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Tema: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

  1. #121
    Avatar de Hyeronimus
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    Re: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

    Pero… ¿el Papa cree en Jesucristo Dios y Hombre?

    Por Roberto de Mattei -

    14/10/2019





    No podemos callar ante un episodio increíble del que muchos de ustedes habrán tenido ya noticia. Se trata de lo siguiente:

    Eugenio Scalfari, ex director de La Reppublica, publicó el martes pasado un artículo en el que afirmaba:

    «Quienes, como me ha sucedido a mí muchas veces, hemos tenido la suerte de encontrarnos con él y conversar en la mayor intimidad cultural, sabemos que para el papa Francisco Jesús de Nazaret no es Dios, sino hombre. Una vez encarnado, Jesús dejó de ser Dios y se hizo hombre hasta su muerte en la Cruz.»
    Vemos como un periodista de primerísima fila declara en uno de los diarios con más difusión en Italia que el papa Francisco no cree en la divinidad de Jesucristo. De ser cierto, Francisco sería formalmente un hereje, como los arrianos, ebionitas y socinianos.

    Añade Scalfari que cuando le tocó hablar de ello, el Papa le habría dicho: «Son la prueba irrefutable de que una vez que Jesús de Nazaret se hizo hombre, si bien un hombre de virtudes excepcionales, no era Dios ni mucho menos». Esta afirmación corrobora la herejía, y le agrega además el siguiente concepto: que la prueba de que Jesucristo no es el Hijo de Dios nos la da que el Papa, es decir, el Vicario de Cristo, no cree en su divinidad.

    La Santa Sede debería haber reaccionado con indignación a semejante barbaridad. Se habría esperado un comunicado que dijese: «El Dr. Scalfari es un mentiroso y un manipulador, porque jamás de los jamases podría el Papa, ni de lejos, decir o pensar nada por el estilo a las palabras que se le atribuyen. El Papa es el Vicario de Cristo, y Jesucristo, fundador de la Iglesia Católica, es verdadero Dios y verdadero hombre sin posibilidad de alteración.»

    Aunque se ha dado un mentís, es tan débil y ambiguo que ha sido peor el remedio que la enfermedad.

    Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, ha dicho: «Como ya se ha afirmado en otras ocasiones, las palabras que el Dr. Eugenio Scalfari atribuye entre comillas al Santo Padre durante las conversaciones habidas con él no pueden considerarse una transcripción fiel de lo efectivamente dicho, sino que representan más que nada una interpretación personal y libre de lo que ha oído, como se hace patente por lo que ha escrito hoy sobre la divinidad de Jesucristo.»

    Para empezar, si cuando Scalfari habla con el Santo Padre malinterpreta lo que éste dice, ¿por qué sigue el Papa hablando con él y tratándolo como a un periodista serio y de confianza?

    En segundo lugar, no basta con decir que las palabras de Scalfari «no pueden considerarse una transcripción fiel» del coloquio con el Sumo Pontífice. Hace falta decir que es una relación falsa de toda falsedad que invierte el pensamiento del Papa, que tergiversa sus palabras para hacerle decir lo contrario de lo que piensa.

    Y en tercer lugar, ¿qué significa eso de que « representan más que nada una interpretación personal y libre de lo que ha oído»? ¿Una interpretación personal y libre?

    Ni Scalfari ni nadie es libre de interpretar a su manera las palabras del Vicario de Cristo como si pudiera haber varias interpretaciones posibles. La verdad de Jesucristo verdadero Dios y verdadero hombre no admite interpretaciones: es una sola y no hay más.

    En resumen, que el desmentido no es claro, ni categórico, ni solemne ni viene acompañado de una proclamación de la verdad contraria. Es posible que Scalfari exagerara; pero cuesta imaginar que se lo haya inventado todo. Una pesada sombra permanece. No se ha disipado la duda de que en su fuero interno el papa Francisco piense realmente lo que le atribuye Scalfari. Hemos llegado a un punto en que debemos pedir al Sumo Pontífice que haga una profesión pública de fe católica. Que la haga de modo claro, sin dobleces. Tenemos necesidad de saber con plena certeza si el Papa cree o no que Jesucristo es Dios verdadero y hombre verdadero.


    https://adelantelafe.com/pero-el-pap...dios-y-hombre/





  2. #122
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    Re: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

    <<Te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y muertos, por su aparición y por su reino: Predica la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, arguye, enseña, exhorta con toda longanimidad y doctrina, pues vendrá un tiempo en que no sufrirán la sana doctrina; antes, deseosos de novedades, se amontonarán maestros conformes a sus pasiones, y apartarán los oídos de la verdad para volverlos a las fábulas. Pero tú vela en todo, soporta los trabajos, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.>>

    2 TIMOTEO 4, 1-5)


    El arzobispo de Aparecida, contra el ‘dragón del tradicionalismo’


    Por Carlos Esteban | 15 octubre, 2019

    Orlando Brandes, arzobispo de Aparecida, en Brasil, bramó en su homilía en la catedral contra los críticos del Sínodo del Amazonas, tachándoles de poseídos por el «dragón del tradicionalismo» y de «violentos, injustos» que «disparan contra el Papa, el Sínodo y el Concilio Vaticano II «.

    Bueno, Orlando Brandes ha dado un paso importante para asegurarse su puesto e incluso a aspirar a grandes cosas en la estructura de la Iglesia con su sermón en la en la misa solemne en la fiesta de Nuestra Señora de Aparecida. Brandes dijo que el dragón estaba activo y que «aliviaba los caminos del dragón de la corrupción, que nos quita el pan y aumenta las desigualdades sociales». «Por supuesto, en las Escrituras el dragón es el demonio, el mal que se organiza en el mundo», subrayó Brandes en su homilía de 10 minutos ante 40,000 fieles.

    En la homilía pidió la protección del Altísimo para el Sínodo del Amazonas, «que está pensando en la vida de esos árboles, esos ríos, esas aves, pero especialmente esas poblaciones. Muchos de nuestros parientes están allí», dijo Brandes en la segunda basílica católica más grande del mundo. «Líbranos del mal y luego seremos libres para que en Brasil nuestros hijos no mueran más por una bala perdida, nuestros jóvenes no se suiciden y nuestros ancianos tengan un lugar digno para vivir y sobrevivir», impetró el arzobispo.

    Uno se pregunta qué tendría que hacer la izquierda con la Iglesia, a la que desprecia y aborrece y ha perseguido y masacrado cada vez que ha tenido oportunidad, para que los jerarcas salgan de esta peligrosa fantasía que les domina hoy. Aunque hay que reconocer que el ‘dragón’ de la derecha se convirtió en un lindo gatito en la versión ‘adaptada’ a la presencia del presidente del Brasil, el conservador Jair Bolsonaro, en la siguiente misa. El ‘dragón’ ya no era la derecha, sino ‘las ideologías’. Absteniéndose de atacar a los tradicionalistas, Brandes nombró «derecha e izquierda» y se refirió a las «ideologías» más que al gobierno, en su homilía de la tarde como «dragones que atacan desde todos los lados».

    «Estos dragones son ideologías. Ideologías, quiero decir intereses personales, tanto de derechas como de izquierdas. Eso no es bueno. Es bueno, queridos hermanos, buscar la verdad», dijo. «Es la verdad la que libera. Es la verdad que nos da paz. Y es la verdad que nos hace vivir como hermanos y hermanas».

    ¿Son pastores o equilibristas?


    https://infovaticana.com/2019/10/15/...adicionalismo/


    Aunque no lo sé con certeza, parece ser que le dio la comunión a Bolsonaro, que no es católico.

    A esto llamó el dragón del tradicionalismo:

    << Por divinaTradición se entiende todo aquello que no fue escrito por los autores inspirados, sino que nos fue transmitido de viva voz por los Apóstoles como cosa de fe De la Tradición se sacan también las verdades que hay que creer, siendo éste un punto incontrovertible que nos separa de los protestantes.>>

    (Religión y Moral. por Julio BONATTO, canónigo. (Texto aprobado por la SAGRADA CONGREGACIÓN DEL CONCILIO), 2ª edición. EDITORIAL LITÚRGICA ESPAÑOLA, Barcelona, 1934. Cap., VII, LA IGLESIA, página 85.)

    ¿Quién es el dragón?
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

    Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

    Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

    En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47


    Nada sin Dios

  3. #123
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    Re: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

    El nuevo Pacto de las Catacumbas: ¿cumplimiento de los objetivos del Concilio?


    Roberto de Mattei -

    21/10/2019






    El testamento secreto del Concilio Vaticano II se ha hecho público y oficial. El 20 de octubre de 2019 se ha renovado solemnemente en las Catacumbas de Santa Domitila el Pacto por una Iglesia que sirve y es pobre acordado en el mismo lugar el 16 de noviembre de 1965 por cuarenta y dos padres conciliares pocas semanas antes de la clausura del Concilio.


    Los conjurados firman el nuevo pacto de las Catacumbas el 20-8-2019

    Monseñor Luigi Betazzi, obispo emérito de Ivrea y único signatario aún vivo del Pacto de las Catacumbas, reveló que el texto de 1965 fue redactado por monseñor Helder Câmara (1909-1999), arzobispo de Olinda y Recife, que sin embargo no lo firmó porque en aquel momento participaba en una reunión preparatoria de la redacción definitiva deGaudium et spes, tal vez el documento más significativo del Concilio Vaticano II.


    En la mano del obispo que firma puede observarse el anillo de Tucum

    Desde la inauguración del Concilio, monseñor Câmara había establecido una férrea alianza con el cardenal Suenens, al cual llamaba en su correspondencia por el nombre en clave de Padre Miguel. Desde entonces, la dupla Câmara-Suenens constituyó uno de los motores ocultos de la asamblea conciliar. Al inicio de la Segunda Sesión, Helder Câmara calificó a Suenens de «hombre clave del Concilio, seguro como estaba de la confianza directa y personal del Santo Padre» y, poniendo de relieve la vía trazada en la Primera Sesión, escribe que por algo el cardenal belga fue nombrado jefe mundial del progresismo. «Es mi jefe en el Concilio», escribió el prelado brasileño en una circular a sus fieles.

    Los dos se encontraban a diario y se repartían los papeles: Suenens actuaba en la asamblea del Concilio y Câmara en los pasillos extraconciliares. «Durante las cuatro sesiones del Concilio –recuerdan sus biógrafos–, Helder no intervino en ninguna asamblea plenaria. Realizará por el contrario una labor de eminencia gris para elaborar lo que él mismo llamaba sagrada conspiración para introducir en la agenda de los trabajos conciliares el problema de la pobreza en el mundo y los países subdesarrollados, y para incentivar un proceso de reforma interna en la Iglesia Católica».

    Paulo VI protegió a monseñor Câmara nombrándolo arzobispo de Olinda y Recife, y después del nombramiento lo tranquilizó con estas palabras: «Puede estar tranquilo. Es evidente que la mano de Dios se ha posado sobre su cabeza. La Providencia se ha manifestado de forma tangigle (…) El Concilio no tiene que explicarlo todo. Hay afirmaciones que quedan implícitas y nos toca explicar a nosotros». (Todas las citas están tomadas, citando la fuente, de mi libro Concilio Vaticano II: una historia nunca escrita. Homo Legens 2019).
    Tras la clausura del Concilio, un industrial belga amigo de Suenens, Jacques Lannoye (1915-1999), ofreció en nombre de un grupo de amigos a monseñor Suenens y monseñor Câmara apoyo financiero para alimentar el fuego sagrado del Concilio una vez finalizado. Aquí está el origen de la Teología de la Liberación en Hispanoamérica.

    Entre los que apoyaron el Pacto de las Catacumbas se contaba el cardenal Giacomo Lercaro (1891-1976), arzobispo de Bolonia. Su nombre no figura entre los firmantes, porque se hizo representar por monseñor Betazzi, que era su obispo auxiliar. El consejero teológico de Lercaro era el P. Giuseppe Dossetti (1913-1996). Las relaciones entre Dossetti y Lercaro son análogas a las que vinculaban a Câmara y Suenens. Ambos eran activos progresistas. Dossetti, hábil organizador intelectual, fue padre de la Escuela de Bolonia, laboratorio de ideas del ultraprogresismo europeo. Câmara, que era activista político, fue el padre de la Teología de la Liberación, de la cual proceden los promotores del nuevo pacto de las Catacumbas de este 20 de octubre: el cardenal Cláudio Hummes, monseñor Erwin Kräutler y el padre Oscar Beozzo, historiador y biógrafo del propio Câmara. La ceremonia de 1965 fue presidida por monseñor Charles-Marie Himmer (1902-1994), obispo de Tournai (Bélgica); la de este año la ha presidido el cardenal Hummes, nombrado por el papa Francisco relator general del Sínodo para la Amazonia. Mientras celebraba en las Catacumbas de Domitila la Eucaristía del Pacto, que los participantes calificaron como un acto de amor cósmico, monseñor Hummes mostró la estola de Câmara, por quien siente una gran devoción.


    El cardenal Hummes exhibe la reliquia de monseñor Câmara

    El documento suscrito en el cementerio subterráneo de la Vía Ardeatina por prelados y laicos, entre los que figuraban los organizadores de la exposición blasfema Amazonia, casa común en la Iglesia de Santa María in Transportina es un texto de quince puntos titulado Pacto de las Catacumbas por la casa común.Por una Iglesia con rostro amazónico, pobre y servidora, profética y samaritana. El pacto sociopolítico de los años sesenta se ha convertido en un pacto sociocósmico en la era de Greta Thurnberg.


    Devotas del ecosocialismo veneran la estola de monseñor Câmara

    Los signatarios proclaman su compromiso a comprometerse con «una ecología integral en la que todo está interconectado, el género humano y toda la creación, porque todos los seres son hijas e hijos de la tierra y sobre ellos aletea el Espíritu de Dios (Gn 1,2)» (nº2), a «renovar en nuestras iglesias la opción preferencial por los pobres, especialmente por los pueblos originarios, y junto con ellos garantizar el derecho a ser protagonistas en la sociedad y en la Iglesia» (nº4) y «Abandonar, en consecuencia, en nuestras parroquias, diócesis y grupos todo tipo de mentalidad y postura colonialista, acogiendo y valorando la diversidad cultural, étnica y lingüística en un diálogo respetuoso con todas las tradiciones espirituales» (nº5).

    No se trata de un acto meramente conmemorativo, sino del último acto de un proceso que se inició con el Concilio Vaticano II y culmina con el ascenso al solio pontificio de Jorge Mario Bergoglio. El 21 de marzo de 2013, una semana después de su elección, el papa Francisco recibió un ejemplar del Pacto de las Catacumbas de manos del activista argentino Adolfo Pérez Esquivel, que apoya a los dictadores marxistas Fidel Castro, Nicolás Maduro y Hugo Chávez. Chaves. El 8 de julio de 2014, Leonardo Boff publicó un artículo titulado El pacto de las catacumbas vivido por el papa Francisco, en el que, tras transcribir el Pacto de las Catacumbas de 1965, concluía con estas palabras: «¿No son estos los ideales presentados por el Papa Francisco?»
    El 14 de noviembre de 2015 se conmemoró el Pacto de las Catacumbas celebrado en el aula magna de la Pontificia Universidad Urbaniana durante un seminario en el que participaron el cardenal João Bras de Aviz, prefecto de la Congregación para los Institutos para la Vida Consagrada, y el historiador Alberto Meloni, que preside la Escuela de Bolonia, y el teólogo de la liberación Jon Sobrino, condenado en 2007 por la Congregación para la Doctrina de la Fe y recibido por el papa Francisco el 13 de noviembre de 2015.

    El Sínodo para la Amazonia es, por lo tanto, la culminación simbólica del Concilio Vaticano II, de aquella opción preferencial por los pobres que defendieron a capa y espada monseñor Helder Câmara, el padre Guiusseppe Dossetti, monseñor Suenens y monseñor Lercaro. El partido amazónico, que representa la facción jacobina de la revolución conciliar, ha hecho formar sus tropas en las Catacumbas de Santa Domitila, mandando a la Iglesia el mensaje de que no hay vuelta atrás. »Esto es sólo el comienzo de lo que serán los próximos cuenta años», afirmó Mauricio López, secretario ejecutivo de la REPAM, mientras se firmaba el nuevo Pacto de las Catacumbas.

    La Revolución avanza, pero como toda revolución está destinada a devorar a sus hijos. De momento las víctimas son los girondinos, que ingenuamente creían que no era lo mismo el Concilio que los quienes lo habían interpretado mal. ¿A quién le tocará mañana? Los liberales ya intentaron poner en práctica la hermenéutica de la continuidad cuando la Revolución Francesa para combatir en 1793 en nombre de 1789, pero el resultado fue el Terror. Ante el Terror que avanza, sólo es posible la Contrarrevolución. «Pero la Contrarrevolución –decía el conde Joseph de Maitre– no es una revolución en sentido contrario, sino lo contrario de la Revolución» (Considérations sur la France, in Oeuvres Complètes, Vitte, Lione-Parigi 1924, t. I, pag. 157).



    https://adelantelafe.com/990213-2/

    DOBLE AGUILA dio el Víctor.

  4. #124
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    Re: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

    Cristo vence: el triunfo de Cristo sobre las tinieblas de la época


    Roberto de Mattei -

    19/10/2019





    Intervención del profesor Roberto de Mattei en la presentación del libro de monseñor Schneider Christus Vincit.15 de octubre de 2019

    Ayer 14 de octubre tuvo lugar en el Palacio Cesi de Roma, a pasos del Vaticano, la presentación del libro de monseñor Schneider tituladoChristus Vincit: Christ’s Triumph Over the Darkness of the Age (Cristo vence: el triunfo de Cristo sobre las tinieblas de la época), publicado por la editorial estadounidense Angelico Press. Se trata de una larga entrevista con la periodista Diane Montagna. El libro fue presentado por el cardenal Raymond Leo Burke y el profesor Roberto de Mattei, presidente de la Fundación Lepanto, en presencia de los autores, que han intervenido al final. El acto fue moderado por el P. Gerald Murray, canonista de la arquidiócesis de Nueva York. En la sala se encontraban numerosísimos sacerdotes, y personalidades como los cardenales Francis Arinze y Gerhard Ludwig Müller. Seguidamente reproducimos la intervención del profesor De Mattei.

    Palacio Cardenal Cesi, Roma
    14 de octubre de 2019

    Tengo el inmenso honor de participar junto al cardenal Burke y a monseñor Schneider en la presentación de este libro-entrevista de Diane Montagna al mencionado monseñor Athanasius Schneider, titulado Cristo vence: el triunfo de Cristo sobre las tinieblas de la época.

    La entrevista a monseñor Schneider es magnífica. No me limitaré a felicitar por ella al obispo, sino también a la periodista. Se puede decir que abarca todos los temas del debate religioso contemporáneo. Con todo, no quisiera privarlos del placer de la lectura contándoles lo que dice. Creo que la mejor forma de presentarlo sería situarlo en el horizonte histórico en que se ha escrito y publicado: precisamente mientras se celebra un sínodo que se presenta como uno de los acontecimientos de más impacto en la Iglesia en los últimos siglos.
    El cardenal Burke y monseñor Schneider han hecho un llamamiento a rezar y ayunar para que el Sínodo sobre la Amazonia no aprueba los errores y herejías contenidos en el Instrumentum laboris. Les damos las gracias por ello. Se cuentan entre los escasos pastores de la Iglesia que han roto el silencio que sofoca al episcopado mundial ante la presente crisis. Al hacerlo han cumplido con su deber como sucesores de los Apóstoles. Dice San Agustín que quien no hace profesión pública de lo que cree sólo es fiel a medias: Non enim perfecte credunt, qui quod credunt loqui nolunt. No sólo traiciona a la verdad quien la abandona para abrazar el error, sino también quien no la confiesa públicamente cuando es necesario. A los pastores que guardan silencio en tiempos tan tenebrosos como éstos que vivimos les recordamos las palabras del profeta Isaías: «Vae mihi, quia tacui» (ay de mí, porque he callado; Is.6,5 , Vulgata).

    Como él mismo cuenta en el libro, la Divina Providencia dio a monseñor Schneider a través de sus superiores en la orden el nombre de Anastasio, y Anastasio es ciertamente como nombre un modelo para él.

    San Atanasio fue un implacable defensor de la fe católica contra los arrianos y semiarrianos en la terrible crisis religiosa del siglo IV. Cuando en mayo del año 325 se inauguró en la ciudad de Nicea el primer concilio ecuménico de la Iglesia, convocado por el emperador Constantino, entre los aproximadamente trescientos padres conciliares circulaban numerosos errores y herejías con relación a las tres personas de la Santísima Trinidad. Hefele, el gran historiador de los concilios, explica que estaban en la minoría los prelados ortodoxos que junto con los amigos de Anastasio constituían la que se podría llamar derecha, y aun extrema derecha. Arrio y sus partidarios formaban la izquierda, en tanto que en el centroizquierda se alineaba Eusebio de Nicomedia y en el centro derecha Eusebio de Cesarea.

    De todas estas posturas, sólo una era la correcta: la de San Atanasio. Pero Atanasio, a quien San Hilario atribuye la mayor influencia en la redacción del Credo de Nicea, no era en aquel entonces ni obispo, ni sacerdote ni un célebre teólogo, sino apenas un joven diácono de veintitantos años que ayudaba a Alejandro, obispo de Alejandría. Atanasio no se limitó a rezar; organizó entre bastidores la resistencia episcopal al arrianismo. Gracias a él, se formuló el Credo de Nicea, que constituyó un baluarte inexpugnable contra el arrianismo. Vemos en ello una prueba del accionar del Espíritu Santo en la Iglesia.

    La Iglesia Católica es un organismo misterioso, y es importante esforzarse por conocer su fisiología. La práctica totalidad de los medios informativos actuales son de ideología secular y no entienden la naturaleza sobrenatural de la Iglesia. Las diversas posturas teológicas se reducen a posturas políticas, y a su vez la política se reduce a un choque de intereses económicos.

    La Iglesia tiene un cuerpo visible. Es una sociedad integrada por hombres vivos y dotada de estructura jurídica. Dicha sociedad congrega a todos los que han recibido el Bautismo, profesan la fe que enseñó Jesucristo, participan de los sacramentos y obedecen a la autoridad establecida por el propio Jesús. Ahora bien, la Iglesia no es una sociedad como las demás. Su estructura no se puede equiparar a la de una empresa, ni a un régimen político, ya sea democrático o dictatorial. La Iglesia Católica es un Cuerpo Místico, cuya cabeza es Cristo, los fieles son los miembros y el Espíritu Santo el alma. León XIII (Satis Cognitum) e Pío XII (Mystici Corporis), y también Benedicto XVI (Ángelus del 31 de mayo de 2009), han calificado al Espíritu Santo de Alma de la Iglesia. En toda alma en gracia hay una presencia del Espíritu Santo, pero Él también está presente sin falta hasta la consumación de los siglos en todo el cuerpo de la Iglesia como Espíritu de Verdad y de sabiduría.

