Como dije lineas arriba, primero deberíamos definir ¿Qué es ser español? ¿Es ser un súbdito de la corona? ¿Ser un ciudadano de un estado-nación? ¿Es ser miembro de una etnia? ¿Qué es?

En el caso de Hispanoamérica y la relación de la población nativa con el concepto de Hispanidad, debemos establecer primero las causas de su identificación con España y su posterior adhesión a la causa realista. Para esto es necesario conocer conceptos básicos que manejaban los amerindios antes de entrar en contacto con Occidente. Permítanme exponer algunos puntos en el caso concreto del Virreynato del Perú:

En épocas prehispánicas el concepto de "Nación" o "Pueblo" no existía entre los Incas (Entiéndase por INCA el título real que le correspondía al soberano de aquella cultura y a su casta). Ellos, los Incas, se organizaban en grupos de familias de "Nobleza de sangre", que se creían una estirpe aparte descendiente directa del dios Inti (Sol) dentro de la cuál se elegía al soberano. Los miembros de ellas solo procreaban entre sí. Todo contacto con gente ajena a ese linaje era castigado con la muerte. Al llegar los conquistadores, existían entre 10 a 13 familias de sangre real que ostentaban el título de "Panacas" y que pertenecían al linaje del Inca.

Todos los seres humanos fuera de ese linaje sanguíneo, eran mas o menos lo mismo para los Incas, hombres bárbaros viviendo en sociedades caóticas que debían evolucionar culturalmente a la luz de la soberanía Inca. Una vez consolidado su poder en el centro de los Andes, empezó la expansión territorial a través de la conquista (casi siempre violenta) de pueblos cada vez más lejanos, muy diversos y dispersos, étnicamente diferentes desde fenotipo, cosmovisión religiosa, lengua, etc. Estos pueblos sometidos (Podemos citar a los huancas, Chancas, Chachapoyas, Quitus, Aymaras, etc.) eran obligados a adoptar la religión oficial de los Incas, su sistema económico y de tributos, y por supuesto su idioma. El cenit de esta expansión imperial se dió a finales del siglo XV y principios del XVI. Como verán coincidió con la llegada de los conquistadores.

A esta coincidencia debemos agregar que el orden social y político del imperio Inca se desplomó debido a la guerra civil entre dos aspirantes al trono: Huáscar y Atahualpa. En la cosmovisión andina en general, este suceso era el equivalente a nuestro Apocalipsis cristiano. Era el fin del mundo y el orden sólo podría recuperarse mediante la intervención de los dioses. Dioses que llegaron del mar tal cual anunciaban las profecías de su mitología.

Es larguísimo de relatar cada evento que dió lugar a una identificación cada vez más estrecha entre los recién llegados y los nativos. Solo cabe resaltar que para los pueblos subyugados por la dominación Inca, los españoles fueron liberadores y para los fieles al Imperio Inca, fueron los salvadores del orden social y político. En este contexto, se puede ver una suerte de "continuidad imperial" entre el viejo orden y el nuevo. No fue todo una panacea claro está, pero los nativos tampoco es que conocieran algo mejor, por decirlo de alguna forma. Para ellos se mantuvo lo más importante:

- La jerarquía de un soberano universal
- El respeto a los títulos nobiliarios incaicos
- El orden económico y social

Estos principios, con algunos matices, continuaron presentes. Aún los idiomas originarios eran más respetados en el nuevo orden que en el antiguo. Era la forma natural en que funcionaba el mundo para ellos. ¿Por qué se resistirían a vivir en un mundo así?

Es este el origen de una nueva cosmovisión andina, que identifica la continuidad de su antiguo orden con España. No quiere decir en ningún caso que se sientan españoles, o miembros de una hispanidad cuyo concepto nunca logran comprender. Solo sabían que habían recuperando el único orden que conocían y que ellos estaban bien. Luego vienen las ideas liberales y masónicas y las independencias. Su nuevo fin del mundo. ¿A quién apoyarían? No había otra causa que defender que no fuera la del orden hispánico.

Aún en estos días, la idiosincrasia indígena es más propensa al autoritarismo, al caudillismo, al mesianismo, etc. que al "espíritu democrático". Se mire por donde se mire, ellos siguen esperando a sus "nuevos dioses" del siglo XXI que les devuelvan otra vez el orden.

Sin embargo es válido preguntarse ¿Es eso sentirse / ser hispano? ¿Español? Humildemente pienso NO. Creo que si se implantara un orden similar al que conocieron, lo aceptarían con poca resistencia, venga de quien venga. Y estos líderes mesiánicos del tipo Morales, Mallku o Antauro Humala lo saben y lo aprovechan.



Saludos.