qué distinto número de jóvenes emprenderá las ciencias teniendo inmediatas las escuelas al que se experimenta en el día que tantos óbices que superar para trasladarse a provincias remotas? Estas y las demás sencillas reflexiones que sin violencia ofrece la materia califica de arreglada la enunciada pretensión.2. ° Erección de hospicio para las artes mecánicas con salas orrecci6n de ambos sexos por separados y con otras de huérfanos educados con igual separaci6n.-Ninguna cosa hay perjudicial en la sociedad que la falta de aplicación al trabajo e industria. Así lo han conocido indistintamente todos políticos, y no hay una entre las naciones cultas que no haya fijado su principal atención en crear tribunales, y reglamentos de policía para desterrar la ociosidad, pero en vano impondrán penas a los ociosos si no se abre franca puerta a aquéllos establecimientos capaces de precaver este mal; pues es indubitable que las leyes preventivas son con mucha distancia ventajosas a las penales. En la predicha erección se subviene a cuanto se puede desear en el particular. Por otra parte se funda un establecimiento que ocupará y enseñará a infinidad de individuos vagos, errantes y perjudiciales sin este auxilio; y por otra, hallará su castigo el perverso logrando con la corrección la ventaja de aplicarse a cosas útiles y necesarias, eximiéndose tal vez en lo sucesivo de otra clase de penas que más suelen empeorar a los que las sufren que enmendarlos de sus delitos, resultando en beneficio de ambos estados y de la sociedad entera los felices efectos que se deducen de tan sano establecimiento.3.° Ampliaci6n del Hospital de caridad y formaci6n de otro para Lazarinos.-La salud pública es otra de las más esenciales atenciones de toda culta sociedad y la misma política que gira sobre diversos objetos se ha esmerado muy particularmente en el que se acaba de expresar. La numerosa población de esta Isla y la falta de arbitrios en los infelices clama un hospital más capaz y proporcionado que el que con título de la Concepción existe en esta ciudad, sin ser necesario esforzar en manera alguna este convencimiento siendo tan obvio y vulgar cual se demuestra de sí mismo. No es menos urgente la casa para lazarinos a sotavento y con las precauciones que se observa en los hospitales creados de esta especie con la respectiva distribución y separación de calidades, y sin perder de vista la contribución que deban hacer los enfermos pudientes; y como muchos de esta clase presentarán obstáculos, repugnancias y aún resistencia a tal reducción será indispensable que sobre este punto se faculte con la suficiente amplitud y se preceptúe con la mayor energía al gobernador de esta Isla para que se muestre inexorable a toda oposición por parte de los atacados o confirmados de esta contagiosa enfermedad, obligando a todos a asistir en los departamentos que según sus grados, condición y haberes podrán establecerse en dicho hospital cuya fabrica no puede ser muy sucinta ya por la naturaleza de los enfermos que ha de contenes y ya por el número considerable que se cuenta de ellos en toda la Isla, que es la causa impulsiva de esta pretensión; y de que se recomiende su actividad.4.° La extinci6n del derecho de tierras.-Este impuesto, que tuvo por objeto aplicar su producto al vestuario y armamento de las Milicias de Caballería e Infantería de esta Isla, consiste en exigir de los poseedores de los terrenos, anualmente, cinco cuartos de real por cada cuerda de estancia, y tres por cada una de hato. El labrador no tendría esta pensión por gravosa, si fuese… dándole el destino que la motivó, gozase del sobrante para alivio de alguna de las infinitas pensiones con que se halla recargado, y que se irán exponiendo sucesivamente; pero ello es que sólo una o dos veces han sido habilitados los cuerpos de Milicias con el producto de aquel impuesto, resultando un fondo enorme que en realidad de verdad no hace falta ni se aplica a su objeto, y el laborioso hombre de campo continua aumentándolo con sus fatigas sin saber siquiera el destino que se le da; mas experimentando vejaciones y apremios para su exacción, tanto más dolorosa, cuanto la sufre sin disimulo ni moratorias.5. ° Supresi6n de las cuatro rentas con que contribuyen los labradores a sus Párrocos, a saber: diezmos, primicias, salarios y estola. Por mucho tiempo dependió el alimento de esta Catedral de la real hacienda; pero hay cerca de cincuenta años que ésta cobra formalmente el mencionado impuesto eclesiástico, en cuyo espacio debe de estar suficientemente reintegrado ya el real fisco; el cual aunque ha variado en la forma sobre los arrendamientos al fin han venido a hacerse estos por parroquias o partidos y la gruesa total entra en el cuadrante, o sea división del ramo, llegándose a conocer solamente lo que toca a la fábrica de la Catedral, lo que pertenece al Colegio Conciliar, y lo que monta el beneficio curado, cuya paga sigue la suerte del valor o montamiento recaudado; pero salta a la vista que este beneficio curado de la Catedral lo paguen individuos que ni aun remotamente participan de él, es decir, el beneficio curado que comprehende el diezmo contribuido por una parroquia pasa a ser alimento de otra sin beneficio de la que hace la contribución, careciendo del socorro espiritual que es el fin o destino del diezmo. Lo propio sucede con la primicia y saber el exacto pago a que rigurosamente se obliga al pobre labrador se mira éste precisado a contribuir también con trescientos treinta pesos anuales, y los derechos de estola para sostener un capellán en cada partido y gozar así del pasto espiritual, de que a no hacer este sacrificio carecería contra lo que prescriben las instituciones canónicas, en cuyo derecho se afianza la justicia de esta pretensión que será extensivo a la supresión de otros derechos que previene el arancel del obispado y los que por el mismo se dan al sacristán.6.° Que para la fábrica de las nuevas iglesias parroquiales se contribuya por parte de Su Magestad lo que previene la Ley de Indias, o se les dé el derecho de Patronato a los pueblos, a cuya costa se hubieren edificado las iglesias. -Por más ligeramente que se fije la atención sobre el origen de las parroquias de esta Ysla, por más que se pretenda disfrazar el sacrificio de los respectivos vecinos a la sombra de la voluntad con que se han prestado a dichas fábricas, costo de ornamento, y demás necesario a la decencia del culto, siempre habrá de confesarse que semejantes erogaciones sobre no pertenecerles rigurosamente contribuyen sobremanera a la ruina del labrador o al menos a la decadencia que experimenta.7. ° Que se le redima de la obligaci6n de hacer cárceles para el público y cuarteles para la tropa de Milicias de Caballería e Infantería, y que aquéllas se construyan por cuenta de los propios y estos por los de Su Magestad. -Es un trabajo incesante el que de continuo se invierte en estas fábricas, con las cuales, agobiado más y más el triste labrador, apenas puede contar con el corto fruto de sus trabajos para satisfacer los repartimientos exigidos siempre imperiosamente y sin las consideraciones que prescribe el fomento de la agricultura y la protección al agricultor.8. ° La abolici6n del derecho de saca y menudeo de aguardiente. -Cada pipa de esta especie paga doce pesos en razón de destilación y diez y ocho por el menudeo, cuyas dos contribuciones ascienden a treinta pesos pipa, que puede graduarse una mitad de su total valor sin deducir costos y en favorable: especulación bastante a demostrar por si sola lo gravoso de estos derechos y el considerable óbice que presentan desde luego para industria.9. ° La extinci6n de pesa; y que se abastezca la Capital de carnes todo el año por asentistas sin precio determinado con preferencia al que haga más beneficio al público. *Sobre este abasto de primera necesidad han afanado constantemente los cuerpos municipales más ilustrados y en conclusión han llegado a conocer que la mejor ley, el más sano estatuto, y la disposición más sabia en la materia es abolir todas las ordenanzas y reglas que en ella se han establecido, dejando en libertad el precio a los abastecedores y cuidando sólo de la buena condición .del abasto es constante que el interés es el móvil general de los asentistas, y que su concurrencia producirá la baratura, y de consiguiente aunque alguna otra ocasión se surta el público a un alto precio, éste mismo llamará abastecedores, cuya competencia hará rebajar aquél a lo ínfimo. Esta sencilla reflexión observada generalmente en Europa excusaría el dolor de tener que tratar con alguna más extensión sobre el modo ruinoso con que se abastece actualmente esta Capital en detrimento de la crianza de ganado y de su fomento, si no debiera temerse el descontento que podría causar el proyecto indicado en muchos individuos. Si se refleja sobre el modo con que se exige este abasto, para el que no se perdona toda clase de apremios y vejaciones, y se atiende por otra parte a que el ganado es una producción de la industria más laboriosa, cuyos agentes no participan del moderado precio a que ciñe la carne, habrá de causar el mayor asombro al ver que hasta el presente no se ha escogitado un arbitrio compatible con el efectivo abasto y con la consideración que merecen los ganaderos. Verdaderamente se ignora en que puedan fundarse actual*mente los vecinos de la Capital de Puerto Rico para ser contemplados indistintamente en el surtimiento de abastos a precios c6modos con perjuicio del abastecedor que los hace producir y fomentar. Está muy bien que en aquel tiempo en que esta Capital considerada meramente como una plaza de armas tuviese algún derecho a la enunciada contemplaci6n por estimarse sus habitantes en la clase de la Milicia o en la de los empleados; pero en el día que es una ciudad de numeroso vecindario, respecto al cual son muy pocos los militares, y empleados, ¿qué raz6n habrá para que a la sombra de aquéllos disfruten estos un beneficio a que no son acreedores? No parece haya soluci6n a tan sencillo argumento. (¿Y qué se dirá si se refleja que del modo propuesto para abastecer de carnes a esta ciudad gozaran todos sus habitantes sin distinci6n más seguridad y abundancia en el abasto, y equidad en su precio? Así lo ha demostrado la experiencia en todos los pueblos que han elegido tal arbitrio. En unos lo han adoptado con asentistas anuales, en otros por trimestres, y en varios por semanas, y aun por días. Por lo que mira a Puerto Rico, atendiendo lo espacioso y fragoso de sus campos y la escasez de acaudalados, convendría que el primero de cada mes se abriese el Tribunal de Bajas compuesto de dos regidores con su escribano y portero en sala proporcionada al intento en la misma carnicería, a donde en cierta y determinada hora concurriesen todos aquellos que quisiesen tratar y hacer postura a dicho abasto por semanas para todo el mes siguiente, de forma que rematada la obligad6n de la primera semana en el postor que más beneficia hiciese al público, se continuase e1 remate de las otras sucesivamente en iguales términos; y así mediando un mes completo para empezar estos abastecedores, y reiterando la propia diligencia el primer día de cada mes, se aseguraría el abasto y no habría tanto que vencer ni atropellar como sucede actualmente. Por lo que hace al cuarto en libra con que hoy contribuye el público, no tiene inconveniente, ni se opone con la propuesta forma de abastecer, ni debe hacerse novedad respecto a la justa inversión de este sobre plus que puede decirse único arbitrio para las atenciones de los propios, que según el orden propuesto en estas instrucciones habrán de supercrecer hasta ser necesario o escogitar medios para mayores fondos. El método indicado bajo unas reflexiones y reglas tan claras y terminantes podría resolverse sin dificultad, sin necesidad de ocupar la atención de su Magestad pero las muchas y complicadas disposiciones y procedimientos que aparecen en la materia presentarían, algunos óbices que tal vez harían impracticable este saludable sistema; y parece lo más conveniente que su determinación proceda del soberano. Con ésta conseguirán los vecinos de esta Ciudad un beneficio incalculable, y la cría de ganados de toda la Isla el mayor incremento porque libres de esta pensión que infinitas veces obliga al labrador a desprenderse de la vaca que le nutre y alimenta, la criará con otro descanso y confianza, asegurando el mantenimiento de su familia y la procreación de aquella especie: y este mismo labrador que al verse requerido, apremiado y perseguido por la contribución de catorce arrobas de carne, o en su defecto catorce pesos por cada caballería anualmente se afligía, se lamentaba, y entraba en la desesperación con expresiones execrables, se tranquilizará, mudará de tono y tributará infinitas gracias’ al autor de tan benéfico proyecto.10. ° La libertad de alcabala de carnes de abasto en toda la Isla. —Por real cédula de tres de abril de mil setecientos noventa y nueve se sirvió su magestad conceder que fuesen libre de alcabala las carnes y demás frutos y géneros del abasto de esta Capital, en consideración a los particulares méritos contraídos por estos naturales en la vigorosa defensa que hicieron de la Isla en la última invasión por los ingleses en el año de mil setecientos noventa y siete. No se alcanza el motivo porque supuesta dicha real orden se esté exigiendo el derecho de alcabala de las reses que traídas a la Capital con el objeto de abastecerla, verificándose así, suelen venderse por su dueños con esta calidad; pues una vez que sin intermisión se cumple con el objeto sobre que recayó la real gracia, parece una sobre carga injusta la de sufrir tantas alcabalas cuantas ventas instantáneas se haga del ganado del consumo. Así mismo parece muy natural que si a la defensa de esta Isla concurrieron de extremo a extremo sus habitantes al lugar por donde acometió el enemigo, deben ser todos igualmente partícipes del privilegio concedido en razón de su general mérito y no verificándose así resulta que los naturales de los campos no fueron comprendidos en aquella gracia, habiendo luchado y tenido igual parte en la causal de la concesión.11. ° Que todos los vecinos que carecen de propiedades o no se hallen asalariados o legítimamente invertidos en las casas de los propietarios hayan de reducirse precisamente a vivir en poblaciones. —El mayor de los males que padece esta Isla es la servidumbre de la esclavitud. El miserable esclavo padece cuanta miseria produce la naturaleza, y el desgraciado labrador sufre también los efectos de esta misma miseria sin hallar brazos suficientes para sus labores—a no emplear inmensas sumas en compra de negros que jamás subvienen a las necesidades de la agricultura, ni se emplean en ella con el conocimiento y esmero que se requiere para que el producto corresponda a los capitales. Por otra parte si tendemos la vista sobre la desgraciada Isla Española de Santo Domingo y si consideramos que ni el Código Negro de la nación francesa, ni cuantos medios de precaución se tomaron por ella bastaron para contener el furor de los esclavos y gente de color que han producido en términos que horroriza la memoria del catástrofe experimentado, habremos de llegar al grado de insensibles si nos mantenemos indiferentes y si no tratamos de cortar desde el luego el origen de aquel incalculable mal y la trascendencia que puede tener hacia esta isla. No será necesario la expulsión de los actuales esclavos ni la coartación absoluta de la introducción de los negros, porque esto sería dar de una vez en tierra con los labradores y con la agricultura: bastará para el fomento de ésta y para la prosperidad de aquéllos facilitar brazos para los trabajos rurales. Recurrir a traer de afuera hombres libres y útiles al intento ni lo permiten las actuales circunstancias ni parece fácil que sin unas conocidas