Sostener como hacen los geocentristas, que la tierra no se mueve, y que es todo el universo el que se mueve alrededor de ella es echar por tierra la Ley de la Gravedad. Son los cuerpos más grandes los que atraen a los más pequeños; cualquiera puede experimentarlo dejando caer una manzana desde una altura. La luna y los satélites giran alrededor de la Tierra porque tienen menos masa que la Tierra. La Tierra y el resto de planetas giran alrededor del sol porque tienen menos masa que el sol. Se puede contemplar perfectamente como giran los satélites en el espacio.
Tener la imagen de la Tierra en el centro de lo creado, y que esa circunstancia nos haga creer en Dios es muy poético y muy Renacentista, pero a mi no me gusta nada. Hoy en día está muy en boga colocar al hombre (y a la tierra de paso) en el centro de todo; más si se trata de Religión. Cuántas veces se oye "la verdadera Religión es la opción por los pobres", o "La Teología debe colocar al hombre en el centro", o incluso desde cátedras católicas "el hombre debe vivir como si Dios no existiera"; esto yo se lo he visto denunciar a don Jose Antonio Sayés que decía que sus maestros perdieron la fe, y "sustituyeron a Dios por los pobres". ESTO ES REAL y ocurrió en los 60.
Dios ha colocado la Tierra donde lo haya hecho, y nunca sabremos su posición exacta dentro del Universo, es inútil. No necesito que el hombre esté en el centro neurálgico espacial; llamadme "medievalizante" o "Teocéntrico" si queréis, a mucha honra. En el centro sólo Dios, y en todas partes también.
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