    Negar el elemento humano y visible de la Iglesia supone caer en el protestantismo, pero negar su aspecto divino e invisible significa equipararla a cualquier otra sociedad humana. Privar a la Iglesia de uno de estos elementos, el divino o el humano, significa destruirla.

    Quien desconoce la acción del Espíritu Santo en la Iglesia no podrá entender jamás la realidad. Con frecuencia oímos decir, entre otras cosas, que el Espíritu Santo asiste a los pontífices, y es cierto. Pero también todos los cristianos, aunque sea de otras maneras, cuentan con la asistencia del Espíritu Santo. Con el Bautismo reciben el don del Espíritu Santo, que es el Espíritu de Cristo.

    El Espíritu Santo no sólo asiste a la jerarquía de la Iglesia, sino a todos los bautizados. El último de los indios amazónicos que recibe el Bautismo se incorpora a la Iglesia de Cristo y es asistido por el Espíritu Santo. Por eso, no entendemos a quienes, como monseñor Erwin Kräuter, obispo emérito de Xingú (Brasil), se jacta de no haber bautizado jamás a un indio.

    El sacramento de la Confirmación perfecciona el Bautismo y hace del cristiano un auténtico soldado de Cristo, como se decía antes: un hijo de la Iglesia militante que combate valerosamente la carne, el demonio y el espíritu del mundo. Con el Bautismo y la Confirmación el cristiano recibe también una luz sobrenatural que los teólogos denominan sentido común católico o sensus fidei, es decir, la capacidad para adherirse por instinto sobrenatural a la verdad de la fe antes que por razonamiento teológico. Enseña Santo Tomás que la Iglesia Universal es gobernada por el Espíritu Santo, el cual, como prometió Jesucristo, la «conducirá a toda la verdad» (Jn.16,13). La capacidad sobrenatural del creyente para captar y aplicar a su vida la verdad revelada proviene del Espíritu Santo.

    En 2014, la Comisión Teológica Internacional, presidida por el cardenal Gerhard Ludwig Müller, actual prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, publicó un estudio titulado El sensus fidei en la vida de la Iglesia, en el que explica que el sensus fidei no es un conocimiento reflexivo de los misterios de la fe, como los adquiridos por el estudio de la teología, sino una intuición espontánea por la cual el creyente se adhiere a la verdadera Fe y rechaza lo que es contrario a ella. La fe de los fieles, como la doctrina de los pastores, recibe el influjo del Espíritu Santo. Y los fieles, mediante el sentido cristiano y la profesión de fe, contribuyen a exponer, manifestar y atestiguar la verdad cristiana.

    Todo fiel bautizado tiene el sensus fidei, y dicho sensus fidei tiene un fundamento racional, ya que por su propia naturaleza el acto de fe es un acto de la facultad intelectiva. Hoy en día se ha perdido la verdadera noción de fe, porque se la reduce a una experiencia sentimental, olvidando que es un acto de la razón, la cual tiene por objeto la verdad. El fideísmo fue condenado por la Iglesia, que en el Concilio Vaticano I definió por el contrario dogmáticamente la armonía entre la fe y la razón.

    Cuanto se muestra irracional y contradictorio repugna a la verdadera fe. Por eso, cuando el sensus fidei manifiesta una contradicción entre algunas afirmaciones de las autoridades eclesiásticas y la Tradición de la Iglesia el creyente debe recurrir al buen uso de la lógica iluminada por la gracia. En esos casos el creyente debe rechazar toda ambigüedad y falsificación de la verdad apoyándose en la Tradición inmutable de la Iglesia, que no se opone al Magisterio sino que lo incluye.

    La Comisión Teológica del Vaticano ha afirmado: «Advertidos por su sensus fidei, los creyentes individuales pueden llegar a rechazar una enseñanza de sus pastores legítimos si no reconocen en esa enseñanza la voz de Cristo, el Buen Pastor». Por esta razón, en algunos casos elsensus fidei puede impulsar a los fieles a no aceptarciertos documentos eclesiásticos y enfrentarse a la autoridad suprema en una situación de resistencia o aparente desobediencia. La desobediencia es aparente y no real porque en estos casos de legítima resistencia se aplica el principio evangélico que manda obedecer a Dios antes que a los hombres (Hch.5,29).
    Ante una propuesta que contradiga la fe o la moral, tenemos la obligación moral de hacer caso a nuestra conciencia que se opone, porque, como dijo en santo cardenal Newman, «la conciencia es el vicario original de Cristo».

    Hoy en día, quienes apoyados en su propia conciencia resisten las palabras o acciones de autoridades eclesiásticas que no se ajustan a la Tradición de la Iglesia son acusados en algunos casos de ser enemigos del Papa o incluso cismáticos. Pero es preciso sopesar las palabras. Para un católico, las culpas más graves son oponerse a la doctrina de Cristo, y separar a la Iglesia de Cristo. En el primer caso se es hereje, y en el segundo cismático.

    No somos herejes, porque la herejía nos repugna: creemos firmemente en el Papado, representado en la actualidad por el papa Francisco, a quien reconocemos como autoridad suprema. Pero si Francisco o cualquier otro pontífice expresa palabras o realiza actos que se muestran desviados de la doctrina y costumbres de la Iglesia, tenemos derecho a distanciarnos de esas palabras y actos. La nuestra no es una separación jurídica, sino moral; no es separación de la cátedra de San Pedro, que es de servicio a la Iglesia, sino un apartamiento del mal servicio a la Iglesia por parte de quien ocupa dicha cátedra.

    Reconocemos el primado de jurisdicción del Papa sobre todos los obispos del mundo, pero sufrimos cuando vemos que en nombre de la sinodalidad el Papa apoya reivindicaciones de conferencias episcopales que pretenden señalarle un camino sinodal herético o heretizante.

    Reconocemos el más alto carisma que atribuye la Iglesia al Papa, el de la infalibilidad, y quisiéramos que el sumo Pontífice lo ejercitase en toda su amplitud para definir la verdad y condenar los errores. Y por el contrario sufrimos cuando el Papa renuncia a ejercer dicho carisma y se expresa de modo extravagante en entrevistas, cartas y hasta conversaciones telefónicas.

    Nos arrodillamos ante el Papa porque reconocemos en él al Vicario de Cristo, pero sufrimos cuando vemos que no se arrodilla ante el Santísimo Sacramento, que es el propio Cristo en cuerpo, sangre, alma y divinidad.
    No sentimos sólo sufrimiento, sino también indignación cuando vemos que se realizan ceremonias paganas en presencia del Sumo Pontífice en los jardines vaticanos. La misma indignación que sentimos al ver la Basílica de San Pedro profanada con al proyección de imágenes sobre su fachada el 8 de diciembre de 2015.

    Nos acusan de ser enemigos del papa Francisco, pero esa acusación carece de sentido. No somos ni enemigos ni amigos del papa Francisco, pero sí somos, queremos ser, amigos de la verdad y del bien y enemigos del error y del mal; amigos de los amigos de la Iglesia y enemigos de sus enemigos.

    Nos acusan de querer romper la unidad de la Iglesia, pero sin verdad no puede haber unidad. La Iglesia es una porque es única, a imagen de Cristo, que es el mismo ayer, hoy y por la eternidad. A semejanza de Él, la naturaleza de la Iglesia debe permanecer idéntica hasta el fin del mundo porque, como dice San Pablo, «uno [es] el Señor, una la fe, uno el bautismo, 6 uno el Dios y Padre de todos» (Ef4, 5).

    Hablo como laico en nombre de muchos laicos. Los laicos no tienen autoridad para enseñar a nadie la doctrina de la Iglesia, porque no pertenecen a la Iglesia docente. Pero sí tienen el deber, que les reconoce el derecho canónico, de conservar, transmitir y defender la fe que recibieron con el Bautismo.

    Como simple laico, espiritualmente unido a los sucesores de los Apóstoles aquí presentes, creo que puedo afirmar: somos actualmente la voz de la Tradición, que pide al Papa ser escuchada. Una voz, la nuestra, que transmite una enseñanza que viene de lejos y solicita al Santo Padre una atención no menor que la que reserva a la supuesta sabiduría ancestral de los pueblos indígenas. Nosotros también nos hacemos eco de una sabiduría ancestral. Una sabiduría tan antigua que se remonta a Jesucristo, Sabiduría encarnada.

    Una sabiduría –escribe San Luis María Griñón de Monfort en su inspirado libro El amor de la sabiduría eterna– que se resume en estas palabras: «Verbum caro factum est: el Verbo se ha hecho carne, la Sabiduría se ha encarnado, Dios se ha hecho hombre sin dejar de ser Dios. Y este Hombre-Dios se llama Jesucristo, que quiere decir Salvador». ¡Qué actuales son estas palabras del gran santo francés!

    Tengamos gran gratitud para con aquellos eclesiásticos como el cardenal Burke y monseñor Schneider que con su voz dan testimonio de dicha Sabiduría encarnada. Cada vez que rompen el silencio aumenta nuestra gratitud hacia ellos y la esperanza sobrenatural de que no tarden en unírseles otros cardenales y obispos. La entrevista a monseñor Schneider es un medio valiosísimo para mantener la esperanza , y también el equilibrio en estos tiempos recios.

    En su libro, monseñor Schneider cita una hermosa frase de San Hilario, el Atanasio de Occidente: «En esto consiste la naturaleza singular de la Iglesia: en que triunfa cuando conoce la derrota, en que se la entiende mejor cuando es objeto de ataques, en que vuelve a levantarse cuando la abandonan sus miembros infieles». Y, podríamos agregar, vence cuando sus miembros fieles combaten en su defensa.

    Gracias, cardenal Burke ; gracias, monseñor Schneider, y doy las gracias también a Diane Montagna, que ha dado voz a monseñor Schneider con este libro.



    https://adelantelafe.com/cristo-venc...s-de-la-epoca/




    Valmadian y DOBLE AGUILA dieron el Víctor.

  5. #125
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    Re: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

    Los ídolos amazónicos que habían instalado durante el Sínodo en la iglesia de Santa María de Traspontina (abominación desoladora en el lugar santo donde las haya), en Roma, arrojados al Tíber. ¡Así se hace! Así hacían san Benito, san Bonifacio, Hernán Cortés y muchos otros grandes cristianos.


    Valmadian y DOBLE AGUILA dieron el Víctor.

  6. #126
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    Re: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

    Dioses que no salvan




    Los grupos católicos conservadores han hecho bastante jaleo en los últimos días debido a los ritos aparentemente paganos que tuvieron lugar en los jardines vaticanos y en presencia del Santo Padre poco antes de la apertura del sínodo de la Amazonía. Y además, de la permanente presencia en el aula sinodal y en otras ceremonias —como un vía crucis el último viernes o las celebraciones diarias en la iglesia de Santa María in Traspontina— de una talla representando a una mujer embarazada.



    En dos ocasiones una periodista preguntó sobre este tema en la conferencia de prensa diaria sobre la marcha del sínodo, frente a la sorna de sus colegas, y en ningún caso tuvo respuestas claras por parte de los responsables de responder. Pueden ver lo ocurrido el viernes aquí. Lo que dijo el portavoz vaticano es que no se debe ver el mal donde el mal no está, que esa mujer preñada no es un ídolo y que en los jardines vaticanos no se realizó un ritual pagano.

    Analicemos el caso.

    1. Debemos reconocer que algunos católicos conservadores tienen tendencia a ver conspiraciones, demonios y profecías en todas parte. Y todos conocerán a más de un amigo o conocido que es experto en descubrir masones, judíos o brujas. Por eso, en estos casos, es prudente ir despacio y ser cautos. Como bien decía el funcionario vaticano, no es cuestiones de andar viendo males por todos lados.

    2. No soy especialista en ídolos y no sé si esa figura que se pasea en canoa por todo el Vaticano es uno de ellos. Lo que sabemos es que se trata de la talla de madera de una mujer embarazada que representa la fertilidad.

    3. Lo que puede constatarse, entonces, sin entrar en interpretaciones retorcidas, es que el 4 de octubre se realizó algún tipo de ceremonia inusual en los jardines vaticanos, que puede verse en su totalidad aquí. Nos interesa particularmente lo sucedido entre el minuto 7 y el minuto 14. Allí se ve claramente cómo un grupo de amazónicos —mitad originales, mitad alternativos, porque habían muchos europeos infiltrados—, realizan una danza ritual y luego se postran rostro en tierra en torno a una serie de elementos que han traído procesionalmente y depositado sobre un tapiz: agua, tierra, semillas y la talla de la mujer embarazada. Según nos explica el guía de la ceremonia, se trata de los elementos que simbolizan la fertilidad. Intentemos una interpretación de estos hechos.

    4. Lo primero que llama la atención es que en ningún lugar aparezca la cruz, el símbolo de nuestra redención. Estimo que los misioneros que evangelizaron la Amazonía habrán llevado en sus canoas la cruz: “Vexilla regis prodeunt…”. Los nuevos cristianos amazónicos de visita en el Vaticano, no llevan la cruz; llevan un idolillo.

    5. Vemos que este grupo de personas —entre ellos un fraile franciscano y varias monjas— se postran antes elementos materiales (agua, tierra, semillas y tallas de madera) porque, dicen, poseen la potencia de engendrar la vida. Se trata de criaturas a las que se considera simbólicas y se las venera o adora —no lo sabemos—, a través de danzas y postraciones. Y aquí aparece el primer problema: ¿hasta qué punto es lícito a un cristiano realizar ese tipo de rituales? Recordemos el ejemplo de los cristianos de los primeros siglos: prefirieron ser decapitados, descuartizados, quemados o comidos por las fieras antes que colocar un grano de incienso frente a la escultura de un ídolo. Las Actas de los Mártires muestran que con frecuencia la figura del procurador romano o del juez no era la de un brutal asesino, sino de alguien que no estaba interesado en ordenar la ejecución de una jovencita o de un soldado cristiano. Les decía: “No les pido que proclamen que ya no son cristianos, o que griten que Júpiter es dios, o que no asistan más a sus lugares de culto. Lo único que quiero es que depositen este grano de incienso en al turíbulo que arde frente a la estatua de tal dios, y con eso es suficiente. Los dejo libres”. Y los cristianos aún a eso se resistían. ¿Por qué?

    5. Los cristianos de antes y de hoy sabemos que los ángeles convertidos en demonios y expulsados del cielo luego de su caída han establecido en este mundo su reinado y en él son como dioses. “¡Ay de la tierra y del mar! porque el Diablo ha bajado donde vosotros con gran furor, sabiendo que le queda poco tiempo”, dice el Apocalipsis (12,12). Y San Pablo tiene dos expresiones extraordinarias: O Theós tou aionos toutou, “el Dios de este mundo” (II Cor. 4,4) y en Efesios 6,13, habla de cosmoscrátores, es decir, “gobernantes del mundo” refiriéndose a los demonios. La creación material está en poder de las fuerzas del mal. La Iglesia, cuando bendice o “toma posesión” de algo material, primero lo exorciza. “Exorcizo te, creatura salis…”, para la bendición de la sal; “Exorcizo te, creatura olei…”, para la bendición del aceite, y el terrible y largo exorcismo de los fieles cristianos que se hacía durante la bendición del agua en las vísperas de la Epifanía, que comenzaba así: “Exorcizo te, omnis immunde spiritus, omnis satanica potestas, omnis incursio infernalis adversarii, omnis legio, omnis congregatio et secta diabólica, in nomine et virtute Domini Nostri Jesu Christi, eradicare et effugare a Dei Ecclesia, ab ómnibus ad imaginem Dei conditis…”. La Iglesia hace lo que hicieron los apóstoles en su primera misión: echar a los demonios para tomar posesión, en nombre de Dios, de las cosas materiales. Por eso, en tanto el ídolo es un pedazo de madera, de piedra o de metal, rendirle culto a ellos es rendirle culto a Satanás: “lo que sacrifican los gentiles a los ídolos, lo sacrifican al demonio”, dice San Pablo (I Cor. 10, 19-22). Artemisa, o Baal o Astarté no son fantasías de madera, de piedra o metal; son falsos dioses, es decir, ángeles caídos, pero dotados en la tierra de un poder malvado y real. Ellos lograron hacerse adorar por los hombres bajo la cubierta de los elementos de la naturaleza que le están momentáneamente sometidos (Col. 2, 8-20). Así entendida, la idolatría de los elementos de este mundo —agua, tierra y semillas, por ejemplo— no es otra cosa que la revelación del diablo y de sus ángeles en tanto se han convertido en señores de este mundo.



    6. Alguno podrá estar tentado de decir: ¿No se rinde culto también a la materia cuando se veneran las imágenes de los santos construidas en mármol, madera o yeso? No. Todo sabemos que el culto de las imágenes cristianas está justificado por una profunda teología que mereció nada menos que una larga discusión en un concilio ecuménico. Los católicos que veneramos una imagen de madera de la Santísima Virgen, no veneramos la madera, sino a María Santísima allí representada. Más aún, en el icono sagrado hay una cierta presencia divina, y Dios se digna, a través de esas imágenes, conceder gracias a sus hijos.

    “Pues los amazónicos tampoco veneran a la madera, sino a la fertilidad en ella representada”. Justamente allí está el problema: la Virgen María es una realidad, una persona que es Madre de Dios; la fertilidad, en cambio, no existe; existen las cosas fértiles en todo caso. Los amazónicos construyen con “manos humanas” “dioses que no salvan”, dioses falsos; ídolos de madera donde habitan los demonios.

    "Pues si hay cierta presencia de Dios en una imagen o icono cristiano, ¿por qué no puede haberla en una amazónica?" Porque la religión verdadera es la católica, y las demás son falsas. Pareciera una verdad de perogrullo que gran parte de la Iglesia ha olvidado.

    7. Como vemos, no estamos frente a una cuestión baladí. Lo ocurrido en los jardines vaticanos es grave. No se trató, a mi entender, solamente de una concesión más del Papa Francisco a la corrección política de la aceptación de la diversidad. En su presencia y a escasos metros de la tumba del Príncipe de los Apóstoles, se ha dado culto nuevamente a los dioses paganos, es decir, a los mismos demonios.


    The Wanderer: Dioses que no salvan



  7. #127
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    Re: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

    El ‘cisma’ de la pachamama flotante


    Por Carlos Esteban | 22 octubre, 2019

    La reacción de los fieles a la noticia de la sustracción de las tallas indígenas de Santa María en Transpontina que fueron arrojadas al Tíber muestra hasta qué punto está dividida la Iglesia de hecho.

    No hay ni un milímetro de terreno común ni apenas reacciones moderadas: lo que para unos es un motivo de verdadero regocijo, una especie de primera señal de esperanza, la necesaria destrucción de unos ídolos paganos que estaban profanando una iglesia católica en el centro de la cristiandad, para los otros era un simple robo con connotaciones racistas y de odio, un acto de rebeldía abierta al Romano Pontífice y un desprecio indignante por las culturas indígenas. Tertium non datur.

    Así, en Twitter, Christopher Lamb, corresponsal en Roma de la muy liberal publicación católica The Tablet lo tacha de “acto de iconoclamia, y un ataque más a los indígenas del Amazonas, que ya son perseguidos”. Y añade: “Esto tiene lugar en medio de un clima de hostilidad hacia los iconos indígenas generada en algunos sectores de la Iglesia durante el sínodo amazónico”.


    Aparte de que la iconoclamia no existe, sino la iconoclasia, el asunto es que algunos apestan ya a azúfre.



    Y sigue...,

    Responde Lamb a un católico americano, Mike Lewis, que repite incomprensiblemente la adscripción mítica de las imágenes que ha sido una y otra vez por los propios padres sinodales: “Ahora alguien ha robado las tallas, popularmente conocidas como “Nuestra Señora del Amazonas”, de la iglesia donde estaban expuestas -al menos una, bendecida por el papa- y las han arrojado al Tíber».

    En realidad, Nuestra Señora del Amazonas o de la Amazonía ni siquiera existe, o no existía antes de este sínodo. La advocación bajo la que los nativos del lugar veneran preferentemente a la Virgen María es Nuestra Señora de Nazaret, que presume de protagonizar las procesiones más multitudinarias del mundo católico.

    Naturalmente, los ‘sospechosos habituales’ no podían faltar. Como, por ejemplo, el asesor vaticano en Comunicaciones y autodenominado apóstol de los LGBT, el jesuita padre James Martin, que brama: “El odio y el desprecio que ha desatado el Sínodo para el Amazonas (sic) es asombroso. Un odio por los pueblos indígenas y sus culturas. Un retrato de estos como el “otro”. Y un odio, por supuesto, hacia el Papa Francisco. Todo este odio lleva inevitablemente a la violencia».




    Este estricto papista, recordémoslo, escribió que tuvo un desfallecimiento cuando, tras el cónclave anterior al último, oyó que había sido elegido ‘Ratzinger’. Es cuestión de hemeroteca comprobar que quienes ahora pretenden silenciar toda crítica apelando a un extremo ultramontanismo han sido activamente partidarios de la interpretación más laxa imaginable del primado petrino hasta que llegó ‘su hombre’.

    ¿Y cómo podía faltar el ex secretario de ese puntal de la Mafia de San Galo que fue el cardenal Cormac Murphy-O’Connor, autor de la única biografía autorizada de Francisco, Austen Ivereigh? Su indignado comentario tiene toda la untuosidad de Tartufo: “Acaba de rezar aquí en la iglesia Transpontina ante el altar cuando, en un acto de descarada falta de respeto & violencia, fanáticos azuzados por el periodismo sin ética asaltaron (?) y arrojaron al Tíber la talla descrita por el pueblo católicos de la Amazonía como Nuestra Señora del Amazonas”.


    Hablando de ‘periodismo sin ética’, fue el propio Ivereigh quien primero preguntó en rueda de prensa del sínodo por el significado de esta talla, y en una respuesta por lo demás vaga, se le confirmó al menos que NO representaba a la Virgen María. Pero Ivereigh sigue azotando ese caballo muerto, por si cuela.

    El profesor Massimo Faggioli va aún más lejos, pidiendo la vuelta de la Inquisición: “Quizá sea el momento de recuperar el San Oficio de la Inquisición: eran más moderados que las milicias autodesignadas que pululan estos días por el Vaticano”.