ventajas haya hombre alguno que abandone su Patria para pasar a otra en clase de jornalero, que es lo que se necesita en esta Isla. Este recurso pues lo tenemos adentro sin necesidad de buscarlo por afuera. El sinnúmero de agregados que abruman los campos, si por una parte viven ociosos y sin la proporcionada aplicación al trabajo, son por otra la más roedora polilla de las estancias y haciendas; cuyos dueños por una caridad mal entendida suelen abrigar este mal consistiendo en sus terrenos y socorriendo continuamente a esta clase de hombres perniciosos. Algunos habrá que sin faltar a la honradez y sin dejar de aplicarse algún tanto no deberán entrar en el número de los execrables; pero siempre es de suponer que aun los más aplicados no pueden serlo tanto cuando viven en su arbitrio que cuando se hallan bajo el estímulo y la precisión. No hay que decir que los tenientes de guerra y sus oficiales pueden evitar con su celo el indicado mal; puesto que ni estos jueces territoriales ni todas las disposiciones de policía dictadas hasta el presente remueven el obstáculo que presenta desde luego lo desproporcionado de las viviendas. No sucedería así obligado a todo agregado a vivir en su población bajo de campana: allí pueden ser celados y corregidos fácilmente: allí formarán su provisión de abastos y muchos frutos de los que pierde el labrador por el robo o falta de salida lograrán su venta: allí podrá el pastor espiritual aprovechar la palabra de Dios y demás piadosos oficios que rara vez disfrutan las gentes miserables; allí tendrán las justicias más proporción para administrarla; y en cualquier evento podrán contar con una masa de fuerza muy difícil de reunir en la población actual; como se ha observado en alguna otra invasión por las costas que el socorro ha sido ineficaz por su tardanza: allí tendrá el hacendado, el estanciero, el arrendador y el pequeño agricultor un depósito de brazos útiles para sus labores y trabajos; y allí, en fin, tendrá el vecindario los mutuos alivios y socorros que facilita la sociedad y la educación y erección de escuelas no padecerá el abandono que se experimenta. Todas estas ventajas y otras consiguientes sucederían al expresado proyecto y paulatinamente aplicándose a la agricultura tantos brazos cuantos no tuvieron otro medio de granjearse el sustento, resultarían jornaleros que insensiblemente subvendrían a los quehaceres del campo, y los propietarios sobre gozar el bien de no necesitar los negros se vería libre del mal y forzado servicio de estos , y de las raterías, robos y pensiones que sufren de aquéllos; con la manifiesta ventaja de poder laborear la tierra a tiempo y cosechar mayores frutos, lo que no puede verificarse atenidos siempre a las cortas fuerzas de sus esclavos; cediendo en el bien general y particular este sistema y en gran parte útil a la misma real hacienda.12. ° Formación de una Junta en la Capital compuesta de cinco hacendados y tres comerciantes: los cuatro de aquellos, nombrados por cada uno de los Cabildos de las cuatro Villas; el quinto de los mismos, y los tres de estos por este Ilustre Ayuntamiento con un Presidente elegido por el Gobierno pero que sea precisamente uno de estos Capitulares, cuyo instituto sea relativo principalmente a los conocimientos de agricultura y comercio, y con extensión a todo cuanto pueda se concerniente a promover y progresar estos dos interesantes objetos; y sus facultades, autoridad y demás formales requisitos deprenda y se describan según estime la Suprema Junta. —En vano será forzar la necesidad y ventaja de una creación tan importante notoriedad y atendiendo a sus dos objetos se deduce serle peculiarísima la dirección de caminos y puentes de que tanto necesita esta Isla, y cuya falta es uno de los obstáculos más esenciales para su prosperidad, así pues con la esperanza de ver realizada esta Junta se puede omitir el cansar por ahora la soberana atención con varias pretensiones que podrán conseguirse por su instauración en la Junta solicitada más sin embargo convendrá anunciar algunas otras para sí oportunamente se pueden solicitar desde luego.13. ° Que se permita el cultivo de trigo en esta Isla. —Las prohibiciones sobre este punto estriban en un supuesto que no se verifica: a saber, que las harinas de este consumo provengan de la España Europa: rara vez se ha visto así cumplido y así siempre se hace aquí esta provisión por las naciones extranjeras; las cuales por las miras de su propio interés saben aprovechar las ocasiones lográndolas con el aviso de sus corresponsales en términos que el barril de harina de ocho a diez pesos de buen valor suelen venderlo a doble o triplicado precio muchas veces, sin evitarse por semejantes carestía la escasez de esta especia a cada paso. Esta verdad constante tiene sobrada prueba y el feliz resultado de la pretendida gracia no es menos visible.14. ° Alivio en los derechos de introducción sobre las harinas y todos los renglones convenientes a la agricultura, señaladamente por lo respectivo a utensilios. —Siendo la harina un alimento de primera necesidad y padeciéndose de ellas en esta Isla la indicada escasez parece muy justo que se corten o al menos se ensanchen las trabas para su provisión. El grande impuesto que la coarta y ahuyenta tuvo seguramente la mira que se acaba de expresar en el artículo antecedente y supuesto que se toca con evidencia por una parte, que de la España Europea no se realice este abasto, y que el temor de los derechos hace a los extranjeros que lo faciliten por lo común en circunstancias ventajosas en su lucro, es muy equitativo y conforme a la más sana política se rebajen los derechos de un renglón de primera necesidad para que llenando así la concurrencia de extranjeros al surtimiento suceda la comodidad en los precios gozando esta Isla del alivio sin perjuicio de las miras que se la privan. El atraso de la agricultura y la necesidad de su fomento claman por el mismo ensanche sobre todos los renglones que le convienen al menos por lo que toca a utensilios. Éstos suelen escasear por las mismas causas y piden el propio remedio no siendo su objeto menos atendible e interesante.15. ° Que el comercio con las potencias amigas sea libre por diez años al menos, y que se lleve a efecto la habilitación de puertos concedida por Su Magestad. —El feliz resultado de esta concesión es tan incalculable como la decadencia de esta Isla por la falta de cumplimiento a tan benéfica disposición cuyos fundamentos resultan con demasiada brillantez en el expediente creado en la materia y en los antecedentes que se les unieron.16. ° Establecimiento de gremios bajo las reglas y estatutos convenientes. —No puede mirarse sin dolor esta notable falta. Muchos de los que con el nombre de maestros abren tiendas de sus oficios y suelen hacerlo de modo que perjudican más con ellas que si la dejasen sin abrir; pues careciendo de los verdaderos principios, fondos, y demás cualidades necesarias, se surte el público de manufacturas costosas y a veces inútiles y despreciables porque no habiendo alcaldes veedores que celen sobre la condición, géneros y demás concernientes aplican los titulados maestros a su arbitrio, los que les son más cómodos, consultando meramente su granjería con grave perjuicio de los compradores incautos. Por lo que mira a los aprendices es consiguiente que sigan el rumbo de sus maestros, y habiendo muchos de ellos no sólo ignorantes en su clase sino también de malas costumbres y algunos jóvenes depravados, ¿qué deberá esperarse de los aprendices que toman a su cargo? Si atendemos al estímulo, indispensable así en toda materia para su adelante, ¿cuál podrá haber dónde ni proceden exámenes, ni se observan más reglas que el arbitrio de cada cual? ¿Y qué de perjuicios no padece el público en las manufacturas de plata y oro? Siempre las paga por cabal con arreglo a su peso como si fuese la materia de superior calidad con unas hechuras exorbitantes; y si se computan éstas con el legítimo valor de los metales adulterados, regularmente no será mucho se advierta un exceso de consideración; cuyos perjuicios con otros de bastante bulto y que han dado motivo a las sociedades para el establecimiento de los gremios respectivos excitan fuertemente a esta ciudad para tan arreglada pretensión.17. ° Que no se consientan extranjeros en esta Ysla; y que de los existentes se manden salir todos aquéllos que no estén connaturalizados por escrito del soberano o casados con mujeres acomodadas de la propia Ysla. Y que la misma suerte corran los catalanes que sin la competente licencia de su Majestad y contra sus respetables determinaciones se hallan tolerados. —Por más superficialmente que se miren las poderosas causales que han motivado las reales resoluciones en la materia se toca el convencimiento más claro del acierto, y buen espíritu con que han sido dictadas. Sobre los extranjeros seria ociosa toda discusión, y ésta jamás produciría otro efecto que engrosar un punto tratado y ventilado en la superioridad con presencia de cuanto ahora se pudiera producir; más, cerca de los catalanes, no se pueden perder de vista las muchas causas que deben acumularse, y que tal vez no se tocarían en la real orden que fija término a los registros. Es de considerar que la mente de Su Majestad fue no alimentar o dar pábulo a la despoblación de España con la salida de los comerciantes y mercaderes para las Américas, y por esto sin duda se dictaron las providencias para su regreso; y también es de creer que si aún se hubiera traslucido que sobre no cumplir con tan sabia determinación iban a permanecer en muchos parajes de América abusando de la tolerancia de permitirlos con detrimento de los vecindarios y señaladamente de esta Ysla, no se les hubiera permitido su salida de la península. Observemos el manejo de tales gentes y veremos palpablemente que el cálculo comercial ni algunas de las reglas que le son anexas por el orden regular jamás entran en sus especulaciones, y que éstas degeneran de las mercantiles a la regatonería frecuentemente; advirtiéndose que estos hombres en quienes se absuelve todo el numerario rara vez construyan fábricas, fomenten haciendas, ni tome otro destino que la salida o el trasporte con el metálico que han granjeado.18. ° Que en la provisión de empleos de esta Ysla se dé preferencia en grado igual a los Patricios. —Esta pretensión es tan justa y sus causan tan conocidas que verdaderamente puede entrar en el grado de aquéllas que se titulan indemostrables por contener en sí mismas las más fuerte demostración; sin embargo debe recordarse cierta adhesión que se advierte a veces en la distribución de empleos a individuos ineptos, o que solo tienen el mérito de depender de sujetos de valimiento.19. ° Que los Jefes de Milicias de Infantería y Caballería de esta Isla escojan en sus cuerpos para sargentos segundos individuos del país de la mejor calidad y circunstancias designándose precisamente los dos tercios de su total número a estos naturales, y el tercio restante sea de los cabos que se sacan de la Infantería Veterana. —.En algún tiempo han sido miradas las Milicias como tropa de poca utilidad, pero la experiencia va ya acreditando que la ventaja del soldado veterano por una parte sobre el miliciano no equipara quizás a las que ofrece éste sobre aquel en muchos casos; y aunque éste es un problema que hasta de presente no ha tenido fija solución, lo cierto es que en el día de los cuerpos de milicias en su táctica y servicios son expertos y convenientes y que indistintamente sirven según las circunstancias. De cualquier modo que sea, se hecha de ver un rasgo de injusticia para con los naturales de esta Isla; de ellos sólo se tienen opción a las ginetas de segunda de donde jamás ascienden a pesar de que regularmente son de las clases más distinguidas de los vecindarios; y para alentar a estos el servicio convendría sobremanera el premio de aquéllos; y por el contrario se desaniman todos viendo solamente oficiales a los que principiaron de cadetes, cuya proporción no encuentran fácilmente los hacendados de los campos ni les es muy conveniente por la distracción de sus haciendas. Además no deja de ser algo duro el que eligiéndose para sargentos segundos los individuos más distinguidos y acomodados de los partidos, hayan de ver estos a sus familias que un cabo cualquiera se les antepone y asciende quedando aquéllos hasta su fallecimiento o invalidación sin ascenso alguno.20. ° Que esta Isla sea comprendida en el territorio de la Real Audiencia de Caracas, a donde se dirigen las apelaciones y recursos que se llevan actualmente a la de Cuba. —La gran distancia que separa esta Isla de aquélla es un óbice insuperable para la mayor parte de los litigantes; y en vano franqueará el derecho la libertad de las apelaciones si las partes agraviadas encuentran dificultades para instaurarlas. Por más que el infeliz emprenda la navegación y consiga entrar en aquella Real Audiencia habrá de serle su retorno sumamente difícil por lo costoso en razón de las remontas del viaje de vuelta; cuya sola consideración es suficiente para obtener esta gracia.21. ° Que los reemplazos del Regimiento Fijo de esta Plaza sean por naturales del País. —Una experiencia bastante dolorosa ha demostrado que las sacas de este presidio y de los de Europa para dichos reemplazos han inundado toda la Isla de hombres pervertidos y criminales, cuyos vicios y defectos han contagiado a estas gentes incautas por una parte y dóciles por otras. También se ha observado que ni las enunciadas sacas ni algunas otras remesas han bastado para el suficiente número de plazas de este Regimiento, el cual estaría más completo y los habitantes de la Isla menos corrompidos si se hiciesen de ellos mismos los reemplazos de aquél.22. ° Y en fin que para las erogaciones de los establecimientos indicados en esta Instrucción se pongan a la orden del Ilustre Ayuntamiento de esta Ciudad los fondos que resulten en Reales Caxas, ya en razón de las cantidades exigidas hasta el presente a toda la Isla sobre el Real Derecho de tierras deduciendo lo que se halla invertido legítimamente en el vestuario y armamento de los cuerpos de Milicias de Infantería y Caballería, ya del sobrante del derecho que se cobra para empedrado de calles; y ya de la contribución que se cobra sobre el aguardiente por su saca y su menudeo. —Éstos derechos y aquéllos sobrantes corresponden sin disputa a los propios de la Ciudad y cuando ésta se halla exhausta de fondos para subvenir a las urgentes necesidades que experimenta, y que supercrecerán para llevar a efectos las fundaciones solicitadas, no puede desentenderse de tan justa reclamación; y tratará activamente de escogitar y proponer arbitrios adaptables y suficientes para las antedichas urgencias. Sala Capitular de Puerto Rico, veinte y siete de Octubre de mil ochocientos nueve.NOTA: Que el artículo quinto de estas Instrucciones debe entenderse de la supresión de los Diezmos y Primicias, del modo que en el día se exigen; y para que en lo sucesivo sirvan para la mantención de las iglesias y sus ministros que se ejercitan en el pasto espiritual; y por cuyo medio se eximan los vecinos de las otras dos contribuciones de salario y estola.Fecha: —ut retro.Pedro Yrizarry, Fernando Dávila, Manuel Hernáiz, Dr. Joaquín de Torres Durán, Lcdo. Juan Antonio Mejía, Vicente Pizarro Bezerra.Concuerda este testimonio con las instrucciones originales de su contenido que se entregaron en este día al Sr. Don Ramón Power, teniente de navío de la real armada, Diputado de Cortes por esta Capital y su Isla, a que me remito, y para archivarlo en este Ilustre Ayuntamiento lo corregí y concerté, —cerífico y firmo como acostumbro en esta Muy Noble y Muy Leal Ciudad de San Juan Bautista de Puerto Rico, a los veinte y seis días del mes de abril de mi ochocientos diez años.
    TOMAS ESCALONA,
    Secretario del Cabildo.

