No. Usted no lo niega, ni yo he pretendido decir lo contrario. Simplemente hago referencia a la experiencia de otras personas. Su experiencia (la de usted, me refiero) también cuenta, ¡faltaría más!. Siempre es bueno comparar las experiencias de varias personas que vivieron los mismos acontecimientos para así sacar mejores conclusiones sobre estos acontecimientos a la hora de enjuiciarlos.¿Y esto lo niego yo, dónde? Pero es lo que tiene hablar de oídas, y lo que tiene no atender a lo que digan otros que también vivieron su experiencia personal, ¿o es que ésta no vale para nada?
Las leyes que marcan el criterio de la Legitimidad no han sido, que yo sepa, legalmente abrogadas. Por lo tanto, tenían razón Carlos V, Carlos VI, Juan III, la Princesa de Beira, Carlos VII, Jaime III, el Rey Alfonso Carlos, Javier I (y no Franco) y actualmente Don Enrique de Borbón en reclamar el poder político que, de acuerdo a esas mismas leyes (nunca abrogadas), legítimamente les pertenece; así como tiene derecho el pueblo español, en base a esas mismas leyes, a ser regidos por quien legítimamente en derecho le corresponde.Desde la Cortes de Aranjuez de 1789, en este país no ha habido nada legal, a ver si se va enterando
Si se refiere usted a que a partir de 1833 es ilegal (o no es legal) todo lo que ha sido legislado (constituciones, leyes anticristianas, etc...) por los revolucionarios desde que tomaron el poder aquel año por la fuerza, entonces estoy de acuerdo con usted. Pero, paralelamente, habrá que concluir que sí fue legal todo lo que legislaron los Reyes y Regentes legítimos (por poner algunos ejemplos no exhaustivos: legislación de Carlos V durante su gobierno efectivo (1833-1839), legislación de Carlos VII durante su gobierno efectivo (1872-1876), Real Decreto de 1936 del Rey Alfonso Carlos nombrando a Don Javier Regente legítimo de los españoles, etc...).
En efecto, buena oportunidad, no sólo para mí, sino también para Jasarhez y Alacran.Preguntar a D. Manuel de Santa Cruz es fácil, basta con acudir a la habitual Cena de Cristo Rey, donde en los discursos finales suele deleitar a los asistentes con su fina ironía y excelente sentido del humor.
Todos los años acude a la Misa que organizan los Cuerpos de Notarios y Registradores en la Iglesia de los Jerónimos en la ciudad de Madrid, para quien le interese preguntarle cualquier cosa.No así en relación a Don Blas Piñar, hombre mucho más distante que no suele asistir a los actos carlistas por la escasa simpatía que despierta
Suscribo.Conozco a los dos en persona y perfectamente, pero ello no es obstáculo para que yo exprese primero mi propia opinión basada en la experiencia personal y en mi formación y actividades, así como por el hecho de que nunca tomo como dogma lo que digan otros, exceptuando el Dogma de la Santa Madre Iglesia.
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