    Sí, claro, era ironía. Aunque la reacción de muchos otros ha sido positivamente inquisitorial, bramando por que se investigue a fondo y se encuentre al culpable y que se le encierre.


    https://infovaticana.com/2019/10/22/...mama-flotante/
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

    Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

    Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

    En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47


    Nada sin Dios

  8. #128
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    Re: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

    El grado de deterioro ha llegado a tal punto que ya me parece que no se sabe a quién hacer caso. Afirmar que la situación a la que el papado de Francisco ha llevado a la Iglesia es de completa desorientación no es ir contra este Papa, como claman algunos de sus apologistas -¿quién quiere enemigos con semejantes amigos?-, es simplemente señalar el problema, algo a lo que tiene derecho cualquier católico. Pero causa verdadera preocupación escuchar, leer, lo que muchos dicen porque esto se parece cada vez más a la casa de tócame Roque. Recordaba hace unos días aquella frase del propio Francisco recién elegido, de que "él era el papa del fin de los tiempos", que otros ponen del "fin del mundo", en este caso por razones geográficas debido a la lejanía de Argentina. De ahí que me decidiera a explorar en Internet buscando algo acerca de ello y centrándome la búsqueda en la lista de los papas. Por supuesto, me salieron las habituales páginas que abundan sobre San Malaquías y Nostradamus, principalmente y también de algunos otros, pero resulta que ninguno de tales temas me interesan. Mi única fuente para intentar comprender lo que está pasando se encuentra en La Biblia, particularmente en el Nuevo Testamento, así que continué buscando hasta que encontré el artículo que reproduzco a continuación. Diré que considero que Francisco no me parece un anti-papa, -aunque reconozco tener cada vez más dudas y crecientes a diario-, ya que fue legítimamente elegido, o al menos eso es lo que en su momento se vio. Es verdad que lo que pasa en el cónclave del cónclave no sale, pero siempre queda la duda. Es importante fijarse que el artículo está fechado en 2014, cuando todavía no se pensaba siquiera en los acontecimientos actuales.

    Cardenal australiano sugiere que Francisco podría ser un Anti-Papa; Cardenal de los EE.UU. también expresa dudas acerca de Francisco

    Publicado en noviembre 18, 2014 por CDLIDD
    Cardenal australiano sugiere que Francisco podría ser un Anti-Papa; Cardenal de los EE.UU. también expresa dudas acerca de Francisco

    Un simpatizante canadiense me envió enlaces a los siguientes dos artículos:

    Tanzania: Cisma de la Iglesia bajo el Papa Francisco es posible

    El Cardenal Raymond Burke, un conservador que no apoya las ideas liberales del Papa Francisco sobre el matrimonio.

    Hasta fecha reciente yo creía mucho en la narrativa liberal que sostiene que las reformas del Papa Francisco de la iglesia Católica son imparables.

    Pero la barra contraria conservadora ha sido tan fiera y ha alcanzado a tantos que por primera vez una división parece una real, aunque distante, posibilidad.

    Un importante conservador, el Cardenal australiano Geroge Pell, publicó el fin de semana pasado una homilía que él había preparado para la tradicional misa latina en la que él comenzó a rumiar sobre la autoridad papal.

    El Papa Francisco, dijo él, fue el 266avo papa, “y la historia ha visto 37 falsos papas o anti-papas”.

    ¿Por qué mencionarlos a ellos, salvo para suscitar la posibilidad de que Francisco pudiera convertirse en el 38avo. falso papa, en lugar del 266avo. papa real?

    Este es un fascinante codazo en la dirección de una establecida corriente de creencia de la franja conservadora: Que los papas liberales no son de hecho papas reales, sino impostores, enviados por el diablo.

    La explicación tiene una lógica atractivamente transtornada: Si el Papa siempre está en lo correcto, como a los tradicionalistas les gustaría creer, y si este particular Papa está claramente equivocado, como también creen los tradicionalistas, entonces obviamente este papa no es el Papa verdadero.

    Grupos separatistas han mantenido esta opinión incluso desde el papado liberalizante del Papa Juan XXIII al comienzo de los años 1960s.

    Yo no pienso que eso sea lo que Pell quiso decir, pero ello fue raro y amenaza traer el tema de todas maneras.

    La otra advertencia de cisma, aunque velada con lamentos, vino del periodista conservador americano Ross Douthat, quien escribió el domingo que “[Los Católicos conservadores] podrían desear considerar la posibilidad de que ellos tengan un papel qué jugar, y que este Papa puede ser preservado del error sólo si la iglesia misma se le resiste a él.” http://allafrica.com/stories/201411031441.html

    En una entrevista con el semanario Católico en español Vida Nueva esta semana Burke, anterior obispo de San Luis, comparó a la Iglesia Católica Romana bajo Francisco con “un barco sin timón”.

    Es el último sorprendente salvamento de la franja conservadora, que es cada vez más despectiva de este líder infalible. Burke, de 66 años, dijo que él no estaba hablando contra el Papa personalmente, sino más bien “suscitando preocupaciones” acerca de la calidad de su liderazgo.

    “Muchos me han expresado a mí sus preocupaciones. En este preciso momento crítico, hay un fuerte sentimiento de que la iglesia es como una nave sin timón”, dijo Burke, un nativo de Wisconsin con raíces Tipperarias.

    Habiendo emergido como la voz del Catolicismo conservador en los EE.UU., el cardenal vocero se está posicionando a sí mismo crecientemente como el mayor obstáculo en el camino para la agenda reformista del Papa Francisco.” http://popefrancis.einnews.com/artic...m8bwsqVdUG5rnU

    Son las opiniones del Papa Francisco sobre la homosexualidad, el matrimonio, y el divorcio las que han elevado preocupaciones de los dos cardenales.

    Tanto la profecía bíblica como la Católica advierten acerca de un líder religioso, que suena como un Papa, quien traicionará a la Iglesia de Roma (cf. Revelación 17) y engañará al mundo.

    Debería anotarse que ciertos grupos Católicos ‘radicales’ han considerado a casi todos los Papas desde el Vaticano II como anti-papas. Note algo de uno de tales grupos:

    “Ahora cuando él [el Papa] es explícitamente un hereje, él se cae ipso facto de su dignidad y está fuera de la Iglesia…” San Francisco de Sales (siglo 17), doctor Católico de la Iglesia, La Controversia Católica, pp. 305-306: La Doctrina Católica de que un hereje no puede ser un Papa válido y pierde el cargo papal automáticamente…

    Ha habido 260 papas válidos en la historia Católica, y más de 40 antipapas (p. ej., hombres que posaron como Papas pero que no habían sido verdaderamente elegidos). Ha habido más de 200 vacancias papales (períodos sin Papa). Los hechos disponibles en este sitio Web prueban que los últimos cinco hombres que han dicho ser Papas –el Anti-Papa Francisco, Benedicto XVI, Juan Pablo II, Juan Pablo I, Pablo VI, y Juan XXIII, los hombres que trajo el Vaticano II –han sido y son antipapas. Nosotros probamos que ellos son/fueron manifiestamente herejes y no verdaderos Católicos.

    http://www.mostholyfamilymonastery.c.../#.VFjbzMn4oys visto 11/04/14

    Aunque el grupo de arriba no está definitivamente en plena comunión con el Vaticano, los Cardenales Burke y Pell lo están (si bien ellos pueden cambiar pronto). El hecho de que los dos cardenales hayan elevado públicas preocupaciones acerca de Francisco indica que otros también comparten esa opinión.

    Adicionalmente, varios líderes Católicos han dicho que a pesar de la ‘infalibilidad papal, los papas pueden cometer herejía y deberían ser sacados fuera de la Iglesia de Roma’.

    Note también lo siguiente de una carta en el sitio Web de EWTN (una fuente Católica):

    San Roberto Belarmino, “De Romano Pontifice”, libro II, capítulo 30:

    Est ergo quinta opinio vera, papam haereticum manifestum per se desinere esse papam et caput, sicut per se desinit esse christianus et membrum corporis Ecclesiae; quare ab, Ecclesia posse eum judicari et puniri. Haec est sententia omnium veterum Patrum, qui docent, haereticos manifestos mox amittere omnem jurisdictionem.

    “Por lo tanto, la verdadera opinión es la quinta, de acuerdo con la cual el Papa que es manifiestamente un hereje cesa por sí mismo de ser Papa y cabeza, en la misma forma que él cesa de ser un cristiano y un miembro del cuerpo de la Iglesia; y por esta razón él puede ser juzgado y castigado por la Iglesia. Esta es la opinión de todos los antiguos Padres, que enseñan que los herejes manifiestos pierden inmediatamente toda jurisdicción.

    Fundamentum hujus sententiae est. quoniam haereticus manifestos nullo modo est membrum Ecclesiae, idest, neque animo neque corpore, sive neque unione interna, neque externa.

    “El fundamento de este argumento es que el hereje manifiesto no es en ninguna forma un miembro de la Iglesia, esto es, ni espiritual ni corporalmente, lo que significa que él no es tal por unión interna ni por unión externa. …

    San Francisco de Sales, …

    “Bajo la antigua ley el Sumo Sacerdote no usaba el Racional excepto cuando él era vestido con los vestidos pontificales y había entrado ante el Señor. Así nosotros no decimos qu el Papa no pueda errar en sus opiniones privadas, como lo hizo Juan XXII; o ser completamente un hereje, como quizás lo fue Honorius. Ahora cuando él es explícitamente un hereje, él cae ipso facto de su dignidad fuer ade la Iglesia, y la Iglesia debe o privarlo a él, como algunos dicen, o declararlo a él privado, de su Sede Apostólica, y debe decir como hizo San Pedro: Que otro tome su obispado (Hechos I).

    Cum Ex Apostolatus Officio, Apostolic Constitution of His Holiness Pope Paul IV, February 15, 1559.(ROMAN BULLARIUM VOL. IV. SEC. I, PP. 354-357)

    6. En adición, [por esta Nuestra Constitución que ha de permanecer válida a perpetuidad Nosotros emitimos, determinamos, decretamos y definimos: -] que si acaso en algún tiempo apareciera que algún Obispo, incluso si él estuviera actuando como un Arzobispo, Patriarca o Primado; o algún Cardenal de la antes mencionada Iglesia Romana, o, como ya ha sido mencionado, cualquier legado, o incluso el Romano Pontífice, antes de su promoción o de su elevación como Cardenal o Pontífice Romano, se ha desviado de la Fe Católica o caído en alguna herejía: (i) la promoción o elevación, incluso si ella hubiera sido indiscutida y por unánime consenso de todos los Cardenales, será nula, vacua e inválida;

    Un Papa puede desafortunadamente apartarse de la Fe, Pregunta de Raymond Antonini en 10-16-2001. WTN Catholic Q&A.

    http://www.ewtn.com/vexperts/showmes...37&language=en visto 11/04/14)

    Aunque grupos radicales Católicos (como la fuente de la cita inmediatamente anterior a esto) han considerado a algunos pontífices recientes como anti-papas, el hecho de que dos cardenales hayan cuestionado recientemente algunas de las posiciones del Papa Francisco sugiere que no son sólo los líderes radicales Católicos los que está preocupados acerca del surgimiento de un posible anti-papa.

    Si el Papa Francisco es verdaderamente el último papa, y eso no está claro todavía, él no sería verdaderamente Católico. Note algunas afirmaciones de mi libro El Último Papa: ¿Apuntan las profecías bíblicas y católicas al Papa Francisco?:

    ¿Es el Papa Católico o traicionará él a Roma?

    En algunos hogares, la expresión, “¿Es el Papa Católico?” se pregunta con la intención de sugerir “sí” u “obviamente ” como respuesta. Desde el siglo cuarto, los papas todos han dicho ser Católicos (ellos no fueron llamados “pontifex maximus” antes de entonces) y la vasta mayoría han sido Católicos Romanos en su fe. Algunos fueron más hipócritas, etc., y de esta manera este autor estaría vacilante en decir que todos los Obispos de Roma han tenido verdaderamente la fe de esa iglesia.

    ¿Pero es posible que el último papa, quien podría ser el Papa Francisco I, no fuera Católico Romano? En la superficie este parece absurdo.

    Como se discutió en el capítulo 2, antes de convertirse en el Papa Francisco I, Jorge Mario Bergoglio fue al seminario Católico, se convirtió en un sacerdote Católico, luego en un obispo, después en un cardenal, y luego en marzo 13, 2003, en el Obispo de Roma. Así, él mayormente es claramente un Católico. Y el Papa Francisco puede muy bien verdaderamente serlo.

    Pero si él es el último y final papa, entonces la Biblia muestra que él permitirá el compromiso poderosamente y permitirá que la Iglesia Católica sea traicionada, sugiriendo por lo tanto que él no sería entonces verdaderamente de fe Católica.

    Conectando los puntos.

    Como se citó antes, la Biblia habla de un líder religioso que se levantará y que apoyará al poder final de la Bestia europea hasta el punto de intentar forzar a la gente a adorar a esa Bestia. (Revelación 13: 11-17).

    Si bien algunos han sugerido que la Bestia del Mar de diez cuernos (Revelación 13: 1-4) se volverá contra y quemará a la Bestia de la Tierra de dos cuernos (Revelación 13: 11), basados en las enseñanzas de Revelación 17: 16-17, puesto que esta Bestia de dos cuernos es el Falso Profeta de Revelación 16: 13 y él es quemado por Jesús y Sus ángeles (Revelación 19: 15-21) alguno o alguien más debe ser destruido en Revelación 17.

    La Biblia especifica que ese alguno/alguien es una ciudad que gobierna sobre el mundo. Desde el tiempo de Jesús, ¿Cuáles son las únicas organizaciones que gobernaron sobre gran parte del Imperio Romano desde una ciudad de siete colinas?

    Ello incluiría al antiguo Imperio Romano, la Iglesia de Roma, y en un menor grado, a la Iglesia Ortodoxa Oriental (Constantinopla/Estambul está sobre siete colinas, similar a Roma y tuvo una cierta prominencia por cerca de 1,000 años). Ellas han tenido relaciones con gobernantes mundiales que no siempre vivieron por los ideales del Nuevo Testamento y actualmente son las únicas que podrían posiblemente ajustarse al registro histórico.

    Ahora puesto que partes de tanto la profecía Católica Romana como la Ortodoxa muestran que Roma gana entre las dos en el fin en términos de final líder principal, esto es consistente con el entendimiento histórico dentro de la Iglesia de Dios de que Roma es la mujer infiel en Revelación 17. Presumiendo que ése sea el caso, entonces si uno conecta los puntos, es la Iglesia de Roma la que es traicionada por los partidarios de la Bestia de diez cuernos en Revelación 17. Y puesto que la Bestia de dos cuernos es un gran soporte de la Bestia de diez cuernos, ella entonces tiene al menos alguna responsabilidad en esta destrucción del tiempo del fin de la Iglesia de Roma (para más puntos a conectar, vea también los capítulos 5 y 12).

    Puesto que sería casi inconcebible que un papa que fuera verdaderamente Católico Romano en el sentido del Catecismo de la Iglesia Católica traicionara totalmente a su iglesia, por esto es por lo que yo estoy sugiriendo que el último papa no será verdaderamente católico.

    Esta destrucción de Roma es consistente con varias profecías privadas Católicas que sugieren que un importante miembro del clero Romano (como un papa) traicionará a su iglesia y presidirá la destrucción de Roma…

    Por años yo he creído que el último papa no será verdaderamente Católico. Él sería un tipo diferente de “antipapa” (la mayoría de los antipapas ocurrieron a causa de elecciones disputadas, pero yo he sugerido que un pontífice que no tenga muchas de las creencias principales de la Iglesia de Roma también parecería ajustarse a la definición de un antipapa).

    ¿Terminará el Papa Francisco I siendo ese pontífice? (Thiel B. El último Papa: ¿Señalan las profecías bíblicas y católicas al Papa Francisco? Nazarene Books, 2013, pp. 86-89).

    El Papa Francisco ha dado pasos que muchos Católicos no creen que sean apropiados para el Obispo de Roma. No obstante, ellos actúan como otros más que protestan, ellos no pueden a ninguna otra parte puesto que ellos de manera inapropiada creen que la Iglesia de Roma es la iglesia original que fundó Jesús a través de Sus apóstoles. Aquellos interesados en aprender cuál iglesia es actualmente fiel y tiene sucesión apropiada de la iglesia original que Jesús fundó, deberían estudiar cuidadosamente el artículo ¿Quién es fiel: La Iglesia Católica Romana o la Continuación de la Iglesia de Dios?

    Los Católicos conservadores también pueden desear considerar las siguientes profecías privadas Católicas, que se muestran abajo como están citadas en mi libro El último Papa: ¿Señalan las profecías bíblicas y católicas al Papa Francisco?:

    Profetas/Escritores Católicos han advertido que un gran “Antipapa” va a venir.

    Varias profecías Católicas advierten que un gran “antipapa” y un gran cisma va a venir. Puesto que no ha habido un antipapa desde el siglo 15, por numerosas razones estas podrían ser interpretadas significando que un papa en el siglo 21 será un antipapa quien implementará cambios:

    Anne Catherine Emmericki (mayo 13, 1820): Yo vi de nuevo una iglesia nueva y de raro aspecto que ellos estaban tratando de construir. No había nada de santo en ella… ESTA ES BABEL.

    Yves Dupont {escritor interpretando a A. Emmerick}: Ellos querían hacer una nueva Iglesia, una Iglesia de factura humana, pero Dios tenía otros designios… El Santo Padre tendrá que dejar a Roma, y él morirá de una muerte cruel. Un Anti-papa será puesto en Roma.

    Anne Catherine Emmerich (enero 12, 1820): Hay ahora alguna cuestión de Protestantes que comparten el gobierno del clero Católico.

    Anne Catherine Emmerich (julio 1820): Yo vine a la iglesia de Pedro y Pablo (Roma) y vi un oscuro mundo de distensión, confusión, y corrupción…

    Anne Catherine Emmerich (enero 27, 1822): Yo vi a muchos cristianos retornando al seno de la Iglesia, entrando a través de los muros. Ese Papa será estricto, él removerá a los obispos tibios –pero habrá un largo tiempo antes de que esto suceda.

    Anne Catherine Emmerich (octubre 22, 1822): Yo vi en Alemania entre los eclesiásticos mundialmente sabios, e ilustrados Protestantes, planes formados para la mezcla de todos los credos religiosos…

    Anne Catherine Emmerich (abril, 1823): Ellos construyeron una iglesia grande, extravagante, singular, que iba a abrazar todos los credos con iguales derechos: Evangélicos, Católicos, y todas las denominaciones, una verdadera comunión de los no santos con un pastor y un rebaño. Iba a haber un Papa, un papa asalariado sin posesiones.

    Melanie Mathieu (siglo 19): Roma perderá la fe y se convertirá en el asiento del Anticristo.

    Jeanne le Royer (murió en 1798): Yo veo que cuando la Segunda Venida de Cristo se aproxime un mal sacerdote hará mucho daño a la Iglesia.

    San Gregorio el Grande, Papa (m. 604): En aquellos días, cerca del fin… un ejército de sacerdotes y dos tercios de los cristianos se unirán al Cisma.

    Yves Dupont {lector y recolector de profecías Católicas}: “las profecías son completamente explícitas acerca de la elección de un anti-papa… Muchas profecías predicen un anti-papa y un cisma”.

    Sacerdote y escritor católico R. Gerald Culleton (siglo 20): Un cisma de corta duración está destinado a irrumpir… Un antipapa, de origen alemán, ha a ser puesto, y finalmente Roma misma será destruida”.

    Frederick William Faber (murió en 1863): El Anticristo… Muchos creen en una encarnación demoníaca –esto no será así –pero él estará completamente poseído… Su doctrina como aparente contradicción de ninguna religión, no obstante una nueva religión… Él tiene un pontífice que atiende, separando así el cargo real y el profético.

    Bendecido Joachim (murió 1202): Hacia el fin del mundo el Anticristo destronará al Papa y usurpará su Sede.

    Merlín (siglo 7º.): Vendrá un Anti-Papa alemán. Italia y Alemania serán penosamente atribuladas. Un Rey Francés restaurará al verdadero Papa.

    San Francisco de Asís (murió 1226): Habrá un papa electo no canónicamente quien causará un gran Cisma, habrá pensamientos apartados predicados que causarán que muchos, incluso aquellos en las diversas órdenes, duden, sí incluso estén de acuerdo con aquellos herejes que harán que Mi orden se divida, entonces habrá tales universales disensiones y persecuciones que si estos días no fueran acortados incluso los elegidos se perderían.

    Hermano capuchino (siglo 18): Durante estas calamidades el Papa morirá… tres papas serán elegidos simultáneamente… el tercero… por la fuerza de las armas será colocado en el trono.

    Sacerdote E. Sylvester Berry (publicado 1920): Ha sido un asunto de historia que los más desastrosos períodos de la Iglesia fueron tiempos cuando el trono Papal estuvo vacante o cuando anti-papas contendieron con la cabeza legítima de la Iglesia. Así será en aquellos malos días por venir.

    Escritor y sacerdote católico P. Huchedé (siglo 19): …el falso profeta… no será un rey, ni un general de un ejército, sino un astuto apóstata, caído de la dignidad episcopal. De ser un apóstol del Evangelio él se convertirá en el primer predicador del falso mesías…

    Sacerdote Herman Kramer (siglo 20): Este falso profeta posiblemente de parte del Anticristo usurpa la supremacía papal.

    Escritores católicos Ted y Maureen Flynn (1993): La profecía católica nos advierte a nosotros de severos problemas que amenazan al papado en estos tiempos del fin… Un Antipapa se tomará la autoridad papal… Serán aquellos que retengan las verdades de la fe quienes serán marcados como los perpetuadores de este horrible cisma, de acuerdo a algunos visionarios.

    Sacerdote Paul Kramer reportó: En 1999… Malachi Martin afirmó… que las palabras de Nuestra Señora fueron muy secas y específicas y que ellas predijeron un futuro “papa” (no el verdadero Papa, sino un papa hereje) quien estaría completamente bajo el control del diablo.

    Sacerdote Paul Kramer (siglo 21): Los errores de la Ortodoxia y el Protestantismo serán abrazados por esa falsa iglesia, ella será una iglesia ecuménica porque el Anti-Papa será reconocido por el mundo –no por los fieles, sino por el mundo– por el mundo secular y los gobiernos seculares. El Anti-Papa será reconocido como el Papa legítimo de la “iglesia” y la cabeza legítima del Estado Vaticano. Esa “iglesia” estará unida con todas las falsas religiones.