    • Ramírez de Arellano, Rafael W.: Instrucciones al Diputado don Ramón Power y Giralt, Págs. 33-46.

    YSTRUCCIONES DE LA VILLA DE COAMO
    Ynstrucciones que forma el Ylustre Ayuntamiento de la Villa del Señor San Blas de Yllescas de Coamo de los particulares que ha acordado para representar en la corte de España y en favor de los habitantes de esta Isla de San Juan Bautista de Puerto Rico, el Excelentísimo señor don Ramón Power, como su apoderado general, y uno de los vocales en la Real y Suprema Junta que nos gobierna a nombre de nuestro amado soberano don Fernando Séptimo. Todo consecuente a superior orden del señor capitán general e intendente don Salvador Meléndez, de diez y ocho de julio del corriente año de mil ochocientos nueve, relativo al artículo sexto de la real orden de veinte y dos de enero del mismo año acerca de los ramos y objetos de interés nacional que ha de promover dicho señor vocal apoderado llegado el caso. Todos los cristianos postrados delante de Dios, Nuestro Señor, debemos tributarle infinitas gracias y particularmente los puertorriqueños por haber visto el día que con tanta ansia deseábamos. Nuestro muy amado monarca don Fernando Séptimo, y en su nombre la Real y Suprema Junta Gubernativa de España e Indias, se ha dignado dar una ojeada a esta Isla, la que nunca había merecido de sus soberanos, y en ella sólo anuncia una serie continua de felicidades a sus fieles patricios capaz de perpetuar su memoria en los corazones de la posteridad por los admirables rasgos de beneficencia tan singular, según lo indica la citada real cédula de veinte y dos de enero del presente año, dándonos a conocer una puerta franca para que sin temores ni recelos lleguemos hasta los pies del trono a interponer con libertad y confianza nuestras suplicas por el órgano del Excelentísimo Señor don Ramón Power, nuestro conciudadano y apoderado general, como vocal de la misma Junta, y en ella manifestará nuestras peticiones, cuyo pronto y feliz éxito se adelantará más allá de nuestras esperanzas. Así es que podemos lisonjearnos no sólo de que gozaremos de la época en que tuvieron fin nuestros males sino en que dio principios nuestra prosperidad. Teniendo el honor de ser éste uno de los ilustres cuerpos de la Isla, revestido con carácter de suprema autoridad para dar unas relevantes pruebas del grande interés que toma en la felicidad de su patria; no ocultándosenos de que no poseemos aquellos perspicaces y sublimes conocimientos que pide empresa tan ardua, basta y escabrosa y sujeta a muchas diferentes combinaciones que suelen salir falibles cuando se consideran más seguras y benéficas. Pero esta sincera confesión al paso que de indemnizar nuestros defectos a presencia de S. E. a donde se dirige, como lo esperamos, suplirá con la fecundidad de su ingenio la esterilidad del nuestro, y bajo las amplias facultades que le otorgamos en nuestros generales poderes pueda desde luego modificar, adelantar, enmendar y corregir cuanto juzgue oportuno al bien de la Isla a que solo aspiramos. —Puerto Rico, amada patria mía!, a quien tan justamente se daba y merecía este pomposo nombre por ser un suelo en que la naturaleza pródigamente derramó la fertilidad y la riqueza. Ha producido desde su descubrimiento diferentes frutos estimables, como son de azúcar, tabaco, café, algodón, cacao, añil, achote, jengibre, nuez-moscada, pimienta, malagueta, y todos de bellas calidades y comerciables, así mismo es productiva de maderas sólidas para las obras de este género, y no menos lo es de las que sirven para tintes de las fábricas. Es fecunda de diversas especies de raíces alimenticias, gomas, plantas y baños medicinales, canterías de piedra de labrar, y de yeso y también abundante de ganados de toda especie, sobre todo el vacuno de una carne muy gustosa, y saludable. Pero en medio de la abundancia y de las riquezas ha ido progresivamente sucediendo la escasez, la miseria, y la pobreza, tanto que ya han visto los nobles y fieles patricios de Puerto Rico su ruina. Jamás se ha visto que en esta Isla las calamidades y escasez de dinero hayan arrastrado a los hombres de honor a cometer bastardías, como en el día se experimenta en el cumplimiento de sus contratos y contribuciones. Buen testigo de ello es este magistrado donde cada día no se ven sino acreedores demandando porque no pueden ser pagados de sus deudores, y al fin vienen a ser satisfechos por lo regular en prendas que no le sirven para sus empeños ni poder remediar con ellos ninguna urgencia de su casa. ¿Puede ser mayor miseria? —En este estado de infelicidad y abatimiento en que se hallan los naturales de la Isla, el más espantoso que se ha conocido, siendo muy difícil recopilar a un solo golpe de vista las causas o motivos que impulsan a tan funestos males, y no es menos difícil atinar con sus remedios porque son muchas las sendas que se dirigen al yerro y una sola la que guía al acierto. La agricultura ciertamente es un fondo inagotable de la felicidad del rey y sus vasallos. Ha sido siempre protegida por nuestras leyes, pero en esta Isla sus labradores ínterin están abrumados con las insoportables cargas que llevan sobre sus hombros los habitantes apenas podrán satisfacerlas con el sudor de su frente sin experimentar algún perjuicio, y muchas veces por medio de la justicia. Tales son los derechos que cada labrador paga por doce reales y medio por cada caballería de terreno de estancia, y siete y medio por las de hato cada año, y a razón de catorce arrobas y un décimo de carne con que debe abastar la Capital, y el que no tiene res con que cumplir le suele costar cada arroba un peso que paga al que se la suple, más o menos, según la estación del tiempo. A más de esto el derecho de dos por ciento de alcabala, el diezmo y primicia la parte que le toca en la contribución que se le hace al padre cura y sacristán en cada pueblo de trescientos veinte y cinco pesos (aunque algunos de menos, otros de mayor cantidad) cada año de renta, además de las obvenciones o derechos de estola que contribuyen a estos mismos por la administración de sacramentos y demás funcionarios parroquiales de entierros, aniversarios, derechos de la iglesia, matrimonios, misas cantadas, etc. La obligación de edificar con su trabajo y expensas sus iglesias parroquiales desde sus cimientos hasta concluirse, repararlas, reedificarlas, adornarlas y alhajarlas de oro y plata. La de construir igualmente a su costa para habitación de su cura, otras para cárcel y otra para cuartel de Milicias de Caballería e Infantería donde las hay, con otras erogaciones que se añaden a los pueblos y nunca faltan y todo lo que ha de sufrir el vecino de su propio peculio: experimentando en la estación presente de que varios vecinos de esta provincia por no poder soportar el crecido recargo de la pesa han cedido sus terrenos unos en el todo, y otros en parte en favor de S. M. sin reparar en que algunos les habrán costado su dinero, y otros heredado de sus padres y ascendientes, y de que les podían hacer falta a sus sucesiones, quedando restringidos a la insolvencia o con sólo aquellos precisos para su subsistencia. La multitud de mercenarios o agregados que se experimenta en esta Isla no acarrea otra cosa que la holgazanería, depósito del ocio, y del vicio, por consiguiente perjudiciales al fomento de la población y agricultura pudiendo esto tener algún remedio, como lo consideramos, dándole terrenos de los que hayan baldíos donde puedan aplicarse a la labor por su propio interés y venir a ser útiles a la Patria y al Estado; habiendo una poderosa razón para el que despreciase este beneficio se reduzca a vivir en la población a la mira de las justicias, quienes les podrán obligar a ganar un jornal o tomar un oficio de los menestrales con que puedan sustentarse ellos y sus familiares, de suerte que queden desahogados los demás aplicados. La falta de brazos ¿qué acarrea en la agricultura, sino su ruina? Todos los hombres próximamente indicados los tienen y no aspiran a su incremento. ¿Qué importa que haya otros que quieran fomentarlas sino tienen recursos? Se tiene por experiencia que todos los años sufren la lastimosa pérdida de mucha parte de su cosecha por carecer de manos que la recojan, cuyas faltas podrían suplir en parte los que no la tienen. Pero para perfeccionar la agricultura no son bastantes y es necesaria la adquisición de negros de la costa de Guinea, guardándose fijamente la proporción de que no exceda el número de esclavos en la Isla de una quinta parte de su población. Pero si ni aun de las miserables cosechas que los labradores a costa de sus desembolsos, sudores, y fatigas recogen tienen consumo en la Isla, ni extracción para fuera, ¿a qué fin tanto trabajo, y tanto afán, que lejos de rendirle utilidad les trae incalculables pérdidas? Tres, o cuatros años que empleó en hacer una planificación de café, caña, algodón, etc., con cuyo fruto se va a reintegrar de los fondos que para ello ha suplido en lugar de la utilidad que espera, tiene por recompensa la ruina de su casa y familia porque aunque se tome el partido de venderse a los que se presentan como acopiadores de frutos (que mejor se debían llamar regatones) nunca es posible salir de su empeño; y así por lo regular sucede, que, continuamente, año por año se hallan los naturales empeñados sin poder jamás salir de ellos, manteniendo los tales regatones un comercio usurario con que se hacen poderosos, pues estos tales como por lo regular suelen ser personas transeúntes que se toleran por el gobierno sin pensión ni contribución alguna, guardan su dinero para aprovecharse de la ocasión de comprar el fruto al pobre labrador cuando se ve afligido con sus respectivos pagos. ¿Pero a qué precio? Por un tercio de su intrínseco valor, por adelantarle el pago antes de ser cosechado, que tal vez no pasan de dos meses sin haberlo recibido y cuando así no lo verifican, aguardan la mejor ocasión y valiéndose de la justicia les hacen pagar el mismo fruto que habían comprado por un tercio, por su valor intrínseco. De suerte que se experimenta en el día que el pobre labrador lo que le rinde su trabajo en el año todo es para esta clase de gentes. Lo que no sucedería cuando hubiese comerciantes de profesión, que fuese sólo su mira el justo aprovechamiento de su comercio, y dar la mano al labrador en todo lo que fuese concerniente a la agricultura bajo el conocimiento y seguridades competentes, no dudando que los haya y bien capaces para ello cuando se de a la Isla un libre comercio en lo exterior y interior de ella siquiera por veinte años, con habilitamientos de puertos para la extracción de frutos, y maderas comerciables a más del de la Capital según está detallado por soberanas disposiciones, la Aguadilla, Mayagüez, Ponce, y Fajardo, con otros que puedan convenir al alivio de los naturales. Desde la conquista de las Indias prohibieron nuestros soberanos sabiamente la admisión de pobladores extranjeros por unas razones políticas y de necesidad. Debieran haberse observado con todo el rigor de la ley sin disimular la más leve transgresión pero se ha visto de mucho tiempo a esta parte con el mayor abandono su observancia. Los extranjeros se establecen en todas partes de la Isla y a la sombra de que son inteligentes en la agricultura, artes o comercio, se toleran y disimulan sin hacer cuenta de la guerra que hacen a la Religión Sagrada, no menos que a la soberanía, pues muchos de ellos entran en nuestra Patria con la piel de oveja e interiormente son unos rapaces lobos que nos rodean, y velan continuamente para devorarnos; ellos fingen la religión para cautivar el entendimiento de los hombres y lentamente fermentar el veneno en sus corazones h asta emponzoñarlos y atraerlos a su partido. Una nación ilustrada con las ciencias en sus mayores apuros tiene otros tantos recursos cuanto son los hombres que la componen. El establecimiento de nuestro sólido y benéfico gobierno de la Suprema Junta Central en medio de las más peregrinas y peligrosas turbulencias es una prueba irrefragable de esta verdad; sólo en los colegios y universidades con la viva voz de maestros consumados en literaturas se forman regularmente estos hombres. Nuestra Patria, fecundísima de talentos, sobresalientes, porque carece de aquellos medios se queda la mayor parte de la juventud detenida en las puertas de la ciencia, en la mayor ignorancia, falta también la aplicación y se debilita la constancia. Ya se sabe que esta lamentable desgracia trae su origen principalmente de la falta de fondos para la fábrica material de colegios y dotación de catedráticos y colegiales, como de letras menores en las villas y lugares; pero podrán adoptarse los recursos que se han tomado en otras partes para su fundación y arbitrarse otros que si todos no consumasen tan pronto tan importante obra al menos se daría principio a ella con esperanzas de su conclusión, con el auxilio de nuestro soberano y del pueblo. La necesidad de recursos a la Real Audiencia de la Isla de Cuba en los casos que se presentan en estas magistraturas son muy costosos y riesgosos por los malos mares que es preciso atravesar, y de bastante dilación a causa de lo retirado que se halla aquella Isla de ésta. No experimentándose tan crecidos inconvenientes si se permitiese hacerlos a la de Caracas, por su inmediación y navegación menos peligrosa, y ventajosa como que es sólo una travesía y por lo general vientos favorables para ida y vuelta. Consideramos las tenencias a guerra de los pueblos de la Isla auxiliadoras, de la buena administración de justicia, y por consiguiente deben serlo en ayudar a poner en el mejor pie el gobierno económico tan importantísimo al bien del Estado, de los naturales, y fomento de la agricultura; por lo cual sería muy conducente que la elección de aquéllos fuesen a pluralidad de votos por los mismos pueblos, guardando el orden de sorteo en caso de igualdad de ellos, en dos o más personas, con la debida aprobación del gobierno, y desarraigar la crecida decadencia y desprecio con que se mira este empelo entre los hombres sensatos. Por lo mucho que se ha recargado este manejo. Hasta aquí sólo hemos detallado algunos de los principales males que padecen los habitantes de la Isla de Puerto Rico; y que les priva de gozar de toda felicidad con que les brinda su Patria, comparándolos con aquellos desgraciados cautivos que por haber caído en manos de un tirano déspota y señor inhumano gimen sus desdichas por muchos años arrastrando largas y pesadas cadenas en una obscura mazmorra siempre esperando el momento feliz de su redención. La que nosotros deseábamos nos la ofrece la Real y Suprema Junta que nos gobierna a nombre de nuestro amado soberano el señor don Francisco Séptimo. A ella pues es necesario manifestar que los muchos y cuantiosos derechos, pensiones y obligaciones en globo detalladas arriba son las cadenas que nos abruman y que no nos dejar dar paso. Las más de ellas deben romperse y destruirse primeramente promoviendo al mismo tiempo las demás gracias que se estimen a propósito para llevar esta grande obra a toda la perfección. A cuyo fin juzgamos y por nuestros votos deben hacerse a su magestad las peticiones siguientes:Primera SúplicaQue sea libre el comercio en lo exterior y interior de esta Isla por quince o veinte años, como alma que vivifica el cuerpo político, socorriéndose con la erección de un Tribunal de Jurisdicción privativa para la más pronta, y fáciles determinaciones de las causas mercantiles, según y como lo está establecido en la ciudad de la Habana, y su Isla por real cédula de 4 de Abril del año 1794, y aparece en la copia de ella que al efecto acompañamos a estas instrucciones.1.º Dicho comercio deberá entenderse generalmente con todas las potencias amigas y neutrales, bien sean coloniales, europeas o ciudades asiáticas, etc., de suerte que éstas tengan la entera libertad de entrar en cualesquiera de nuestros puertos habilitados bajo de sus banderas con cargamento de efectos y frutos producibles en sus respectivos países, con tal que no sean de café, azúcar, romo, algodón, añil, ni tabaco; gozando de la misma franquicia las nuestras para dirigirse a los suyos con cargamento de maderas y frutos producidos de la Isla.2. º La extracción de frutos de la Isla en buque nacional sea enteramente libre de contribución de todos derechos dentro del término que se permita dicho comercio con solamente pagarse un medio por ciento de entrada y salida en calidad de derecho de avería para el pago del salario a los ministros del consulado; que con las multas que se les amplían en la citada real cédula se considera lo bastante para la sostensión, guardándose la proporción en tiempo oportuno y si es posible reducirse siquiera a tres o cuatro no más de los nueve conciliarios que tiene el de la Habana.3.º Los efectos y frutos extranjeros, bien sean conducidos por buques bajo de sus banderas o bien por los nacionales, contribuirán el derecho de seis por ciento de entrada y cuatro de salida con respecto al importe de sus cargamentos, que acreditarán con factura documentada de ministros competentes, y el derecho de anclaje que contribuirán moderadamente sin otro alguno, y el medio por ciento de avería o consulado y que después de veinte y cuatro horas de presentadas estas facturas tengan acción el capitán o maestre de mejorarlas, y el ministro de la aduana a decomisar la parte que se halle de más pasadas dichas veinte y cuatro horas siendo sólo el motivo el rebajo de derechos para desterrar el contrabando.
    2. ª
    Que se concedan a los habitantes de esta Isla en legítima propiedad las tierras que poseen, devolviéndosele a sus propios dueños las que hubieren cedido a su magestad por razón de los recargos de pesa y derechos de éstas dando comisión al juez de realengos con encargo de que lo verifique a la mayor brevedad por los graves perjuicios que de lo contrario se originan, como el de que se liberten del derecho de tierras (cuando el comercio que teniendo a bien S. M. conceder a esta Isla según el capítulo primero) presente algún objeto menos oneroso en que pueda conmutarse con conocimientos del consulado.
    3. ª
    Que las pesas de carne en la Capital, Villas y demás pueblos de esta Isla para sus provisiones lo sean por abastecedor, quedando el vecino criador de ganado y labrador excluido de esta obligación.
    4ª.
    Que los vecinos que haya desacomodados en la Isla se les dé terrenos con propiedad de los que hubiere baldíos, prohibiéndoseles los puedan comerciar sin ser plantados bajo la pena de que serán recogidos a las poblaciones y sujetos a las aplicaciones que les destine por las justicias con la mira de extinguir los mercenarios y que solo queden los jornaleros en la inteligencia que los han de cultivar dentro de dos años; y de lo contrario se les quiten y den a otro que los labre, a menos que justifiquen causa o motivo que hayan tenido para ello: que en tal caso se les prorrogará el término de un año.
    5. ª
    Que la contribución del real derecho de alcabala en razón de dos por ciento de lo que se vende se haga solamente de las ventas de esclavos, casas, y haciendas, excluyéndose de todo lo demás, y que se haga esta contribución en calidad de reconocimiento de los del vasallaje que debemos a nuestro gobierno.
    6. ª
    Que la real cédula de gracias de 22 de abril de 1804 sea general a la Isla por lo respectivo al café, algodón, añil y caña, con todo lo producente de ésta tanto en los nuevos establecimientos cuanto en los ya establecidos para que el estímulo se haga general en el fomento de tan precioso ramo con la libertad de los gravosos derechos de diezmos y alcabalas y sacas que de la última se hacen de bastante gravedad.
    7. ª
    Que la introducción de negros, tan necesaria y de que tanto carece la Isla para su fomento, se haga de la costa de Guinea, y sea libre de todos derechos y bajo cualesquiera bandera neutral o amiga, y que el retorno de su producción le sea igualmente libre de derechos; que la administración en esta parte tome únicamente el conocimiento de las ventas, a fin de que bajo esta capa no extraigan mayores valores que los de su introducción en esta especie con gravamen de la real hacienda, y si posible fuere que esta introducción sea de un tercio de hembras, y que por ahora no exceda en estos veinte años de 25 mil, que poco más o menos vendrá a ser la quinta parte de la población blanca y libre.
    8. ª
    Que sea igualmente libre de derechos la introducción de herramientas y utensilios de agricultura bajo cualquiera bandera que sean introducidos; con los que el labrador tendrá la facilidad de encontrarlos en sus urgencias y a precios cómodos.
    9ª.
    Que a pesar de lo que se lleva dicho en la introducción concerniente al disimulo que hasta ahora ha habido en la introducción y establecimiento de extranjeros en esta Isla, y atendidas las actuales circunstancias sólo deben quedar en ella los casados en el país con españolas, los hacendados ya permitidos y conocidos igualmente que los que han jurado fidelidad a nuestro amado y católico soberano Fernando Séptimo, con absoluta renunciación de todo derecho a su país natal; siempre que no den un motivo que desdiga del concepto que se han formado, pero que en lo sucesivo no se permita por ningún pretexto más introducción clandestina ni el que circulen en el interior de la Isla sino con causa legitima y previo permiso reservado únicamente a la capitanía general o en clase de mayordomos y directores de nuevos establecimientos acreditando a su introducción su conducta con los documentos que deban presentar de los gobierno de donde dependan.
    10. ª
    Que el abandono en que hasta ahora se ha hallado esta Isla en punto a la instrucción de su preciosa y numerosa juventud (a que no ha podido proveerse por su miseria y decadencia) es de esperar que la piedad de S. M. que tanto ha distinguido esta fiel Isla, proveerá a que se establezcan en la Ciudad Capital y las cuatro Villas, cátedras de instrucción según sus soberanas intenciones; y en cuanto a primeras letras sea de cuenta de los pueblos con la precisa obligación de los que se fundaren nuevamente de proveer a tan útil establecimiento.
    11. ª
    Que las apelaciones en los recursos a la Real Audiencia del distrito sobre ser difíciles por la distancia y penosa navegación, se hace sumamente onerosa. Por consiguiente es de esperar de la real piedad de S. M. tenga a bien agregar la Isla a la Real Audiencia de Caracas por su grande inmediación y comodidades, bajo el mismo arancel de Puerto Príncipe en la Isla de Cidra.
    12. ª
    Que el hallarse los curas párrocos de esta Isla asalariados por los mismos pueblos sobre ser indecoroso al estado eclesiástico es sumamente perjudicial y gravoso porque habiendo de hacerse para este defecto únicamente un reparto en toda su feligresía, las más veces se encuentra el tener que afligir a algunos para esta exhibición apremiándolos, prendiéndolos y aun vendiéndoles parte de sus bienes. Y para obviar a esto como a la reedificación y reparo de las iglesias, salario igualmente de los sacristanes que agobian el vecindario esperamos de la benignidad de S. M. la cesión del ramo de diezmos a la Santa Iglesia, con la que ésta quede con estas obligaciones sin perjuicio de la gracia concedida a los frutos de café, algodón, añil y cana por real cédula de 22 de abril de 1804.
    13. ª
    Que para la construcción de cárceles y cuarteles en los pueblos que hasta ahora se han mantenido a costa del vecindario por repartos y obligación personal del trabajo gratis, se establezca una contribución de cuatro reales por cabeza de res vacuna, y dos por la de cerdo que se mate para el abasto común, exigiéndose este derecho por los tenientes a guerra de cada partido sirviendo de depositarlo de su ingreso en calidad de propios del pueblo, y dando cuenta a su salida al entrante de rendimiento que haya tenido o distribución que haya hecho con estos objetos.
    14. ª
    Que en consideración de que a medida que se vayan estableciendo las acertadas providencias de la Real y Suprema Junta que nos gobierna a nombre de S. M. don Fernando Séptimo florecerán si duda en toda la isla y en esta provincia los frutos comerciables, y como quiera de que sólo se considera podrá ser habilitado para su extracción el puerto de Ponce como uno de los detallados en esta clase, hacemos ver de que dicho puerto se halla al poniente de dicha provincia, y enteramente distante de esta Villa sobre ocho leguas más que menos, y de doce, y catorce de los pueblos de Barranquitas, Cidra, Cayey, Guayama y Maunabo; y por consiguiente bastante costosa la conducción de frutos a el, habiendo en la costa de este puerto el de las Salinas más inmediato a los dichos pueblos, capaz para fondear en él bergantines y fragatas de menor porte con suficiente resguardo de los temporales donde hace aguadas, leña, lastre, buen carenero, etc., y con algunos cien vecinos, que habitan en aquel barrio, y salen de el dicho puerto, y muy vigilantes según lo tienen acreditado cuando se les ha presentado ocasión de enemigos. Con suficiente lugar capaz para población bajo las circunstancias de ley, se haya situado en medio de la distancia que hay de esta Villa al pueblo de Guayama que se regula por siete leguas; pudiendo agregársele en caso de su habilitamiento los mismo pueblos mencionados como pertenecientes a la jurisdicción de esta misma Villa. Y aunque el dicho barrio está inmediato al puerto como cosa de una milla, lo que sea población en caso de hacerse, hay lugar donde pueda quedar con retiro de media legua y terrenos útiles para la siembra de caña, café, algodón, añil, plátanos y demás miniestras, y hasta capaz para el acomodo de cuatrocientos vecinos, sobre que no dudamos lo estarán incorporados dentro de poco tiempo siempre que se tomasen las providencias al intento propuestas; y a más de estas crecidas ventajas que resultarían en población y agricultura lo seria en la comodidad de la extracción de sus frutos generalmente a los vecinos inmediatos, como así mismo de lo que se introduzca, no siéndole de ningún perjuicio al de Ponce, pues a éste le pueden quedar los de Juan Díaz, Peñuelas, Yauco, Adjuntas y Utuado con otros que se puedan fomentar en su habilitación.
    15ª.
    Que las tenencias a guerra sean elegidas por los mismos pueblos a pluralidad de votos con presencia de una de las autoridades ordinarias de la provincia dando el primero, segundo y tercer voto en tres sujetos distintos; y su elección y aprobación de uno de ellos peculiar a la capitanía general, no debiendo ser poco más tiempo que el de dos años, los que expirados se elegirá otro que le suceda en la misma forma. Pero si la conducta del que cumplió mereciese el concepto popular puede ser reelegido, más no obligado en caso de excusa por ser una carga concejil.
    16. ª
    Que así mismo es muy importante y necesario el establecimiento de correos semanales para facilitar la comunicación del interior de la Isla con su Capital, con lo que serán a la mayor brevedad y exactitud ejecutadas las superiores disposiciones del gobierno; se abrirán con este motivo más relaciones de comercio e interés del que en el día se carece absolutamente, cuya comunicación es más que probable dejará suficientemente a la real renta de correos con que subvenir a estos costos y aun algún ingreso.
    17. ª
    Que en los puertos habilitados de esta Isla y que se puedan habilitar haya fortificaciones con su competente artillería, y repuesto de municiones con suficiente guarnición de tropa para su resguardo, y seguridad de los buques del comercio en tiempo de guerra, como para impedir que los pueblos sean saqueados: cuya tropa convendrá sea de las Milicias Disciplinadas de cada pueblo, pues como más interesados a la defensa de sus crías y haciendas servirán estos puestos gustosos, y todo de cuenta del Estado.
    18. ª
    Que sin embargo de que trata la real cédula que citamos y acumulamos a estas Instrucciones en su artículo 21 que a más del tribunal de justicia tendrá el Consulado una Junta Económica y de Gobierno, etc. De que también le pertenece en consideración al conocimiento de construir buenos caminos: Con todo nos parece conducente de que estos podrán hacerse por cada pueblo en lo respectivo a su jurisdicción, según se ha acostumbrado hasta aquí, a menos que en donde fuere necesario de puentes, o barcas o haya paseos que sean peligrosos y de crecidos costos para su conducción y solidez, debe hacerse de cuenta del real erario, y de la misma que se ponga un sujeto inteligente para la mejor dirección de ellos, y de que queden permanentes: Como de procurar los atrechos a fin de que se hagan más cortos, pues se está experimentando en el que hay de esta Villa a la Capital que se regula a lo menos por veinte leguas con malos ratos y peores pasos de ríos cuando se hayan crecidos, pudiéndose hacer este tránsito por el nuevo pueblo de Barranquitas a salir al de Bayamón, y entrar a la Ciudad por el pasaje de Pueblo Viejo con la mitad menos de longitud del antecedente, y el beneficio que también resultará de que destinándose por éste el correo semanal podrá tenerse la correspondencia de esta Villa con la Capital en caso preciso dentro de veinte y cuatro horas y lo más tarde puedan llegar a las cuarenta y ocho. Y al contrario según ahora está, por mucho que se activen, no se puede verificar en menos de seis u ocho días, y por lo general quince y veinte, y a proporción tendrán el mismo beneficio los pueblos del poniente hasta la Villa de San Germán. Pero a qué fin cansarnos con Instrucciones cuando está bien satisfecho este ayuntamiento del proyecto económico estampado por un ministro de la real Junta de Comercio y Moneda en la Corte de España por los años 1754, al de 56, de acreditados talentos y experiencia como lo eran don Bernardo Ward, dado al público en el año 1782, que con sólo acabar de ponerse en planta su discurso es lo bastante para florecer en el mayor punto la agricultura y comercio; no diremos sólo en esta Isla sino en toda España y sus Indias, como se podrá ver en la citada obra. Sala Capitular de la Villa de Coamo, veinte de noviembre de mil ochocientos nueve.Paulino de Rivera, Francisco de Thorres, Lucas Colón, Gabril Collar, Juan María de Santiago, Juan Colón, Eduardo Vázquez.Ante mí, Juan José Jiménez y Rendón. —Escribano público y de cabildo.Concuerda este testimonio con las Instrucciones originales de su contenido, a que me remito, las que en esta fecha se entregaron al señor Don Ramón Power, teniente de navío de la real armada y Diputado de Cortes por esta Capital y su Isla, y para archivarlas en el Ilustre Ayuntamiento, lo corregí y lo concerté. Certifico y firmo como acostumbro, en Puerto Rico, a veinte y seis de abril de 1810 años.
    Tomas de Escalona,
    Secretario de Cabildo.

    • Ramírez de Arellano, Rafael W.: Instrucciones al Diputado don Ramón Power y Giralt. Págs. 47-59.
      XV

