LAS BAJAS PASIONES DE LA “INDEPENDENCIA”


Publicado: 16 Diciembre 2015







Escribe: Antonio Moreno Ruiz.-


Nos recuerda el historiador colombiano Pablo Victoria Wilches (1) que la familia de Simón Bolívar vivió obsesionada con obtener un título de nobleza de la Corona española pero que no pudo porque se negaba a desvelar el origen de un antepasado: En concreto, la bisabuela de Simón, que era negra; y esta familia Bolívar, que debían sus pingües riquezas al nefasto tráfico de esclavos, no quería que eso se supiera.

Simón Bolívar, que era llamado “el zambo” por los notables limeños, estuvo toda su vida acomplejado por su aspecto físico; siendo que algunos hermanos suyos habían heredado más físicamente a algún antepasado alemán. Esto de no querer desvelar el antepasado afro generó un resentimiento que marcó para siempre el carácter de Simón Bolívar, el dictador de la Gran Colombia.

Y una de las muchas pruebas del innato resentimiento de este gran dictador fue el recadito que dejó en carta al general Santander el 9 de enero 1824: “Yo creo que he dicho a usted antes de ahora que los quiteños son los peores colombianos… El hecho es que siempre lo he pensado, y que se necesita un vigor triple allí que el que se emplearía en otra parte. Los venezolanos son unos santos en comparación de esos malvados… Los quiteños y los peruanos son la misma cosa; viciosos hasta la infamia y bajos hasta el extremo. Los blancos tienen el carácter de los indios y los indios son todos truchimanes, todos ladrones, todos embusteros, todos falsos, sin ningún principio de moral que los guíe. Los Guayaquileños son mil veces mejores”

Asimismo, el historiador argentino Nicolás Duré (2) nos recuerda cómo el “prócer” argentino Manuel Belgrano, en carta a José de San Martín (en 1813), le comentaba que "los negros y mulatos son una canalla que tienen tanto de cobarde como sanguinaria" y que sólo le consuela "que vienen oficiales blancos". Profundizando en la figura de Manuel Belgrano, nos sigue diciendo Nicolás Duré: “Además, sus traicioneras conspiraciones contra la Corona venían de vieja data, estando implicado en el llamado carlotismo, o como cuando, junto con Pueyrredón, quiso convencer a Liniers de que no entregara el mando cuando Cisneros llegó al Río de la Plata como nuevo virrey.” “Asimismo, durante su estadía en Inglaterra junto con Rivadavia, esbozó una constitución basada en principios ingleses. La anglofilia afectaba como una enfermedad a nuestros próceres, y no por nada Manuel Belgrano recibió un reloj como regalo del rey Jorge III.”

Huelga decir que tanto Bolívar como Belgrano, al igual que San Martín y O´Higgins, eran masones. Al igual que era masón Pablo Morillo y muchos otros liberales ibéricos (que ocuparon la jefatura de los ejércitos realistas), camaradas ideológicos de José de San Martín; aquel español nacido en Yapeyú que dejó dicho: “Los liberales del mundo somos hermanos en todas partes y queremos preparar en este hemisferio un asilo seguro para nuestros compañeros de creencias.” No en vano dice Alan García en su libro “Pizarro, el rey de la baraja” (3) que el auténtico héroe de la independencia hispanoamericana fue Riego, militar liberal y anticlerical que dio un golpe de estado en 1820, evitando que embarcasen para las Indias más de veinte mil soldados ibéricos que, conjuntamente con la formidable resistencia realista criolla, hubieran terminado de aplastar a unos independentistas que hasta entonces tenían la guerra casi perdida. Pero ese golpe liberal, que dirigió los destinos españoles desde 1820 a 1823, supuso asimismo el ascenso al poder de muchos militares adictos a su causa; y fue el caso de Pablo Morillo, quien no le hizo caso a Tomás Morales (4), sobre sus consejos acerca de cómo llevar la guerra en Sudamérica. Morillo se abrazó con Bolívar; indultó al sanguinario Arismendi (camarada del dictador de la Gran Colombia) y prohibió homenajes a Boves, vencedor de Bolívar y máximo héroe de los realistas llaneros, por una supuesta política “de pacificación de espíritus”. En poco tiempo, desbarató buena parte de la lucha realista venezolana. Asimismo, recordemos que José de San Martín pactó con la camarilla del virrey La Serna, donde la masonería y el liberalismo predominaban. La batalla de Ayacucho fue la última pantomima: Ya estaban todas las cartas marcadas.

Asimismo, ese Trienio Liberal (1820-1823) confundió a muchos realistas americanos, quienes luchaban por el rey y contra los revolucionarios, y ahora resultaba que los revolucionarios eran los propios peninsulares…

Así las cosas, que la independencia de la América Hispana fuera a llegar era algo prácticamente inevitable. El conde de Aranda así se lo había expresado en pleno siglo XVIII a Carlos III, proponiéndole trasladar príncipes españoles a los virreinatos para que desarrollaran una independencia pacífica y mantener así vínculos económicos, diplomáticos y militares frente a la rapiña anglosajona. Por desgracia este proyecto de Commonwealth hispánica no se consumó; y pocos años después, lo que los británicos no pudieron conseguir con la vía invasora/pirática (luego de estrepitosas derrotas como las que infringió el vascongado Blas de Lezo en Cartagena de Indias o el andaluz Bernardo de Gálvez en Norteamérica), lo consiguieron por la intriga a través de la masonería y el liberalismo, con las respectivas ayudas de personajes de muy pocos escrúpulos y desmedidas ambiciones; ayudados siempre por alocados revolucionarios ibéricos (Aldao, Jalón, Picornell, Campo Elías…) que fueron los primeros en propagar el odio a su propia tierra.

En fin: Doscientos años de mentiras -sobre los “libertadores”- esparcidas a ambos lados del océano por obra y gracia del liberalismo (algo muy bien recogido por el marxismo) ha desfigurado bastante nuestra percepción histórica; pero la realidad fue mucho más prosaica y estuvo copada por una suerte de bajas pasiones que los enemigos de la Hispanidad supieron aprovechar para tenernos hasta el día de hoy dominados y divididos. Y bueno sería desechar ya la leyenda rosa (que nada tiene que ver con la realidad histórica) y saber y reconocer la historia en su contundente complejidad para no repetir errores, reconciliarnos con nuestro auténtico pasado y avanzar así mucho mejor hacia el futuro.





(1)Sobre los trabajos de Pablo Victoria:

https://www.youtube.com/watch?v=UuY7p0UmeCE

https://www.youtube.com/watch?v=ROMeqNS5XKM

https://www.youtube.com/watch?v=oPX05aP7cy8

https://www.youtube.com/watch?v=-xAtDxnWwyM



(2)Véase la página: https://www.facebook.com/Asociaci%C3...95315/?fref=ts



(3)Sobre el libro de Alan García:

ANTONIO MORENO RUIZ: MIS LECTURAS: "PIZARRO, EL REY DE LA BARAJA", DE ALAN GARCÍA.



(4) Tomás Morales fue un caudillo realista canario radicado en Venezuela y camarada de José Tomás Boves.
Sobre Boves:

http://www.dignidaddigital.com/notic...ves-14386.html

http://www.dignidaddigital.com/noticia/paralelismos-entre-jose-tomas-boves-y-ramon-cabrera-21920.html




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Fuente:

LAS BAJAS PASIONES DE LA INDEPENDENCIA - La Abeja