    Sacerdote Paul Kramer (siglo 21): La falsa Iglesia “Católica” –la iglesia falsa, la anti-iglesia– el misterio del dragón, cuya cola barrio una tercera parte de las “estrellas del Cielo”, p. ej. un tercio de la jerarquía Católica bajo el liderazgo de un antipapa hereje.

    Sacerdote Herman Kramer (siglo 20): De acuerdo con el texto esto es sin lugar a errores una ELECCIÓN PAPAL… Pero en esta ocasión los grandes poderes pueden tomar una actitud amenazadora para obstaculizar la elección del candidato lógico y esperado por amenazas de una general apostasía, asesinato o aprisionamiento de este candidato si es elegido. Esto supondría una mente extremadamente hostil en los gobiernos de Europa hacia la Iglesia, porque un extendido interregnum en el papado siempre es desastroso y mucho más en un tiempo de persecución universal. Si Satanás contribuye a obstaculizar la elección papalo, la Iglesia sufriría gran trabajo… uno… detinado para el papado en el tiempo instituirá las necesarias reformas. Un concilio general puede decretar las reformas… Los clérigos laxos en el tiempo alabarán las condiciones entonces existentes… El dragón es un término simbólico para los poderes del mal… Ellos tratarán de hacer a la Iglesia una “iglesia estatal” en todas partes. Esto es solo posible si ellos pueden sujetar al papa a sus deseos y obligarlo a enseñar y gobernar como ellos dirijan. Eso estaría literalmente devorando al papado.

    Autor y colector católico de profecías D. Birch (siglo 20): Muchas, muchas, de las profecías se refieren a un Antipapa por algún tiempo en el futuro durante el cual grandes calamidades ocurren a la Iglesia.

    Incluso el santo Católico Papa "Gregorio el Grande” advirtió que él creía que llegaría el tiempo cuando la mayoría de los Católicos caería en una iglesia cambiada (lo que él llamo un “cisma”) en el tiempo del fin. ¿No tomaría esto un líder que fuera, o al menos pareciera, un antipapa o el final Anti-cristo?

    Como muestra la lista de arriba, hay muchos escritores/santos católicos que han advertido de algún tipo de antipapa, posiblemente incluso del Falso Profeta, quien sería ecuménico, dirigiría una iglesia comprometida, y podría escuchar a los poderes de los gobiernos en Europa, y posiblemente, en otras partes.

    La propia Biblia advierte de un tiempo cuando una Bestia europea hará algún tipo de acuerdo con un ecuménico líder religioso (el Falso Profeta) y posteriormente se tornará en una iglesia comprometida (cf. Revelación 17: 15-18; 19: 20).

    (Thiel B. El Último Papa: ¿Señalan las profecías bíblicas y católicas al Papa Franciso? Nazarene Books, 2013, pp. 26-32).

    La Biblia advierte que el mundo seguirá y adorará al final poder de la Bestia en Revelación 13: 4, 8. La Biblia advierte que un falso líder religioso que luce como un cordero, pero tiene las palabras de un dragón animará a que esto ocurra en Revelación 13: 11. Él conducirá a la gente a una religión ecuménica/interconfesional, y sea o no que el Papa Francisco sea la ‘bestia de la tierra’ de Revelación 13: 11, él ciertamente ha abogado por una agenda ecuménica/interconfesional. El Papa Francisco ha trabajado con los Protestantes, los Ortodoxos Orientales, las Naciones Unidas, y otros para animar esto.

    La Biblia también advierte que el pueblo de Dios necesita no ser parte de este sistema (Revelación 14: 9-12; 16: 2; 18: 4). Jesús advirtió que la mayoría de las personas serían engañadas (Mateo 24: 24).

    Las profecías bíblicas muestran que Roma (cf. Revelación 17: 1-9, 18) será traicionada (Revelación 17: 16-17) y que el Anticristo/Falso Profeta sobrevivirá esa traición hasta que Jesús retorne (Revelación 19: 19-20).

    Esto significa que tanto las profecías bíblicas como católicas advierten de una traición de la Iglesia de Roma pero alguna autoridad eclesiástica suena como un antipapa. Algunos se preguntan si el Papa Francisco es esa autoridad eclesiástica. Nosotros lo veremos, pero él verdaderamente ha tomado pasos consistentes con ser esa autoridad eclesiástica hasta ahora.



    https://www.cdlidd.es/cardenal-austr...-de-francisco/
    Última edición por Valmadian; 24/10/2019 a las 18:29
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

    Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

    Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

    En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47


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  9. #129
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    Re: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

    Pues sí que andan las aguas revueltas y aquí, en suelo patrio, que casi siempre va tarde, mal y a contracorriente, parece que las cosas empiezan a notarse ya. ¿Alguien ha escuchado por casualidad respirar a algún miembro de la Conferencia Episcopal? yo desde luego no, o lo ha hecho tan discretamente que ni me he enterado. Sólo sé lo que pasa al respecto, por lo que dice el párroco de la iglesia a la que asisto a misa, con el que suelo charlar y que me parece que está bastante asustado el pobre. Pero alguna música se empieza a oír a través de medios indirectos, próximos a dicha Conferencia cada vez menos representativa y más cobarde (desde luego en la `próxima declaración de la renta la equis se la va poner su tía Ambrosia, yo no, y hasta la última lo he estado haciendo), y como no, lo que menos podía esperarse es la mesura, mantener una prudente distancia para ir observando el desarrollo de los acontecimientos. Y así ha sido que en Alfa y Omega han acabado por sacar los pies del tiesto, pero mejor leer lo que se dice de ello en INFOVATICANA.



    Alfa & Omega no ve paganismo en postrarse ante tallas de madera.

    Por Carlos Esteban | 24 octubre, 2019


    “¿Qué paganismo?”, se pregunta la hoja de la Archidiócesis de Madrid, Alfa & Omega, en el mismo titular de su último editorial, y conociendo su velocísima capacidad de adaptación al medio no vemos imposible que en un futuro el titular sea “¿Y qué pasa si es paganismo?”. Cintura les sobra, que han olido que eso de la sinodalidad es un engañabobos y que la descentralización supone en realidad la servil repetición, casi hasta el acento porteño.

    El titular viene a cuento, lo habrán supuesto, a esa furiosa reacción de la Curia romana y los padres sinodales a la sustracción de las tallas indígenas de Santa María Transpontina que fueron arrojadas al Tíber. Quieren que el peso de la ley caiga sobre los osados y no dudan en calificar a la hazaña de ‘robo’, los mismos que aplaudieron con las orejas cuando el limosnero papal, Konrad Krajewski, violó el precinto de la compañía eléctrica para devolver la luz ilegalmente a unos okupas.

    De este imperio actual de la misericordia sin límites uno esperaba que el Vaticano mostrara eso mismo con la inocua travesura. Incluso juzgándoles equivocados, incluso condenando su acción, esa comprensión que todo lo abarca, esa compasión que todo lo entiende debería entender lo que salta a la vista: que los perpetradores actuaron convencidos de que hacían un servicio a la Iglesia y a la fe retirando lo que, a sus ojos y a los de muchos, eran ídolos paganos en una iglesia católica en el corazón de la Cristiandad.


    ¿No son los sujetos ideales para el diálogo? ¿No es un caso de libro para emprender esa “escucha atenta” a la que nos exhorta el Papa de continuo? ¿O va a resultar que se dialoga con quien ya se está previamente de acuerdo, se escucha a quien va a decir lo que queremos y se va a ejercer una falsa misericordia con aquellos a los que no tenemos nada que reprocharles?

    Pero volvamos a la pregunta. El editorialista del órgano de la Iglesia en Madrid no ve paganismo por ninguna parte. Las tallas no son ídolos paganos, incluso hasta ayer, como quien dice, se nos intentó colar como representaciones de una fantasmal y recién inventada Nuestra Señora del Amazonas; no, son “estatuillas amazónicas [que] representaban a mujeres indígenas embarazadas”. Para otros padres sinodales, como hemos oído con estas orejas que se ha de tragar la tierra, representaban “la vida, la maternidad, la tierra”. Da un poco igual, ¿no?

    No es que nadie tuviera mucho interés en documentarse, y eso es a la vez curioso y significativo. Es curioso porque no me imagino que la Curia pueda organizar una celebración sin un programa que explique qué está pasando en cada momento y con qué significado. Si es así, el desprecio por lo sagrado está aún más avanzado de lo que muchos temen.

    Y es significativo que los pastores católicos no supieran, perplejos, a qué venía todo ese revuelo. ¿Qué más da lo que representasen esas tallas? Son solo tallas, al fin, y representarían cualquiera de esas cosas, qué sé yo, la tierra -esa a la que Su Santidad llama “nuestra madre” en el título de un libro reciente-, o la vida o la fertilidad. Todo cosas buenas, ¿no?

    Son hombres prácticos del siglo XXI que probablemente no hubieran entendido esa fanática insistencia de los primeros cristianos en no ceder un ápice a la idolatría. ¿Qué es todo ese disparate de ser desgarrado por los leones por no arrojar un grano -¡un grano!- de incienso bajo la estatua del emperador? Seguramente, la estatua ‘representaba’ la ley y el orden y todo eso.

    Son, ya digo, hombres del siglo XXI y blancos, por añadidura. Son occidentales blancos incluso en los casos en que sean genéticamente de otras razas y lugares, porque estamos hablando de mentalidad, de esa que quiere adoptar casi como mascotas a los indígenas y explicarles pacientemente en qué creen realmente. Así, no conciben que para el indígena pagano la talla no ‘representa’ una idea abstracta, sino que es el dios del fenómeno de que se trate. Ares o Marte no son ‘representaciones’ de la guerra, sino dioses de la guerra, con sus personalidades e incluso sus aventuras. Pero para el occidental moderno todo es mera ‘representación’. Temblamos ante la aplicación de esta actitud a nuestra fe.

    Dice el editorialista de Alfa & Omega que “a juicio de una minoría crítica, [la presencia de estas tallas] suponía una intolerable concesión al sincretismo y el paganismo”. Qué extraña gente, esa ‘minoría’. ¿Por qué han podido creer algo tan absurdo ante las evidentes representaciones de esta o aquella cosa buena, no importa cuál en absoluto, cosas de salvajes? ¿Quizá porque han visto al Papa, a los obispos y a los cardenales asistiendo impávidos a un rito durante el que un círculo de personas -entre ellas, un franciscano- se postraba ante estas inofensivas tallas hasta tocar la tierra con la frente? ¡Qué cosas más absurdas! Como si andar como un pato, tener aspecto de pato y hacer cuac como un pato fuera a significar que es un pato.


    https://infovaticana.com/2019/10/24/...las-de-madera/
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

    Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

    Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

    En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47


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  10. #130
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    Re: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

    Aunque tal vez al editorialista de Alfa & Omega no le vendría mal leer este otro artículo de un sacerdote que conoce el tema de primera mano, en persona, tal vez, digo, pero lo más probable es que o no le interese o, directamente, pase de ello porque lo importante es la hoja de ruta trazada por la nueva iglesia que están fundando en Roma.



    Las figuras femeninas amazónicas

    Posted by Fray Nelson

    Fray Nelson Medina: ¿Tiene Usted una postura clara sobre las figuras amazónicas esas, que incluso llevaron a una iglesia en Roma? — C.F.


    Empiezo por decir que soy colombiano. Mi país tiene amplia zona en la Amazonía y tiene también otras zonas selváticas, que he conocido por experiencia directa. Debo decir que la imagen que fue llevada a Roma no es representativa de la Amazonía colombiana, y creo que de ninguna parte de la Amazonía. Alguien pensará que mi corto servicio misionero en la selva me lleva a hablar así. A quien plantee tal objeción le pido que muestre fuentes documentales serias que muestren el interés de los pueblos amazónicos por esa imagen particular, la de esa mujer gestante semidesnuda. Y que de paso nos aclare qué uso real tiene esa imagen, si es que allá se usa.

    En efecto, si cualquiera de nosotros busca en imágenes de Internet los términos “pachamama,” “madre tierra,” “mother earth,” “amazonian fertility” o expresiones parecidas, lo único que sale es la alusión a este episodio de los jardines del Vaticano, o al “robo” posterior de las imágenes; o sea, todo conduce a la misma figura que hemos visto en las noticias. Aún más: si usted toma una foto de esas esculturas o representaciones y luego usa esa foto como búsqueda de imágenes en Google no obtiene una sola coincidencia. Eso sugiere algo extraño: la tal figura NO representa nada “ancestral” de la cultura de la Amazonía; no parece ser ni siquiera la obra de los indígenas amazónicos sino de algún artista (llamémosle así), indígena o no, que, apoyado por otros, ha conseguido que su talla en madera llegue hasta el centro católico más importante y visible del mundo entero. Esa persona o ese grupo de personas quieren que pensemos que ellos son representantes o voceros de los indígenas, de modo que cualquier ataque a esa imagen o a esa supuesta espiritualidad “amazónica” es un ataque a los indígenas.

    Todo lo cual suscita interrogantes muy legítimos: ¿Quién es el verdadero autor de esa imagen? ¿Donó su trabajo o le fue pagado? ¿De quién fue la idea de tallar esa imagen y darle el uso que estamos conociendo, con la complicidad o negligencia de numerosas autoridades dentro y fuera del Vaticano? ¿Por qué querían que eso se realizara, teniendo en cuenta que sabían que el Papa estaría presente? ¿Por qué el Papa, al ver lo que sucedía, prefirió no decir ni su discurso ni discurso alguno, sino solo un padrenuestro, según informó en su momento Aciprensa? ¿Qué otros actos ajenos a nuestra fe están entonces premeditadamente preparados y con qué finalidades?

    Luego está el tema de que aquellas figuras son llevadas a un templo católico en Roma (iglesia de Santa María en Transpontina), en proximidad con el altar donde se celebra la Eucaristía. Llevarlas a ese sitio sagrado solo puede significar que se considera que tienen un significado religioso pues de otra manera se las hubiera expuesto, si hubiera sido el caso, en una galería de arte o en un museo de etnias o de historia amazónica.

    Volvemos a preguntar: ¿qué sentido religioso tiene esa imagen, llevada a un templo católico? Algunos han dicho, con más ingenuidad que piedad, que se trataba de la Virgen María. La explicación, que se caía de puro forzada, fue desmentida por un obispo misionero en el Amazonas, y expresamente por el P. Giacomo Costa, SJ, Secretario de Información de la Comisión del Sínodo.

    Se puede decir que la imagen representa la fertilidad, la mujer o la vida. Pero entonces la pregunta es: ¿Y es que acaso nuestra fe adora, o da culto a la fertilidad, la vida o la mujer en cuanto tal? Si no se le da culto, ¿por qué asociarlo con el altar donde se hace presente el sacrificio único y suficiente de Cristo? ¿No es eso exactamente la contravención pública, escandalosamente pública, del Primer Mandamiento de la Ley de Dios?

    Aún hay más qué preguntar: ¿qué otras representaciones conocemos de la fertilidad? Desde la antigüedad, mujeres embarazadas, féminas de amplias caderas y falos erectos han sido la representación de la fertilidad en las culturas que no han recibido en su seno el Evangelio. Entonces ¿qué más trae este Sínodo? ¿La procesión del falo? ¿Y dónde lo van a dejar? ¿Es esa la mejor manera de servir a las culturas amazónicas, que tienen tanto derecho como nosotros de recibir todo el Evangelio en toda su pureza? ¿Amar la Iglesia y reconocer, como yo reconozco, al Papa Francisco como nuestro Papa implica que uno deba estar de acuerdo y aprobar todo? ¿Ese es el “diálogo” actual en la Iglesia?

    Algunos autores, como Andrea Tornielli, han atacado la supuesta radicalidad de quienes quitaron esas imágenes de la iglesia romana y las arrojaron al río Tíber. Su primera afirmación es esta: “El robo y posterior lanzamiento en el río Tíber de las tres estatuillas de madera de la tradición amazónica que representan a una joven embarazada, constituyen un triste episodio que habla por sí mismo.” A la luz de lo que he expuesto antes, yo quiero saber cuál es la “tradición amazónica” vinculada a esas estatuillas sagradas (puesto que ya hemos visto que son tratadas como cosas sagradas). Con gusto me dejo corregir pero que se me muestre cuál es esa tradición.

    Tornielli pasa entonces a apoyarse en la tremenda autoridad de San John Henry Newman, citado en este pasaje:

    El uso de templos y de los dedicados a santos particulares, y a veces decorados con ramas de árboles, incienso, lámparas y velas; las ofrendas ex voto en caso de curación de enfermedades; el agua bendita, el asilo; las fiestas y los tiempos litúrgicos, el uso de calendarios, las procesiones, las bendiciones en los campos, los ornamentos sacerdotales, la tonsura, el anillo utilizado en el matrimonio, el dirigirse hacia el oriente, y en una fecha posterior también las imágenes, tal vez incluso el canto eclesiástico y el Kyrie Eleison: todos son de origen pagano, y han sido santificados por su adopción en la Iglesia.

    El argumento que Tornielli sugiere, basándose en Newman, argumento amplificado por otros autores, como el P. Joseph Simmons, SJ, es claro: la Iglesia Católica ha echado mano de numerosas prácticas paganas y no es nada muy extraño que una estatuilla amazónica inicie su carrera, por así decirlo, hacia un uso religioso en nuestra Iglesia. Muy inteligente el argumento pero por supuesto no aplica.

    Lo que Newman no dice, sin duda por la concisión de su texto, y lo que Tornielli voluntariamente omite, es simple y crucial, y se resume en una pregunta: ¿Qué hace la Iglesia con los elementos paganos ANTES de incorporarlos a su expresión de la fe, ya se trate de la doctrina o la liturgia? Ejemplos: Los cristianos de aquel tiempo, ¿tomaron las estatuas bellísimas de Afrodita y dijeron: “celebremos el amor humano”, y luego las pusieron en sus basílicas? ¿Tomaron el ropaje de los romanos y dijeron sin más: “así se vestirán nuestros sacerdotes”?

    La dinámica cristiana es muy distinta, y San Agustín la explicó bien: “Accedit verbum ad elementum et fit sacramentum.” Es la integración en la predicación cristiana, cuando ello es posible y lógico, lo que permite que un elemento, una vez que adquiere un sentido diverso del sentido pagano que tenía, pase a ser usado en la Iglesia. Y hay algo interesante con lo que podemos concluir: en la lista larga de Newman no hay un solo caso de imágenes humanas. A Newman le interesa cómo algunos actos, relatos u objetos, relativamente neutros en sí mismos, pueden ser transformados en su significado y usados en la Iglesia. Las imágenes diseñadas para el Sínodo Amazónico no tienen nada de esa neutralidad: celebrar “la vida” sin adorar a Dios, único Creador, es simple paganismo. Y con los ídolos paganos, ya se trate del becerro de oro o del dinero de los mercaderes en el templo de Jerusalén, se necesitan acciones firmes y claras… que pueden llegar hasta el Tíber.


    https://fraynelson.com/blog/2019/10/...as-amazonicas/
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

    Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

    Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

    En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47


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    Re: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

    Lo dice así, sin empacho alguno:

    ¿Qué paganismo?

    <<Un grupo de vándalos robó y arrojó el lunes al río Tíber las estatuillas amazónicas utilizadas en la inauguración del Sínodo. Representaban a mujeres indígenas embarazadas, lo que, a juicio de una minoría crítica, suponía una intolerable concesión al sincretismo y el paganismo. El episodio simboliza las resistencias que ha generado esta asamblea de obispos convocada por el Papa, y en particular la cuestión de la inculturación. La premisa es que el Evangelio necesita encarnarse en las diferentes culturas, expresarse a través de códigos locales, y el Sínodo –ya a punto de concluir– se ha propuesto explorar nuevos cauces y métodos para la misión en la Amazonía, reto que –a nadie se le escapa– va a impulsar también nuevas formas de presencia de la Iglesia en los cinco continentes. Desacreditar esos cauces culturales como una contaminación pagana significa confundir clamorosamente el contenido y el recipiente, y supone un claro ejemplo de miopía. El correlato lógico es intentar hacer pasar las propias preferencias ideológicas por verdades evangélicas incuestionables, negándole al resto la condición de católico.>>


    Paulo Suess: «El paganismo no puede ser apartado como si nada»

    Estas barbaridades las suelta un teólogo pues ésta es la Verdad:

    <<Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra; id, pues, enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándolas a observar todo cuanto yo os he mandando. Yo estaré con vosotros siempre hasta la consumación del mundo.>> (Mt. 28. 18,19)

    No se sabe muy bien qué parte es la que no se entiende. No se sabe a ciencia cierta qué parte hay que modificar del Evangelio y acomodarlo a los tiempos, las modas, y las costumbres de los hombres. No se sabía hasta que han llegado estos iluminados. Menos mal que en la Iglesia sigue habiendo verdaderos pastores y no sólo cizaña, la cual será cortada:

    El jesuita James Martin cuestiona la validez de los juicios morales de la Biblia


    LOS OBISPOS NO SE DAN CUENTA DE QUE SE HA CRUZADO LA FRONTERA HACIA EL ANTIGUO PAGANISMO

    Cardenal Müller: «Existe una enorme presión sobre aquellos que piensan de forma ortodoxa y católica»

    El cardenal Muller ha calificado de «muy adecuado» un artículo de Douglas Farrow, Profesor de pensamiento cristiano en la McGill University de Montreal, (Quebec, Canadá), radicalmente crítico con lo que está ocurriendo en el Sínodo para la Amazonia y en la Iglesia.

    25/10/19 9:31 AM


    Cardenal Müller: «Existe una enorme presión sobre aquellos que piensan de forma ortodoxa y católica»

    En mi opinión si que se dan cuenta, son plenamente conscientes de que están des-mon-tan-do la Iglesia fundada por Jesucristo. El hecho de VOLVER al paganismo, es hacerlo a los tiempos anteriores a Cristo y su Evangelio, por tanto, y así niegan su sacrificio, la validez de éste, su mensaje de salvación para todos (luego cada uno elige lo que quiera, allá con su conciencia), y la esperanza de la vida eterna, pues ya se dirá que esperanza dan esos idolillos de madera y barro. Dios, a diferencia de los dioses paganos, es un Dios trascendente que está en nosotros, no es un "cacho" de materia, la más abundante en cada región.