    YNSTRUCCIONES DE LA VILLA DE LA AGUADA
    Derecho de TierrasEl derecho de tierras, conocido bajo esta denominación, tuvo su origen en el año de mil setecientos setenta y ocho, fue un arbitrio que se tomó para costear el vestuario y armamento de las Milicias Disciplinadas. En su reparto o arreglo hubo falta de combinación o cálculo; no se tuvo la consideración debida que las tierras son de varias clases y calidades, de esto resultó que el impuesto de real y cuartillo que asignaron por cada cuerda de tierra de las de estancia ha tenido que pagarlo el pobre de las más inferiores como el rico que generalmente posee las mejores. Igual paridad corrió en los tres cuartillos de real que se impusieron por cada cuerda de monte o hato. Este derecho o imposición fue por medio de un contrato o convenio que el ayuntamiento de la Capital y algunos vecinos hacendados representaron a su magestad proponiendo la citada contribución con la condición de que se les concediese la propiedad de las tierras que hasta entonces habían tenido solamente en uso. Por una real cédula de catorce de enero de setenta y ocho se dignó S. M. acceder a ésta y admitir la contribución referida; pero aquel gobernador y todos los demás que le han sucedido han sido muy exactos en exigir la contribución del vecino, pero muy morosos en posesionarlos y proveerlos de los despachos o títulos que en la citada real cédula se previno. Se nombró en ella un comisionado para el efecto; pero ni aquél ni otros varios que se han nombrado después han terminado un asunto tan justo y de tanta importancia para los vecinos. El recorrer toda la Isla, tomar conocimiento de los terrenos, posesionar a sus dueños y repartir los que haya baldíos en los mismos términos y condiciones que previene la real orden citada, es operación larga, moleta, y embarazosa, muy dificultosa de practicarse por un solo comisionado. Si se confiriesen esas comisiones a los ayuntamientos con facultad de poder nombrar alguno o algunos de sus individuos para hacer la mensura y demarcación de los terrenos de su distrito, sería más fácil que se verificase no solamente por lo que minora el trabajo de uno repartido entre tantos sino por los conocimientos locales, linderos y de poseedores que cada uno de ellos tiene de los de su distrito. Además de concluirse el deslinde con más brevedad y verse posesionados sus dueños, se evitarían los graves costos y gastos que se originan de los sueldos, dietas, que se les señala. Al vecino que se le hiciese el deslinde y mensura no se le debía grabar en otro gasto ni costo que el poner a pagar dos peones para tender el cordel o medida y abrir callejón o camino para el medidor. El sujeto que nombrase el ayuntamiento no debería exigir gasto alguno por ser esto un servicio al bien público señalando lo que sea de costumbre en semejantes cosas para el escribiente y testigos de asistencia, satisfaciéndolos de los fondos de propios. El comisionado formaría el expediente de deslinde de manera que conste en él las cuerdas de que se compone, amojonamientos y colindantes y concluido la firmará el dueño del terreno, sus colindantes en señal de conformidad, el juez comisionado y los testigos de asistencia. En el citado expediente ya se ha dicho constarán los deslindes de cada vecino y por ellos el ayuntamiento de oficio proveerá a cada interesado de su correspondiente despacho el que pasará a manos del señor gobernador par su conocimiento y aprobación. Los expedientes de los deslindes quedarán en el archivo del ayuntamiento, a quien corresponde para vencer cualquier duda que en lo sucesivo pueda ocurrir, y para dar los testimonios que pidiesen los interesados, cuyos costos deberán satisfacer. La falta de noticias que tiene este ayuntamiento sobre esta materia le impide formar un cálculo y demostración para manifestar las cantidades que han ingresado por el referido derecho de tierras; pero es de creer que el espacio de treinta y un años que se exige deben ascender a mucho, y de consiguiente un fondo considerable respecto que los vestuarios y armamento han sido bastantemente limitados. Aunque las tierras no han aumentado en cantidad han mejorado en calidad por el fomento de las siembras demoliendo hatos o bosques, y como las de estas clases solamente contribuyen con tres cuartillos de real, y la de estancia, a cinco de la misma moneda equivalente al sesenta y seis por ciento de aumento. Otro derecho o impuesto hay dimanado, o causado de la milicia, que quizás es más fuerte y gravoso para el vecino que el de los terrenos. Es constante que en la real cédula citada solamente dice que los vecinos están dispuestos a satisfacer los derechos de tierra referidos con el fin de costear el vestuario y armamento de las Milicias Disciplinadas, lo que sin duda fue que como era un establecimiento nuevo ignoraron o no creyeron los vecinos que hubiese otros gastos que hacer, pero el tiempo les ha desengañado de su error. Inmediatamente que se levanta una compañía de Milicias los vecinos del pueblo a quien corresponde deben costear una casa que impropiamente llaman del rey para alojar los oficiales y sargentos de ella exigiendo su importe los vecinos por medio de un reparto que forma el teniente a guerra, y lo repite bajo el pretexto de recomposición u otras obras semejantes, y así que resulta más gravoso que el derecho de tierras. Todas estas cargas, excelentísimo señor, sufre el vecino de la Isla de Puerto Rico para mantener el vestuario, armamentos y cuarteles de sus Milicias, son fuertes y gravosas, pero otra hay que hiere lo más sagrado de el hombre, que es el honor. La Milicia en esta Isla es una mancha o borrón para los vecinos. Es singular en todos los dominios de la soberanía. En el tiempo de su establecimiento pudo ser conveniente y aun forzoso el adaptar el sistema que subsiste pero en el día debe variarse por no distinguirse de las demás. En la Isla hay suficiente número de sujetos de acreditado valor, lealtad, y patrimonio que disfrutan bastantes comodidades y haberes para servir en la Milicia en clase de oficiales en los mismos términos que la de España y toda la de América. Cesó la causa que obligó en su establecimiento a señalarles sueldo cuando no están en servicio. Este sistema en el día es perjudicial, poco honoríficos a los vecinos y gravoso al real erario. Suprimiendo estos sueldos tanto de la Infantería como de Caballería, resultará después de costear todos los gastos que ocasiona la Milicia un ingreso considerable a favor de la real hacienda. Los vecinos más pudientes, que serán los que aspirarán a obtener los empleos, serán realmente los que sufragarán los gastos será un medio de proporcionarles el colocar a sus hijos en la nombre carrera de las armas sin distraerlos del importante ramos de la agricultura; darán el debido aprecio y estimación a los Milicianos porque tendrán conocimiento del carácter y cualidades de cada uno, sus necesidades, y conducta y el soldado servirá con más gusto por ver a la cabeza de su compañía unos hombres que sin estar revestidos de ese carácter siempre son de su mayor aprecio, y por último, el Miliciano servirá con gusto a la Patria, desaparecerá la deserción y derramará la última gota de sangre cuando convenga.Anotador de HipotecasEs uno solo el que hay en la Isla, reside en la Capital, con perjuicio de la real hacienda y mucho más de sus habitantes. El labrador que vive distante de la ciudad diez, quince, treinta leguas le ocasiona muchos gastos y perjuicios el ir a presentar la escritura de la venta que ha otorgado o la de solicitar la certificación que necesita para otorgarla. Además de los costos de su viaje, el abandono de su casa y labores, son perjuicios que esperamos merezcan la atención de V. E. la creación de un oficio de anotador de hipotecas a cada una de las villas utilizará a la real hacienda por sus remates, impedirá los perjuicios que sufren los vecinos y evitará el que hagan ventas y reventas sin la debida formalidad de la hipoteca que ocasiona muchos pleitos y discordias siempre en perjuicio del labrador. El actual anotador remató el oficio de toda la Isla, y por esta separación no será extraño forme su oposición. El remate fue en corta cantidad, es perjudicialísimo a toda la Isla, y aunque la real hacienda le indemnice de cuatro quintos, que es la separación que se debe hacer respecto de ser cuatro las villas siempre resultará en su beneficio, porque el remate de los cuatro ha de ascender masque la indemnización de uno.Teniente a GuerraÉstos son unos jueces pedáneos o cartularios que gobiernan a los pueblos nombrados por el gobernador; por sus facultades tanto en lo civil como en lo criminal, son muy limitadas, se dirigen o gobiernan por unas Instrucciones que llaman Directorio que antiguamente formó el gobernador, no tienen aprobación del Consejo ni de la Real Audiencia del distrito. Antes de la creación de las villas pudo ser necesario el Directorio por la falta de ordinarios y la mucha distancia de los pueblos a la capital pero ahora encuentra el vecino en cada una de ellas el competente número de jueces que le administran justicia. No gozan sueldo; siempre están provistos sin distinción a ser de éste o aquel partido, forasteros o naturales. La suerte de los vecinos está pendiente de las buenas o malas cualidades de este juez aunque con facultades limitadas, es el que informa al gobierno para sus deliberaciones, aunque los ordinarios son los verdaderos y superiores jueces en su correspondiente distrito, se desentienden de sus procedimientos para evitar competencias con el gobierno. Unos empleos sin dotación nombrados por éste que ningún conocimiento local tiene de la Isla y muy rara vez de las cualidades del que se elige, y que siempre hay pretendientes son circunstancias que demuestran los perjuicios que sufren los vecinos. El remedio de este daño es, que los tenientes a guerra sean elegidos por sus respectivos pueblos en el mes de diciembre, que es cuando los ayuntamientos hacen las elecciones en sus cabildos de los jueces que han de administrar justicia aquel año. Concluidas aquellas se tendrá una junta en cada pueblo presidida por uno de los alcaldes ordinarios a la que asistirán todos los vecinos que tengan las calidades y circunstancias necesarias para poder elegir o ser elegidos, como patriotismo, opinión, haberes, etc. Ser vecino de arraigo en el partido excluyendo los extranjeros que no podrán votar ni ser elegidos. Igualmente se excluirán los que obtengan regimiento u otro ministerio público, y sólo entrarán habiendo mediado un año de descanso. Además del teniente a guerra, hay en todos los pueblos otro sujeto que con el dictado o título de sargento mayor es un segundo de aquél, que en las ausencias o enfermedades le recae todo el mundo, con cuyos motivos tienen iguales conocimientos de los vecinos que de la administración de justicia por cuya razón, cuando se establezca este método si su magestad tiene a bien de aprobarlo se empezará a nombrar el que ha de servir de teniente a guerra en aquel año, y lo será el que tenga mayor número de votos, y en el caso solamente de estar empatados decidirá el presidente. Seguidamente se entrará a tratar, o elegir otro sujeto para sargento mayor en el que deberán concurrir iguales circunstancias que el primero en atención a que el siguiente año obtendrá aquel mando, y solamente se nombrará otro para sargento mayor, para que en el siguiente ocupe el de aquél, y así sucesivamente en los demás años.Las elecciones que hacen los cabildos y pasan a la capitanía general para su conocimiento y aprobación irán acompañadas por los mismos ayuntamientos de las que hayan hecho los pueblos por el mismo fin. Los jueces inmediatos de los tenientes a guerra y sus segundos lo serán los ordinarios pues, como más de cerca, podrán corregir sus excesos. Las ordenes que el gobierno tenga que comunicar a la Isla las pasará a los ordinarios, y estos las harán circular a los tenientes a guerra de su distrito para el debido cumplimiento, y el gobierno que se haya tan recargado en su despacho lo minorará reduciendo su correspondencia a sólo cuatro ordinarios que hay en los campos en lugar que ahora la sigue con cuarenta y más tenientes a guerra; y por último, de este nuevo método resultará que las elecciones siempre recaerán en aquellos sujetos más beneméritos, que se distinguen en los pueblos, y será un estímulo para que los demás se contengan y reformen sus costumbres.DiezmosEste derecho o contribución eclesiástica establecida para el mantenimiento del culto y de sus ministros, y que solo el sagrado fin de la Religión puede hacerlo tolerable a la piedad de los fieles, pues exige, antes de rebajar ningún costo ni consumo aún sin saber si habrá ganancia en lo producido, debía ser bastante para la existencia del Sagrado Culto, y sus ministros en todas partes, ese es su destino, con este objeto se manda pagar y por esta razón contribuyen gustos los fieles. En esta Isla, Excelentísimo Señor, se paga el diezmo de todas sus producciones aunque sus productos no se destinan al fin indicado. La real hacienda es la que los percibe, y el vecino labrador y el que no lo es son los que sufren estas cargas o imposiciones suficientes para allanar las obligaciones a que está constituido el diezmo. Esto demuestra que sólo el labrador paga el que percibe la real hacienda que con propiedad que llamaremos el primero, y el segundo cuyo ingreso sirve para el Sagrado Culto y sus ministros lo pagan indistintamente todos los vecinos (sin exceptuar los esclavos, que por ellos lo pagan sus amos por medio de capitaciones o repartos que anualmente se hacen en los pueblos en los términos que en su lugar se dirá.) Sin embargo que los labradores de la Isla de Cuba no están gravados en contribuciones para sostener el Sagrado Culto, y sus ministros, y que de la masa de diezmos es que se sufragan, dispuso S. M. en su real decreto de 22 de noviembre de 1792, que para el fomento de su agricultura y comercio les concedía por el término de diez años exención de todos derechos, alcabalas, diezmos a el algodón, café, añil de las cosechas de aquella Isla. En una real cédula de 22 de abril de 1804 dice su magestad, «Para mayor fomento de la agricultura, y comercio de la Isla de Cuba, Puerto Rico, y de las provincias de Yucatán, y Tierra Firme, quiero sean perpetuas las gracias, que con dictamen de mi Consejo de Estado concedí por diez años al citado real decreto de 22 de noviembre de 1792, a la Isla de Cuba, ampliando la excepción de todos derechos, alcabalas y diezmos al azúcar con el aumento que tuviere sobre la cosecha actual, y en los ingenios y trapiches que de nuevo se establezcan.» —En estas soberanas disposiciones se advierte que la primera gracia limitada a diez años fue concedida a la Isla de Cuba, cuyos labradores no están gravados de las contribuciones eclesiásticas como los de ésta. Se nota igualmente que habiendo conocido Su Magestad los favorables efectos que causaron a la agricultura y comercio de aquella Isla la gracia de los diez años referidos, movió su paternal corazón, y éste su generosa mano, para perpetuarlas y emplearlas con el azúcar no solamente de la Isla de Cuba, sino también a los frutos que de aquella misma especie produjese esta provincia de Yucatán y Tierra Firme. —Parece que de justicia exigía que por parte de este gobierno atendidas las dobles cargas y pensiones que sufre el labrador en comparación del de la Isla de Cuba, y para dar cumplimiento a las disposiciones soberanas, debía con su autoridad absoluta, superar y vencer todos los obstáculos y dificultades que se presentasen hasta posesionarlos de la real gracia. En julio de 1804 se publicó por Bando en la Capital, y circuló a todos los pueblos de la Isla; pero no por esto se les ha eximido a los vecinos de la alcabala y diezmos de los frutos agraciados en los mismos términos que antes de publicarse. El gobierno fue el que tergiversó el sentido literal de la real cédula: admitió y dio lugar a demandas judiciales que han terminado en ruidosos pleitos entre labradores y receptores de diezmos. Éstos han sido los efectos que ha ocasionado la publicación de la real cédula, que si se hubiera omitido muchos o quizás todos se habrían evitado. Qué contraste tan fuerte Excelentísimo Señor sobre una misma materia entre los labradores de la Isla de Cuba y los de ésta! La piedad de Su Magestad quiso anivelar la felicidad de estos con la de aquéllos, pero la arbitrariedad del gobierno no se conformó en estorbarlo, sino que proporcionó medios que empeorasen su suerte. De todos estos hechos ha sido V. E. testigo y estos ayuntamientos lo son de que el haberse mandado poner en práctica las gracias concedidas desde primero de enero próximo ha sido porque V. E. valiéndose de aquellos medios que le dicta su prudencia y capacidad supo hacerla cumplir sin necesidad de haberlo de mandar. Estas son las primicias o primeros frutos que el talento y conocimiento de V. E. ha producido y tributado a los labradores de esta Isla y son las mismas que por el espacio de seis años les tenía usurpadas.PrimiciasLas primicias también aunque no sean sino de los primeros frutos de las tierras nuevas ni se puede obligar más, según el derecho canónico, que la cuadragésima parte ni se deben pagar menos que la sexagésima, pertenecen al cura del lugar y deben servir para su sustento. Nada de lo dicho se observa en esta Isla, se pagan indistintamente de toda clase de tierras y frutos y no se les da el destino indicado. Las de toda la Isla están divididas en dos partes, una percibe el cabildo de la Santa Iglesia Catedral, y otra, el vicario foráneo de la Villa de San Germán, de una ni otra parte se les asigna cantidad alguna a los curas, párrocos, ni a sus iglesias, deduciéndose de esto que los vecinos satisfacen esta contribución a unos sujetos que los más no conocen ni remotamente esperan ningún auxilio espiritual para cuyo fin está constituida. Cuarenta y dos curas párrocos tienen la Isla, excluyendo los de la Capital con otras tantas iglesias parroquiales que los vecinos han edificado a su costa, las han adornado, costean el Sagrado Culto, mantienen el cura y sus ministros. Todos estos gastos los sufren por medio de unas contribuciones voluntarias que de tiempo inmemorial se impusieron para la conservación y aumento de nuestra Santa Religión, las que se han hecho forzosas a todos aquellos que aspiran a formar pueblo, cuyo primer paso es solicitar el permiso del gobierno, e igualmente del Ilustrísimo Señor Obispo, y como de la formación del nuevo Pueblo ha de resultar la desmembración de algunos de los inmediatos, ocurren oposiciones que terminan en ruinosos pleitos que se ven precisados a sostener los nuevos pobladores, con lo que quedan arruinados. No diremos que a todos suceda lo mismo, tampoco exceptuaremos ningunos, pero aseguramos que son los más. Con los auxilios pecuniarios que suministran los pudientes, trabajo personal de los infelices y acopios de materiales que facilitan unos y otros edifican su Iglesia, casa para el cura que la ha de servir y otra destinada para respeto de la justicia y seguridad de los reos. Concluidos estos edificios goza el pueblo o sus representantes la prerrogativa de elegir su primer cura, que mediante la idoneidad y capacidad que en él encuentra su Señoría Ilustrísima y la escritura pública en la que el pueblo se obliga a mantener la iglesia decentemente de ornamentos y utensilios, repararla siempre que padezca alguna ruina, y sea necesario contribuir anualmente al cura párroco trescientos pesos de lata, veinte y cinco de la misma moneda al sacristán, sin perjuicio de obvenciones, y veinte pesos más para oblata de pan, vino y cera, lo titula. Como los vecinos saben que la subsistencia de su cura párroco y sacristán no han de pender de diezmos y primicia como debía y se practica generalmente en todas partes, se echan sobre si una carga que vulgarmente llaman salario.SalarioEste es el nombre que se da a la asignación o cuota que el pueblo pasa a su cura y sacristán, y lo exige por medio de un reparto que anualmente forma el juez en el que comprende toda clase de sexo y calidad de personas, inclusos los esclavos desde que empiezan a recibir el augusto y Santo Sacramento de la Eucaristía hasta el día de su muerte. Quedan exentos de esa contribución los que viven en la Capital, y los de la vicaría foránea de la sola Villa de San Germán. La razón que a ellos les exceptúa es una violencia para el resto de los vecinos de la Isla. No contribuyen con la pensión de salarios a sus curas porque se mantienen con nuestras primicias, y nosotros los pagamos y los mantenemos porque indebidamente nos la quitan. Diezmos, primicias, y salarios, son las contribuciones ordinarias que paga el labrador para la conservación del Sagrado Culto, y sus ministros sin que éstas los rediman de la edificación y conservación de sus templos, adornos, etc., que unidas a otros innumerables derechos reales, municipales y arbitrarios forman una espesa nube que los tiene agobiados y miserables. Inmediatamente que los de la Isla de Cuba manifestaron a su magestad sus necesidades y medios de fomentar la agricultura y comercio de aquella Isla les dispuso por el limitado tiempo de diez años las gracias y franquezas ya citadas en el real decreto de noviembre de noventa y dos. La prueba más convincente de los felices resultados de aquella real determinación está perpetuamente demostrada en la real cédula de abril de 1804, en la que no solamente perpetúa las gracias sino que las amplia y extiende en el abundante y rico de azúcar y a todos los frutos que de igual especie produjese esta Isla, provincias de Yucatán y Tierra Firme. Por una revolución feliz y siempre memorable, y por las razones dichas anteriormente espera esta Isla el próximo enero a disfrutar las mismas que a la Isla de Cuba con diez y siete años de anticipación han producido en su agricultura y comercio todo el fomento que se propuso y magestad, que no ignoramos como igualmente conocemos que si nuestra agricultura no ha progresado a pesar de la feracidad de la Isla y de sus ricas producciones ha dimanado de una inmensidad y reunión de trabas que manifestaremos en sus oportunos lugares. Concluiremos diciendo que estando constituidas las contribuciones eclesiásticas para la conservación del culto y sus ministros no es debido ni se puede sin violentar la justicia obligar ni exigir otras de los labradores, que los diezmos y primicias; y al contrario, constituidos aquéllos como efectivamente lo están desde tiempo inmemorial, y por escritura que se les exige en la fundación de cada pueblo en que se obligan en edificar y reedificar la Iglesia, adornarla, mantener el Sagrado Culto, cura, sacristán y todo lo demás que se ha dicho, y lo hacen por contribuciones arbitrarias que voluntariamente se imponen deben estar exentos de todos los diezmos y primicias, y por este medio se les aliviará al labrador la pesada carga que lo oprime y se acercará al paralelo de las gracias que su magestad ha dispensado a los de la Isla de Cuba sin apartarse de las debidas obligaciones que nos impone nuestra Santa Religión, así como hasta aquí se ha hecho, se hace y se hará si su magestad se digna aprobarlo. El vicario foráneo de la Villa de San Germán y sus feligreses se harán entonces iguales a los demás de la Isla, manteniéndose el primero del salario o cuota que le asignarán sus feligreses, como sucede a los tres vicarios de Arecibo, Aguada y Coamo; y los segundos contribuirán como los de estos últimos y resto de la Isla. Por lo que respecta a la parte de primicias que percibe el cabildo de la Santa Iglesia Catedral podrá su magestad si es de su real aprobación remunerarlos con lo que estime por justo, y nos parece que tanto por no gravar al real erario como para poner en perfecta igualdad todas las contribuciones eclesiásticas a que están obligados los fieles de la Isla, se les podrá asignar a los que viven en la Capital (que hasta aquí con nada han contribuido) igual cantidad que la que ahora produce la primicia cuya exacción o reparto se podrá hacer en los mismos términos y con el mismo orden que lo hacen los demás vecinos de la Isla en sus respectivos pueblo.Abastos de Carne para la CapitalPor un abuso antiguo se le obliga al labrador el abastecer de carnes a la Capital, a una tasa y precio muy ínfimo, es una de las mayores trabas que impiden la crianza de los ganados y la que ocasiona mayores perjuicios al labrador sin más objeto que la suma baratez. Es un sistema que vulnera todo el sagrado de las leyes, así políticas como sociales, con dificultad se puede adaptar otro más perjudicial y opuesto a ellas. El consumo anual está calculado en ochenta mil y más arrobas de carnes, las mismas que se les obliga a los labradores, sean o no criadores de ganado, a conducir a la Capital. Antiguamente se les exigia un manifiesto de todo el que tenían sin exceptuar el buey destinado al arado (en esa preciosa máquina de tanto valor y privilegio) la casa, ingenio o trapiche todos se empadronaban para ser conducidos a un tiempo al sacrificio, sin eximir la vaca de la leche, con la que el pobre labrador nutria y alimenta sus tiernos hijos. Sobre el mismo padrón se le señalaba con los que había de contribuir anualmente; muy a los principios se les exigía de veinte, uno, pero como era un sistema tan perjudicial a sus intereses se minoraron las crías, y llegó el caso de cobrarlas de cada cuatro. El labrador que no era ganadero y que solamente tenía bueyes para sus labores como que no se reproducen se hallaba en la cruel alternativa de redimirlos del sacrificio o abandonarlos. De éstos dos males abrazaba el menor. Una certificación del regidor diputado que se conseguía por doce, diez y seis o veinte pesos de cada diez arrobas era todo el secreto para la redención. Hecho el manifiesto desaparecía aquel derecho tan natural y sagrado como es el de la propiedad. Por grave que fuese la urgencia ni por urgente la necesidad le era permitido disponer de ninguna de las reses señaladas para el abasto. A tan alto grado llegaba la barbarie y despotismo que se le hacia garante de la vida del animal. Si por alguna casualidad o accidente perecía en el trabajo o moría naturalmente se le obligaba al mismo amo a reponerlo. Todas las razones y clamores del infeliz que se desviaba de esto no eran atendidas. Llegaba el día que el regidor diputado requería al juez del pueblo para la conducción de reses, y éste a todos los vecinos para que lo verificasen. El no feliz labrador que por los daños de algún temporal, que por alimentar