Re: ¿Cómo que no es posible conjugar Falange con tradicionalismo español?

Iniciado por
ALACRAN
Una cosa es "conjugarlos", lo que parece difícil; otra, que alguien simpatice con aspectos de unos y de otros; y otra, mantener purezas inmaculadas a costa de satanizar al rival como culpable de la debacle del conjunto.
Hombre, al menos aquí nadie a satanizado a nadie, sólo que una vez planteado el hilo, hay respuestas favorables y otras que son críticas. Al fin y al cabo ya hubo una experiencia de varios años, FUERZA NUEVA, que acabó fracasando pese a toda la buena voluntad que se puso en aquél proyecto.
En cualquier caso a los falangistas
caídos se les consideró haberlo sido por Dios y por España (y nadie protestó que yo sepa); no se les llamó "caídos por la revolución" ni por la "república nacionalsindicalista". Y tanto Dios como España son conceptos bastante tradicionales, me parece a mí.
Todos "los caídos" lo fueron "oficialmente" por "Dios y por la Patria", pero como dice un conocido mío cuando se le pregunta como está, suele afirmar que "bien, si no entramos en detalle". Y digo esto porque en el ánimo, intención y/o circunstancia de cada uno de los caídos no necesariamente estuvieron Dios y la Patria. Cuestión aparte es que como figuraba en la cartilla de la mili: "Valor: se le supone". Dicho sea porque para todo carlista sólo es posible caer por Dios, por España y por el Rey.
Yo personalmente en los únicos dogmas que creo es en los teológico-religiosos.
Yo también, por eso soy carlista: Dios = Dogma Católico; Patria = la Tradición; Rey = católico, y es que hasta donde sé, Nuestro Señor Jesucristo no es ni republicano, ni demócrata, ni partidario de república igualitaria alguna.
Mientras redacto esta respuesta tengo delante un ensayo que hoy está completamente olvidado, o más bien totalmente ignorada su existencia, y que contiene muchas posibles soluciones claves: El Régimen Político de Santo Tomás de Aquino, RODRIGUEZ, P. Victorino O.P. Editorial FUERZA NUEVA, Madrid 1978
Fundamentado en la obra De regimine principium, donde marca las pautas ético-teológicas nada menos que a San Luis, Rey de Francia, a los mismísimos Papas, a la Duquesa de Brabante y otros. La virtud y el arte del gobernante, a distancias siderales por encima de Maquiavelo, el inspirador de lo que tenemos. Los términos de Santo Tomás siguen plenamente vigentes, porque no pueden ser otra cosa que DIOS y TRADICIÓN.
Última edición por Valmadian; 30/01/2017 a las 17:13
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Marcadores