    Y dice el Prof., Douglas Farrow:

    <<La iglesia "llamada a ser cada vez más sinodal" y "encarnarse" en las culturas existentes, es una iglesia bergogliana. Y esta iglesia, para ser claros, no es la Iglesia Católica. Es una falsa iglesia. Es una iglesia autodivinizante. Es una iglesia anticrística, un sustituto de la Palabra hecha carne a la que pertenece realmente la Iglesia Católica y de la cual, como insiste el cardenal Müller, la Iglesia siempre debe dar testimonio si quiere ser Iglesia.>>

    «Entonces, ¿dónde nos deja eso? Nos deja, francamente, con la pregunta de cómo la Iglesia verdadera y la falsa pueden tener el mismo pontífice y de qué se debe hacer al respecto. Otros están planteando esta misma pregunta a su manera. Es una pregunta muy incómoda, ya sea para un humilde laico o para todo un clérigo, ambos atacados por el Instrumentum si dan el menor indicio de petrificación [Nota: referencia a las “doctrinas petrificadas” de las que habla el Instrumentum Laboris]. Supongo que también es una pregunta muy incómoda para el propio pontífice, que desempeña el cargo de Pedro a la vez que lo usa para atacar la "petrificación". Pero esa es la cuestión planteada por el Sínodo de la Amazonia, que ciertamente es un signo de los tiempos».


    Si, de los últimos tiempos preparatorios para el segundo Advenimiento. ¿Qué hacer? nadie parece atreverse a dar el paso, pero hay dos opciones, o este papa renuncia a su papado, algo perfectamente posible y hasta profetizado que habría hasta tres papas simultáneamente (léase el conjunto de ello en el artículo sobre el cardenal australiano en el #128, más arriba desarrollado), o, directamente, los pastores que quedan tendrán que ponerse de acuerdo y convocar un cónclave para elegir otro papa. Nadie quiere un cisma formal, es algo que obviamente desorientaría muchísimo a los fieles que no sabrían a quien seguir, incluso ni siquiera a qué parroquia ir a escuchar la Misa los domingos, pues dependería de a quién obedeciese el párroco. Pero sin una guía cierta, muchos se irán a buscar consuelo y refugio en las sectas protestantes. Sin embargo, la Iglesia no puede seguir así por mucho tiempo.

    El artículo de FARROW completo:

    El Sínodo del Amazonas es un signo de los tiempos. Así lo dice su Instrumentum laboris . ¿Quién podría estar en desacuerdo? ¡Y qué horas son estas! Algunos dicen con esperanza que el Sínodo del Amazonas cambiará la Iglesia para siempre, que la Iglesia nunca volverá a ser la misma. Otros dicen que el Sínodo es un instrumento de apostasía. En el sombrío humor de Dom Giulio Meiattini , "si todavía hay algo cristiano en este Instrumentum laboris , es decir, algunas palabras y expresiones aquí y allá, no hay necesidad de preocuparse: ¡es indudablemente biodegradable!"

    Cristianismo biodegradable: ahora hay un signo de los tiempos, un signo de nuestros tiempos. Porque nuestros tiempos son tiempos en que incluso la fe de la Iglesia Católica amenaza con desaparecer en los humedales de nuestras propias culturas confusas y en descomposición. Nuestros tiempos son tiempos en que la eco-teología en la cuenca del Amazonas y las teologías sexuales en las entrañas de Europa pueden, con un florecimiento "liberacionista", arrojar el evangelio de Jesucristo por el desagüe de Leonardo Boff.

    El verdadero problema aquí no es, como algunos sugieren, los caros fontaneros alemanes que, después de todo, están haciendo el lavado gratis. El verdadero problema es la Gran Apostasía, que se ha desarrollado hace varios siglos y que finalmente ha producido una unión global de tales fontaneros, una unión ahora tan poderosa que puede elegir papas y llevar a cabo sus negocios sucios en nombre de la Iglesia misma.

    El Amazonas, se nos dice en nombre de la Iglesia, "está viviendo un momento de gracia, un kairos ", porque está "viviendo la cultura del encuentro". ¿Encuentro con el Dios y Padre de Jesucristo? No, el encuentro consigo mismo y sus propias tierras, pueblos y culturas, que son verdaderas fuentes de revelación. Encuentro también con "el otro", con "el amor vivido en cualquier religión" y en todos los espacios culturales. Excepto el de los colonialistas y neocolonialistas, por supuesto, que no saben amar. (Uno pensaría que los neocolonialistas seguramente deben incluir a los marxistas y gramáticos europeos que dirigen este sínodo, pero aparentemente no)

    En este momento de gracia, de encuentro, se abre el espacio opresivo de las "doctrinas petrificadas". Los odres viejos, para cambiar la metáfora, están rotos, para que el vino nuevo pueda fluir libremente. El dogma da paso al diálogo, la cristología a la neumología, lo exclusivo a lo inclusivo:

    Muchos pueblos de la Amazonía son inherentemente personas de diálogo y comunicación. Existe una arena amplia y esencial de diálogo entre las espiritualidades, credos y religiones de la Amazonía que requiere un acercamiento del corazón a las diferentes culturas. El respeto por este espacio no significa relativizar las propias convicciones, sino reconocer otras vías / caminos que buscan descifrar el misterio inagotable de Dios. La apertura sincera al otro, al igual que una actitud corporativa, que reserva la salvación exclusivamente para el propio credo, es destructiva de ese mismo credo. Esto es lo que Jesús le explicó al Doctor en Derecho en la parábola del buen samaritano (Lc 10, 30-37). El amor vivido en cualquier religión agrada a Dios. "A través de un intercambio de dones, el Espíritu puede guiarnos cada vez más plenamente hacia la verdad y la bondad" (EG 246).

    Ahora, una crítica adecuada de este material pantanoso, que encuentra lo divino en cada hierba y no rompe ninguna caña magullada, requeriría mucho más espacio abierto que el que tengo aquí; incluso más que el eminente cardenal Müller esbozado en su propia crítica del Instrumentum , el hecho de que, viniendo de un ex jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe, debería ser suficiente para mostrar en qué tipo de veces estamos viviendo Pero aventuraré dos observaciones mías, breve y sin rodeos.

    La primera es que una cosa es decir con Tomás de Aquino que la gracia presupone la naturaleza y otra muy distinta decir que "como el Papa Francisco ha afirmado, 'La gracia supone cultura' (EG 115)". O eso resulta, como La ambigüedad en Evangelii gaudium se resuelve felizmente con el Instrumentum .

    Decir que la gracia presupone la naturaleza es decir que los dones redentores y perfectivos de Dios, gratia sanans y gratia elevans , presuponen lo que Bernardo de Claraval llama gratia creans . Presuponen el don de la creación, que ya tiene sus propios propósitos y poderes, su propio orden y bondad. Es en el rescate de la creación, que debido al pecado ha sido sometido a futilidad, y en la realización de "la gloriosa libertad de los hijos de Dios", que se extienden nuevas gracias, cuya palabra se da a través del evangelio.

    Decir que la gracia presupone cultura, por otro lado, no es simplemente decir que pertenece al ser humano, como animal social, a tener y generar cultura, y que el evangelio llega a los seres humanos como aquellos que ya son inculturado No se trata simplemente de decir que el evangelio puede y debe apoderarse de una cultura, afirmando en ella lo que se ajusta al diseño divino, mientras impugna lo que no. A juzgar por el párrafo programático citado anteriormente, del cual surgen muchas observaciones similares sobre el estado revelador de los pueblos, las tierras y las culturas de la Amazonía (sin mencionar el Rin) como auténticos loci teológicos por derecho propio, es decir algo más que eso y de hecho otro que eso. Es decir que en estos pueblos, tierras y culturas encontramos fundamentos discretos para hablar de Dios y su evangelio.

    "La gracia supone cultura" significa que la cultura en cuestión es de alguna manera divinamente creada y diseñada, por lo tanto buena y reveladora en sí misma. O al menos que es una respuesta apropiada al diseño divino, por lo tanto, bueno y revelador, a pesar de que toda cultura, como lo tienen las Escrituras y la tradición, es el producto de personas caídas en quienes el imago dei , lejos de estar en el camino a la perfección, está muy distorsionado y en peligro de desaparecer, pero para la obra redentora de Cristo.

    Dejemos de lado aquí lo que el cardenal Müller nota sobre el Instrumentum ; a saber, la ausencia general de la Escritura y la tradición y el uso indebido espantoso de ambos donde aparecen. O más bien, admitamos que esto es hasta cierto punto deliberado. Para las Escrituras y la tradición son la fuente misma de las "doctrinas petrificadas" que deben ser superadas. Constituyen el espacio mismo que debe ser dividido. No es casualidad, sugiero, que "lo que falta en la IL es un claro testigo de la autocomunicación de Dios en el verbum incarnatum". , a la sacramentalidad de la Iglesia, a los sacramentos como medios objetivos de la gracia en lugar de simples símbolos autorreferenciales, al carácter sobrenatural de la gracia ". Por una vez que tomamos en cuenta todo eso, queda claro, como dice Müller, que" la integridad del hombre no solo consiste en la comunión con la naturaleza biológica, sino en la filiación divina y en la comunión llena de gracia con la Santísima Trinidad ". Se hace evidente que" la vida eterna es la recompensa por la conversión a Dios, la reconciliación con Él ", que cada hombre y cada cultura requiere.

    Observemos, en cambio, este es el segundo punto, sobre el cual seré aún más breve y aún más directo, lo que el cardenal Müller educadamente no hace. Notemos que la máxima "la gracia supone cultura" es de hecho una enseñanza del actual pontífice, una enseñanza que se está desarrollando de esta manera, en este momento, con su aprobación.

    Los kairos , la cultura del encuentro, que se elogia en el Sínodo Pan-Amazonas es una cultura y kairos bergoglianos . La iglesia "llamada a ser cada vez más sinodal", a "hacerse carne" y "encarnarse" en las culturas existentes, es una iglesia bergogliana. Y esta iglesia, por no decir demasiado, no es la Iglesia Católica. Es una iglesia falsa. Es una iglesia auto-divinizante. Es una iglesia anticristiana, un sustituto de la Palabra hecha carne a la que pertenece realmente la Iglesia católica y a quien, como insiste el cardenal Müller, siempre debe dar testimonio si significa ser la Iglesia.

    Entonces, ¿dónde nos deja eso? Nos deja, francamente, con la pregunta de cómo la Iglesia verdadera y la falsa pueden tener el mismo pontífice, y qué se debe hacer al respecto. Otros están planteando esta misma pregunta a su manera. Es una pregunta muy incómoda, ya sea para el humilde laico o para el noble clérigo, contra los cuales el Instrumentum apunta si dan el menor indicio de petrificación. Supongo que es una pregunta muy incómoda para el propio pontífice, que ocupa el cargo de Peter mientras lo usa para atacar la "petrificación". Pero es la pregunta planteada por el Sínodo del Amazonas, que de hecho es un signo de los tiempos.


    Y el comentario del Cardenal MULLER:

    Aquí (en Roma) uno no oye nada. Nada se comunica al exterior, excepto que existe una enorme presión sobre aquellos que piensan de forma ortodoxa y católica. La situación es tal que ni siquiera los obispos parecen darse cuenta de que se ha cruzado la frontera hacia el antiguo paganismo. Ahí es donde los verdaderos «conservadores» o «ultrarreaccionarios» se encuentran, cuando uno interpreta estos términos en el correcto sentido de Cristo que es la fresca novedad de Dios que no puede ser superado.

    Por ejemplo, antes y durante la época de san Ireneo de Lyon - que nos legó sus cinco libros «Contra las herejías», los cuales son de nuevo muy relevantes hoy - algunos se permitieron ellos mismos ser erróneamente cautivados por la así llamada Gnosis. «Ya que por haberla profesado, algunos se han apartado de la fe». (1 Tim 6, 21). Ireneo había pasado algún tiempo en Roma y había luchado allí contra las herejías gnóstico-cristianas. En el s. II, él fue el defensor más importante del Primado de Roma, pero esto no fue obstáculo para que él personalmente pidiera a los Papas Eleuterio y Víctor I que eligieran enfoques más sabios y justos.

    El hombre sólo está obligado a obedecer a Dios interna y externamente, mientras que la obediencia hacia los superiores eclesiásticos y civiles está meramente condicionada por su propia autoridad sobre la comunidad que dirigen y por la que deben responder ante Dios. Esto es por lo que puede ser necesario rechazar en conciencia obedecer una orden concreta, sin poner en duda la institución de los superiores eclesiásticos (Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica II-II q. 104 a. 5). Cuando San Pablo se opuso cara a cara a San Pedro - que era claramente su superior en la jerarquía - no fue una «correctio fraterna» en el ámbito privado, sino más bien una defensa pública de la fe en su plenitud y a la luz de sus consecuencias internas y externas. Por lo tanto, en cuanto se refiere a la defensa de la fe, todos apóstoles y obispos, tenemos las mismas responsabilidades, el mismo San Pablo pudo, como apóstol, corregir públicamente al apóstol San Pedro, al mismo nivel, sin poner en duda su cargo, que le fue confiado a él por Cristo en persona. (Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica II-II q. 33 a. 4)

    «Creerse en todo mejor que su superior parece presuntuosa soberbia; pensar, en cambio, que es mejor en algo no tiene nada de presunción, ya que en esta vida no hay nadie sin defecto. Pero hay que tener en cuenta también que quien amonesta con caridad a su superior, no por eso se considera mejor, sino que va en auxilio de quien está en un peligro tanto mayor cuanto más alto puesto ocupa, como enseña San Agustín». (Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica, II-II, q. 33 a. 4)

    Hablemos sólo un poco sobre la moda actual de los ignorantes que dividen la Iglesia en dos campos, los enemigos y los amigos del Papa, como si las relaciones personales privadas con un Papa en particular fueran la base del Primado de Roma con respecto a la doctrina de la fe y la moral y dada la communio jerárquica de los obispos con el Papa.

    El papado es de derecho divino y por lo tanto no está basado en el número de seguidores en Facebook, ni en la voluble aprobación de periodistas y oportunistas.

    La clara distinción entre la fe en Dios y el paganismo que hace San Pablo no debe ser obviada: porque ellos «cambiaron la gloria del Dios incorruptible por imágenes que representan a hombres corruptibles, aves, cuadrúpedos y reptiles… han sustituido la verdad de Dios por la mentira, adorando y sirviendo a las criaturas en lugar del Creador, que es bendito eternamente». (Rom 1, 23.25)

    La adoración a Dios es la verdadera teología de la liberación del miedo, del temor, de la inseguridad que nos llega desde el mundo material y de los prójimos. Y sólo con la ayuda del Evangelio y la gracia de Cristo puede desarrollar una cultura su influencia positiva y liberarse del poder del mal.

    Objetivamente, la idolatría y la superstición son los mayores pecados, basados en la confusión entre el Creador y la criatura (Santo Tomás de Aquino, Summa Theologica II-II, q. 94 a. 3), que sólo pueden ser superados por la herejía de aquellos que ya han recibido la verdadera fe por la proclamación de la Iglesia, en contraste con los paganos que, sin tener culpa, aún no conocen el Evangelio.

    Desde la tumba de Pedro, la religión católica debe siempre transmitir la verdad y la claridad, porque este apóstol (Pedro), y sus sucesores (junto con todos los obispos y fieles), responde a la pregunta ¿Quién dicen que soy?: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». (Mt 16, 16). Y esto no le ha sido dado por un diálogo con gente que piensa como él o lo ha pensado él mismo, sino por la Revelación del Padre por el Hijo. La Fides Petri (fe de Pedro) es el fundamento de la Iglesia católica. La profesión de fe no necesita ser reinventada, adaptada a voluntad o reinterpretada cuando parezca oportuno. La fe es el poder de la Palabra de Dios en el corazón de la Iglesia y por lo tanto no es un fósil del obsoleto pensamiento humano. La Revelación está en Cristo, siempre presente en su plenitud en la fe de la Iglesia. Nosotros no podemos agotar esta fuente hasta que Él regrese al final de los tiempos. Pero tampoco debemos querer mejorarla por medio de enmiendas humanas supuestamente necesarias. Esa sería la peor contaminación medioambiental que haría nuestro planeta inhabitable. Si el Verbo Encarnado, que estaba con Dios y es Dios, ya no habita entre nosotros y en nuestro interior, ¿dónde habría aún lugar para nosotros?


    Cardenal Müller: «Existe una enorme presión sobre aquellos que piensan de forma ortodoxa y católica»
    Última edición por Valmadian; 25/10/2019 a las 13:43
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

    Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

    Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

    En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47


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  12. #132
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    Re: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

    El Papa a los padres sinodales: La policía ha encontrado las «estatuas de la Pachamama» y estarán en San Pedro

    Por Gabriel Ariza | 25 octubre, 2019

    Diario de un padre sinodal

    El Papa ha pedido perdón por lo sucedido con las imágenes paganas veneradas en una iglesia de Roma. Pero no por venerarlas, o presidir rituales raros, no, sino por el hecho de que unos católicos hayan entrado en la iglesia para sacar las imágenes y arrojarlas al Tíber.

    Ha sido esta tarde, al inicio de la sesión vespertina en el aula sinodal, cuando en su intervención el Papa Francisco pidió disculpas por lo qué pasó con las imágenes Pachamama (madre tierra) —que sacaron del templo de Santa Maria in Traspontina y tiraron al río Tevere— y dijo que la policía las encontró y están en la comisaría.

    El Papa hizo un estremecedor anuncio al final de la sesión:

    «El domingo estarán esas imágenes en la Basílica de San Pedro en la Misa de cierre del Sínodo…»


    https://infovaticana.com/2019/10/25/...do-los-idolos/


    Si esos ídolos están en esa misa, en ella no estará presente Cristo. Si se cumple, hay que esperar la inmediata renuncia de Bergoglio o exigírsela haciéndole llegar dicha exigencia.
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

    Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

    Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

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  13. #133
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    Re: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

    Ahora ya en la mismísima basílica de San Pedro. Ahora sí que tendremos la abominación desoladora en el lugar santísimo.

    Que Dios te pille confesado, Pancho. Vete ya, dimití ya, arrodillate, pedile perdón a Dios y hacé penitencia. Nos tenés ya podridos. Mirá que por ser vos quien sos el Señor te pedirá cuentas con mucho más rigor.

    De pontífices indignos, líbranos, Señor. Exurge, Domine.

  14. #134
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    Re: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

    Finalmente, después de estar dando la callada por respuesta, como hace siempre Bergoglio, resulta que el idolillo representa a la "diosa madre tierra", que por mucho que se diga ni es diosa, ni es madre, ni es de tierra. Pero esto es algo que sabíamos muchos, aunque nos quisieran tomar el pelo. ¿Y quién se puede fiar de unos presuntos pastores que no se comportan como tales?

    Leyendas de la Amazonia


    https://infovaticana.com/2019/10/25/...do-los-idolos/

    Pero mucho más preocupante e indignante es esto otro, pues son las palabras del propio ¿Papa?:



    <<Buenas tardes, me gustaría decir unas palabras sobre las estatuas de la pachamama que fueron retiradas de la iglesia de la Traspontina, que estaban allí sin intenciones idólatras y fueron arrojadas al Tíber. En primer lugar, esto sucedió en Roma y, como obispo de la diócesis, pido perdón a las personas que se sintieron ofendidas por este gesto.

    Luego les informo que las estatuas, que crearon tanto clamor mediático, fueron encontradas en el Tíber. Las estatuas no están dañadas.

    El comandante de los Carabineros quiere que se informe de este hallazgo antes de que la noticia sea pública. Al momento la noticia es confidencial y las estatuas están conservadas en la oficina del Comandante de los Carabineros italianos.

    El Comando de los Carabineros estará encantado de seguir cualquier indicación que querrá dar sobre el modo de publicación de la noticia y sobre otras iniciativas que se quieran tomar al respecto, por ejemplo, informa el comandante, «la exposición de las estatuas durante la Santa Misa de clausura del Sínodo», se verá. Delego al Secretario de Estado para que responda a esto.

    Esta es una bella noticia, gracias.>>


    O sea, ¿pide perdón a quiénes se hayan podido ofender por tener unos tacos de madera tallada en una iglesia consagrada, y no se lo pide a TODA la Cristiandad por permitir semejante sacrilegio?

    Cuando se tengan ciertas dudas hay que hacer alguna que otra reflexión. Sabemos que Jesucristo fue un buen observador de la Ley de Moisés, sabemos que echó a latigazos a los mercaderes que profanaban el recinto del Templo de Jerusalén, y que en dicho templo estaba la sala del Arca de la Alianza. ¿Hubiese permitido Cristo la presencia de una estatua de Baal, por ejemplo, o de Astarté en dicho templo sagrado de los judíos?

    No es nada difícil responder, por el contrario es muy sencillo saber que la respuesta es un rotundo NO. Entonces ¿quién se cree que es este papa para poner una figura de una diosa pagana en el mismísimo centro de la Catolicidad? ¿Quién se cree que es para profanar la mismísima Eucaristía? No olvidemos aquellas palabras de Jesús: "donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.» (Mt. 18, 20) ¿Estará Cristo en esa misa?

    Pues cuidado porque:

    "¡Ay del mundo por los escándalos! Es forzoso, ciertamente, que vengan escándalos, pero ¡ay de aquel hombre por quien el escándalo viene!" (Mateo, 18, 7)
    Última edición por Valmadian; 26/10/2019 a las 13:03
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

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    Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

    En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47


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  15. #135
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    Re: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

    Cada vez que un tonto abre la boca, así sea laico o lleve sotana, dirá tonterías.

    El cardenal Aguiar sobre los que robaron los ídolos: En todas las familias hay una oveja negra

    Por INFOVATICANA | 25 octubre, 2019

    Según el arzobispo de la capital de México, Carlos Aguiar Retes, los católicos que robaron las estatuillas de madera de una mujer embarazada desnuda, y aquellos dentro de la Iglesia que niegan el cambio climático son las «ovejas negras» de la familia de 1.300 millones de miembros que es la Iglesia Católica.

    Relata Inés San Marín en Crux que el cardenal Aguiar Retes, arzobispo de Ciudad de México, actualmente en Roma donde participa en el Sínodo de la Amazonía, dijo a los periodistas el martes que el robo de la estatua fue «triste, una pena».

    «En todas las mejores familias, hay una oveja negra», dijo el purpurado mexicano. «Y en la comunidad internacional, también hay personas que no creen en el daño que estamos haciendo [al planeta]».


    https://infovaticana.com/2019/10/25/...a-oveja-negra/

    Uno, ¿qué tiene que ver el hipotético robo de algo sacrílego con que hay gente en este planeta -la mayoría no serán ni cristianos-, que no se traga lo del cambio climático?