su amada esposa o tiernos hijos enfermos, que para librarse del vejamen y costos de un acreedor inhumano, se había atrevido a remediarse con alguna de aquéllas, se le apremiaba, vejaba y oprimía en una cárcel como al mayor delincuente, y su libertad dependía en reponerla. Estos ayuntamientos, Excelentísimo Señor, han sido muchas veces espectadores de estos pasajes trágicos. Nada se le decía al que presentaba la certificación o papel de rescate; todos los demás debían conducirlas de su cuenta sin que les sirviese de obstáculo la distancia de veinte, ni treinta leguas, caminos intransitables, ni crecientes de ríos. La res que el labrador podía vender sin salir de su casa le resultaba un tercio vendida a la Capital: se lamentaba de su opresión que todos la conocían y ninguno la remediaba. El gobierno empeñado en sostener el despotismo declaraba por cabibocidades las solicitudes y quejas que se le dirigían. Los objetos de este sistema produjeron las causas que debían empobrecer al labrador, y ganadero, y una suma decadencia en la especia. Antes de concluir el año mil ochocientos uno conoció el gobierno que no había reses para formar el padrón del inmediato, y no obstante que sus providencias eran las únicas y verdaderas destructoras, y que a impulsos de varias representaciones dirigidas a la Corte tenía repetidas órdenes para remediar los daños poniendo el abasto de carne en pública subasta, no quiso bajo pretextos frívolos reformar aquéllas ni dar cumplimiento a éstas porque estaban en oposición del despotismo que él sostenía. La necesidad le obligó a formar un nuevo plazo que sólo varió en el modo siendo más gravoso en la substancia que el primero. Los delitos y los males se eslabonan y siguen unos a otros, como por atracción. Los errores políticos que cometió el gobierno por no querer poner en subasta el ramo de carnes atrajeron otros mayores. Excelentísimo Señor, no olvide V. E. que los perjuicios que ha sufrido el labrador por el abasto de carnes ni diezmos sean dimanados de la Corte, en remediar este daño estriba el mayor remedio. se traza el nuevo plan comenzando a disponer con la arbitrariedad acostumbrada de las propiedades y suerte de los habitantes de la Isla, de la parte más noble, más numerosa, interesante al Estado y sociedad, sin que por esta importante deliberación se oyese el dictamen de ninguno de sus cabildos; y en conclusión se les mira como un rebaño de irracionales obligando a todo poseedor de tierras, sin distinción de pastos o montes, sin diferencia de buenas o malas, que de cada caballería que posee (200 cuerdas) debe contribuir con catorce arrobas de carne para la Capital. ¿Qué autoridad obra en la Isla, Excelentísimo Señor, que sin violar el sagrado de todas las leyes pueda disponer de las propiedades de sus habitantes, para gravarlas y pensionarlas por un objeto tan perjudicial? Todo este cúmulo de violencias no tiene más objeto que la suma baratez de la carne, que aunque la Ciudad estuviese ocupada de solo artesanos y hombres industriosos siendo en perjuicio del labrador jamás debería cometerse semejante error, mucho menos ahora que los más que la habitan son gentes que gozan sueldo, que cada uno en su destino le ha asignado su magestad. La baratez y equidad de comestibles es el imán político que atrae las gentes; la ciudad está llena de todas clases, sexos, sin más objeto ni destino que alimentarse de los sudores del labrador, dejando desiertos los campos y fomentando los vicios. Sin embargo que la primera contribución era cruel, estaba fundada su ejecución sobre la base sólida y real del número de reses que se manifestaban. Se podían y mandaban exigir al que las tenía, se piden ahora a los dueños de las tierras como si no fueran los mismos a quienes las erróneas providencias del gobierno habían obligado a abandonar sus crías pero el fin era oprimir al labrador hasta precipitarlo. Por instinto y ley naturales separa el hombre, y lo mismo los irracionales, de lo que les perjudica o daña, y habiendo alternativamente adoptado lo menos malo, así lo hizo el labrador con la cría de ganado extinguiéndola para evitar mayores daños y vejaciones del gobierno que insistiendo en destruirlo le armó nuevos lazos estrechándoles la exacción de catorce arrobas de carne por cada doscientas cuerdas de tierra que posee. Cruel condición, situación triste, lance fuerte. El labrador que penetró toda la máxima del sistema se llenó de ideas confusas porque conocía que cualesquiera medio era un precipicio. Volver a fomentar la cría o hacer cesión, u abandono de sus tierras eran los únicos recursos que les quedaban. Abrazando el primero palpaba su ruina según la experiencia no siéndole menos doloroso el segundo por la cesión de unas propiedades que a fuerza de su sudor había adquirido y había heredado de sus mayores. Las ordenes déspotas no solamente son crueles sino ejecutivas; publicar ésta y ponerla en práctica fue todo a un tiempo. El propietario que se halló con pocos edificios y siembras en sus tierras optó el partido de abandonarlas pero la misma razón que las dejaba no halló quien se hiciera cargo de ellas. El gobierno mismo se resistió en admitirlas, de cuyas resultas se formaron una multitud de procesos judiciales que los renunciantes se vieron forzados a seguir contra el gobierno que no tuvo embarazo en pronunciar como juez y obrar como parte. A la alta compresión de V. E. no se le ocultarán cuales serían los efectos. Este es Señor Excelentísimo, el sistema que gobierna en el día y el que acabará muy breve con los restos de la agricultura y ganado si la actividad de V. E. no acude a su remedio. Estos ayuntamientos consideran ser el más útil y eficaz que se ponga en pública subasta todas las carnes que consuma la Capital según está prevenido por reales órdenes, arrematándolo a favor de aquél que más barato la diere. La prohibición de extraer el ganado para las colonias amigas tiene vicios de equidad pero es uno de los obstáculos o trabas que ha habido para la propagación. Permitiendo la extracción habrá más compradores y será una consecuencia forzosa que se dedicará más a la cría. Un embarque de ganados es voluminoso, han sido muy raras las licencias que se han concedido, y nadie se expondrá a un decomiso si se conceden los debidos permisos. En las colonias amigas apetecen más el de esta Isla, se les puede continuar la exacción del derecho de siete y medio por ciento, y resultará un ingreso considerable para la real hacienda, y mucho fomento en la especie. Todos los puertos habilitados de la Isla deberán serlo por esta clase de embarques con una total independencia (para sus permisos) de la Capital respecto que ocasionaría graves perjuicios la detención del ganado en su embarque y sería una traba que dificultaría el buen éxito que se espera. ¿Qué mayor ventajas, que los extranjeros de las colonias sean nuestros tributarios de todos los valores que ascienden las carnes que necesitan? Así como es perjudicialísimo y no debe prohibirse la introducción de las saladas de los extranjeros, cuyo vicio dimana del desorden y sistema de ser perseguido el ganadero y labrador.Milicias UrbanasIgnoran estos Ayuntamientos el tiempo de la creación de la Milicia Urbana, por cuyo motivo hablaremos solamente de su estado actual, ocupaciones y medio de hacerla más útil. Según los padrones o listas del presente año ascienden sus fuerzas a diez y seis mil setecientas sesenta y nueve plazas con el competente número de comandantes, sargentos mayores, ayudantes, capitanes, oficiales y sargentos. Los comandantes y sargentos mayores lo son el teniente a guerra, y su segundo en su respectivo pueblo. Son nombrados por el gobernador como igualmente provee éste todas las vacantes por las propuestas que le pasan aquéllos. Están sin armas ni uniforme, y sin embargo que en el año mil ochocientos seis, se les señaló el que podían usar no hay ninguno que lo vista a excepción de algunos oficiales muy rara vez. Todos los jóvenes que no están impedidos de enfermedad habitual u otra causa grave son alistados desde la edad de diez y seis años hasta los sesenta. Sus ocupaciones son penosas y poco honorificas, con cuyo motivo y la dureza con que se les trata son dignos de que V. Excelencia no los olvide y les mejore su suerte por recaer casi siempre este penoso trabajo en los más pobres. De cualesquiera materia que se trata de nuestra Isla presentan un semblante espantoso como si no hubiese llegado a ella nuestra suave, sabia y justa legislación. Todos los que sirven a esta Milicia son hombres libres aunque tratados con mayor dureza que los esclavos. El gobierno mismo que los oprime, castigaría con el mayor rigor a el amo que diese igual trato a los suyos, se tendría por inhumano el que tratase así a los irracionales. El amo con respeto hace a un esclavo un contrato tácito de suministrarle todo lo necesario en su salud y robustez y de curarlo en sus enfermedades, no exigiéndole otra recompensa que su trabajo corporal en las horas destinadas. Así lo exige la ley de la humanidad y la conservación de sus intereses. Este mismo amo por las mismas razones vigila con el mayor cuidado el caballo para su recreo, el buey que ha de tirar el arado, y la mula para los viajes y trasportes estén provistos de los alimentos necesarios porque así lo exige la humanidad y para que cada uno pueda soportar el trabajo que se le destine. No es así, Excelentísimo Señor, el trato que se da a los Urbanos. El negro esclavo y el irracional disfrutan de mejor suerte. ¡Horrorosa reflexión para todo el humano corazón y mucho más para el sensible y generoso de V. Excelencia! Es forzoso, Excelentísimo Señor, presentar este cuadro trágico que quizá no habrá otro entre las naciones cultas, por cuyo medio esperamos si es posible se borre de la memoria de los hombres. El Urbano jamás goza paga, ración, ni uniforme, aunque esté empleado o de facción. Todos los domingos son nombrados por su comandante o juez del pueblo respectivo lo que en la próxima semana han de cubrir la guardia a la cárcel u otros parajes que se les destine. El número que se nombra es arreglado a los puntos que se haya de mandar. En los pueblos internos nunca son tantos como en la costa, y combinados unos con otros resultaran catorce Urbanos cada semana, y en cada pueblo, y en los cuarenta y uno que tiene la Isla, quinientos setenta y cuatro hombres, los mismos que hacen el servicio por ocho días, sin sueldo, ni ración, y en los términos que hemos manifestado a V. Excelencia, y siendo sus ocupaciones personales se hallan imposibilitados ni aun de buscar el preciso alimento. Si es a la cárcel deben recibir y custodiar los presos, estar prontos para conducir al pueblo inmediato todos los que pasan destinados a la Capital, llevar y traer todas las cartas y órdenes que el gobierno expide a los jueces de la Isla, y la que todos contestan y escriben a aquél. Las distancias de unos pueblos a otros son varias, las hay de dos leguas hasta diez. El Urbano las anda todas a pie, sea de noche o de día, esté bueno o malo el camino. Lo que se les destina a guardar alguna batería de las varias que hay en las costas u otros puntos de igual importancia necesitan de la misma existencia personal. El que comete alguna falta se le castiga vigorosamente, el que involuntariamente o por interés (quizás para apagar el hambre de aquel día) condesciende o se le huye algún preso, queda el Urbano en su lugar, y según la calidad del reo prófugo se le castiga o remite a la cárcel de la Capital. Los más infelices son los que sufren estas vejaciones y crueldades porque cuando se les nombra no pueden exigir una contribución como lo exigen todos los que pueden en perjuicio de los pobres, por el mayor recargo de trabajo que de esto resulta. Es un monopolio antiguo y nuevamente autorizado por una orden del último gobernador. ¡Cuántas iniquidades se cometen Excelentísimo Señor a la sombra de esta orden! El Urbano sirve para todo y nada sirve para él, recibe y custodia presos de distintos fueros, trae y lleva cartas y ordenes de todos, compone caminos y puentes, mantiene el aseo del pueblo y por último no hay trabajo ni fatiga que no se le haga la mayor parte sin esperanza de la más leve recompensa. Si la Milicia Urbana que hay en la Isla estuviese armada y municionada, sería una fuerza respetable capaz de rechazar al enemigo que intentase atacarla; no es proyecto este que se pueda realizar con tanta prontitud pero es como todas las coas que si no comienza nunca se acaban. Dando cumplimiento a la real orden que dispone la creación de un cuarto batallón a la Milicia Disciplinada será un modo de aumentar sus fuerzas, y los Urbanos serán más útiles y más recompensados sus servicios que hasta aquí. De los mismos Urbanos se puede formar una compañía de artilleros en cada uno de los pueblos, donde hay o hubiese baterías bajo las cuales se refugian los buques de tráfico o costa e igualmente los de el libre comercio que con sentimiento nuestro hemos visto apresar distintas ocasiones por no haber habido un método u orden como se indica y así será muy conveniente que en tiempo de guerra hagan el servicio en su mismo pueblo (a menos que otra urgente necesidad) respecto que la defensa de sus hogares y conocimientos locales dan mucho valor y causan buenos efectos en semejantes casos. Por este medio serán muy útiles a las defensas de los pueblos y asegurarán los intereses del comercio. Deberán estar bajo el mismo pie que la Milicia Disciplinada, tratados y premiados sus servicios como a tales con la sola diferencia de instruirlos en el manejo del cañón lo mismo que el del fusil, alternando los ejercicios de uno y otro será el modo que sepan ambos respecto que algunas ocasiones intentan los enemigos desembarcos fuera del alcance del cañón, y para estos y otros casos será muy conveniente la cita instrucción a todos. Sin embargo de todo lo dicho consideramos muy necesario que siga y continúe el establecimiento de la Milicia Urbana formada en compañías como está, ya sea para darles armas en lo sucesivo o para reemplazar o aumentar la Disciplinada, y de todos modos nombrarles un jefe, o comandante para que los dirija arreglado a las órdenes que diese el Gobierno. —Por lo que respecta al servicio y trabajo mecánico de los pueblos de que están recargados se arreglará y minorará cuando en esta misma instrucción trataremos de los ayuntamientos y de sus fondos propios.Construccion de BateríasNo solamente están recargados los vecinos con el servicio urbano defendiendo las baterías y trincheras, sino que se les obliga a que las construyan de su cuenta, procuren artillería, municiones y pertrechos necesarios para su defensa. Es constante que son puntos interesantes para la conservación de los pueblos y seguridad del comercio de la nación, pero nos parece muy justo que estos gastos sean sufragados por la real hacienda, como más interesada en la conservación de los dos años porque de la de estos depende la existencia. —Andrés de la Rosa, Manuel Pérez, Martin Lorenzo de Acevedo, Diego de la Vega, Francisco Antonio de Sosa, Juan Antonio López, Francisco de las Cajigas, Antonio Ximénez, Juan González. —Por Villa, Luis de la Rocha Gallardo, Secretario de Cabildo.Concuerda este testimonio con las Instrucciones originales de su contenido, a que me remito, las que en esta fecha se entregaron al Señor Don Ramón Power, teniente de navío de la real armada y diputado de Cortes por esta Capital y su Isla, y para archivarlas en el Ilustre Ayuntamiento, la corregí y concerté, certifico, y firmo como acostumbro, en Puerto Rico, a veinte y seis de abril de mil ochocientos diez años. —Enmendado — Islas — era — vale — Textado — Eclesiásticos — o — no vale—.
    Tomas de Escalona,
    Secretario del Cabildo.
    * Ramírez de Arellano, Rafael W.: Instrucciones al Diputado don Ramón Power y Giralt. Págs. 61-76.
    INSTRUCCIONES DEL AYUNTAMIENTO
    DE SAN GERMÁN AL DIPUTADO DE CORTES
    Señor Capitán General: Dirijo a V. S. como encargado por el Iltre. Ayuntamiento testimonio de las Instrucciones formadas para el Excmo. Sr. D. Ramón Power, a quien se le remiten y no se había verificado antes porque los obstáculos que se presentaron no se habían vencido hasta el 13 del corriente, con lo que contesto el oficio de V. S. de 4 del mismo.Dios guarde a SS.ms.as. —San Germán, 13 de noviembre de 1809. — (Fdo.). JUAN ANTONIO RAMÍREZ DE ARELLANO.——————Instrucción que el Cabildo de la Villa de San Germán da al Caballero Diputado de esta Isla y Vocal de la Junta Suprema Central Gubernativa del Reino de España, el Excelentísimo Señor don Ramón Power en virtud de la Real Orden de veinte y dos de enero de mil ochocientos nueve.1.º —Primeramente debe protestar que esta Villa reconoce y se sujeta a dicha Suprema Junta Central ahora y en todo tiempo que gobierne en nombre de Nuestro muy Amado, Augusto y Dignísimo Rey el señor don Fernando Séptimo y su Dinastía; pero si por Disposición Divina (lo que Dios no permita) se destruyese ésta y perdiere la Península de España, quede independiente esta Isla y en libre arbitrio de elegir el mejor medio de la conservación y subsistencia de sus habitantes en paz y Región Cristiana.2. º —Segundo. —Que en la Capital de la Isla se cree una Junta Provincial compuesta de los Sres. Capitán General y Obispo y cinco diputados de otros tantos Cabildos que hay en la misma Isla, presidiéndola el primero y debiendo decidir en los acuerdos la pluralidad en caso de discordia.3. º —Tercero. —Que las gestiones de esta Junta sean sobre los asuntos concernientes a favor de la Nación y Estado, del bien y utilidad de la Isla y sus habitantes refundiéndose en ella toda la autoridad Superior Gubernativa, Militar y de Intendencia de la Provincia. Y respecto a que por la distancia de la Real Audiencia del Distrito ultramar, se dificultan los recursos de los pobres de que tanto abunda la Isla y perece su justicia, dilatándose el castigo de los delitos que necesitan de su aprobación y que de ejecutarse con brevedad resultaría mejor y más saludable escarmiento, que también sea la Junta Provincial la que conozca de las apelaciones de pleitos Civiles que no excedan su interés de diez mil pesos y en los Criminales y sus confirmaciones a excepción de los delitos de lesa Majestad Divina y Humana y en los que se trate de muerte civil o corporal de algún individuo de carácter, condecorado, útil al Estado y a la Isla o de otras semejantes consideraciones, acompañándose en las apelaciones y confirmaciones y demás recursos que les corresponda conocer con dos o tres Abogados de los que haya de mejor nota y que no tengan impedimento legal con las partes, los que deberá nombrar la misma Junta siempre que se ofrezca y haciendo de Fiscal en los casos que conforme a derecho sea necesario, el que hay nombrado por Su Majestad de Real Hacienda y Justicia; de cuyas sentencias solo haya recurso a los respectivos Supremos Consejos.4. º —Cuarto. —Que en atención a estar concedida la habilitación de cinco puertos de los de la Isla, que siendo entre ellos el de Mayagüez y Cabo Rojo muy inmediato uno de otro y que hay más distante en la jurisdicción de esta Villa a la parte Sur el nombrado de Guánica de mucho mejor reguardo, capacidad y locación para los buques de comercio e invernadero de estos y de los de guerra, sería conveniente que en lugar de uno de los primeros se habilitase éste, levantándose población el él.5. º —Quinto. —Que teniendo esta Villa la antigüedad de más de dos siglos, que su Partido contiene veinte y tres mil novecientos noventa y siete habitantes, que entre los demás de su jurisdicción hay treinta y cinco mil ochocientos cuarenta y las Villas de Coamo y Aguada se han formado de la que ésta abrazaba que era la mitad de toda la Isla, debe solicitar se le conceda para su distinción y preeminencia el título de Ciudad con Corregimiento o Alcaldía Mayor que la gobierne en lo político y tocante a la Intendencia, debiendo ser este natural y de las calidades que exigen las Leyes por considerarse más conveniente al mejor servicio, utilidad pública y bien de sus moradores, según nos ensena la experiencia de que los extraños solo aspiran y atienden a su propio beneficio y particulares intereses. Y que se revivan y confirmen los privilegios que están concedidos por Nuestros Reyes antecesores en atención al amor, lealtad y buenos servicios que esta Villa y sus vecinos han hecho a la Patria y a la Monarquía de los cuales se acompañan los competentes testimonios.6. º —Sexto. —Que habiendo tan crecido número de almas en la población de esta Villa y los de su jurisdicción, como queda detallado; que la juventud carece de educación y las instrucciones necesarias para la ilustración de tan buenos talentos que pudiendo ser útiles a la Religión, Estado y Patria, se hallan incultos y confundidos en la ignorancia por la mucha pobreza y falta de medios para poder los padres enviar sus hijos fuera de la Isla y aun de su propio domicilio a seguir estudios, será muy conveniente se crease en esta Villa una Universidad en donde se proporcionase la enseñanza de primeras letras y estudios menores y mayores de las principales Ciencias y Artes, formándose los Estatutos para su establecimiento en Junta del Vice Patrono Real Señor Obispo, cierto número de Literatos y dos diputados por este Cabildo, enviándose a la Suprema Junta Central para su aprobación. Y no habiendo lugar a dicha Universidad a lo menos se esfuerce la solicitud par Casa de Estudios menores y mayores, la que puede establecerse en el Convento Real de Porta-Celi que hay en esta Villa, aumentándose el número de religiosos al que se estime necesario para el desempeño de los Estudios, para cuya creación puede tomarse el arbitrio de que contribuyan por una vez los vecinos de esta Villa y los de los demás Partidos de su jurisdicción, dos reales por cada individuo.7. º —Séptimo. —Que para levantarse más breve en la pretendida nueva población de Guánica el caserío y los edificios públicos que se necesitan, fomentarse la agricultura en la Isla, estímulo de los agricultores, movimiento y adelanto de todas las Ciencias y Artes que hacen feliz y poderosa a una Nación, conviene también solicitarse Comercio franco con las Naciones amigas en el referido de Guánica y los demás habilitados de la Isla por veinte o treinta años.8. º —Octavo. —Que se lleven a efecto las gracias concedidas a esta Isla de libertad de Diezmos y Alcabalas a los frutos de café, algodón, añil y tabaco, a las nuevas plantaciones e ingenios de Azúcar según la Real Cédula de 22 de abril de mil ochocientos cuatro, que amplía el Real decreto de veinte y dos de noviembre de noventa y dos.9. º —Noveno. —Que habiendo el mismo motivo de fidelidad, amor y servicios a la Monarquía en la invasión de los ingleses en esta Isla en abril de mil setecientos noventa y siete por lo que respecta a los habitantes de esta Villa acreditado su buen patriotismo y vasallaje desde tiempo muy anteriores, debe asimismo pretenderse que sean extensivos a esta Villas las gracias que se concedieron por la Real Cédula de trece de abril del año de mil setecientos noventa y nueve; y que se declare el espíritu de la tercera gracia que sin embargo de su concesión no ha gozado la Isla de ella por dudas que se suscitaron.10. º —Décimo. —Que pagando los vecinos de la Isla los Diezmos y Primicias, costean también en todos sus Pueblos la fábrica material de sus respectivas parroquias, su dotación, la congrua del cura y contribuyen con otras erogaciones, como el bautismo, casamiento, entierro y tramo de sepultura, de suerte que agregándose a estas pensiones las de los derechos reales, se ve tan abrumado el pobre habitante labrador, que los productos de su trabajo apenas le alcanzan para cubrirlas si tratan de remediar en algo las precisas asistencias propias y de las familias; por lo que atendiendo a estos gravámenes se estima por muy importante el que se procure aliviarlos, solicitándose que se aplique a los curas y fábricas respectivas de las Iglesias parroquiales lo que les corresponde de los Diezmos y Primicias, haciéndose la distribución de esas y aquéllas por parroquias, conforme a las leyes y que cese la obligación del vecindario por lo que respecta a la fábrica material de dichas parroquias, su dotación y congrua del cura, a los menos en la parte que alcancel aquellas pensiones de Diezmos y Primicias que les tocan, mediante regulación proporcionada a la necesaria subsistencia y decencia del cura, como también a las fábricas de las respectivas iglesias parroquiales, su culto y servicio; o en caso negativo, aunque sea que se les exonere de las referidas erogaciones respecto a que se consideran suficientes aquellas mercedes para remunerarle a los curas el trabajo del pasto espiritual que suministran a sus feligreses.11. º —Undécimo. —Que estando prevido en el Sínodo que todos los vecinos de esta Villa deben conducir el Diezmo a la casa del arrendatario, en que experimentan gravísimo perjuicio, especialmente los que se hallan muy distantes y escasos de cabalgadura para ello y que para verificarlo les resulta tal vez mayor el costo que el fruto que conduce, se hace muy conveniente que se les exima de esta pensión, imponiéndosela a los colectores de este ramo que sea de su cuenta y cargo tomando la parte que les corresponde en las casas de los diezmeros como se acostumbra en los demás pueblos de la Isla.12. º —Duodécimo. —Que para evitar las tiranías y mal manejo de harinas y otras provisiones que se introducen en esta Isla, principalmente en tiempo de escasez, con motivo de los huracanes que con frecuencia se experimentan en ella, secas y enfermedades que son consecuencia de aquellos, como sucedió el año pasado de mil ochocientos siete, es muy conveniente solicitarse sea libre la venta de víveres de los abastos públicos, principalmente los de primera necesidad y en los tiempos de calamidad sin que a cuenta de las autoridades se atraviesen con ningún pretexto para después expenderse con exorbitantes lucros y perjuicio grave del pobre habitante y aun del mismo comercio.Sala Capitular de San Germán, trece de noviembre de mil ochocientos nuevo.(Firmado): FRANCISCO ANTONIO RAMÍREZ DE ARELLANO. —GERMÁN PAGAN. —DOCTOR FELIPE DE QUINONES. —RAMÓN RAMÍREZ. —ANDRÉS DE QUINONES. —MATEO BELVIS. —JOSÉ MONSERRATE JUSINO. —JUAN ANTONIO IRIZARRY. — Ante mi: Juan Eloy Tirado, Escribano Real y Público.*Cruz Monclova, Lidio: Historia de Puerto Rico (Siglo xix). Tomo I. (1808-1868). Apéndice Número 1. Págs. 673-677. academiajurisprudenciapr
    La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.

