Juan Martínez de Rekalde (Bilbao 1538 - La Coruña 1588)
Los marinos vascos han estado siempre presentes en algunas de las mayores hazañas de la Armada, pero también y con gran valor en sus
peores derrotas. El almirante Juan Martínez de Recalde es sin ambages el hombre de la Invencible. Nacido en Bilbao, su vocación marinera
le hizo navegar desde muy joven en la Escuadra de Vizcaya para más tarde escoltar tres flotas de Indias, logrando en este período gran fama
al obtener el rescate de un galeón cargado de oro en la isla Madera. Por sus méritos, recibiría el ya mentado anteriormente mando supremo de
la Flota de Laredo. Al igual que Miguel de Oquendo, del que era amigo y compañero, la forja del destino de Recalde estuvo pronto unida a
la poderosa figura del almirante Álvaro de Bazán, siendo acogido bajo su mando durante las expediciones a las Islas Terceras de 1582 y 1583.
Como consecuencia, le fue entregada la autoridad de la expedición a Irlanda frente a las ambiciones británicas, logrando un importante
desembarco de hombres. Corría el año de 1587 y se estaba larvando la invasión de Inglaterra. De hecho, tras el nombramiento supremo del
inexperto duque de Medina-Sidonia para aquellas operaciones, Martínez de Recalde asumió el rango de almirante de la Flota de invasión, el
corazón de la Invencible. Sin embargo, aunque la responsabilidad recayó en lo material sobre él, no pudo hacer valer la mayoría de sus decisiones
ante Medina-Sidonia, viéndose arrastrado a combates muy difíciles sin apoyo táctico. De hecho, en la refriega inicial con los ingleses de julio
de 1588, hallándose en la retaguardia de la Flota, quedó aislado y no tuvo más remedio que batirse con denuedo contra varios navíos enemigos.
Salió de la acción vivo y sin ser capturado, pero le costó perder numerosos hombres y la casi inutilidad de sus naves. La habilidad británica, las malas condiciones atmosféricas y las pocas aptitudes de quien poseía la potestad le acabaron llevando al triste final. Evidentemente, Medina-Sidonia no era el gran estratega Álvaro de Bazán. Hasta la dispersión de la Escuadra, Recalde se mantuvo firme a lo largo de toda la campaña de la Invencible sobre las costas de Inglaterra. Durante la singladura última recaló primero en Irlanda, dirigiéndose más tarde a La Coruña, herido y con graves fiebres. En este puerto fondeó su flota y su propia vida, pues falleció a los pocos días de arribar, agotado y lleno de amargura.
http://www.foromaritimovasco.com/doc...%20RECALDE.PDF
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