    Dos, ¿quiénes son las ovejas negras, mejor dicho, los frikis, dentro de la Iglesia, el católico normalito o esta gente rara que NO EVANGELIZA, que no duerme debajo de un techo de paja, sino que se pavonea por despachos pisando alfombras?
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

    Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

    Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

    En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47


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  16. #136
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    Re: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

    Afortunadamente todavía quedan quienes sí arrojan luz y guían a la grey.

    EL GRAN ERROR FUE TRAERLOS, NO SACARLOS

    Cardenal Müller: «Traer los ídolos a la Iglesia fue un crimen contra la Ley Divina»

    Un día antes de que el papa Francisco pidiera perdón por el robo de los ídolos de Pachamama, recuperados del río Tíber por la policía italiana, el cardenal Müller aseguró que «el gran error fue traer los ídolos a la Iglesia, no sacarlos».

    26/10/19 12:04 PM

    (InfoCatólica) Entrevistado por Raymond Arroyo para EWTN, el Prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe recuerda que el primer mandamiento de la Ley de Dios condena la idolatría, la cual no puede mezclarse con la liturgia cristiana.

    Respecto a lo ocurrido con los ídolos, el cardenal dijo que «sacarlos y tirarlos, puede ir contra de la ley humana, pero traer a los ídolos a la Iglesia fue un pecado grave, un crimen contra la Ley Divina». Y añadió: «Hay una gran diferencia»


    Cardenal Müller: «Traer los ídolos a la Iglesia fue un crimen contra la Ley Divina»
    DOBLE AGUILA dio el Víctor.
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

    Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

    Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

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  17. #137
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    Re: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

    Ya tenemos el documento del "Sín-nada para la Amazonía", es un documento inane, pero que ha puesto negro sobre blanco cual es la situación dentro de la Iglesia, y la deriva que ha tomado una parte de Ella. A medida que vayan pasando semanas, meses y los más inmediatos años se van a ver las consecuencias ("por los frutos los conoceréis"), y mucho hay que temer que no se vaya a serenar la situación. Antes al contrario, es previsible que los problemas se vayan agudizando, por ejemplo, ¿a partir de ahora va a ser posible ver en algunos -no en todos-, templos católicos diferentes figurillas paganas junto a la iconografía tradicional? Pues no será raro que se den tales situaciones, sobretodo porque ya hay alguna que otra donde se da café con bollos en la nave central, se pintan cuadros o se hace ganchillo, se ve la televisión,etc., bajo diferentes excusas. También es posible que haya "presuntos" sacerdotes y diaconisas (futuras aún), ¿o serán sacerdotisas? asistiendo a bautizos y comuniones civiles a título de testigos. No hay nada de extraño en esta posibilidad, ¿acaso no es siempre el Estado el convidado de piedra de todas las uniones canónicas? En el caso de los bautizos todavía no, pero todo se andará, porque así el tiránico y totalitario Estado Español sabrá quienes son bautizados para después incluirlos en algún tipo de lista negra. Lista que permitirá discriminar a la hora de las oposiciones, subvenciones, ayudas y demás mamandurria, favoreciendo primero a los no bautizados. Pero no hay que preocuparse, porque habrá una iglesia universal "oficial" a la que el Estado tiránico y totalitario reconocerá gustosamente.



    120 PUNTOS CON 2/3 DE APROBACIÓN

    Documento final del Sínodo: sacerdotes casados, estudio de diaconisas, rito amazónico, pecado «ecológico» y jerigonza

    En la tarde del sábado 26 finalizaba la última e intensa sesión con las votaciones de la Relatio finalis, el documento final, del Sínodo para la Amazonia. Francisco quiere publicar una exhortación apostólica post-sinodal antes de fin de año.

    27/10/19

    Documento final del Sínodo de la Amazonia.

    (InfoCatólica) En la tarde del sábado 26 finalizaba la última e intensa sesión con las votaciones de la Relatio finalis, el documento final, del Sínodo para la Amazonia. Se entregaba al Santo Padre un documento con 120 puntos.

    Aunque desde el Sínodo pasado, el de la Juventud, las propuestas del documento final podían convalidarse inmediatamente para su publicación por al Papa, el Santo Padre ha decidido publicar una exhortación apostólica post-sinodal, por lo que los puntos aprobados por mayoría de 2/3 son meras recomendaciones al Pontífice que puede incorporar o no. Francisco en su discurso de clausura dijo que:

    En la Exhortación Postsinodal que, no es obligatorio que el Papa lo haga, lo más probable…, no, perdón, lo más fácil sería: ‘Bueno, acá está el documento, vean ustedes’. De todas maneras, una palabra del Papa de lo que ha vivido en el Sínodo puede hacer bien. Yo quisiera hacerla antes de fin de año de tal manera que no pase mucho tiempo. Todo depende del tiempo que tenga para pensar.

    El documento tiene 29 páginas a doble cara y propone 120 puntos, articulados en una introducción, cinco capítulos y una conclusión. Los capítulos responden a cinco conversiones: La conversión integral, la conversión pastoral, la conversión cultural, la conversión ecológica y la conversión sinodal.

    Ordenación de casados

    La propuesta de ordenar hombres casados está contenida en el párrafo 111 del documento, que recibió 128 votos a favor y 41 en contra, con lo que se convirtió en el numeral que más desaprobaciones recibió en todo el documento.

    El párrafo se refiere a las dificultades que tienen las comunidades en la Amazonía para acceder a la Eucaristía y recuerda la enseñanza sobre el celibato de los Papas San Pablo VI y San Juan Pablo II.

    «Considerando que la legítima diversidad no daña la comunión y la unidad de la Iglesia, sino que la manifiesta y sirve (LG 13; OE 6) lo que da testimonio de la pluralidad de ritos y disciplinas existentes, proponemos establecer criterios y disposiciones de parte de la autoridad competente, en el marco de la Lumen Gentium 26, de ordenar sacerdotes a hombres idóneos y reconocidos de la comunidad, que tengan un diaconado permanente fecundo y reciban una formación adecuada para el presbiterado, pudiendo tener familia legítimamente constituida y estable, para sostener la vida de la comunidad cristiana mediante la predicación de la Palabra y la celebración de los Sacramentos en las zonas más remotas de la región amazónica. A este respecto, algunos se pronunciaron por un abordaje universal del tema», indica el texto.

    Diaconisas

    La propuesta para estudiar la posibilidad de ordenar diaconisas está en el párrafo 103, que tuvo 137 votos a favor y 30 en contra, con lo que se constituye como el segundo numeral que más desaprobaciones recibió.

    El texto señala que «en las múltiples consultas realizadas en el espacio amazónico, se reconoció y se recalcó el papel fundamental de las mujeres religiosas y laicas en la Iglesia de la Amazonía y sus comunidades, dados los múltiples servicios que ellas brindan. En un alto número de dichas consultas, se solicitó el diaconado permanente para la mujer. Por esta razón el tema estuvo también muy presente en el Sínodo».

    «Ya en 2016, el Papa Francisco había creado una ‘Comisión de Estudio sobre el Diaconado de las Mujeres’ que, como Comisión, llegó a un resultado parcial sobre cómo era la realidad del diaconado de las mujeres en los primeros siglos de la Iglesia y sus implicaciones hoy. Por lo tanto, nos gustaría compartir nuestras experiencias y reflexiones con la Comisión y esperamos sus resultados», agrega.

    El Santo Padre propuso reabrir la comisión, con otros miembros, se desconoce si más afines a la propuesta sinodal. Extraña mención pues el propio Francisco en mayo en la reunión con las Superioras Religiosas afirmó que: Papa Francisco: «el Señor no quiso un ministerio sacramental para las mujeres», y añadió:

    «Caminamos por el camino firme y recto, el camino de la Revelación, no podemos andar por otro camino [...] Creo que esta es la respuesta: no [guiarnos] sólo por las definiciones dogmáticas o la [evolución] histórica, que nos ayudarán. Pero no podemos caminar fuera de la Revelación y las expresiones dogmáticas.... ¿se entiende esto? Somos católicos, pero si alguna de ustedes quiere fundar otra iglesia, es libre de hacerlo»

    Rito amazónico

    En cuanto a la posibilidad de crear un rito amazónico, la propuesta está en el párrafo 119, que recibió 140 votos a favor y 29 en contra, siendo así el tercer numeral que más desaprobaciones tuvo en todo el documento.

    El numeral señala que «el nuevo organismo de la Iglesia en la Amazonía debe constituir una comisión competente para estudiar y dialogar, según usos y costumbres de los pueblos ancestrales, la elaboración de un rito amazónico, que exprese el patrimonio litúrgico, teológico, disciplinario y espiritual amazónico, con especial referencia a lo que la Lumen Gentium afirma para las Iglesias orientales (cf. LG 23)».

    «Esto se sumaría a los ritos ya presentes en la Iglesia, enriqueciendo la obra de evangelización, la capacidad de expresar la fe en una cultura propia y el sentido de descentralización y de colegialidad que puede expresar la catolicidad de la Iglesia. También podría estudiar y proponer cómo enriquecer ritos eclesiales con el modo en que estos pueblos cuidan su territorio y se relacionan con sus aguas», agrega.

    Este numeral puede ser la puerta de atrás para la ordenación de casados pues va más allá de lo que sería un «uso litúrgico» como podría ser el zaireño.

    Nuevas forma administrativa y «pecado ecológico»

    En el número 82 del texto se propone luego «definir el pecado ecológico como una acción u omisión contra Dios, contra el prójimo, la comunidad y el ambiente». También proponemos crear ministerios especiales para el cuidado de la «casa común» y la promoción de la ecología integral a nivel parroquial y en cada jurisdicción eclesiástica«, prosigue el documento final.

    El numeral 85 plantea luego crear un observatorio socioambiental pastoral que trabajaría en alianza con el CELAM, la CLAR, Caritas, la REPAM, los Episcopados nacionales, las Iglesias locales, las Universidades Católicas, la CIDH, otros actores no eclesiales en el continente y los representantes de los pueblos indígenas. Igualmente pedimos que en el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, se cree una oficina amazónica que este en relación con este Observatorio y las demás instituciones locales amazónicas.

    Jerigonza y lenguaje inclusivo

    Gran parte del texto supone una reflexión autorreferencial, con términos y frases de reminiscencias religiosas y en muchos casos incomprensibles. Quizá son párrafos producidos por las «élites católicas y cristianas» criticadas por el Santo Padre en su discurso que «que quieren ir a la cosita y se olvidan de lo grande»

    Ha llamado la atención, como señala la agencia ACI el lenguaje inclusivo, un desdoblamiento innecesario del género de algunas palabras para, según los partidarios de este tipo de lenguaje, no «discriminar» a las mujeres.

    Este desdoblamiento de género se puede encontrar nada más comenzar la lectura del documento final, en su punto primero: «El clima fue de intercambio abierto, libre y respetuoso de los obispos pastores en la Amazonía, misioneros y misioneras, laicos, laicas, y representantes de los pueblos indígenas de la Amazonía».

    Poco más adelante, en el punto 3, se puede leer un nuevo ejemplo: «El caminar sinodal del Pueblo de Dios en la etapa preparatoria involucró a toda la Iglesia en el territorio, los Obispos, misioneros y misioneras, miembros de las Iglesias de otras confesiones cristianas, laicos y laicas, y muchos representantes de los pueblos indígenas, en torno del documento de consulta que inspiró al Instrumentum Laboris» o documento de trabajo.

    Finalmente, se encuentra otro ejemplo en el punto 39: «Los equipos misioneros itinerantes en la Amazonía, van tejiendo y haciendo comunidad en el camino, ayudan a fortalecer la sinodalidad eclesial. Pueden sumar varios carismas, instituciones y congregaciones, laicos y laicas, religiosos y religiosas, sacerdotes».

    El lenguaje inclusivo ha sido siempre problemático por su vinculación con la ideología de género, varias veces condenada por el Papa Francisco, además de su imprecisión lingüística. Según la Real Academia Española (RAE) el empleo del lenguaje inclusivo supone el uso de «desdoblamientos innecesarios».


    Documento final del Sínodo: sacerdotes casados, estudio de diaconisas, rito amazónico, pecado «ecológico» y jerigonza
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

    Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

    Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

    En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47


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  18. #138
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    Re: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

    Ha sido el sínodo a-masónico. Y ha servido para oficializar muchas cosas que ya estaban infiltradas pero todavía eran objeto de bastante rechazo y no estaban muy generalizadas.

  19. #139
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    Re: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

    Finalmente, después de estar dando la callada por respuesta, como hace siempre Bergoglio, resulta que el idolillo representa a la "diosa madre tierra", que por mucho que se diga ni es diosa, ni es madre, ni es de tierra. Pero esto es algo que sabíamos muchos, aunque nos quisieran tomar el pelo. ¿Y quién se puede fiar de unos presuntos pastores que no se comportan como tales?
    Así es, el propio Francisco ha reconocido que se trata de representaciones de la diosa amazónica; por lo tanto ya no hay más discusión, ha traído conscientemente imágenes de ídolos a la Iglesia. Lo revelador, es la prisa que se han dado en meter buceadores de la policía en el Tíber para recuperarlas y que puedan ser "adoradas" ahora en la mismísima Basílica de San Pedro. Comprobamos que la mafia masónica dentro de Italia y el Vaticano sigue imperando como hace décadas; a pesar de los intentos de Salvini de neutralizarla.

    Inenarrable, recuperar esas burdas imágenes como si fueran obras de arte. Qué poco han defendido una basílica y una tumba católicas, por el contrario.

    Por cierto, o mucho me equivoco, o en 13Tv y la Cope han hecho "mutis por el foro".
    Última edición por DOBLE AGUILA; 28/10/2019 a las 15:28

  20. #140
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    Re: ¿Pero ya hay cisma de facto o no lo hay?

    Libros antiguos y de colección en IberLibro
    Pues a colación de todo esto traigo aquí un tema largo, procedente de un sitio católico, aunque no sea el favorito de los tradicionalistas. Pero por su interés, y pienso que conveniencia para todos, merece la pena ser leído y meditado. En estos temas yo soy un lego, pero aquí hay foristas con una gran preparación que podrán hacer las precisiones y comentarios pertinentes. A lo largo de la historia de la Iglesia ha habido muchas herejías, al menos las reconocidas, pero muchas más excomuniones que cabiendo en el concepto latae sententiae se cae en ellas de modo automático, incluso ante la ignorancia del excomulgado.

    Penas latae sententiae y penas ferendae sententiae en el derecho penal canónico - Iuscanonicum - Derecho Canónico en la Web

    Y de eso trata en parte el artículo aquí traído. Llama la atención el empleo del pronombre personal "ustedes"en lugar de "vosotros", que era la forma de tratarse, pienso que debe tratarse de una aportación del traductor. No obstante, la intención es evitar caer en juicios temerarios ante los acontecimientos de las últimas semanas. Sin embargo, sí que existe el derecho de todo creyente en manifestar su disconformidad, o su escándalo ante ciertas cuestiones, y deben ser los responsables quienes den explicaciones. En toda la extensión del artículo se da la impresión de que sólo pueden ser cismáticos los que se separan de la Iglesia, pero no se deduce en lo que podría pasar si tal condición se diese en los responsables de la misma. Quién no se acuerda de aquello que dice ¿quién peca más, el que paga por pecar o el que peca por la paga?. ¿Quién es cismático, el que permanece fiel al depósito de la fe entero, pero no está conforme con ciertas tendencias, o el que se aparta de dicho depósito desde las mayores alturas de la Iglesia? Desde luego, a tenor del artículo ¿queda alguien que no sea cismático?



    ¿Qué es un cisma?

    Mediante inicuas disensiones los cismáticos se apartan de la caridad fraterna, aunque creen lo que nosotros creemos.


    Por: Enciclopedia Católica | Fuente: www.aciprensa.com




    I. IDEAS GENERALES, CARÁCTER MORAL Y SANCIONES PENALES

    Cisma (del griego schisma, separación, división) es, en el lenguaje de la teología y el derecho canónico, la ruptura de la unidad y unión eclesiásticas, i.e. ya sea el acto por el cual uno de los fieles corta los vínculos que le unen a la organización social de la Iglesia y que le hacen miembro del cuerpo místico de Cristo, o el estado de disociación o separación que resulta de dicho acto.

    En su sentido etimológico y pleno el término aparece en los libros del Nuevo Testamento. Mediante este nombre San Pablo caracteriza y condena los partidos formados en la comunidad de Corinto (I Cor x, 12) : «Os ruego, hermanos», escribe, «.... no haya cisma entre ustedes; antes sean acordes en el mismo pensar y en el mismo sentir». La unión de los fieles, dice en otra parte, debe manifestarse en la mutua comprensión y la acción convergente de manera similar a la cooperación armoniosa de nuestros miembros que Dios ha dispuesto «de manera que no pueda haber cisma en nuestro cuerpo» (I Cor xii, 25).

    Así entendido, el cisma es un género que abarca dos especies distintas: un cisma herético o mixto y un cisma puro y simple. El primero tiene como origen o acompañamiento la herejía; el segundo, el cual la mayoría de los teólogos designa como cisma propia-mente dicho, es la ruptura del vínculo de subordinación sin ir acompañado de un error persistente, directamente opuesto a un dogma definido. Esta distinción fue delineada por San Jerónimo y San Agustín. «Entre herejía y cisma», explica San Jerónimo, «hay esta diferencia, que la herejía pervierte el dogma, mientras que el cisma, por la rebelión contra el obispo, separa de la Iglesia. Sin embargo, no hay cisma que no invente una herejía para justificar su alejamiento de la Iglesia (En Ep. ad Tit. iii, 10). Y San Agustín: «Mediante las falsas doctrinas referentes a Dios los heréticos hieren la fe; mediante inicuas disensiones los cismáticos se apartan de la caridad fraterna, aunque creen lo que nosotros creemos» (De fide et symbolo, ix). Pero como San Jerónimo observa, práctica e históricamente, herejía y cisma casi siempre van de la mano; el cisma conduce casi invariablemente a la negativa de la primacía papal.


    El cisma, por tanto, usualmente es mixto, en cuyo caso, considerado desde el punto de vista moral, su perversidad se debe principalmente a la herejía que contiene. En otro aspecto y siendo cisma puro, es contrario a la caridad y la obediencia; contra la primera porque corta los vínculos de la caridad fraterna, contra la segunda porque el cismático se rebela contra la jerarquía divinamente constituida. Sin embargo, no toda desobediencia es un cisma; para que tenga este carácter debe incluir aparte de la trasgresión a las órdenes de los superiores, la negativa del derecho divino para ordenar. Por otra parte, el cisma no necesariamente implica adhesión, pública o privada, a un grupo disidente o a una secta aparte, mucho menos la creación de tal grupo. Llega a ser cismático cualquiera que, aunque desee permanecer siendo cristiano, se rebele contra la autoridad legítima, sin llegar al rechazo de la Cristiandad como un todo, lo que constituye el delito de apostasía.

    Anteriormente se consideraba correctamente que un hombre era cismático cuando hacía caso omiso de la autoridad de su obispo; de allí las palabras de San Jerónimo citadas arriba. Antes de él San Cipriano había dicho: «Debe entenderse que el obispo está en la Iglesia y ésta en el obispo, y no está en la Iglesia quién no esté con el obispo» (Epis., Ixvi, 8). Mucho tiempo antes, San Ignacio de Antioquía asentó este principio: «Donde está el obispo, allí está la comunidad, así como donde está Cristo allí está la Iglesia Católica» (Smym., viii, 2). Ahora sin embargo la evolución centralizadora que enfatiza el papel preponderante del Soberano Pontífice en la constitución de la unidad eclesiástica, el mero hecho de rebelarse contra el obispo de la diócesis es a menudo un paso hacia el cisma; no es un cisma en aquél que permanece, o reclama permanecer, sujeto a la Santa Sede. En el sentido material de la palabra existe un cisma, que es la ruptura del cuerpo social, si hubiera dos o más reclamantes del Papado, cada uno de los cuales, teniendo de su lado ciertas comparecencias de derecho y consecuentemente un número más o menos numeroso de partidarios. Pero bajo estas circunstancias la buena fe puede, al menos por un tiempo, evitar un cisma formal; éste se inicia cuando la legitimidad de uno de los pontífices llega a ser tan evidente como para hacer inexcusable la adhesión a un rival. El cisma es considerado por la Iglesia como una falla muy grave y se castiga con las mismas penas reservadas a la herejía, debido a que usualmente ésta lo acompaña. Las penas son: excomunión en la que se incurre ipso facto y que queda reservada al Soberano Pontífice (cf. “Apostolicae Sedis, I, 3); ésta es seguida por la pérdida de toda jurisdicción ordinaria e incapacidad de recibir cualesquier beneficios o dignidades eclesiásticos. Comunicar in sacris con cismáticos, p.e. recibir los sacramentos de sus ministros, asistir a los Oficios Divinos en sus templos, está estrictamente prohibido para los fieles.




    Algunos teólogos distinguen entre cisma “activo” y “pasivo”. Por el primero entienden apartarse deliberadamente del cuerpo de la Iglesia, renunciando libremente al derecho de formar parte de él. Llaman cisma pasivo a la condición de aquellos que la Iglesia por sí misma rechaza de su seno en virtud de la excomunicación, en vista de que emprenden esa separación al hacerse merecedores de ella, independientemente de que la deseen o no. Por tanto, este artículo tratará directamente en forma exclusiva con el cisma activo, o cisma propiamente dicho. Es claro, sin embargo, que el llamado cisma pasivo no solamente no excluye el otro, sino que a menudo lo supone tanto en teoría como de hecho. Desde este punto de vista es imposible comprender la actitud de los protestantes que siguen responsabilizando de la separación a la Iglesia que abandonaron. Se prueba a través de todos los monumentos históricos y especialmente mediante los escritos de Lutero y Calvino que, antes del anatema pronunciado contra ellos en el Concilio de Trento, los líderes de la Reforma habían proclamado y repetido que la Iglesia Romana era la “Babilonia del Apocalipsis, la sinagoga de Satán, la sociedad del Anticristo”; que ellos debían alejarse de ella y que lo hacían así para reencontrar el camino de la salvación. Y en esto ajustaron la acción a sus palabras. Así el cisma lo completaron cabalmente antes de que fuera solemnemente establecido por la autoridad que ellos rechazaban y que transformado por dicha autoridad en una justa sanción penal.



