Re: Carlistas piden abstención en elecciones europeas
Ser euroescéptico es una pose cara a la galería. Ya se ve que en estos momentos esa postura compra votos, pero no es lo mismo el votado que el votante, y a las pruebas me remito: ¿cuántas veces el votado cumple con lo prometido? Si el euroescepticismo llegase a tener mayoría en la eurocámara, las consecuencias serían mínimas, y es que de unidad no podría hablarse, ya que por sí mismos todos son nacionalistas y cada uno tira para su casa. Pero, además, el nexo es el euro y éste es una divisa, no sólo una moneda común entre los miembros de UE. Esa condición lo hace si no invulnerable, si mucho más fuerte y estable de lo que se piensa. Su quiebra supondría no sólo la quiebra de la UE, ciertamente, sino también una caída del sistema monetario mundial que nos conduciría a una situación pre-bélica.
En resumen, a ningún Estado de la UE le interesa que se produzca una situación similar. La misma Francia acaba de soltar uno de sus "kikirikis" para recoger velas a continuación. Y precisamente porque los franceses más que listos son pragmáticos, no van a salir ni de la UE, ni del euro. Eso los convertiría en un país tercermundista. En cambio, ya tienen a quien les puede hacer el trabajo sucio con la inmigración. Y miedo me da que lleven al parlamento a aprobar medidas verdaderamente restrictivas al respecto, mientras nosotros seguimos aquí con las puertas abiertas, con una izmierda que aplaude que toda África se venga aquí, mientras sacuden su habitual demagogia histérica en cuanto se les advierte del disparate que supone su postura. Eso si que me preocupa.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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