Acerca de lo de la Tierra plana, es importante señalar que ciertamente entre el vulgo siempre ha habido lugar a todo tipo de ideas, no lo niego. Pero en el ámbito académico y culto siempre se sostuvo la redondez de la Tierra y sobre esto, obviamente, nunca ha habido problema ninguno. También, por tanto, constituye un mito la acusación de que en los tiempos antiguos y medievales no se conocía la redondez de la Tierra, o que no era lugar común su reconocimiento.No estoy de acuerdo; mucho me temo A DÍA DE HOY esto del geocentrismo encierra antropocentrismo del puro. Que se colocara la tierra en el centro en los siglos medievales y antiguos era comprensible por la falta de tecnología instrumental y de conocimientos científicos, al igual que, por ejemplo, la creencia de que la tierra era plana. Eso era lo que parecía a simple vista y no tenían culpa como es lógico.
Por supuesto, sin lugar a dudas, la introducción de nuevas tecnologías e instrumentos siempre fueron bienvenidas y, por supuesto, sirvieron para confirmar o destruir ideas correctas o equivocadas referentes a la Física que hubieran podido existir en los círculos académicos. Por poner un ejemplo: se creía que los astros (Luna, Sol, planetas, etc...) eran de estructura lisa y, sin embargo, gracias a observaciones más precisas con los instrumentos se pudo ver que tenían irregularidades o accidentes geográficos. Y así con todos los demás adelantes científicos proporcionados por los instrumentos. Por ejemplo, el geocentrista Tycho Brahe, en la observación de los cometas y sus movimientos vio que se trasladaban por entre los planos de las órbitas de los planetas, con lo cual ello significaba que no existían esos cristales o tubos de la física de Aristóteles y, gracias a ello, fueron desechados, y así avanzaba la ciencia. Otro ejemplo, el jesuita geocentrista Scheiner descubrió las irregularidades en el Sol de las manchas solares, etc. etc. Todo eso son adelantos en la investigación y, por supuesto, la Iglesia nunca se opuso a eso, ¡faltaría más!
Pero cuando nos metemos en el tema del geocentrismo vs. heliocentrismo, aquí la cosa cambia un poco, y es importante captar el meollo de la cuestión, porque aquí en lo que nos metemos es en la correcta constitución del Universo, y en las relaciones de posición y movimiento entre los cuerpos del Universo. Y aquí, por tanto, no se trata de cuestiones estrictamente físicas como las de los ejemplos señalados antes, en las que los instrumentos nos permiten ir corrigiendo errores particulares. Aquí, de lo que se trata, es de una cuestión metafísica o general.
A saber: constituye un mito el creer que en la antigüedad o período grecorromano no se conocía la perfecta equivalencia aritmética y geométrica entre los modelos geocéntrico y heliocéntrico. Y, por lo tanto, la elección de los antiguos círculos académicos entre uno u otro sistema dependía de una elección puramente filosófica o ideólogica.
En términos resumidos, por un lado la escuela platónica-aristotélica optó por la opción geocéntrica, ¿por qué?, porque razonaban, con mucha lógica creo yo, que, siendo ambos sistemas equivalentes, no había ningún motivo por el que apartarse del sistema que se correspondía con el propio sentir natural o empírico y, por tanto, lo único que les interesaba, a nivel puramente pragmático, era que el aparato matemático asociado a ese sistema filosófico del mundo sirviera para "salvar las apariencias" en el cálculo de los movimientos y posiciones de los astros (y ciertamente el aparato matemático-geométrico de Ptolomeo –que es el que finalmente se impuso de entre todos los aparatos matemáticos asociados al sistema filosófico del geocentrismo– lo hacía muy bien). Con eso se contentaban y no necesitaban más. Y por otro lado la escuela pitágorica optó por el modelo heliocéntrico, ¿por qué?, por motivos puramente supersticiosos pues consideraban al Sol el astro rey al que debían dar homenaje todos los demás (la escuela pitágorica tenía la extraña idiosincrasia de mezclar un estudio exhaustivo de las matemáticas y la geometría con creencias de carácter misticista o esóterico y, a diferencia de la Academia platónica y el Liceo aristotélico, se comportaban sus seguidores como una especie de secta).
Pues bien: éste es el panorama grecorromano con el que se encontraron los Santos Padres en los círculos académicos: la perfecta equivalencia aritmética-geométrica entre los dos sistemas filosóficos del mundo. Entonces, si ambos eran equivalentes para salvar las apariencias, ¿por qué optaron unánimente por el sistema filosófico geocéntrico? Pues por una sencilla razón: porque era el sistema filosófico que, según ellos, se desprendía de la interpretación de las Sagradas Escrituras.