    II. EL CISMA A LA LUZ DE LA ESCRITURA Y LA TRADICION


    Como el cisma en su definición y pleno sentido es la negación práctica de la unidad eclesial, la explicación del primero requiere una clara definición de la segunda y probar la necesidad de ésta para establecer la malicia intrínseca del cisma. En realidad los textos de la Escritura y la Tradición muestran que estos aspectos de la misma verdad están tan estrechamente unidos que el paso de uno a otro es constante y espontáneo. Cuando Cristo construyó sobre Pedro como fundamento firme del edificio indestructible de su Iglesia, de ese modo Él indicó su unidad esencial y especial mente su unidad jerárquica (Mt xvi, 18). Él expresó el mismo pensamiento cuando se refirió a los fieles como un Reino y como un rebaño: «Tengo otras ovejas, que no son de este redil: también debo traerlas y ellas oirán mi voz y habrá un solo rebaño y un solo pastor» (Jn x, 16). La unidad de la fe y adoración es indicada más explícitamente por las palabras que esbozan la solemne mi-sión de los Apóstoles: «Vayan pues, y enseñen a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo» (Mt xxviii, 19). Estas diversas formas de unidad son el objeto de la oración después de la Ultima Cena, cuando Cristo ruega por Él mismo y pide «que sean uno» como el Padre y el Hijo son uno (Jn xvii, 21-22). Aquellos que violan las leyes de la unidad llegarán a ser extraños a Cristo y a su familia espiritual: «Y si él no escucha a la Iglesia, sea para ti como gentil o publicano» (Mt xviii, 17).

    A imitación fiel de la enseñanza de su Maestro, San Pablo a menudo se refiere a la unidad de la Iglesia, describiéndola como un edificio, como un cuerpo, un cuerpo entre cuyos miembros existe la misma solidaridad que hay entre los miembros del cuerpo humano (1 Cor xii; Ef 4). Él enumera sus diversos aspectos y fuentes: «Porque en un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un solo cuerpo.... y hemos bebido en un solo Espíritu» (1 Cor xii, 13); porque nosotros, siendo muchos, somos un solo pan, un solo cuerpo, todos los que participamos de un mismo pan» (1 Cor x, 17). Él lo resume en la siguiente fórmula: «Un solo cuerpo y un solo Espíritu....un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo>> (Ef iv, 4-5). Finalmente llega a la conclusión lógica cuando anatematiza las novedades doctrinales y a sus autores (Gal i, 9), igualmente cuando escribe a Tito: «Al hombre que es hereje, después de la primera y segunda amonestación, evítalo» (Tit iii, 10); y de nuevo cuando con tanta energía condena las disensiones de la comunidad de Corinto: «Hay discordias entre ustedes... cada uno de ustedes dice: Yo, en realidad, soy de Pablo; y yo soy de Apolo; y yo de Cefás; y yo de Cristo. ¿Está dividido Cristo? ¿Entonces Pablo fue crucificado por ustedes, o fueron bautizados en su nombre? (1 Cor i, 11-13). «Ahora, les ruego hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos hablen la misma cosa y no haya cismas entre ustedes; sino que tengan el mismo pensar y el mismo sentir» (1 Cor i, 10). San Lucas hablando en elogio de la primitiva Iglesia menciona su unanimidad de creencia, de obediencia y de adoración: «Ellos perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la unión, en la fracción del pan y en la oración» (He ii, 42). Toda la primera carta de San Juan está dirigida contra los innovadores y cismáticos contemporáneos; y el autor, en contraste a los miembros de la Iglesia, “los Hijos de Dios”, los considera como extraños a ésta y les llama “los hijos del diablo” (1 Jn iii, 10); los hijos “del mundo” (iv, 5), e incluso Anticristo (ii, 22; y iv, 3).


    La misma doctrina es encontrada en todas las evidencias de la Tradición, comenzando por las más antiguas. Antes del fin del primer siglo San Clemente escribiendo a la Iglesia de Corinto para restablecer la paz y la armonía fuertemente inculca la necesidad de la sumisión al “heugomenos” (1 Cor i, 3), «a los guías de nuestras almas» (lxiii, 1) y a los «presbíteros» (xlvii, 6; liv, 2; lvii, 1). Es, dice, un «grave pecado» despreciar la autoridad de ellos como lo están haciendo los corintios (xliv, 3, 4, 6; xlvii, 6); es un deber honrarles (i, 3; xxi, 6). No debe haber división en el cuerpo de Cristo (xlvi, 6). La razón fundamental para todo esto es el orden jerárquico divinamente instituido. La obra de Cristo es de hecho continuada por los Apóstoles, a quienes envió Cristo como Él fue enviado por Dios (xlii, 1, 2). Fueron ellos quienes establecieron los «episcopi y diáconos» (xlii, 4) y decidieron que otros deberían sucederlos en su ministerio (xliv,2). Así explica él la gravedad del pecado y la severidad de las reprimendas dirigidas a los fomentadores de problemas. «¿Por qué habría de haber entre ustedes diputas, querellas, disensiones, cismas y guerra? ¿No tenemos un único y el mismo Dios, un único y el mismo Cristo? ¿No es el mismo espíritu de gracia que ha sido derramado sobre nosotros? ¿No tenemos una vocación común en Cristo? ¿Por qué dividir y separar a los miembros de Cristo?, ¿por qué estar en guerra con nuestro propio cuerpo?, ¿por qué ser tan tontos como para olvidar que somos miembros un so lo cuerpo?» (xlvi, 5-7).

    San Ignacio insiste no menos enérgicamente en la necesidad de la unidad y el peligro del cisma. Él es el primer autor en quien encontramos la unidad episcopal claramente delineada, y ruega a los fieles se coloquen al lado de los “presbíteros” y diáconos y especialmente a través de ellos y con ellos se coloquen al lado del obispo: «Es adecuado que ustedes tengan una misma mente con el obispo, como la tienen, porque el venerable presbiterado de ustedes está ad-herido al obispo como las cuerdas a la lira» (Eph, vi, 1); «ustedes no deben aprovecharse de la edad de su obispo, sino, estando atentos al poder de Dios Padre, muéstrenle de todas las maneras (posibles) el respeto, como lo hacen los santos sacerdotes» (Magn., iii, 1). El obispo es centro y pivote de la Iglesia: «Donde está él, allí debería estar la comunidad» (Smyrn., xi, 1). Los deberes de los fieles hacia la jerarquía están resumidos en uno: estar unidos a ella en sentimiento, fe y obediencia. Deben ser siempre sumisos al obispo, al presbiterado y a los diáconos (“Eph.”, ii, 2; v, 3; xx, 2; “Magn.”, ii; iii, 1; vi, 1,2; xiii, 2; “Trall.”, ii, 1,2; xiii, 2; “Philad.”, vii, 1; “Smyrn.”, viii, 1; “Polyc.”, vi, 1). Jesucristo siendo la palabra del Padre y el obispo estando en la doctrina de Cristo (en Iesou christou gnome) es adecuado adherirse a la doctrina del obispo (Eph., iii, 2; iv, 1); «Aquellos que pertenecen a Dios y a Jesucristo se alían ellos mismos con el obispo. Hermanos, no se dejen engañar; cualquiera que sigue a un cismático no heredará el Reino del Cielo» (Phi-lad., iii, 2,3). Finalmente como el obispo es el centro doctrinal y disciplinario así también es el centro litúrgico: «Que la Eucaristía es lícita cuando la consagra el obispo o a quién él designe.... está prohibido bautizar o celebrar el ágape sin el obispo; lo que él aprueba es lo agradable a Dios, para que todo lo que se haga sea estable y válido» (Smyrn., viii, 1,2).




    Hacia el fin del siglo segundo San Ireneo alaba en términos resplandecientes la unidad de la Iglesia universal «la cual tiene un solo corazón y una sola alma, cuya fe está a su cuidado» y que parece «como el único sol que ilumina el mundo entero» (Adv. haeres., i, 10). Condena toda división doctrinal, basando sus argumentos en la autoridad magisterial de la Iglesia en general y de la Iglesia Romana en particular. La doctrina de salvación, predicada por los Apóstoles, es preservada en las Iglesias fundadas por ellos; pero puesto que tomaría demasiado tiempo preguntar a todas las Iglesias Apostólicas es suficiente volverse a la de Roma: «Porque la Iglesia entera, que son todos los fieles del mundo, deberían estar de acuerdo con esta Iglesia Romana, debido a su preeminencia superior; y en la que todos los fieles han preservado la tradición Apostólica» (iii, 2, 3). Es por tanto de la máxima necesidad adherirse a esta Iglesia porque donde está ella, hay toda la gracia y el espíritu es la verdad (iii, 24). Pero adherirse a esta Iglesia es someterse a la jerarquía, a su viviente e infalible magisterio: «Los sacerdotes de la Iglesia han de ser obedecidos, aquellos que son los sucesores de los Apóstoles y quienes con la sucesión episcopal han recibido un carisma cierto y seguro de verdad.... Aquellos que dejan a los sucesores de los Apóstoles y se reúnen en un lugar separado deben ser considerados con sospecha o como heréticos, como hombres de malvadas doctrinas, o como cismáticos. Los que rompen la unidad de la Iglesia recibirán el castigo divino dado a Jeroboam; todos ellos deben ser evitados» (iv, 26).

    Al inicio del tercer siglo, Clemente de Alejandría describe la Iglesia como la ciudad del Logos que debe ser buscada porque es la reunión de todos aquellos a quienes Dios desea salvar (“Strom.”, iv, 20; vii, v; “Paedag.”, i, 6; iii, 12). Orígenes es más explícito; para él la Iglesia es también la ciudad de Dios (Contra Cels., iii, 30), y agrega: «Que nadie sea engañado; fuera de esta morada, esto es fuera de la Iglesia, nadie se salva. Si alguien la deja, él mismo será responsable de u muerte» (In lib. Jesu Nave, Hom., iii, 5). En Africa, Tertuliano igualmente condena toda separación de la Iglesia existente. Es famosa su “De praescriptionibus”, y la tesis fundamental de la obra, inferida de su mismo título, es resumida en la prioridad de la verdad y la relativa novedad del error (principalitatem veritatis et posteritatem mendacii), implicando así la prohibición de retirarse de la guía del magisterio viviente: «Si el Señor Jesucristo envió a Sus Apóstoles a predicar, debemos concluir que no debemos recibir a otros predicadores más que los nombrados por Él. Lo que ellos han predicado, en otras palabras, lo que Cristo les reveló, solamente puede ser establecido por las Iglesias fundadas por los Apóstoles mismos, a quienes ellos predicaron el Evangelio de palabra y por escrito» (De praescri., xxi).

    Pero el gran campeón africano de la unidad eclesiástica fue San Cipriano, contra los cismáticos de Roma y de Cartago. Él concibió esta unidad como descansando en la autoridad de los obispos, en su mutua unión y en la preeminencia del Romano Pontífice: «Dios es uno, Cristo es uno, una es la Iglesia y una la sede fundada sobre Pedro por la palabra del Señor» (Epist. lxx); «Nosotros los obispos que gobernamos la Iglesia, debemos sostener y apoyar esta unidad, para mostrar que el episcopado en sí mismo es uno e indiviso» (De ecclesiae unit., v); «Sepan que el obispo está en la Iglesia y ésta en el obispo, y que si alguien no está con el obispo, tampoco está con la Iglesia.... La Iglesia Católica es una sola, formada por la armoniosa unión de los pastores quienes se apoyan mutuamente» (Epist. lxxvi, 5). Para la unidad de la fe debe haber unidad litúrgica: «Un segundo altar y un nuevo sacerdocio no pueden establecerse al lado del único altar y del único sacerdocio» (Epist. lii, 24). Cipriano no veía ninguna razón legítima para el cisma porque «que bribón, que traidor, que loco estaría tan extraviado por el espíritu de discordia para creer que está permitido desgarrar, o quién se atrevería a rasgar la unidad divina, la vestimenta del Señor, la Iglesia de Jesucristo?» (De eccles. unit., viii); «La esposa de Cristo es casta e incorruptible. Quienquiera que abandona la Iglesia para seguir a una adúltera, renuncia a las promesas de la Iglesia. El que abandona a la iglesia de Cristo no recibirá las recompensas de Cristo. Llega a ser un extraño, un impío, un enemigo. Dios no puede ser el Padre para aquel quien la Iglesia no es su madre. Lo mismo que pudo salvarse alguien fuera del Arca de Noé, así puede salvarse fuera de la Iglesia.... Quien no respecta su unidad (de la Iglesia), no respetará la ley de Dios; ése no tiene fe en el Padre y el Hijo, sin vida, sin salvación» (op.cit., viii).




    Desde el siglo cuarto la doctrina de la unidad de la Iglesia fue tan clara y universalmente admitida que es casi superfluo citar testimonios particulares. Las largas polémicas de Optato de Milevis (“De Schism. Don.”, P. L. XI) y de San Agustín (especialmente en “De unit.eccl.”, P.L., XLIII) contra los donatistas, a quienes acusa de estar separados del antiguo y primitivo tronco de la Cristiandad. Y para aquellos que representan su grupo como una porción de la Iglesia universal, San Agustín respondió: «Si ustedes están en comunión con el mundo cristiano, envíen cartas a las Iglesias Apostólicas y enséñenos sus respuestas» (Ep., xliv, 3). Estas cartas (litteræ formatæ) entonces constituían una de las marcas y elementos auténticos de la unidad visible. Respecto a las diversas formas de esta unidad que él explica, San Agustín concuerda con San Cipriano al mantener que fuera de ella no hay salvación: «Salus extra ecclesiam non est» (De bapt., iv, 24), y agrega en confirmación de esto que fuera de la Iglesia los medios de salvación, el bautismo y aun el martirio no servirán para nada, porque el Espíritu Santo no es comunicado. Durante el mismo siglo la supremacía romana empezó a enfatizarse como factor de unidad. Jesucristo, dice San Optato, quiso adjuntar la unidad a un centro definido; con este fin, El hizo a «Pedro cabeza de todos los Apóstoles; a él (Cristo) le dio primero la sede episcopal de Roma, en cuya única sede debe preservarse la unidad para todos; es, por tanto, un pecador y cismático aquel que erige otra sede en oposición a ella» (De schism. Don., ii, 2); «El cuidado por asegurar la unidad hizo que el bendito Pedro fuera preferido antes que todos los Apóstoles y recibiera, él solo, las llaves del Reino de los Cielos, para que pueda admitir a otros» (vii, 3). Paciano de Barcelo también dice que Cristo dio únicamente a Pedro el poder de las llaves «para hacerlo, a él solo, fundamento y principio de la unidad» (ad unum ideo ut unitatem fundaret ex uno Epist., iii, 11).

    Escritores más contemporáneos en la Iglesia Latina, Hilario, Victorino, San Ambrosio, el Ambrosiaster, San Jerónimo, hablan de manera similar y bastante explícita. Todos consideran a Pedro como el fundamento de la Iglesia, el Príncipe de los Apóstoles, que fue constituido cabeza perpetua para cortar cualquier intento de cisma. «Donde está Pedro,» concluye San Ambrosio, «allí está la Iglesia; donde está la Iglesia no hay muerte sino vida eterna» (In Ps., xl, 30). Y San Jerónimo: «Ese hombre es mi elección quién permanece en unión con la silla de Pedro» (Epist., xvi, 2). Ambos declaran, como San Optato, que estar fuera de la comunión romana es estar fuera de la Iglesia, pero ponen especial énfasis en la autoridad jurisdiccional y magisterial del centro de la unidad. Sus textos son clásicos: «Debemos tener recurso a tu clemencia, rogándote que no dejes la cabeza del mundo romano, la Iglesia Romana, y que no se altere la santísima Fe Apostólica; porque de ella derivan todos los derechos de la comunión católica» (Ambrosio, “Ep.”, xi, 4). «Yo, que no sigo otra guía que Cristo, estoy en comunión con Su Santidad, esto es con la silla de Pedro. Yo sé que la Iglesia está construida sobre esta roca. Quienquiera que comparte el Cordero fuera de esta casa comete sacrilegio. Quien contigo no recoge, desparrama: en otras palabras, quién no está con Cristo está con el Anticristo» (Jerónimo, WEpist.”, xv, 2).




    El Oriente también vio en Pedro y en la sede episcopal por él fundada la piedra angular de la unidad. Dídimo llama a Pedro «el corifeo, la cabeza, quien fue primero entre los Apóstoles, a través de quien los demás recibieron las llaves» (De Trinit., i, 27, 30; ii, 10, 18). Epifanio también lo considera como «el corifeo de los Apóstoles, la roca firme sobre la que descansa la fe inamovible» (“Anchor.”, ix, 34; “Hær.”, lix, 7, 8) y San Crisóstomo habla incesantemente de los privilegios conferidos a Pedro por parte de Cristo. Adicionalmente los griegos reconocieron en la Iglesia Romana una preeminencia y consecuentemente un indiscutible papel unificador reconociendo su derecho a intervenir en las querellas de las Iglesias particulares, como está probado por los casos de Atanasio, Marcelo de Ancira y Crisóstomo. En este sentido San Gregorio Nazianceno llama a la antigua Roma «el presidente del universo, ten proeodron ton olon” (Carmen de vita sua), y es también la razón por la que aun los partidarios de Eusebio estuvieron dispuestos a que el caso de Atanasio, después que ellos lo habían aprobado, debiera ser sometido al juicio del Papa (Atan., “Apol.contra Arian”, 20).

    III. INTENTOS DE LEGITIMAR EL CISMA

    Los textos anteriores son suficientes para establecer la gravedad del cisma desde el punto de vista de la economía de la salvación y de la moral. A este respecto puede ser de interés citar la opinión de Bayle, un escritor libre de la sospecha de parcialidad y de juicio tolerante: «No conozco», escribe, «un crimen más grave que el de desgarrar el cuerpo místico de Jesucristo, Su Iglesia que Él compró con Su propia sangre, la madre que nos engendró para Dios, la que nos nutrió con la le che de la comprensión, la que nos guía a la vida eterna» (Supplement to Philosophical Comment, prefacio).

    Varios motivos se han alegado para justificar el cisma:

    (1) Algunos han reclamado que la introducción de abusos en la Iglesia, novedades dogmáticas o litúrgicas, supersticiones, con las cuales no se les permite, e incluso se les fuerza a no aliarse. Sin entrar en los fundamentos de tales acusaciones debería notarse que los autores citados arriba no mencionan ni admiten una sola excepción. Si aceptamos sus declaraciones, la separación de la Iglesia es necesariamente un mal, un acto dañino y culpable, el abandono del verdadero camino de salvación y esto, independientemente de todas las circunstancias contingentes. Además las doctrinas de los Padres excluyen a priori cualquier intento de justificación; para usar sus palabras, está prohibido para los individuos o para las Iglesias nacionales o particulares, constituirse en jueces de la Iglesia universal; el mero hecho de tener tal intento conlleva su propia condenación. San Agustín resumió toda su controversia contra los donatistas en la máxima: «El mundo entero sin vacilar los declara equivocados a quienes por sí mismos se separan del mundo entero en cualquier porción del mismo» (quapropter secururs judicat orbis terrarum bonos non esse qui se dividunt ab orbe terrarum, in quacumque parteorbis terrarum). Aquí puede citarse nuevamente a Bayle: «Los protestantes presentan sólo razones discutibles; no ofrecen nada convincente, ninguna demostración: prueban y objetan, pero hay réplicas a sus pruebas y objeciones; responden y se les contesta incesantemente; ¿por esto vale la pena crear un cisma?» (Dict. crit., art. Nihusius).

    (2) Otros cismáticos han defendido la división de los artículos del Credo en fundamentales y no fundamentales. Bajo ARTICULOS FUNDAMENTALES se muestra que esta distinción, totalmente desconocida hasta el siglo dieciséis y repugnante a la concepción misma de la fe divina, es condenada en la Escritura y, queriendo una clara línea de demarcación, autoriza las más monstruosas divergencias. La indispensable unidad de la fe se extiende a todas las verdades reveladas por Dios y transmitidas por los Apóstoles. La Tradición repite, a través de diferentes formas, todo lo que Ireneo escribió: «La Iglesia extendida por toda la tierra, recibió de los Apóstoles y sus discípulos la fe en un solo Dios» (aquí siguen las palabras del Credo), luego el escritor continúa: «Depositaria de esta predicación y de esta fe, la Iglesia que se multiplica a través de todo el mundo, las vigila tan diligentemente como si ella habitara en una sola casa. Ella cree unánimemente en estas cosas como si tuviera un solo corazón y una sola alma; ella las predica, las enseña y da testimonio de ellas como si no tuviera sino una sola boca. Aunque hay en el mundo diferentes lenguajes no hay sino una única e idéntica corriente de tradición. Ni las Iglesias fundadas en Galia, ni las establecidas entre los iberos, ni las de los países de los celtas, ni las del Oriente, ni las de Egipto, ni las de Libia, ni las del centro del mundo presentan alguna diferencia de fe o de predicación; pero como el sol creado por Dios es uno y el mismo a través de todo el mundo, así una sola luz, una única predicación de la verdad, ilumina todos los lugares e ilustra a todos los hombres que quieren lograr el conocimiento de la verdad» (Adv. Hær., i, 10). Se ha mostrado arriba cómo el Obispo de Lyons declaró que los continuadores del ministerio Apostólico eran los «presbíteros de la Iglesia», y que un hombre era cristiano y católico sólo a condición de obedecerlos sin reservas.

    (3) La teoría del feliz punto medio o via media defendida por los anglicanos, especialmente por los líderes de Oxford a principios del siglo XIX como una vía de escape de las dificultades del sistema de artículos fundamentales, es igualmente inaceptable. Newman demostró y exaltó al máximo de su talento su “Via Media”, pero pronto reconoció su debilidad, la abandonó y rechazó aun antes de su conversión al Catolicismo. De acuerdo a esta teoría para salvaguardar la unidad y evitar el cisma bastaba permanecer firme mediante la Escritura como es interpretada por cada individuo bajo la dirección, o con la ayuda de, la tradición. En cualquier caso la Iglesia no debería ser considerada como infalible, sino sólo como testigo digno de confianza con respecto al verdadero sentido del texto inspirado cuando ella testifica de una interpretación recibida de los tiempos Apostólicos. Parece innecesario señalar el carácter iluso y casi contradictorio que tal regla asigna a la autoridad magistral viviente; obviamente no reúne las condiciones para la unidad de creencia que requiere conformidad con la Escritura y, no menos, con la autoridad viviente de la Iglesia, o más exactamente, que implica la obediencia absoluta a la infalible autoridad magistral -tanto para la que interpreta la Escritura como para la que preserva y transmite bajo cualquier otra forma el depósito de la Revelación.