    Antonio Aparisi

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    Re: Cuba y Puerto Rico

    Misiones del Obispado de Cuba (editado):



    Anexo:Cronología de las misiones españolas en Florida

    Artículo principal: Misiones españolas en Florida



    A continuación se muestra la lista de las misiones españolas en Florida, fundadas con el objetivo de convertir al cristianismo a los indígenas y actuar como puntos de colonización en el actual estado norteamericano de Florida:

    1. San Miguel de Gualdape(fundada en 1526por Lucas Vásquez de Ayllón)
    2. Anhaica Apalache (villa indígena en la que Hernando de Sotoestuvo cinco meses entre 1539-1540)
    3. Ochuse o Santa María Filipina (fundada por Tristán de Luna y Arellano, 1559-1561)
    4. Nanipacana o Ypacana (Santa Cruz de Nanipacana)
    5. Nombre de Dios(al norte de San Agustín, fue la única que sobrevivió hasta 1763)
    6. San Antonio de Carlos (fundada en marzo de 1567, abandonada en junio de 1569)
    7. Tequesta (fundada en marzo de 1567, abandonada en 1570)
    8. Santa Elena (en la isla Parris en Carolina del Sur, fue fundada en 1566 y abandonada en 1587)
    9. Guale (fundada por Menéndez de Avilés en 1566)
    10. Tupiqui (presencia jesuita entre 1569 y 1570)
    11. Escamacu-Orista
    12. Ajacan (fundada en setiembre de 1570en la bahía de Chesapeake en Virginia)
    13. Tacatacuru o Fuerte San Pedro
    14. Palican o Palica
    15. Soloy
    16. Guatari
    17. Joada
    18. San Sebastián
    19. San Juan del Puerto
    20. San Pedro de Mocama
    21. Puturiba o Puturihato (San Pedro y San Pablo de)
    22. San Antonio de Enacape o Antonico
    23. Santa Catalina de Guale
    24. Convento de Santa Ana Potano
    25. San Buenaventura de Guadalquini
    26. Santo Domingo de Asao (en la costa)
    27. Santo Domingo de Asao o Asaho (en la isla Saint Simons)
    28. Nuestra Señora de Guadalupe de Tolomato (Guale)
    29. Santa Clara de Tupiqui
    30. Espogache
    31. Ospo o Talapo o Tulapo
    32. Tulafina
    33. Ibi
    34. Tocoy
    35. San Julián
    36. Olatayco o Alatico
    37. Santo Domingo (Napa, Napuica o Napoyca)
    38. Santa María de la Sena (en una isla)
    39. Misión Santa María (en la costa)
    40. San Antonio (visita de San Pedro Mocama)
    41. Chica Faya la Madalena
    42. Veracruz
    43. Molo o Moloa
    44. Potayo
    45. San Mateo (sobre el río Saint Johns)
    46. San Pablo (cerca de San Juan del Puerto)
    47. Hicachirico
    48. Chinisca
    49. Carabay o Sarabay
    50. San José de Zapala
    51. Yoa
    52. San Francisco Potano
    53. San Miguel de Potano
    54. San Buenaventura de Potano
    55. Santa Fe de Teleco o Toloco
    56. San Luis de Acucra o Avino
    57. San Martín de Ayaocuto o Ayacatu
    58. San Juan de Guacara
    59. Santa Cruz de Tarihica
    60. Santa Isabel de Utinahica
    61. Santiago de Ocone
    62. San Pedro o San Felipe de Athuluteca
    63. San Diego de Satuache o Chatuache
    64. San Felipe de Alabe
    65. Apalo
    66. Cascangue y Ycafui
    67. Socochuno
    68. San Luis de Eloquale
    69. San Agustín de Urica
    70. Santa María de los Ángeles de Arapaha
    71. San Ildefonso de Chamini o Chamile
    72. Santa Cruz Cachipile
    73. San Francisco de Chuaquin
    74. Santa Catalina de Ajoica o Afuica
    75. San Pedro y San Pablo de Potohiriba o Poturiba
    76. Santa Elena de Machaba
    77. San Matheo de Tolapatafi
    78. San Miguel de Asile
    79. San Lorenzo de lvitachuco
    80. Concepción o Santa María de Ayubale
    81. San Francisco de Oconi
    82. San Joseph de Ocuia
    83. San Juan de Aspalaga
    84. San Juan de Aspalaga II
    85. San Pedro y San Pablo de Patale
    86. San Pedro de Patale II
    87. Santa María de Bacuqua
    88. San Antonio de Bacuqua
    89. San Cosme y San Damián de Cupaica o Escambe
    90. San Damián de Ilcombe
    91. San Luis de Xinayca o Nixaxipa o Talimali
    92. San Luis de Xinayca (primer sitio de la misión)
    93. San Martín de Tomole
    94. Santa Lucía de Acuera
    95. San Salvador de Macaya
    96. San Diego de Laca
    97. Santa Cruz de Ytuchafun o Ychuntafun o Capoli o Santa Cruz y San Pedro de Alcantara de Ychutafun
    98. Nuestra Señora de la Candelaria de Tama o La Purificación de Tama
    99. Assumpción del Puerto o Asunción de Nuestra Señora
    100. San Pedro de los Chines
    101. San Antonio de los Chines
    102. Natividad de Nuestra Señora
    103. San Carlos de los Chacatos (en Apalachee)
    104. San Carlos de los Chacatos o de Yalcatanu (cerca de Marianna en Florida)
    105. San Nicolás de Tolentino (cerca de Marianna)
    106. San Nicolás de los Chatos (sobre o cera del río Apalachicola)
    107. La Encarnación a la Santa Cruz de Sabacola o Santa Cruz de Sabacola el Menor
    108. San Carlos de los Chacatos (sobre el río Apalachicola)
    109. San Simón
    110. Ocotonico
    111. Santa María de los Yamasee o Santa María de Guale (isla Cumberland)
    112. Santa Catalina o Santa María de Guale (isla Amelia)
    113. San Felipe (isla Cumberland)
    114. San Felipe (isla Amelia)
    115. Santa Clara de Tupique (isla Amelia)
    116. Santa Cruz de Guadaiquini
    117. La Natividad de Nuestra Señora de Tolmato o Nuestra Señora de Guadalupe de Tolomato o Nuestra Señora de Guadalupe
    118. Santa Rosa de Ivitanayo
    119. San Diego de Salamototo
    120. Señor San Antonio de Anacapi (1680-1697)
    121. San Salvador de Mayaca
    122. San Joseph de Jororo
    123. La Concepción de Atoyquime
    124. Atissirne o Atisme o Jizime
    125. Sabacola (sobre el río Chattahoochee)
    126. San Carlos de Savacola o Savacola Chuba
    127. La misión a los Calusa de 1697
    128. Ivitachuco en Abosaya



    http://es.m.wikipedia.org/wiki/Anexo:Cronolog%C3%ADa_de_las_misiones_españolas_en_Florida

    Imágenes adjuntadas Imágenes adjuntadas
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    Antonio Aparisi

  10. #70
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    Re: Cuba y Puerto Rico

    Historia de la Costa del Tesoro



    Costa del Tesoro" es el nombre con el que comúnmente se le conoce a la parte costera que se extiende desde el norte de la playa de Sebastian el norte hacia el sur de Hobe Sound en el sur incluyendo todos los condados costeros de St. Lucie, Indian River y Martín. Esta región es llamada así ( Costa del Tesoro) desde hace 300 años cuando varios galeones españoles naufragaron en las riberas del sureste de la Florida, cayendo sus tesoros al mar.

    Artefactos de estos barcos han sido recuperados en los pasados 50 años. Riquezas de naufragios de los siglos 17 y 18 han sido encontrados por buscadores profesionales de tesoros y también por asistentes de las playas. Recientemente en Agosoto del 2010, un hombre nadando en bajos cerca de Jupiter encontró una moneda de oro que fue forjada en México en la década de 1650.

    En la Costa del Tesoro, las playas se han convertido en una parte integral del estilo de vida. Con unas increíbles 70 millas de Costa, más de 40 playas públicas y muchas mas playas públicas y privadas, la area es realmente un asilo para aquellos que desean salir y explorar un ambiente costero natural.

    http://coastal.floridanatureguide.co...coast/history/
    Última edición por Michael; 12/05/2015 a las 06:51
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  11. #71
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    Re: Cuba y Puerto Rico

    Pequeños datos sobre la herencia española en la Florida:

    Contrario a la creencia popular, La Florida fue sin duda el primer lugar de asentamiento europeo en Estados Unidos. Sabes las contestaciones estas preguntas sobre la historia de La Florida?


    1) En el 2009, que ciudad celebró su aniversario 450 del primer intento español de asentamiento?
    2) Cual es el nombre de la primera comunidad de negros libres en América del Norte, establecida al norte de San Agustín, en el año 1738?
    3) ¿Qué ciudad celebrará el aniversario 450 de su fundación en el 2015?
    4) Quién fundó San Agustín en el 1565?
    5) Que explorador español celebró la primera Navidad en Florida en el 1539 en la actual Tallahassee?
    6) Que explorador será conmemorado en el 2013 por el aniversario 500 de su llegada a la Florida y de su exploración en la Florida?
    7) Cuál ciudad es el asentamiento más antiguo ocupado por europeos en los Estados Unidos continentales?
    8) Cual es el nombre del explorador que arribó a la Bahía de Pensacola en 1559 con su expedición?
    9) Que hombre español fue hallado por Desoto en 1539, tatuado y versificado en múltiples lenguaje nativos, viviendo ente los nativos, y fue parte de la expedición de Pánfilo de Narváez?
    10.) Cuando y donde fue la primera celebración de Acción de Gracias en Norte América?

    Respuestas


    1) Pensacola
    2) Fort Mosé
    3) San Agustín
    4) Pedro Menéndez de Avilés
    5) Hernando de Soto
    6) Juan Ponce de León
    7) San Agustín
    8) Tristán de Luna
    9) Juan Ortiz
    10) 8 de Septiembre, en San Agustín 1565.

    ]http://m.visitflorida.com/en-us/arti...da.mobile.html
    Última edición por Michael; 12/05/2015 a las 07:01
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  12. #72
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    Re: Cuba y Puerto Rico

    Mapa de la Capitanía General y Obispado de Cuba:

    Última edición por Michael; 14/05/2015 a las 22:46
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  13. #73
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    Re: Cuba y Puerto Rico

    PROPOSICIÓN DEL CAPITÁN GENERAL
    RAMÓN BLANCO ERENAS AL
    GENERALÍSIMO MÁXIMO GÓMEZ
    5 de Marzo 1898.



    General Máximo Gómez, jefe de las fuerzas revolucionarias


    Señor:

    Con la sinceridad que siempre ha caracterizado todos mis actos, me dirijo a usted, no dudando por un momento que su clara inteligencia y nobles sentimientos, los que como enemigo honrado reconózcole, harán acoger mi carta favorablemente.
    No puede ocultarse a usted que el problema cubano ha cambiado radicalmente. Españoles y cubanos nos encontramos ahora frente a un extranjero de distinta raza, de tendencia naturalmente absorbente, y cuyas intenciones no son solamente privar a España de su bandera sobre el suelo cubano, por razón de su sangre española. El bloqueo de los puertos de la Isla no tiene otro objeto. No sólo es dañoso a los españoles, sino que afecta también a los cubanos, completando la obra de exterminio que comenzó con nuestra guerra civil.
    Ha llegado, por tanto, el momento supremo en que olvidemos nuestra pasadas diferencias y en que, unidos cubanos y españoles para nuestra propia defensa, rechacemos al invasor. España no olvidará la noble ayuda de sus hijos de Cuba, y una vez rechazado de la Isla el enemigo extranjero, ella, como madre cariñosa, abrigará en sus brazos a otro nueva hija de las naciónes del Nuevo Mundo, que habla en su lengua, profesa su religión y siente correr en sus venas la noble sangre española. Por todas estas razones, General, propongo a usted hacer una alianza ambos ejércitos en la ciudad de Santa Clara. Los cubanos recibirán las armas del Ejército español y, al grito de ¡viva España! Y ¡ viva Cuba!, rechazaremos al invasor y liberaremos de un yugo extranjero a los descendientes de un mismo pueblo".
    Su afectísimo servidor,
    Ramón Blanco Erenas
    Capitán General

    http://www.autentico.org/oa09126.php
    Última edición por Michael; 18/08/2017 a las 17:02
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  14. #74
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    Re: Cuba y Puerto Rico

    Manifiesto de la Organización Reunificacionistas:

    Presentación y manifiesto


    En una emocionante proclama que circulaba por Puerto Rico en 1808 los puertorriqueños se referían a sí mismos como “españoles puertorriqueños” y reafirmaban su “lealtad a la nación española”.

    Puerto Rico, la Isla del Encanto, ha sido siempre parte esencial y corazón de España, de la que nos separaron en contra de nuestra voluntad por medio de la fuerza. Ahora que en Boriquén se ha despertado de nuevo el deseo de volver con la Madre Patria, desde la Asociación Española por la Reunificación de Puerto Rico con España - Reunificacionistas y la plataforma Reunificacionistas.org queremos mostrar nuestro apoyo y luchar por este ideal de unión.

    ¿Qué es el Reunificacionismo?
    El Reunificacionismo se define como el sentimiento por parte de los ciudadanos de los países hispanos de ser españoles y el deseo de que sus tierras vuelvan a ser parte de España.




    Es decir, que en muchos países hispanos, destacando el caso de Puerto Rico, hay personas contrarias a las independencias que entienden que fue un hecho circunstancial circunscrito a una situación histórica concreta, una guerra civil entre españoles como lo ha definido algún historiador; personas que se sienten españolas, parte de la nación española y que querrían que sus países volvieran a ser España.

    Es importante, por tanto, resaltar que no podemos ser los españoles y mucho menos España como estado ni las instituciones públicas quienes deban llevar la iniciativa. Intentar que un territorio sea español sería imperialismo o neocolonialismo inaceptable. Los españoles estamos para apoyar a todos nuestros hermanos hispanos que persigan ese fin.
    Otra cosa es que España tenga un sistema de Autonomías en las que como dice literalmente la Constitución de 1978: «reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas». Es decir, unión no significa uniformidad.
    El Reunificacionismo se caracteriza por ser un ideal apolítico en el sentido de los clásicos ejes izquierda/derecha. Está abierto a todo aquel que simplemente desee que tierras hispanas vuelvan a ser parte de España y que sus ciudadanos sean ciudadanos españoles. Para lograr nuestros objetivos no deberíamos limitar las motivaciones que cada uno pueda tener, cada uno es libre de defender ese ideal por razones ideológicas, culturales, sociales, emocionales, históricas o patrióticas.
    De entre todo el mundo hispano Puerto Rico parece ser un caso especial. Los puertorriqueños nunca lucharon por independizarse de España y su separación de ella fue impuesta. Puerto Rico puede ser hoy luz que guíe a otros hermanos hispanos en su deseo por volver a ser españoles.

    Con el fin de apoyar el ideal reunificacionista se creó la Asociación Española por la Reunificación de Puerto Rico con España - Reunificacionistas y la plataforma Reunificacionistas.org. Allá donde haya personas que se llamen a sí mismas “españoles” contarán con nuestro apoyo.

    La Asociación Española por la Reunificación de Puerto Rico con España - Reunificacionistas continuamente reflexiona, debate y amplía sus bases, ideas y propuestas siempre destinadas a estrechar los vínculos entre Puerto Rico y España y a obtener su objetivo final de la reunificación de Puerto Rico con España bajo un estatuto de Autonomía.
    Te invitamos a que leas nuestro “Programa para un ideal de Reunificación” [Vínculo a “Programa para un ideal de Reunificación”] y nos hagas llegar tus opiniones y aportaciones.

    La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.

    Antonio Aparisi

  15. #75
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    Re: Cuba y Puerto Rico

    viernes, 24 de febrero de 2012

    MADRE PATRIA. DEL BLOG ¡OLÉ BORÍCUA!




    Foto de Internet



    Madre Patria.



    Esto lo encontré bien interesante y lo quise reproducir. Es del Blog Olé Borícua! . La historia de un intercambio en España. J.R.M.

    “Y es Madre Patria porque cuando entramos en contacto con ella, el
    corazón nos da un vuelco y nos sentimos parte de ella.”

    Esas fueron las palabras en un correo electrónico que me enviaron mi Abuela Lourdes y mi Abuelo Ulpiano hace par de días. Y quiero decirles que tienen toda la razón.
    Ojala todos los que están leyendo este post hayan tenido la experiencia de visitar España, o que puedan venir algún día. La verdad es que apenas he visitado tres ciudades: Sevilla, Cádiz o Valencia. Pero en cada una de ellas, he podido ver un poco de Puerto Rico.
    Caminar por los centros de esas ciudades es como caminar en el Viejo San Juan. Cuando regrese a Puerto Rico, finalmente entenderé la razón por la cual nuestra antigua ciudad es como es. De hecho, Valencia, Cádiz y Sevilla estuvieron en un momento de la historia totalmente amuralladas, al igual que San Juan.
    Y la gente…por lo menos los sevillanos. Por cualquier cosa, te hablan. Un hola, un hasta luego, nunca faltan. Muchas veces he estado perdido con el mapa, y rápido me preguntan para donde voy. Muchas personas me han dicho que los españoles son unos amargados, pero esos al parecer están en el norte.
    He escuchado que los españoles que llegaron a Puerto Rico son del sur, de Andalucía. Los andalucenses son personas alegres, fiesteras, iguales a los boricuas.
    Lo más probable piensen que hago este post para despreciar a la cultura estadounidense y todo lo que nos han dado. Pero no se puede tapar el cielo con una mano. Miren a ver si encuentran un poco de la historia de Puerto Rico en Washington DC.
    Puerto Rico es como es gracias a España. Tenemos la lengua y la arquitectura. Nuestra forma de ser, pues es una mezcla entre los españoles, los africanos y los taínos, nuestras tres razas. Eso es lo único que nos difiere de la cultura española.
    Yo, a pesar de que llevo más de un mes, me siento parte de Sevilla. Por que el corazón me da vuelta, y me identifico tanto con la forma de ser de esta ciudad, y me maravillo de cómo dos sitios tan distantes como Puerto Rico y España, sean tan parecidos. Y es que finalmente entiendo cuando Marc Anthony dice en Preciosa, un ícono musical de nuestra puertorriqueñidad, “y tienes la noble hidalguía de la Madre España”…
    Hidalguía: Generosidad y nobleza de ánimo (Real Academia Española).

    http://cubaespanola.blogspot.com/2012/02/madre-patria-del-blog-ole-boricua.html?m=1













    EspadaDeRoma dio el Víctor.
    La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.

    Antonio Aparisi

  16. #76
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    Re: Cuba y Puerto Rico

    UNA MANERA DE VESTIR A LA CUBANA. ADEMÁS UN VÍDEO SOBRE LOS QUITRINES EN EL SIGLO XIX.




    Una manera de vestir a la cubana
    De la Revista Opus Habana

    Considerada como un elemento demasiado cercano a la cotidianidad, la indumentaria es aún asumida como algo superficial al no valorarse con claridad sus verdaderas implicaciones dentro del comportamiento humano, por lo que el fenómeno del vestido ha quedado relegado como objeto de investigación psico-sociológica.
    La Habana. 1850. Calle Mercaderes. Toldos multicolores suavizan la intensidad del sol para quienes asisten a realizar sus compras en algunos de los comercios que allí se concentran. Frente a uno de los tantos establecimientos se detiene un carruaje. E arrogante calesero, librea de color brillante adornada en oro, plata y galones, grandes polainas, controla, fusta en mano, el paso de las bestias. Las jóvenes con sus delicados vestidos claros, escotados y bellos peinados al descubierto, apenas se mueven de sus asientos; se abanican y sólo miran hacia el interior en busca de la atención del empleado.

    Solícito, éste se acerca y les muestra, en plena calle, sus ofertas: tejidos variados en género y color, para ser seleccionados por sus agraciadas clientas...



    Es posible reproducir esta escena común en La Habana de mediados del siglo XIX gracias a los cronistas, pintores, grabadores, visitantes... que dejaron sus detalladas impresiones —ya sea en forma textual o visual— sobre los diversos elementos de la vida cotidiana en la sociedad cubana colonial, entre ellos: la vestimenta.

    En Cuba, la poca tradición artesanal en lo referente a textiles e indumentaria anteriores a la conquista, y la casi total destrucción de la expresión de la cultura material y espiritual de los indígenas, explican la inexistencia de una indumentaria típica que, como en la mayoría de los países latinoamericanos, responda a la evolución del traje precolombino y a su mezcla con elementos de la vestimenta occidental y/o africana.


    A pesar de ello, la imagen del cubano comenzó a perfilarse gracias a una «manera» de vestir diferenciada del peninsular, proceso que se inició a principios del siglo XIX y que se definió a mediados del mismo. El estudio de dichas peculiaridades vestimentarias en los diversos sectores de la población colonial cubana, constituye un campo fascinante y poco explorado de investigación.


    Considerada como un elemento demasiado cercano a la cotidianidad, la indumentaria es aún asumida como algo superficial al no valorarse con claridad sus verdaderas implicaciones dentro del comportamiento humano, por lo que el fenómeno del vestido ha quedado relegado como objeto de investigación psico-sociológica.