Cuando se trata de decidir qué sistema es el correcto, siempre los presupuestos filosóficos son los que dominan en la cuestión, porque la experiencia histórica ha demostrado que por mucho que los instrumentos y herramientas que se han ido inventando nos den evidencia de un nuevo dato empírico, éste siempre podrá ser reinterpretado en favor de cualquiera de los dos presupuestos filosóficos en pugna. Voy a ponerle dos ejemplos para que lo entienda:
1º. Cuando se descubrieron las fases de Venus, éstas fueron interpretadas por los copernicanos como una prueba empírica a su favor, porque el modelo matemático ptolemaico asociado al sistema filosófico geocéntrico no podía, efectivamente, dar cuenta de ellas. ¿Pero qué hicieron los geocentristas?. Algo muy sencillo: reajustaron el modelo matemático asociado al sistema filosófico geocentrista, y así Tycho Brahe presentó su nuevo modelo matemático asociado al sistema geocentrista, sustituyendo así al modelo matemático ptolemaico, y de esta forma, podía seguir dando cuenta de las fases de Venus, sin tener que renunciar para nada al sistema filosófico geocéntrico.
2º. Cuando los heliocentristas y acentristas, a principios del siglo XX, al mirar por el telescopio, vieron que las galaxias estaban distribuidas de manera que parecía que la Tierra estaba en el centro del Universo, se inventaron un modelo matemático (ecuaciones tensoriales de la Relatividad General) asociado al sistema filosófico acentrista (que es el que está hoy en día más en boga, pero que en aquel entonces empezaba a sustituir al sistema filosófico heliocentrista) y con eso consiguieron, sin tener que renunciar a su sistema filosófico acentrista, dar cuenta de esa distribución de las galaxias que parecían situar empíricamente a la Tierra en el centro del Universo.
Como se puede observar, tanto los seguidores del sistema filosófico geocentrista como los de cualquiera de los sistema filosóficos no geocentristas (heliocentristas, acentristas, etc...) podían perfecta e igualmente dar cuenta de los nuevos datos empíricos que los instrumentos o herramientas inventadas nos proporcionaban. Simplemente, para no tener que renunciar a sus respectivos sistemas filosóficos, se limitaban los unos y los otros a realizar las pequeñas correciones que sus modelos matemático-geométricos asociados necesitaran para poder dar cuenta de todos los fenómenos nuevos observados o detectados a través de los susodichos instrumentos.
Todo lo que he señalado anteriormente se refiere a una equivalencia desde el punto de vista cinemático. Pero también esa misma equivalencia se da desde el punto de vista dinámico (es decir, cuando introducimos la gravedad, fuerzas inerciales, etc...).Pero hoy en día cualquiera puede ver que los satélites siempre giran asociados a la masa planetaria más grande, eso les origina una "Velocidad Orbital" que depende de la distancia a la masa atrayente en un momento dado, y que no desminuye por no existir ROZAMIENTO en el espacio exterior.
Lo único que subrayé en mi mensaje anterior es que no hay nada en las leyes matemáticas creadas por Newton (tanto desde el punto de vista cinemático como dinámico) que impidan la posibilidad del geocentrismo como descripción plausible del Universo. Ellas permiten su posibilidad hipotética, no la niegan.¿Cómo es posible que se afirme que el centro de masas de todo el Universo se encuentra nada menos que en la Tierra?. ¿Cómo se puede decir algo así con tal rotundidad, qué elementos se tienen para sostenerlo?.
Ese "tal Sungenis", es un teológo-investigador católico estadounidense, cuyos trabajos de investigación están orientados fundamentalmente a la apologética católica (no sólo en el importante ámbito del geocentrismo, sino también en muchos otros campos científicos de la teología, la mayoría de ellos dirigidos principalmente a la refutación de los errores teológicos de los protestantes y de los judíos), y cuya labor está públicamente reconocida en diferentes círculos católicos. Por ejemplo, sin ir más lejos, en este mismo año fue invitado hace pocos meses con muchísimo gusto a exponer conferencias en un Foro católico organizado por la prestigiosa Universidad Católica de Guadalajara y, como anécdota curiosa, fue entrevistado (de manera sucesiva) en un mismo programa católico de la TV. novohispana junto con Don Miguel Ayuso y Don Alejandro Ordóñez.¿Y quién es ese tal Suigenis?, ¿Un matemático?
Por supuesto, huelga decir que el Sr. Sungenis no es el único investigador católico que se ocupa del tema del geocentrismo (por ejemplo, Christopher Ferrara, Presidente de la Asociación de Juristas Católicos de EE.UU. –y cuya presidencia mundial, como bien se sabe, ostenta Don Miguel Ayuso– es también defensor del geocentrismo, y ha desafiado también a ese tal David Palm –el que aparece en el título de este hilo– a un debate público que éste siempre ha rechazado), pero sí se le podría considerar una figura de primer nivel dentro de ese ámbito.
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