    San Ireneo es más explícito en todos estos puntos: de acuerdo a él la fe es probada, y sus enemigos confundidos igualmente, por la Escritura y la tradición (Adv. Hær., iii, 2), pero el auténtico guardián de ambas es la Iglesia, i.e. los obispos como sucesores de los Apóstoles: «La tradición Apostólica se manifiesta a través de todo el mundo y en todas partes en la Iglesia está al alcance de aquellos que desean conocer la verdad; porque podemos enumerar los obispos establecidos por los Apóstoles, así como sus sucesores hasta el día de hoy (op.cit., iii). A estos guardianes, y a ellos únicamente, deberíamos recurrir con confianza: La verdad que es fácil de conocer a través de la Iglesia no debe ser buscada en otro lado; en la Iglesia en la que como rico tesoro, los Apóstoles depositaron la totalidad de lo que atañe a la verdad: de ella quien lo desee recibirá la poción de vida. Ella es la puerta de la vida; todos los demás son ladrones y salteadores» (iii, 4). Tal es la autoridad de la tradición viva que, a falta de Escritura, debe recurrirse a la tradición sola. «¿Qué seríamos si los Apóstoles no nos hubieran dejado las Escrituras? ¿No tendríamos que recurrir a la tradición que ellos confiaron a quien encargaron del gobierno de las Iglesias? Esto es lo que hacen muchos pueblos bárbaros que creen en Cristo y que guardan la ley de la salvación escrita en sus corazones por el Espíritu Santo, sin tinta o papel y que fielmente conservan la antigua tradición» (iii, 4). Es claro que con la asistencia del Espíritu Santo la autoridad didáctica de la Iglesia es preservada del error; «Donde está la Iglesia, allí está el Espíritu de Dios; y donde está el Espíritu de Dios, allí está la Iglesia con todas las gracias y con el Espíritu de verdad» (iii, 24). «Esto es

    El por qué debe darse obediencia a los presbíteros que están en la Iglesia, y que habiendo sucedido a los Apóstoles, junto con la sucesión episcopal han recibido por voluntad del Padre un cierto carisma de verdad» (iv, 26). Esto se encuentra bastante alejado de las afirmaciones del camino-medio y las restricciones de la Escuela de Oxford. La misma conclusión puede sacarse de la declaración de Tertuliano sobre la imposibilidad de resolver una dificultad o terminar una querella recurriendo a la Escritura sola (De præscript., xix), y de las palabras de Orígenes: «Puesto que entre los muchos que presumen de una doctrina en conformidad con la de Cristo hay algunos que no concuerdan con sus predecesores, todos adhirámonos a la doctrina eclesiástica trasmitida de los Apóstoles vía la sucesión y preservada en la Iglesia hasta el día de hoy: no tenemos ninguna ver-dad en la cual creer sino la que no se desvía de la tradición eclesiástica y Apostólica» (De princip., præf., 2).

    IV. PRINCIPALES CISMAS




    1. Cismas de la Iglesia naciente de Corinto
    2. Los Ebionitas
    3. Cismas locales en los siglos tercero y cuarto
    4. Los novacianos
    5. Donato Fortunato y Felicísimo
    6. El cisma de Melesio
    7. El cisma de Antíoco
    8. El diácono Félix
    9. Los Luciferianos
    10. Los Donatistas
    11. El cisma de Acacio
    12. El cisma de Aquilea
    13. El cisma de Focio
    14. El Gran Cisma de Oriente o cisma griego
    15. El cisma de Anacleto
    16. El Gran Cisma de Occidente
    17. El cisma de Enrique VIII
    18. El cisma de Utretch
    19. El cisma de la "Iglesia Constitucional"
    20. Petit Eglise o los Incomunicantes
    21. Chatel y la Iglesia Católica Francesa
    22. Los “Católicos Alemanes”
    23. Comunidades separadas despues del Concilio Vaticano I


    En este mundo la Iglesia es militante y como tal, expuesta a conflictos y pruebas. Siendo la que es la condición humana, los cismas locales o parciales han de producirse: «Oigo», dice San Pablo, «que .... hay cismas entre ustedes; y en parte lo creo. Porque es preciso que haya herejías, a fin de que se destaquen los de probada virtud entre ustedes (1 Cor xi, 18-19). En el pleno y primitivo sentido de la palabra cada seria ruptura de la unidad y consecuentemente cada herejía es un cisma. Este artículo, sin embargo, pasará por alto la larga serie de herejías y tratará solamente aquellas deserciones o sectas religiosas a las que los historiadores comúnmente dan el nombre específico de cismas, porque muy frecuentemente, y al menos al comienzo de cada una de tales divisiones sectarias, el error doctrinal solamente fue un accesorio. Serán tratadas en orden cronológico y las más importantes en forma breve.

    (1) Ya se ha hecho mención de los “cismas” de la naciente Iglesia de Corinto, cuando se dijo entre sus miembros: «Yo, en realidad, soy de Pablo; y yo de Apolo; y yo de Cefas; y yo de Cristo». La enérgica intervención de San Pablo les puso fin.

    (2) De acuerdo a Hegesipo, la sección más avanzada de judaizantes o Ebionitas en Jerusalén siguieron al obispo Thebutis contra San Simeón y después de la muerte de Santiago en el año 63 de nuestra era, se separaron de la Iglesia.

    (3) Hubo numerosos cismas locales en los siglos tercero y cuarto. En Roma el Papa San Calixto (217-22) fue combatido por un partido que tomó de pretexto la suavidad con que él aplicaba la disciplina penitencial. Hipólito se colocó a sí mismo como obispo a la cabeza de estos malcontentos y el cisma se prolongó bajo los dos sucesores de San Calixto, San Urbano I (222-30) y San Ponciano (230-35). No hay duda que Hipólito volvió al redil de la Iglesia (cf. d’Alès, “La théol. de s.Hippolyte”. Paris, 1906, introducción).

    (4) En el 251 cuando San Cornelio fue electo a la Sede de Roma una minoría estableció a Novaciano como antipapa, siendo de nuevo el pretexto el perdón que San Cornelio prometió a aquellos que después de haber apostatado se arrepintieran. A través de un espíritu de contradicción Novaciano fue tan lejos como para negar el perdón aun a los agonizantes y la severidad fue extendida a otras categorías de pecados graves. Los novacianos buscaban formar una Iglesia de santos. En Oriente se denominaron a sí mismos katharoi, los puros. Grandemente bajo el influjo de esta idea administraron un segundo bautismo a los que habían desertado del Catolicismo y retornado a sus filas. La secta se desarrolló grandemente en los países de Oriente, donde subsistieron hasta el siglo VII, siendo reclutados no solamente de la defección de católicos sino también del ascenso de los Montanistas.

    (5) Durante el mismo período la Iglesia en Cartago fue también presa de divisiones intestinas. San Cipriano sostuvo en medida razonable los principios tradicionales referentes a la penitencia y no dio a las cartas de los confesores, llamadas libelli pacis, la importancia deseada por algunos. Uno de los principales adversarios fue el sacerdote Donato Fortunato quien llegó a ser el obispo del partido, pero el cisma, que fue de corta duración tomó el nombre del diácono Felicísimo quien jugó un papel importante.

    (6) Con la llegada del siglo IV Egipto fue el escenario del cisma de Melesio, obispo de Lycópolis, en la Tebaida. Sus causas no son conocidas con certidumbre; algunos autores antiguos lo atribuyen a tendencias rigoristas en la penitencia, mientras que otros dicen que fue ocasionado por la usurpación del poder por parte de Melesio, notablemente el hacer ordenaciones fuera de su diócesis. El Concilio de Nicea trató con este cisma, pero no tuvo éxito en erradicarlo en su totalidad; y hubo vestigios de él hasta el siglo V.

    (7) Algo más tarde el cisma de Antíoco, originado por los problemas del Arrianismo, presenta complicaciones peculiares. Cuando el obispo Eustacio fue depuesto en el 330 una pequeña parte de su rebaño le permaneció fiel, aunque la mayoría siguió a los arrianos. El primer obispo creado por ellos fue sucedido (en el 361) por Melesio de Sebaste en Armenia, quien por la fuerza de las circunstancias llegó a ser líder de un segundo partido ortodoxo. De hecho Melesio no se apartó fundamentalmente de la Fe de Nicea, y pronto fue rechazado por los arrianos; por otro lado, no fue reconocido por los eustacianos, quienes vieron en él la elección de los heréticos y también lo censuraron por algunas diferencias meramente terminológicas. El cisma duró hasta cerca del 415. Paulino (m.388) y Evagrio (m.392), obispos eustacianos, fueron reconocidos en Occidente como los verdaderos pastores, mientras que en Oriente los obispos seguidores de Melesio fueron considerados como legítimos.

    (8) Después del destierro del Papa San Liberio en el 355, el diácono Félix fue escogido para reemplazarlo y tuvo seguidores aun después del regreso del Papa legítimo. El cisma, apagado un tiempo por la muerte de Félix, fue revivido a la muerte de San Liberio y la rivalidad produjo sangrientos enfrentamientos. Tomó varios años después de la victoria de San Dámaso para que la paz quedara totalmente restaurada.

    (9) El mismo período testimonió el cisma de los Luciferianos. Lucifer, obispo de Calaris o Cagliari, se disgustó con Atanasio y sus amigos quienes en el Sínodo de Alejandría (362) habían perdonado a los semi-arrianos arrepentidos. Él mismo había sido culpado por Eusebio de Vercelli por su prisa en ordenar a Paulino, obispo de los eustacianos, en Antioquía. Por estas dos razones, se separó de la comunión de los obispos católicos. Por algún tiempo el cisma ganó adherentes en Cerdeña, donde se había originado, y en España, donde Gregorio, obispo de Elvira, fue su principal instigador.

    (10) Pero el cisma más importante de los cismas del siglo IV fue el de los Donatistas (q.v.). Estos sectarios fueron notables por su obstinación y fanatismo, así como por los esfuerzos y los escritos que más bien inútilmente multiplicaron contra ellos San Agustín y San Optato de Milevis.

    (11) El cisma de Acacio pertenece al final del siglo V. Está conectado a la promulgación hecha por el emperador Zenón del edicto conocido como Henoticon. Emitido con la intención de poner fin a las querellas cristológicas, este documento no satisfizo ni a católicos ni a monofisitas. El Papa San Félix II excomulgó a sus dos verdaderos autores, Pedro Mongo, obispo de Alejandría y a Acacio de Constantinopla. Siguió un rompimiento entre Oriente y Occidente que duró durante treinta y cinco años. A instancias del general Vitaliano, protector de la ortodoxia, Anastasio, sucesor de Zenón, prometió satisfacción a los adherentes al Concilio de Calcedonia y la convocatoria de un concilio general, pero mostró tan poca voluntad en la cuestión de la unión que no se restauró hasta el 519 por medio de Justino I. La reconciliación recibió sanción oficial en una profesión de Fe la cual fue suscrita por los obispos griegos y que, dado que fue enviada por el Papa San Hormisdas, es conocida en la historia como la Fórmula de Hormisdas.

    (12) En el siglo VI el cisma de Aquilea fue causado por el consentimiento del Papa Vigilio a la condenación de los Tres Capítulos (553). Las provincias eclesiásticas de Milán y Aquilea se negaron a aceptar esta condena como válida y se separaron por un tiempo de la Sede Apostólica. La invasión lombarda en Italia (568) favoreció la resistencia, pero desde el 570 los milaneses volvieron gradualmente a la comunión con Roma; la porción de Aquilea sujeta a los bizantinos volvió en el 607, después del cual el cisma contó con pocas iglesias. Se extinguió totalmente bajo el Papa San Sergio I, al final del siglo VII.

    (13) El siglo IX trajo el cisma de Focio, el cual, aunque transitorio, preparó el camino nutriendo un espíritu de desafío hacia Roma hasta la defección final de Constantinopla.

    (14) Este tuvo lugar menos de dos siglos después bajo Miguel Cerulario (q.v.) quien de un golpe (1053) cerró todas las iglesias de los latinos en Constantinopla y confiscó sus conventos. El deplorable cisma griego (ver IGLESIA GRIEGA), que aun subsiste y que a su vez se dividió en varias comuniones, quedó consumado. Los dos acuerdos de reunificación concluidos en el Segundo Concilio de Lyons en 1274 y el de Florencia en 1439, desafortunadamente no tuvieron resultados duraderos.

    (15) El cisma de Anacleto en el siglo XII, como el de Félix V en el siglo XV, se debió a la existencia de un antipapa lado a lado con un Pontífice legítimo. A la muerte de Honorio II (1130) Inocente II había sido electo en forma regular, pero una numerosa y poderosa facción se alzó contra él y escogió al cardenal Pedro de la familia Pierleoni. Inocente fue obligado a huir, dejando Roma en manos de sus adversarios. Él encontró refugio en Francia. San Bernardo defendió ardientemente su causa, como lo hizo también San Norberto. Dentro del lapso de un año casi toda Europa se había declarado en su favor, salvo Escocia, el sur de Italia y Sicilia, que constituían el otro partido. El emperador Lotario trajo a Inocente II de regreso a Roma, pero apoyado por Roger de Sicilia el antipapa (Anacleto II) retuvo la Ciudad Leonina, donde murió en 1138. Su sucesor Víctor IV, dos meses después de su elección, buscó y obtuvo el perdón y la reconciliación con el legítimo Pontífice. El caso de Félix V fue más simple. Félix V fue el nombre que tomó Amadeo de Saboya, elegido por el Concilio de Basilea, cuando entró en rebeldía abierta contra Eugenio IV, negándose a dispersar sus fuerzas e incurriendo así en excomunión (1439). El antipapa no fue aceptado más que en Saboya y Suiza. Él continuó por breve tiempo con el pseudoconcilio que lo había nombrado. Ambos se sometieron en 1449 a Nicolás V, que había sucedido a Eugenio IV.

    (16) El Gran Cisma de Occidente es objeto de un artículo especial (CISMA DE OCCIDENTE); véase también CONSTANZA, CONCILIO DE; PISA, CONCILIO DE.

    (17) Todo mundo sabe los escandalosos orígenes del cisma de Enrique VIII, que fue el preludio de la introducción del Protestantismo en Inglaterra. El voluptuoso monarca se vio obstaculizado en sus proyectos de divorcio y nueva boda por la oposición del Papa, así que se separó de éste. Tuvo tanto éxito que en 1531 la asamblea general del clero y el Parlamento lo proclamaron cabeza de la Iglesia nacional. Warham, Arzobispo de Canterbury, había al principio originado la adopción de una cláusula restrictiva: «mientras la ley divina lo permita». Pero esta importante reserva no fue respetada, porque la ruptura con la Corte Romana siguió casi inmediatamente. En 1534 el Acta de Supremacía fue votada conforme a los términos de que el rey llegaría a ser la única cabeza de la Iglesia de Inglaterra y que gozaría de todas las prerrogativas que hasta entonces habían pertenecido al Papa. La negativa de reconocer la nueva organización fue castigada con la muerte. Varios cambios siguieron: supresión de los conventos, destrucción de reliquias y de numerosas pinturas y estatuas. Pero el dogma no fue de nuevo atacado bajo Enrique VIII, quien persiguió con igual rigor la adhesión al Papa y a las doctrinas de los Reformadores.

    (18) En los artículos JANSENIO Y JANSENISMO se han descrito la formación y vicisitudes del cisma de Utretch, la infeliz consecuencia del jansenismo, no obstante que nunca se difundió más allá de un puñado de fanáticos. Los cismas subsecuentes pertenecen al fin del siglo XVIII y al siglo XIX.

    (19) El primero fue causado en Francia por la Constitución Civil del clero de 1790. Por esta ley la Asamblea Nacional constituyente se propuso imponer sobre la Iglesia una nueva organización que esencialmente modificaba su condición y la regulaba mediante la ley eclesiástica pública. Los 134 obispos del reino fueron reducidos a 83, conforme a la división territorial en departamentos; la elección de párrocos cayó en electores nombrados por miembros de las asambleas distritales; la de obispos por electores nombrados por las asambleas de los departamentos; y la institución canónica devuelta al metropolitano o a los obispos de la provincia. Todos los beneficios sin cuidado de almas fueron suprimidos. Una ordenanza posterior hizo de la obediencia a estos artículos un requisito para la admisión a cualquier oficio eclesiástico. Un gran número de obispos y sacerdotes, en total, de acuerdo a algunas fuentes, cerca de un sexto del clero, y de acuerdo a otros documentos casi un tercio, fueron suficientemente débiles para tomar el juramento. De allí en adelante el clero francés se dividiría en dos facciones: los juramentados y los no-juramentados, y el cisma fue llevado al máximo extremo cuando intrusos bajo el nombre de obispos reclamaron ocupar las sedes departamentales, durante el tiempo de vida y aun en desafío a los derechos de los verdaderos titulares. La condena de la Constitución Civil por parte de Pío VI en 1791 abrió los ojos de algunos, pero otros persistieron hasta que su «Iglesia Constitucional» decayó vergonzosamente y desapareció irremediablemente durante el torbellino de la Revolución.

    (20) Un cisma de naturaleza diferente y de menor importancia fue el de la llamada Petit Eglise o los Incomunicantes, formada al principio del siglo XIX por grupos insatisfechos con el Concordato y el clero del mismo. En las provincias del occidente de Francia el partido adquirió cierta estabilidad desde 1801 hasta 1815; en esta última fecha había llegado a ser una secta distinta. Languideció aun hasta 1830 y eventualmente se extinguió por falta de sacerdotes que la perpetuaran. En Bélgica algunos de sus miembros se llaman a sí mismos Stevenistas, abusando así del nombre de un reputado eclesiástico, Corneille Stevens, quien fue vicario general capitular de la Diócesis de Namur hasta 1802, quién después escribió contra los Artículos Orgánicos, pero aceptó el Concordato y murió en 1828, como había vivido, en sumisión a la Santa Sede.

    (21) En 1831 el abate Chatel fundó la Iglesia Católica Francesa, un pequeño grupo que nunca adquirió importancia. El fundador, quien al principio reclamaba haber retenido todos los dogmas, había sido consagrado obispo por Fabre Palaprat, un autoproclamado obispo del tipo “Constitucional”; Chatel pronto rechazó la infalibilidad de la enseñanza de la Iglesia, el celibato de los sacerdotes y la abstinencia. No reconoció ninguna regla de fe excepto la evidencia individual y ofició en francés. La secta estaba ya a punto de morir por el ridículo cuando sus lugares de reunión fue-ron cerrados por el gobierno en 1842.

    (22) Aproximadamente en la misma época hubo en Alemania la escena de un cisma parecido. Cuando en 1844 el Manto Sagrado fue expuesto en Tréveris para la veneración de los fieles, un sacerdote suspendido, Johannes Ronge, aprovechó la ocasión para publicar un violento panfleto contra Arnoldi, Obispo de Tréveris. Algunos descontentos se pusieron de su lado. Casi simultáneamente Juan Czerski, un vicario despedido, fundó en la provincia de Posen, una “comunidad Católica Cristiana”. Tuvo imitadores. En 1845 los “Católicos Alemanes”, como se autodenomina ron estos cismáticos, sostuvieron un sínodo en Leipzig en el cual rechazaron entre otras cosas la primacía del Papa, la confesión auricular, el celibato eclesiástico, la veneración de los santos y suprimieron el Canon en su Liturgia Eucarística, la cual llamaron “liturgia alemana”. Ganaron adeptos en pequeña cantidad hasta 1848, pero luego de esa fecha decayeron, estando en malos términos con los gobiernos quienes al principio los habían apoyado pero luego les mostraron mala voluntad debido a sus agitaciones políticas.

    (23) Mientras esta secta declinaba otra apareció en contra del Concilio Vaticano I. Los oponentes de la recién definida doctrina de infalibilidad, los viejos católicos, al principio se contentaron con una simple protesta; en el Congreso de Munich en 1871 resolvieron constituir una Iglesia separa-da. Dos años más tarde escogieron como obispo al profesor Reinkens de Breslau, quien fue reconocido como obispo por Prusia, Baden y Hesse. Gracias al apoyo oficial los rebeldes tuvieron éxito en apoderarse de un cierto número de iglesias católicas y pronto, como los Católicos Alemanes y cismáticos en general, introdujeron novedades disciplinarias y doctrinales; sucesivamente abandonaron el precepto de la confesión (1874), el celibato eclesiástico (1878), la liturgia romana, que fue reemplazada (1880) por una liturgia alemana, etc. En Suiza también la oposición al Concilio Vaticano I resultó en la creación de una comunidad separada, que también disfrutó del apoyo gubernamental. Se fundó una facultad Católica Antigua en Berna para la enseñanza de teología y E. Herzog, un profesor de dicha facultad, fue electo obispo de la secta en 1876. Un congreso organizado en 1890, en el cual la mayoría de los grupos disidentes, jansenistas, viejos católicos, etc. tu-vieron representantes, resolvieron unir todos estos diversos elementos en la fundación de una Iglesia. Como una cuestión de hecho, todos estos grupos están en la ruta del librepensamiento y el racionalismo. En Inglaterra un reciente intento de cisma bajo el liderazgo de Herbert Beale y Arthur Howarth, dos sacerdotes de Nottingham, y Arnold Mathew, han fallado en alcanzar proporciones dignas de un aviso serio.

    ACTUALIZACION DE ESTE ULTIMO PUNTO: Mathew cometió el error de invitar al Rev. Frederick Samuel Willoughby, un clérigo anglicano, a ingresar a la iglesia. Willoughby era miembro de la Sociedad Tesófica y convenció a muchos miembros de ésta a participar en la Antigua Iglesia Católica Romana. Pronto el obispo Willoughby tomó el control y arruinó la iglesia que se fraccionó en multitud de grupúsculos.

    STO.T.DE AQUINO, Summa, II-II (q-xxxix); TANQUEREY, Synopsis theologi, I (Roma, 1908); FUNK, Patres apostolici, I (Tübingen, 1902); TIXERONT, Histoire des dogmes (Paris, 1905-9); FUNK, Lehrb.der Kirchengesch (Paderborn, 1902); ALBERS, Enchirid. hist.. eccles. (Nimega, 1909-10); DUCHESNE, Hist.anccienne de l’Église (Paris, 1907-10); GUYOT, Dict.universel des hérésies (Paris, 1847).

    J.FORGET
    Transcrito por Douglas J.Potter
    Dedicado al Sagrado Corazón de Jesús
    Traducido por Eduardo Torres


    https://www.es.catholic.net/op/artic...sma.html#modal
    "He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.

    <<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>

    Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.

    Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."

    En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47


    Nada sin Dios

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