    En cuanto a la relación del traje con la cultura de las sociedades, no existe duda de su vínculo. A pesar de su esencia cambiante y temporal, las formas del vestir constituyen parte inseparable de la cultura y se relacionan con varias manifestaciones de las llamadas «artes menores» o aplicadas como la tejeduría y la orfebrería, entre otras.


    Pero, sobre todo, el vestido reflejará a través de su frívola apariencia el «síntoma» de la sociedad que lo genera, como suma de la contradicción dialéctica de las individualidades y las generalidades, entre las expresiones del «yo», propias del fenómeno «moda», y las imposiciones de las «normas de la sociedad». Sólo considerando a la moda en el vestir como un complejo fenómeno psico-sociológico estrechamente vinculado a la historia, se podrá profundizar en cualquier estudio sobre el tema.


    Abordaremos el traje en una sociedad cuya cultura, una vez definida la esencia de su nacionalidad, es el resultado de un proceso de mestizaje complejo, resultante de la transculturación de grupos humanos diversos que coincidieron en la Isla durante su colonización. Durante ese proceso, se conformó un concepto de nación, un modo de vida, gustos, preferencias... y una indumentaria diferenciada a la impuesta por la metrópoli.


    Es nuestro objetivo resumir las formas vestimentarias en Cuba durante el siglo XIX, describiendo no solamente cómo vestían los miembros de la oligarquía criolla, sino también los negros, mestizos y campesinos, así como varios personajes de origen popular que son muy significativos.



    DESDE LA PENÍNSULA…


    La apenas existencia de referencias tanto escritas como visuales sobre la indumentaria de los pobladores de Cuba durante los siglos iniciales de la colonización, nos impide detallar el atuendo que usaban aquellos primeros funcionarios, colonos y demás habitantes españoles. Sólo cuando los criollos llegaron a componer una clase económicamente fuerte, convirtieron en un reto el tratar de alcanzar un nivel decoroso en su atuendo, a fin de competir con sus homólogos peninsulares.


    Este sentimiento de competencia, surgido por el contacto directo de nuestra oligarquía con los habitantes peninsulares de alta jerarquía, propició que —desde el inicio— ambos vistieran de manera muy similar: «El traje usual de los hombres y mujeres en esta ciudad
    es el mismo, sin diferencias, que el que se estila y usa en los más celebrados salones de España, de donde se le introducen y comunican inmediatamente con el frecuente tráfico de los castellanos a este puerto».


    Los retratos de principios del siglo XIX que nos han legado pintores como Vicente Escobar (1757-1834) y Juan Bautista Vermay (1784-1833), nos presentan a personajes de la sociedad cubana, elegantemente vestidos, con alarde de finos encajes y a tono con la moda europea.
    Así, los presentes durante la inauguración de El Templete en 1827 —a quienes Vermay retrató in situ— reflejan tanto a la jerarquía oficial de la metrópoli, como a las familias adineradas de la oligarquía criolla. Hombres y mujeres son representados por el artista con una línea vestimentaria común, reafirmando el señalamiento anterior mente expuesto: que los criollos adinerados competían en elegancia y ostentación con los miembros de las más ilustres familias europeas.


    Debido a las diferencias climáticas, los hombres sufrieron la incomodidad y el calor que les proporcionaban las prendas que componían el traje masculino en Europa durante aquellos años.
    Hay casos en que las modas europeas son copiadas hasta tal extremo que, a la par que en Francia aparecen los incroyables,2 en La Habana se difunde esa versión del petimetre de finales del siglo XVIII, denominada peyorativamente con un término acuñado en la Península: currutaco.


    En los años que van desde fines del siglo XVIII hasta inicios del XIX, en la prensa periódica comienzan a aparecer escritos que se ocupan de las cuestiones del vivir cotidiano
    y que constituyen una valiosa fuente de información sobre la vestimenta de la época, ya que «el tema del lujo unido a la “fiebre” de los habaneros por la ostentación y las apariencias y la irónica crítica al mundo de la moda definen las coordenadas principales de este examen de las costumbres habaneras que revela una de las direcciones a través de la cual se manifestó el espíritu crítico en las páginas del periódico».


    Escritores como José Agustín Caballero y el poeta soldado Manuel de Zequeira y Arango, miembros activos de la Sociedad Económica de Amigos del País, muestran su inquietud por ese tipo de comportamiento del ciudadano que, arrastrado por un vertiginoso afán de riqueza y opulencia, va corrompiéndose y «abandonando sus virtudes» al engalanar en exceso su imagen.


    Mientras que el hombre en esos años —fines del siglo XVIII y principios del XX— soportaba el clima tropical con los altos cuellos rodeados de la chalina, la cual debía elevar hasta las mejillas el cuello de la camisa, así como las solapas de chalecos y chaquetas, la mujer se benefició con la moda imperante, derivada de la llamada «moda a la antigüedad clásica», manifestada durante el período del Directorio francés.



    Artículo completo aquí:
    Opus Habana



    Vídeo sobre quitrines en Cuba en el Siglo XIX:
    http://youtu.be/jnC0hkzYvHI




    Comunidad Autónoma de Cuba, España: UNA MANERA DE VESTIR A LA CUBANA. ADEMÁS UN VÍDEO SOBRE LOS QUITRINES EN EL SIGLO XIX.





    José Ramón Morales en 2/26/2012 12:35:00 p. m.
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    Antonio Aparisi

  17. #77
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    Re: Cuba y Puerto Rico

    LA OPINIÓN DE RODRIGO, 24 DE FEBRERO DEL 2012



    Foto de Internet

    LA OPINIÓN DE RODRIGO, 24 DE FEBRERO DEL 2012.

    Decíamos que la ficticia independencia le ha traído a Cuba más quebraderos de cabezas que momentos edificantes. Como quiera que se le mire, los perjuicios supera con creces los beneficios, que si los habido, o bien han sido pírricos, o bien jactanciosamente insignificantes. La seudo independencia, en fin, ha demostrado ser la peor empresa llevada a cabo en la Isla desde su fundación, a juzgar por los resultados obtenidos. Una nación en quiebra permanente es lo que puede exhibir la Isla en el último siglo.

    Sin hacer mucho caso a las abundantes inexactitudes históricas de algunos comentarios, sí sería conveniente precisar el descuido contumaz con que se aplica el concepto de “anexión” en ocasión de abordar la alternativa de una Cuba española. El uso del término anexión en este caso es simplemente incorrecto. Lo es, porque es imposible anexar aquello que participa de una misma naturaleza. Cuba no era un apéndice extracorpóreo de España. Cuba era la misma España, contenida en su sustancia, emanación de su vitalidad, irradiación ontológica de su propia esencia. Fuimos un solo pueblo, un único pueblo forzado a la separación gracias a la conjunción de aciagas circunstancias harto conocidas.

    De la misma manera que no cabe hablar de anexión en la unión de las dos Alemanias a principios de los años 90 del pasado siglo, ni cuando Hong Kong se reincorporó a China a finales de esa década, tampoco lo será si Cuba decidiera algún día reunificarse con la patria grande española. El mismo criterio valdría también para ambas Coreas, en el supuesto que quisieran reunificarse en el futuro. Aplicar en estos casos - y en otros más- el término de anexión sería ilegal y deshonesto, puesto que estaríamos politizando desvergonzadamente la refusión de una misma colectividad vinculada por los genes, la sangre, la cultura, la historia, tradiciones y mentalidad.

    Seamos consecuentes y tener un mínimo de pudor. Anexión siempre fue un concepto ajeno al autonomismo cubano. Es más, despreciable, por cuanto esa corriente ideológica, mayoritaria en la Cuba decimonónica, era consciente que, de perderse la soberanía española, la Isla iba a quedar sometida al influjo imperial de los EE.UU. Para los autonomistas, de antes y de ahora, la cuestión de la patria siempre estuvo resuelta: España era nuestra nación, indiscutible e indivisible. ¿Qué perseguían la descentralización y aspiraban a un autogobierno? Sí, pero gestionada dentro del contexto español.

    Lo curioso es que el término “anexión”, que tanto salpullido provoca en los nacionalistas cubanos, fue el referente más pertinaz de la mambisería de siempre. La inmensa mayoría del separatismo insular nunca ocultó la propensión a procurarse cualquier anexión con tal de darle el tiro de gracia a la patria española a la que pertenecían. Aunque siempre predominó la tendencia anexionista a favor de los EE.UU., el propio José Martí hasta llegó a entrar en contubernio con el dictador mejicano Porfirio Díaz para entregarle la Isla, caso de fracasar en sus devaneos independentistas. Se comprenderá, entonces, por qué de la caricatura republicana de Cuba, por qué estamos tan desarraigados y desorientados, por qué ya no queda vergüenza ni dignidad en la Isla, por que la retórica de la independencia ha devenido ser una estrepitosa farsa.

    Nosotros, los autonomistas cubanos contemporáneos, rechazamos de plano todo intento de anexión de Cuba por parte de los EE.UU. Vemos con horror el deterioro masivo de los valores esenciales de nuestro pueblo, el preocupante y desesperado pro-americanismo instalado actualmente en la sociedad, lo cual puede arrastrar al país a una precipitada anexión, incluso sin condiciones. Nuestra misión es concienciar que sólo junto a España recuperaremos todo lo que se ha perdido: nuestras raíces, nuestra cultura, nuestra historia, nuestra identidad; que únicamente reintegrada en España, enriqueciendo su diversidad, volveríamos a palpar, de manera tangible, lo que quiere decir amar de verdad a la Patria.

    Comunidad Autónoma de Cuba, España: LA OPINIÓN DE RODRIGO, 24 DE FEBRERO DEL 2012


    José Ramón Morales en 2/24/2012 09:59:00 a. m.
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    La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.

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    Re: Cuba y Puerto Rico

    EL CASO DE CUBA: Enmienda por Anexión











    Foto de Internet y cortesía de un Anónimo.

    EL CASO DE CUBA: Enmienda por Anexión

    Nota: Al leer este artículo, puedo ver que a Martí lo traicionaron sus mejores amigos, Don Tomás Estrada Palma que era ciudadano norteamericano, el Segundo después de él en el Partido Revolucionario Cubano y vivía en Nueva York, estaba claramente a favor de la anexión de Cuba a EEUU, También El Generalísimo Máximo Gómez le pidió ayuda a los norteamericanos, y pelea a su lado (ahí también traicionó a Maceo que declaró en una entrevista en Panamá, que si EEUU invadía Cuba, él pelearía al lado de España, y que de ser de otro país, era mejor seguir siendo españoles. Maceo quería claramente un Gobierno militar en vez de uno civil como quería Martí. José Martí llegó a tener la osadía de pedirle al Dictador de México Porfirio Díaz, anexar Cuba a México una vez separada de España, antes de que los americanos lo hicieran. Primero que todo me imagino que a Porfirio Díaz no le interesaría mucho una Isla infestada de españoles, pues la mayoría de la población de la isla era Peninsulares y su descendencia, baleares, canarios y ellos cuando lograron derrocar a España lo primero que hicieron fue una Ley donde le daban a los españoles 3 meses para abandonar el país con sus pertenencias, excepto los muy viejos o incapacitados y estos emigraron hacia Cuba Española.


    Parece que Martí al vivir tan poco tiempo en Cuba, no sabía que su realidad era distinta, que no había indígenas, que los negros también eran minorías y no eran nativos y que el movimiento autonomista era muy grande, pero aún así y sin consultar con nadie, se tomó el derecho de hablar a nombre del pueblo cubano para anexarlo a México. En fín, cosas que permanecen ocultas, es mejor hablar de la Mitología Cubana. J.R.M.


    ------------------------------------------


    De Los nuestroamericanos
    En 1895 los patriotas cubanos le dieron renovado impulso a la lucha por la independencia, luego de haber guerreado contra España durante diez años desde 1868 sin haber conseguido el objetivo tan anhelado. Los Estados Unidos tenían sus apetencias intactas sobre la isla, incrementadas por sus intereses económicos concretos en las plantaciones de azúcar y en las minas.


    Tomás Estrada Palma, caracterizado como el “padre” cubano de la enmienda Platt, representante de la revolución cubana en los EE.UU., en enero de 1898 le escribe a un compatriota residente en La Habana. En esta misiva se evidencian ya las intenciones que la potencia del norte tenía sobre la isla:


    … puedo asegurar a Ud. que está ya completo el plan hábilmente preparado por el gobierno de Washington para imponer la paz de Cuba sobre la base de independencia con la garantía moral de los Estados Unidos, para asegurar la paz y el orden, promover las inversiones de capitales americanos en todo género de empresas en la isla y desarrollar entre ambos países un comercio recíproco que afianzará la prosperidad interior de nuestra patria. Ni exagero ni me hago ilusiones. La cuestión de Cuba ha llegado ya, con relación a los Estados Unidos, al límite extremo. Me consta que el presidente está inspirado en los más nobles sentimientos, a favor nuestro, reconociendo nuestro heroísmo en la lucha por la independencia, y deseando que al asegurarla sea fructífera para nosotros. Un medio hay que el presidente conoce, por el cual, sin necesidad de anexión, absolutamente, el gobierno de los Estados Unidos tendrá en la República de Cuba una intervención indirecta que servirá para imprimir moralidad a la administración de nuestra hacienda y para darnos crédito con los capitalistas que nos presten su dinero…[1]


    O sea que los EE.UU. ya tenían perfectamente delineado el plan para intervenir en Cuba y asegurar las inversiones para sus capitalistas. Llama la atención en la misiva de Estrada Palma la aseveración sobre “un medio que el presidente conoce” por el cual, “sin necesidad de anexión”, garantizarían igual su injerencia.


    La forma que los yanquis encontraron para inmiscuirse en la guerra y sacar provecho fue la explosión del acorazado “Maine”, anclado en La Habana, hecho que, sin pruebas, rápidamente lo atribuyeron a España y con dicha excusa le declararon la guerra.[2] Corría el año 1898.


    La guerra fue muy corta y en poco tiempo los marines norteamericanos desembarcaron en Cuba. Se llegó así a la firma del llamado Tratado de Paz entre España y los Estados Unidos de América, firmado en París el 10 de diciembre de 1898. El Artículo I de dicho Tratado decía que


    España renuncia a todo derecho de soberanía y propiedad sobre Cuba.
    En atención a que dicha isla, cuando sea evacuada por España, va a ser ocupada por los Estados Unidos; los Estados Unidos, mientras dure su ocupación, tomarán sobre sí y cumplirán las obligaciones que por el hecho de ocuparla, les impone el Derecho internacional, para la protección de vidas y haciendas.


    Por el Artículo II España cedía a los Estados Unidos “la isla de Puerto Rico y las demás que están ahora bajo su soberanía en las Indias Occidentales, y la isla de UAM en el archipiélago de las Marianas o Ladronas”.


    Por el Artículo III España cedía el archipiélago conocido por las Islas Filipinas.
    Al final del texto del Tratado, en el Artículo XVI se lee:


    Queda entendido que cualquiera obligación aceptada en este Tratado por los Estados Unidos con respecto a Cuba, está limitada al tiempo que dure su ocupación en esta isla, pero al terminar dicha ocupación, aconsejarán al Gobierno, que se establezca en la isla, que acepte las mismas obligaciones.


    Cuba tuvo que sufrir la ocupación militar yanqui y un gobernador militar, Leonardo Wood, quien convocó a una asamblea constituyente. No obstante haber sido votada la Constitución de la República el 21 de febrero de 1901, casi cuatro meses después, el 12 de junio, en sesión secreta la Convención, después de largos debates y con el pueblo cubano enardecido manifestándose en contra, decidió incorporar como “apéndice” a la Constitución, la llamada “Enmienda Platt”, que era una enmienda a un proyecto de ley presentado en el Senado de Estados Unidos y que concedía créditos para mantener el ejército durante el año fiscal en curso. Por la ventana se metió un “apéndice” a la Constitución cubana, que había sido presentado en el Senado norteamericano por el senador Orville Platt, como “enmienda” a la ley mencionada. Se lograba así la ingerencia directa de los Estados Unidos en Cuba, sin la necesidad de la anexión. Para el presidente McKinley, anexionista convencido, la Enmienda Platt fue el sustituto de la anexión.


    El primer artículo de dicho “apéndice” asegura que ningún otro país podrá inmiscuirse en la isla, garantizando así las condiciones para que sólo Estados Unidos pudiera hacerlo:


    Que el Gobierno de Cuba nunca celebrará con ningún Poder o Poderes extranjeros ningún Tratado u otro convenio que pueda menoscabar o tienda a menoscabar la independencia de Cuba ni en manera alguna autorice o permita a ningún Poder o Poderes extranjeros, obtener por colonización o para propósitos militares o navales, o de otra manera, asiento en o control sobre ninguna porción de dicha Isla.


    El artículo III reza:


    Que el Gobierno de Cuba consiente que los Estados Unidos pueden ejercitar el derecho de intervenir para la conservación de la independencia cubana, el mantenimiento de un Gobierno adecuado para la protección de vidas, propiedad y libertad individual y para cumplir las obligaciones que, con respecto a Cuba, han sido impuestas a los EE.UU. por el Tratado de París y que deben ahora ser asumidas y cumplidas por el Gobierno de Cuba.


    Artículo IV:


    Que todos los actos realizados por los Estados Unidos en Cuba durante su ocupación militar, sean tenidos por válidos, ratificados y que todos los derechos legalmente adquiridos a virtud de ellos, sean mantenidos y protegidos.


    Y en el artículo VII se llega a la médula de la intención yanqui:


    Que para poner en condiciones a los EE.UU. de mantener la independencia de Cuba y proteger al pueblo de la misma, así como para su propia defensa, el Gobierno de Cuba venderá o arrendará a los EE.UU. las tierras necesarias para carboneras o estaciones navales en ciertos puntos determinados que se convendrán con el Presidente de los EE.UU.


    Artículo VIII:


    Que para mayor seguridad en lo futuro, el Gobierno de Cuba insertará las anteriores disposiciones en un Tratado permanente con los Estados Unidos.[3]


    En diciembre de 1903 Estados Unidos tomó posesión “hasta que lo necesitaren” de la Bahía de Guantánamo. Desde el triunfo de la revolución en 1959, la base militar allí instalada ha sido fuente de provocaciones y agresiones hacia Cuba. Después de las invasiones a Afganistán e Irak por parte de Estados Unidos y sus aliados, a principios del siglo XXI, la base de Guantánamo se ha hecho ignominiosamente famosa en todo el mundo por ser un centro ilegal de detención de combatientes árabes, quienes no poseen ningún derecho para su defensa y juicio. El Gobierno de Cuba ha declarado en muchas ocasiones que no aceptará ninguna negociación con respecto a este territorio ilegalmente ocupado, que no sea la retirada incondicional de las tropas extranjeras allí acantonadas contra la voluntad expresa del pueblo de Cuba.


    El mayor y más certero juicio que podría hacerse sobre la significación de este bochornoso proceso lo hizo el general Leonard Wood, gobernador militar de la isla durante la ocupación norteamericana:


    Por supuesto, que a Cuba se le ha dejado poca o ninguna independencia con la Enmienda Platt y lo único indicado ahora es buscar la anexión. Esto, sin embargo, requerirá algún tiempo y durante el periodo en que Cuba mantenga su propio gobierno, es muy de desear que tenga uno que conduzca a su progreso y a su mejoramiento. No puede hacer ciertos tratados sin nuestro consentimiento, ni pedir prestado más allá de ciertos límites y debe mantener las condiciones sanitarias que se le han preceptuado, por todo lo cual es bien evidente que está en lo absoluto en nuestras manos y creo que no hay un gobierno europeo que la considere por un momento otra cosa sino lo que es, una verdadera dependencia de los Estados Unidos, y como tal es acreedora de nuestra consideración. Con el control que sin duda pronto se convertirá en posesión, en breve prácticamente controlaremos el comercio de azúcar en el mundo. La isla se norteamericanizará gradualmente y, a su debido tiempo, contaremos con una de las más ricas y deseables posesiones que haya en el mundo…[4]


    En 1933, recién cuando asume la presidencia de los Estados Unidos Franklyn Delano Roosevelt, en el marco de la llamada política del “Buen Vecino”, es abolida la Enmienda Platt en Cuba. Fue determinante para ello la triunfante revolución contra Machado y el total control que ya tenía el imperialismo sobre la economía cubana, lo que le permitía influir decisivamente en su política.[5]


    No sólo no se cumplieron las predicciones de Wood sino que tanto él como sus socios piratas, no tuvieron para nada en cuenta el patriotismo del pueblo cubano y hasta dónde lucharía y se erigiría la Patria de Martí.


    Horacio A. López


    [1] Emilio Roig de Leuchsenring, Historia de la enmienda Platt, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1979, p. 32.

    [2] Nótese la similitud de pretexto y procedimientos posteriores en el caso de los atentados a las Torres Gemelas en Nueva York, más de un siglo después.

    [3] Emilio Roig Leuchsenring, Op. Cit., p. 24.

    [4]Enmienda Platt. Fundamentos de la defensa nacional. www.cubagob.cu/otras_info/minfar/enmienda_platt.htm
    [5] Historia de América II. Op. Cit., p. 135.









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    Re: Cuba y Puerto Rico

    QUÉ CARGOS PODÍAN DESEMPEÑAR LOS CUBANOS Y PUERTORRIQUEÑOS DENTRO DEL ESTADO ESPAÑOL INSULAR (CUBA Y PUERTO RICO)?. ARTÍCULO DE "LA DINASTÍA" (EN PRINCIPIO, TODOS)




    (Foto de Internet)
    ¿QUÉ CARGOS PODÍAN DESEMPEÑAR LOS CUBANOS Y PUERTORRIQUEÑOS DENTRO DEL ESTADO ESPAÑOL INSULAR (CUBA Y PUERTO RICO)?. ARTÍCULO DE "LA DINASTÍA" (EN PRINCIPIO, TODOS)
    DE 1898 PUNTO DE ENCUENTRO (FORO)
    Como ya se preguntó por la forista Borícua, y ya ha salido más veces, ¿Qué cargos podían desempeñar los cubanos y puertorriqueños dentro del Estado?, traigo este artículo de La Dinastía, en principio, todos.


