Rusia ha presentado a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU fotografías de satélite que atestiguan que misiles químicos de fabricación local fueron lanzados contra la región de la Guta Oriental y Occidental desde Duma, un feudo de los grupos militantes sirios -y más concretamente del grupo Liwa al Islam- en la provincia de Damasco, y no desde posiciones del gobierno, como han afirmado numerosos medios árabes y occidentales, señaló el corresponsal del periódico As Safir en Francia, Mohammed Balloute.
A este respecto el sitio Syria Truth ha señalado que los blancos de este ataque eran los soldados gubernamentales que se habían concentrado en la Plaza de los Abbasíes, al Este de Damasco, y en su periferia. En esa zona había también varios militantes insurgentes, incluyendo francotiradores, pero ellos se retiraron rápidamente de ese área, señaló As Safir.
Fue entonces cuando tuvo lugar el ataque químico, es decir hacia la 1:30 hora local y no a las 3 horas, como afirmó la Comisión General de la Revolución Siria.
Sin embargo, los misiles erraron el blanco. En lugar de caer en la Plaza de los Abbasidas, el primero cayó en Yobar, en la proximidad de la Ciudad Vieja, y el segundo en una región situada entre Zmelka y Arbin.
Basándose en tales pruebas, Moscú ha afirmado que los ataques químicos citados fueron perpetrados por los grupos armados de la oposición y no por las fuerzas gubernamentales.
Al ser interrogado por el canal de televisión en lengua árabe Al Mayadin, el ministro sirio de Información Omran Zoebi se preguntó si las posiciones de los países occidentales serán las mismas cuando se aporte la prueba de que los ataques fueron cometidos por los rebeldes.
Según él, la campaña de propaganda lanzada por los rebeldes sirios busca detener la operación militar “Escudo de la ciudad” que el ejército sirio lleva a cabo en la región de la Guta Oriental y Occidental. |
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