    La Dinastía, 17-9-1896, pag 2, es una carta al director de un Barón francés Dutilh de la Tuque, "Ahora bien, no hay en el mundo un país que goce de más libertad que Cuba". Desde mucho tiempo once periódicos publican cada día artículos contra España, se celebran reuniones publicas sin la menor intervención de la autoridad, y todos los funcionarios incluso el gobernador general eran discutidos impunemente en la prensa y en los clubs. (Nota mía, en el libro de Alfredo López Serrano, El general Polavieja y su actividad político y militar, hay algunos recortes de periódicos de inspiración separatista calificando a Polavieja, con toda clase de epítetos, Polavieja en su archívo tenía los recortes de prensa tanto negativos, como positivos sobre su persona).


    La isla no solo estaba asimilada a una provincia española, sino que gozaba de varios privilegios, sistema no muy provechoso al principio de autoridad, pero ¿Eran los indígenas quien debía quejarse de ello? Ni siquiera el Gobierno se había atrevido a levantar el Catastro por miedo a disgustar a los propietarios criollos, poseedores de esas maravillosas plantaciones y fabricas devastadas en la actualidad por la guerra civil. El cubano no esta sujeto al servicio militar, pero en cambio tenía libre acceso a todas las funciones del Estado. Magistrados y de los mas elevados, en la administración de justicia, catedráticos en la Universidad de La Habana y las de la Península, jefes y oficiales en el ejercito y la marina, diputados, senadores, diplomáticos y ministros, funcionarios de todos los ordenes y categorías, hasta agentes de policía los ha habido y los hay, nacidos en la reina de las Antillas." (Otro detalle, si os fijáis en Cuba aparecen pocas fuerzas de carabineros (policía de aduanas), este cuerpo era muy numeroso en España, porque exista el famoso y odiado impuesto de consumos, que se cobraba en los fielatos, especie de Aduanas que había a la entrada de las ciudades, este impuesto controvertido fue motivo de muchas revueltas en España no se llevo a las Antillas).


    No solo eso, en otro articulo en este mismo nº dice el periódico" por enseñarse a odiar a España en las universidades y escuelas cubanas, han salido de ellas los filibusteros": En cuanto la encuentre pondré la opinión de Polavieja, diciendo que los separatistas copaban ciertos plazas de funcionarios (entre otros recuerdo a los telegrafistas además de la enseñanza), pero lo que mas le preocupaba era que los separatistas se habían hecho prácticamente con la docencia de la Isla, donde no paraban de adoctrinar en sus ideas a los jóvenes, como vemos hoy no han cambiado mucho las cosas en España.


    Después habla de los títulos del empréstito emitido en EEUU, en cuanto tenga más datos le dedicaré un tema que juzgo muy interesante.


    En los listados de soldados del Ejército Español fallecidos en Cuba entre 1895 y 1898 figuran 444 oriundos de La Habana; 247 de Matanzas, 245 de Pinar del Río, 25 de Puerto Príncipe, 325 de Santa Clara y 114 de Santiago de Cuba

    General Loño, Ministro de la Guerra, nació el 5 de febrero de 1837 en Santiago de Cuba, murió en Madrid el 29 de junio de 1907. Ingreso en el ejercito en 1851, participo en la Guerra de Africa, ganando en Sierra Bullonea la cruz de San Fernando,y el grado de capitan en Rio Azmir, Gobernador politico-militar en Visayas (Filipinas), Gobernador militar de La Habana en la ultima guerra, subsecretario del Ministerio de la guerra, fue nombrado teniente general en 1901, y ministro de la Guerra en el gobierno de Maura, murió mientras desempeñaba este Ministerio, estaba en posesión de la Cruz de San Fernando de primera clase,entre otras condecoraciones.
    El general Kindelan.
    El general Alfredo Kindelan nació en Santiago de Cuba, el 13 de marzo de 1879. Según la wikipedia era hijo del ingeniero militar Ultano Kindelan y Manuela Dunay pertenecientes a acomodadas familias cubanas de orígen irlandés. Su familia perdió toda su fortuna como consecuencia de la guerra con los EEUU. Su tío era también militar,pero no se si cubana seria solo la madre, pues kindelan es un apellido con raigambre en el ejercito español, pero no tengo ninguna información sobre eso para confirmarlo o no, su padre fue ingeniero jefe de Santiago de Cuba.
    El general Kindelan es famoso por ser el jefe de la aviación nacional durante la guerra civil, por ser del sector monárquico y conspirar con los aliados contra Franco para volver a traer a la monarquia.
    Pero voy a dar dos apuntes sobre su origen como pionero de la aviación militar española.
    La Correspondencia Militar 20-10-1913 pag 1.
    ESCUADRILLA DE PILOTOS. (Kindelan es el jefe de la escuadrilla que va a Africa. Saco sus datos y de otro cubano pionero de la aviación).
    Capitan de ingenieros D.Alfredo Kindelan, piloto superior militar. Obtuvo su titulo( nº 4 ,español) de aviador,el 6 de agosto de 1911 sobre biplano H. Farman. Este oficial cuya historia aeronautica es de todo el mundo conocida, nació en Santiago de Cuba el 13 de marzo de 1879.Leva el mando de la expedición es ademas piloto de dirigible y esférico.
    Capitan de ingenieros D. Eduardo Barron, excepción nacido en Corral falso (Cuba) el 7 de septiembre de 1888, es piloto con titulo español nº 5, desde el 11 de agosto de 1911, obtenido en Cuatro Vientos, y a excepción del monoplano Neuport, conoce el pilotaje de cuantos sistema de monoplanos y biplanos posee la Escuela militar,muy familiarizado ademas con la construcción de aparatos, es elemento muy útil por este concepto a la expedición a la que nos referimos.
    Foto de Torres Quevedo y Kindelan, con el 1º dirigible español construido en Guadalajara, colaborando Kindelan en el proyecto de Torres Quevedo.
    http://hemerotecadigital.bne.es/dat[....]19080806/19080806_00000.pdf#page=11
    El general Manuel Goded nació en San Juan de Puerto Rico en 1882.
    El entonces coronel Goded fue jefe de la columna de la extrema vanguardia durante el desembarco de Alhucemas.
    http://hemerotecadigital.bne.es/dat[....]/19250911/19250911_14297.pdf#page=1
    Este general puertorriqueño fue Director general de Aeronautica varias veces, jovencísimo general de division con 45 años, jefe del Estado Mayor, fue fusilado en Montjuich el 12 de agosto de 1936 al fracasar la sublevación en Barcelona encabezada por él.
    Su hijo fue el capitán mas joven fallecido durante la guerra civil ,tenia 17 años.
    http://1.bp.blogspot.com/_BgyNZQ2Rg[....]/s1600-h/Quiso+matar+a+Franco+3.jpg
    http://www.fideus.com/godedllopis.gif
    Una lista muy al comienzo de la guerra.
    La Iberia 29-6-1895 pag 2.
    "Lista honrosa".
    El Centinela periódico de La Habana, publica una relación que considera incompleta de los jefes y oficiales, hijos de Cuba, que forman parte del ejercito de operaciones,y que merece ser conocida,para que se vea quienes son los cubanos que saben honrar a la hidalga nación española, derramando su preciosa sangre en los campos de batalla contra los enemigos del orden.
    Teniente, Sr Latorre herido.
    Capitán, Sr Miranda, muerto.
    Idem, i d. Monteverde, muerto.
    Idem, id. Montoya,muerto.
    Idem, id. Enrique Mahy. Defensor heroico del Cristo y de Ramon de las Yaguas.
    Teniente Sr Ochoa, Esforzado y valiente hasta el extremo de luchar cuerpo a cuerpo con un insurrecto en la acción de Solis.
    Capitan de caballería, Sr Capaz.
    Idem, id. Sr Urbieta.
    Idem, id Sr Obregon.
    Teniente, Sr Garcia.
    Coronel Jimenez de Sandoval.
    Esta honrosa pleyade de soldados españoles hijos del país, y otros muchos que ignoramos se hallan en la campaña de Oriente."
    Había medio millar de oficiales cubanos en el ejercito español (que no necesariamente se tenían que encontrar en Cuba), el coronel Jimenez de Sandoval, a veces aparece también citado como Ximenez de Sandoval, es el jefe de la columna que acabo con Jose Martí. La ilustración española y americana,de 22-6-1895 dice que estudio en la Academia de La Habana y con el seudónimo de Kutusoff había ganado fama de buen escritor militar. Ya había hecho la anterior guerra.
    Pero había muchos más cubanos tanto antes como después del 98, y en variadas profesiones,el director de El Imparcial en 1901 era el cubano Jose Ortega Munilla, nacido en Cardenas, y estoy indagando desde cuando era director.
    He comprobado que el padre de Kindelan era cubano,hay una antigua rama militar con ese apellido en Cuba.
    Voy a traer un articulo sobre funcionarios,jueces y militares cubanos.
    Año Politico 1896.Pagina 210.
    LOS INSULARES EN LA ADMINISTRACION Y EN LA MILICIA. DATOS INTERESANTISIMOS.
    " Siendo uno de los principales argumentos que contra España hacen los filibusteros el decir que están excluidos de la Administración del país, para demostrar la falsedad del aserto se publico un libro titulado España y Cuba, del cual son lo siguientes datos que aunque incompletos, demuestran los embustes de esos miserables enemigos de la patria.
    Al frente del Ministerio de la Guerra figura en la actualidad un hijo de Filipinas el teniente general Azcarraga y Palmero. La subsecretaria del ministerio de Ultramar se halla desempeñada por un cubano, D. Guillermo de Osma y ministro del propio departamento fue no ha mucho otro cubano,don Buenaventura Abarzuza. El secretario del gobierno civil de Madrid,D. Francisco Cassa es natural de Cuba y una vicepresidencia del Congreso de los Diputados ha estado encomendada en las ultimas Cortes a D.Francisco Lastres cubano tambien,como antes lo estuvo a otro cubano ,el Sr.Santos Guzman.
    En la larga lista de empleados de la Administración civil ultramarina,y alado de los procedentes de la anterior insurrección, sirven cargos en la metropoli o en la isla, figuran buen numero de cubanos: los Acosta, Montalvo, Azcarate, Vinet, Kindelan, Freire, Elisategui, Echevarría, Justiz, Saladrigas, O Farril, Bolivar, Rosillo, Valdes, Malli, Armas, Betancourt, Bernal, Balboa, Cadaval, Diago, Chacon, Beltran, Insua, Koaly, Varona y cien mas. La relación seria interminable.
    Solo en el Cuerpo de Comunicaciones de Cuba hay mas de cien funcionarios cubanos,es a saber la mitad o algo mas de la mitad.
    La enseñanza puede decirse que esta por ellos monopolizada. El rector de la Universidad de La Habana D. Joaquin F Lastres es cubano,lo son el vicerrector D.Jose Maria Carbonell, el secretario general D.Juan Gomez de la Maza y Tejada, y los decanos de todas las facultades, D.Jose Castellanos y Arango, de Filosofia y Letras, D. Manuel J. Cañizales Benegas, de Ciencias, D. Leopoldo Barrier y Fernandez, de Derecho, Don Federico Hortsman y Cantos,de Medicina, D. Carlos Donoso y Landier de Farmacia, y el director del Jardin Botanico, D. Manuel Gomez; resultando que de 80 catedráticos son cubanos 60.
    En la escuela profesional lo es el director,D. Bruno Garcia Ayllon siendolo tambien los ocho profesores que desempeñan todas las clases en la misma.En la de Pintura y Escultura no hay mas que un peninsular de tres maestros que la regentan,el director es cubano. Los institutos de segunda enseñanza de Matanzas, Santa Clara y Puerto Principe están regidos igualmente por hijos del pais. D. Eduardo Diaz Martinez, D. Alejandro Muxo y Pablo y D. Agustin Betancourt y Ronquillo, respectivamente y en el cuadro general de este profesorado aparecen 35 catedráticos cubanos de 58, que en total pertenecen a dichos Institutos,y a los de La Habana,Pinar del Rio y Santiago de Cuba.
    La administración de Justicia les esta por completa reservada en las escalas inferiores, pues son del pais todos los jueces municipales y fiscales,con alguna rarísima excepción, y aun en las escalas mas altas, de juez de entrada a magistrado de La Habana inclusive tienen una aportación importantísima. Son antillanos los magistrados de dicha audiencia D. Manuel Via Ochoteco, D. Francisco Noval y Martí,y D. Manuel Pages Valdes, y en la misma categoria ejercen cargos análogos D. Jose Maria Larrazabal , Presidente de la Audiencia de Matanzas; D.Francisco Ramos y Moya de la de Santiago de Cuba,y D. Belisario Alvarez Céspedes, teniente fiscal de La Habana, naturales todos de Ultramar.
    Entre los magistrados de Audiencias territoriales lo son 10 de 41, entre los de la Audiencia de lo criminal 7 de 24,entre los jueces de primera instancia de termino,12 de 36,entre los de ascenso 13 de 44, entre los de entrada 23 de 62,y en las promotorias y asesorías de Filipinas hay por fin 7 cubanos. La carrera judicial de Ultramar cuenta en suma con 78 de tal naturaleza, es decir un 30% del total que la constituye. Y la proporción ira necesariamente a favor de los insulares dada las facilidades que les ofrece el ingreso por oposición, que si hoy les mantiene todavia en categorias modestas,iran adjudicandoles puestos superiores a medida que el tiempo avance y el movimiento natural de los escalafones les encumbre progresivamente.
    De 75 notarias que hay en Cuba,solo 25 están a cargo de peninsulares, quedando 2/3 partes en poder de los cubanos. De 25 registros de la propiedad poseen 13.
    (Nota: desgraciadamente no nos da el estudio el numero de funcionarios cubanos en la Península que debía ser importante también, por la propia dinámica de traslados y ascensos).
    En el Ejercito tiene igualmente lúcida y numerosa representación. El general de division D. Jose Arderius, que acaba de ser gobernador militar de La Habana, los de igual clase D. Angeles Gonzalez Muñoz,D. Francisco Loño que desempeñan mandos en aquel ejercito, D. Adolfo Rodriguez Bruzon con destino en la Peninsula,y los de brigada D. Emiliano Loño, D. Miguel Bosch, D. Jorge Garrich, D. Juan Godoy y otros proceden tambien de las Antillas españolas.
    En el arma de Infantería abundan los jefes y Oficiales naturales de Ultramar: Garcia Delgado, Aguilera, Padilla, Romaguera, Sanchez Echevarría, Gastón, Rubio Masot, Salas Marzal, López Rozabal, Martí, Castilla, Mármol, Alvarado, Villalon, Amoedo, Infante, Ceballos Avilés, Luque, Loperena, Garry, Mahy, etc., etc.
    En Caballería aún siendo el personal mas reducido se aproximan a ciento, los jefes y oficiales antillanos: Girond, Zapirain, Figueroa, Yrio Argelles, Andriani, Palanca, Serrano Dominguez, Pezuela, Vinet, Moreno, Fromista, Gonzalez Anleo, Roviralta, Gamboa, Gregorich, Betancourt, Perez Pedroso, Obregon Fidriani, Kirpatrich, O´Ferril, etc.
    En Artillería, 55: Flores, Segarra, Tapia Ruano,Ceballos, Planell, Velay Silva,Garcia del Valle,Vicario y Delfin, Osma y Seulll, Marchesi, De Miguel, Valdivia, Irizas, Vega, Zayas y otros.
    En ingenieros hay hasta 36 insulares: Otero, Cossio, Gayoso, O`Nagtheu, Portillo, Navarra, Muzquin, Kindelain, Manzano, Dominicis, Casamitjana, Tuero, Gonzalez, Estefani, etc.
    En Estado Mayor 19, Castañeda, Domingo, Kindelan, Vivanco, Casarriego, Incenga, Morales, Ortiz, etc, etc.
    En la Guardia Civil llegan a 35,en Carabineros 9, en Sanidad Militar 13, en Administración militar 17, en el Cuerpo jurídico-militar 2, Veterinaria 2.
    La Marina cuenta así mismo con brillantes generales, jefes y Oficiales nacidos en las provincias de Ultramar.
    Como se ve la estadística es elocuente, y no podrán esos farsantes explotar el argumento de que están excluidos de todos los puestos del estado. Una observación hace mucha gente y es la de que precisamente en eso esta el error, el de haberles entregado la enseñanza y la administración de justicia en Cuba. Si así no fuese, no habría crecido tanto el filibusterismo, pues ni los jueces los ampararían, ni los maestros les enseñarían una historia falsa y llena de calumnias contra España."
    "alado de los procedentes de la anterior insurrección".
    Reparaz nos cuenta la insurrección de 1906. Vida maritima 30-9-1906 pag 1.
    "Entre los presos figuraba aquel famoso mulato , director que fue de La Tribuna, periódico autonomista que se publicaba en Madrid veintidós años ha y cuyo principal inspirador era el Sr. Labra. Al campo salió otro sujeto de color mas que subido, Quintin Banderas, general también de nombre muy sonado, pero que no había podido o no había sabido reducir a plata sus laureles, porque pocos días antes del alzamiento había estado en casa de nuestro Ministro, Sr.Gaitan de Ayala, para pedirle un destino en la Península, como si aún estuviéramos en aquellos tiempos patriarcales en que nunca faltaba un pedacito de presupuesto, para cualquier valeroso guerrero que había peleado contra nosotros desde Yara hasta el Zanjón. Este y otros jefes pardos dan a la insurrección un carácter muy oscuro. Los negros y mulatos considerandose agraviados en el reparto de mercedes, eran materia dispuesta para cualquier alteración."
    Quintín Banderas había ído a pedir un destino a la embajada española, antes de la guerra de 1895 una gran parte de los independentistas tenían como ocupación la de funcionario público metidos allí por la administración española. Parece que a los generales negros como Quintín Banderas en cambió tras la guerra no les ofrecieron ningún empleo. A Quintín , Estrada Palma le ofreció 5 pesos. Mas tarde lo machetearían.
    http://havanadc.blogspot.com/2008/12/quintin-banderas.html
    Quintín Banderas, como muchos veteranos de color del ELC, se incorporó al Partido Liberal, uno de los 2 bandos principales en que se dividió la politica cubana después de 1898, y al igual que otros muchos ex-generales y veteranos del ELC, participó en el levantamiento de 1906 contra los Conservadores, el otro partido principal en aquellos dias, a resultas de lo cual lo mataron en una encerrona. No fue el unico porque en los años siguientes hubieron muchos ex-combatientes de la guerra de independencia que cayeron en luchas intestinas de la naciente República, al igual supongo que morirían muchos militares españoles nacidos o que lucharon en Cuba desde que comenzaron los alzamientos en 1868, en guerras y conflictos entre bandos enfrentados en la Península.
    En total de combatientes no cubanos en el ELC fue estimado por la comisión de Carlos Roloff ascendió a 1,806, de ellos 1,361 españoles para el 75,3 % . Algunos historiadores como Moreno Fraginals aumentan la cifra hasta 1,640. Donde mas participación peninsular hubo fue en Las Villas, donde se ve que había mucha inmigración canaria. Los canarios en el contingente de españoles mambises son los mas numerosos (567 para un 41.66%) seguidos de andaluces (192 para el 14,15%) y gallegos en 3º lugar (120 para casi el 9%). Estos datos son del libro "Presencia castellana en el ELC" de Juan Blanco y Coralia Alonso Valdés.


    http://cubaespanola.blogspot.com/2012/02/que-cargos-podian-desempenar-los.html?m=1
    La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.

    Antonio Aparisi

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    HISTORIA DE LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN Y NO FUE WEYLER QUIEN LOS CREÓ COMO DICEN MUCHOS CUBANOS



    Mujeres y niños Bóers en un campo de concentración británico hacia 1900, durante las Guerras de los Bóer.HISTORIA DE LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN Y NO FUE WEYLER QUIEN LOS CREÓ EN CUBA, COMO DICEN MUCHOS CUBANOS.
    Siento defraudar a muchos cubanos que se creen que casi todo fue hecho en Cuba, aquí va la historia de los "Campos de Concentracion”. J.R.M.

    "Aunque a lo largo de la historia los gobiernos han empleado la deportación de población civil como medio de control de territorios, no es hasta el siglo XVIII que se documentan los primeros casos de grupos de civiles no combatientes encerrados en campos. El historiador polaco Władysław Konopczyński ha sugerido que los primeros campos de concentración se crearon en el siglo XVIII durante la Confederación de Bar, cuando los rusos organizaron tres campos de concentración en Polonia-Lituania para los prisioneros rebeldes de Polonia, internados en espera de deportación a Siberia.2
    El origen moderno del término procede de los campos de reconcentración que construyeron las autoridades españolas en la isla de Cuba durante la Guerra de los Diez Años (1868-1878)( esa fecha esta mal, 1897), imitados posteriormente por los Estados Unidos de América durante la guerra Filipino-Estadounidense (1899-1902). La expresión inglesa concentration camp se popularizó a raíz de su uso por las autoridades británicas durante la Segunda guerra de los Bóer en Sudáfrica, (1899-1902). Así, el objetivo declarado de un campo de concentración es precisamente concentrar a la población de un determinado grupo étnico o región geográfica, con el fin de separar a los combatientes enemigos del apoyo de la población civil, evitando también que pueda rebelarse”.


    Artículo completo presionando el título:
    CAMPOS DE CONCENTRACIÓN

    Comunidad Autónoma de Cuba, España: HISTORIA DE LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN Y NO FUE WEYLER QUIEN LOS CREÓ COMO DICEN MUCHOS CUBANOS

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